Fiódor Tiútchev
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Fiódor Ivánovich Tiútchev fue un destacado poeta ruso del siglo XIX. Diplomático de carrera, fue funcionario de la diplomacia y la cancillería del Imperio Ruso (1822-1857).
Formación
Fiódor Tiútchev, nació en el seno de una familia perteneciente a la antigua nobleza, recibió en su casa, y bajo la guía del poeta Raich, una excelente formación; frecuentó luego la Universidad de Moscú, y en 1822 inició la carrera diplomática, que le había de mantener lejos de Rusia durante más de veinte años, singularmente en Munich (Alemania), donde contrajo matrimonio y pudo relacionarse con Friedrich Schelling y Heinrich Heine, de quienes tradujo muchos poemas.
Desarrollo profesional
Publicó sus primeros poemas a los dieciséis años, observándose la influencia del clasicismo del siglo XVIII. En 1833 quemó todo lo que había escrito, de manera que el total de su obra sólo se compone de unos cuatrocientos poemas breves, de los que los más notables corresponden al período entre 1848 y 1872, cuando se despojó de ciertos artificios arcaístas para pasar a escribir una poesía más directa, natural y de gran profundidad psicológica y filosófica, llena de meditaciones sobre el universo, el destino humano y la naturaleza.
El primero en reconocer de forma oficial su obra lírica fue Alexander Pushkin, que en 1836 lo acogió en su revista “El contemporáneo”. En el curso del período 1836-1838 aparecieron en esta publicación, bajo las siglas F. T., unas cuarenta poesías líricas suyas. A pesar de esto, la crítica de la época no concedió atención alguna al autor, quien guardó silencio durante largos años. En 1854 publicó en un tomo la primera colección de versos, y más que reaparecido se le consideró un poeta completamente nuevo, perteneciente al ambiente de la entonces viva escuela del arte por el arte.
Al fallecer su primera esposa, Tiútchev, contrae segundas nupcias con una bávara. Su actividad le llevó a Turín, junto a la corte sarda; pero el autor no se encontraba en este país tan bien como en Baviera, y para poder regresar a su patria adoptiva, abandonó arbitrariamente su puesto y fue dado de baja del servicio. Establecido en Munich, permaneció en tal ciudad hasta 1844, año en el cual decidió volver a Rusia, allí se colocó como funcionario de la censura. Su excelente preparación filosófica, histórica y política le indujo a ocuparse de los acontecimientos europeos y a adoptar en 1848 una actitud francamente antirrevolucionaria, reaccionaria y paneslava. Sus artículos de aquellos años conservan incluso de una manera retrospectiva su importancia histórica.
En los años 1850 su tema principal es el amor; Tiútchev crea una serie de poesías apasionadas, donde el amor tiene un fuerte aspecto trágico. Más tarde, la obra de este período fue reunida en el llamado “ciclo de Denísieva”, es decir, una serie de poesías dedicadas a su amante, Yelena Aleksándrovna Denísieva, fallecida en 1864. El poeta le sobrevivió, y a partir de entonces se dedica casi exclusivamente a la poesía política, según el testimonio de los contemporáneos, superó su desesperación, sobre todo, mediante el retorno a la actividad poética, reanudando aparentemente la vida social para ocultar su vacío interno.
Su poesía más conocida, Silentium!, es una desesperada invocación del silencio, una lamentación sobre la imposibilidad de comprensión mutua entre dos seres humanos. Una línea de esta poesía, “El pensamiento pronunciado miente”, es, con “Con la razón no se entiende Rusia” y “No se puede adivinar el eco de nuestras palabras”, uno de los aforismos más célebres de Tiútchev.
