Ercilia Pepín

Ercilia Pepín
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NombreErcilia Ambrosilia Pepín Estrella
Nacimiento7 de diciembre de 1886
Santiago de los Caballeros, Bandera de la República Dominicana República Dominicana
Fallecimiento14 de junio de 1939
Santiago de los Caballeros, Bandera de la República Dominicana República Dominicana
Causa de la muerteEnfermedad terminal
ResidenciaDominicana
NacionalidadBandera de la República Dominicana República Dominicana
CiudadaníaDominicana
PadresDon José Pepín y Edelmira Estrella
FamiliaresCarlota(abuela) Perico Pepín (tío)

Ercilia Ambrosilia Pepín Estrella . Heroína de las guerras de independencia dominicana . Profesora dominicana que se dedicó a reformar los programas educacionales de su época y sus métodos.

Biografía

Nació el 7 de diciembre de 1886 en la ciudad de Santiago de los Caballeros, fueron sus padres Don José Pepín y Edelmira Estrella. A los cinco años de edad muere su madre, y su abuela Carlota se encarga de velar por ella. Su familia era muy influyente en la sociedad dominicana, lo que le permitió recibir lecciones básicas de Ciencias Sociales, Ciencias de la Naturaleza, Matemáticas, Físicas, y otras disciplinas, de mano del profesor de origen italiano Salvador Cucurullo. Al lado de él, aprendió con bastante perfección y fluidez, los idiomas italiano y francés.

Ercilia siempre mostró grandes habilidades para ser educadora y con apenas 14 años fue nombrada directora de la escuela de niñas del barrio Nibaje, en Santiago de los Caballeros. En 1913 se graduó de maestra Normal con mención honorifica. Su teoría educativa, basada en los principios de Eugenio María de Hostos, buscaba la objetividad de las cosas. Partiendo de ese principio, pedagógicamente exigió belleza, orden, formación de hábitos, creó nuevas formas para enseñar justicia social, libertades públicas y capacidad de convivencia.

En 1920 funda el Colegio México de Señoritas. Fue distinguida y homenajeada por figuras intelectuales de la categoría de Fabio Fiallo, Luis del Castillo, Félix Evaristo Mejía y Arístides Fiallo Cabral. A ellos también se suman los hermanos Federico y Francisco Henríquez y Carvajal, este último, esposo de la primera poetisa dominicana, Salomé Ureña, a quien admiraba y glorificaba, que sin haberla conocido, se ha convertido en la continuadora de su patriótica y beneficiosa misión como educadora

Aportes a la educación

Realizó cambios importantes en el sistema educativo de la época reformando el programa oficial de las escuelas del nivel primario. Agregó asignaturas tales como: el dibujo, trabajos manuales, geografía evolutiva, cantos coreados (coros escolares) y manejo de globo y mapas.

Instruyó el desayuno escolar, dotó de laboratorio al plantel donde laboraba, dispuso el uso de uniforme para los estudiantes a quienes exigía una veneración respetuosa cuando el Himno Nacional era interpretado, ordenó izar el Pabellón Nacional todos los días, hizo respetar los símbolos patrios, se comenzó a cantar en las escuelas y las clases de Inglés se regularizaron. Inculcó en los alumnos el amor por los libros y por el trabajo creativo.

Desde 1909 hasta el 1916, se dedicó a impartir docencia privada a grupos de jóvenes y señoritas, para formarlos como maestras normalistas y bachilleres en Ciencias y Letras. Finalmente se graduaron 250 maestras de enseñanza primaria.

Labor política

Cuando se produce la retirada de las tropas intervensoras el 24 de julio de 1924, encabeza junto a las autoridades del país el acto de enhestamiento de la bandera nacional en la Fortaleza de San Luis. La enseña tricolor que se utilizó en la fortaleza, fue confeccionada por las jóvenes estudiantes de su instituto. Cien damas de la ciudad, arrodilladas, vieron arriar la bandera de las barras y las estrellas y subir airosa la bandera del 27 de febrero de 1844.

En 1925 fue declarada por el Ayuntamiento de Santiago Hija Benemérita de Santiago. En 1926, realizó un largo viaje por algunos países de América y Europa, y regresó al país a finales de ese mismo año.

En 1928, cuatro años después, las jóvenes que confeccionaron la bandera, fueron invitadas para que confeccionaran la bandera de Nicaragua para ser enviada al general de hombres libres, Augusto César Sandino, que combatía en su tierra contra las tropas norteamericanas. Fue un singular homenaje de la mujer dominicana a los patriotas nicaragüense y un hermoso gesto de solidaridad internacional, de manos de Ercilia Pepín, lo que elevó aún más su profunda sensibilidad y solidaridad de mujer amante de la paz y el bienestar.

En 1930 se producen importantes acontecimientos políticos que abren el camino hacia el poder al jefe del Ejército Nacional, Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo sentía gran admiración y respeto por ella. Al morir el profesor Andrés Perezo, en 1932, producto de una emboscada criminal, por sicarios del gobierno, ella colocó una bandera que le había regalado Trujillo a media asta, en señal de duelo. Trujillo reaccionó, y ordenó que la destituyeran como directora del plantel de la Escuela México.

Muerte

Siguió con sus labores docentes en una escuela privada. Durante este período se le diagnostica una afección renal. El dictador Rafael Leónidas Trujillo se ocupó de los gastos de su enfermedad. Trabajadora, decidida y enérgica, patriota ante todo, rechaza con valentía los desafueros tiránicos de Rafael L. Trujillo. Aquejada por la enfermedad y previendo su próximo fin, solicita de su amigo, el arquitecto Rafael Aguayo, la construcción de su tumba, cuyo diseño le entrega, para ser construida en el Cementerio Municipal. Una vez terminada, va a visitarla y a darle su aprobación.

La gran maestra e intelectual, Ercilia Pepín, murió el 14 de junio de 1939. Es considerada, en República Dominicana, como una de las grandes mujeres destacadas en el país. El pueblo se volcó a desfilar detrás del carro fúnebre que la condujo a su lugar de descanso. Hoy día, varios centros educativos, parques de recreación, escuelas y calles dominicanas, se enorgullecen de llevar el ilustre nombre de Ercilia Pepín.

Datos Relevantes

La sociedad dominicana como parte de los homenajes a esa gran educadora, realizó diversas actividades en reconocimiento a su labor educativa. En agosto de 1913, con Mención de Honor, recibió el título de Maestra Normal, en la escuela de su pueblo natal. Posteriormente se desarrolló una campaña de denuncias ante el Congreso Nacional, con el fin de instalar en Santiago un Instituto Profesional de Enseñanza Superior.

Fue la primera mujer dominicana en iniciar el movimiento feminista en el país, que elevó su voz en defensa de los derechos de la mujer. También profundizó su campaña patriótica y nacionalista, y promovió el conocimiento de la enseñanza y los verdaderos valores morales y cívicos. Para ese entonces se había dedicado con firmeza y entusiasmo habitual, a coleccionar animales y plantas y al experimento de disecar aves y animales domésticos.

En la década del 1910 y 1920 luchó activamente en pro de los derechos de la mujer, fue solidaria con los actos patrióticos contra la dictadura y tiranía y repudió enérgicamente la invasión norteamericana a República Dominicana.

En reconocimiento a su labor docente y a su lucha librada contra la ocupación del país por los vecinos del norte, el Ayuntamiento de Santiago la declara Hija Benemérita de Santiago de los Caballeros en el año 1925.

Fuente