Fraga (Huesca)

Fraga (Huesca)
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Villa de España
EntidadVilla
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaHuesca
Población (1998) 
 • Total1,121 hab.
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Fraga (Huesca).Lugar de la prov. de Huesca, a 115 km. de la capital situada en el extremo sureste de la provincia de Huesca en el último tramo del valle del Cinca, a 118 m. de alt. Temperatura media anual, 14,7 °. Precipitación anual, 348 mm. Población:en 2010, 130845hab.; en 1998, 11.804 hab.; en 1981, 11.186hab.; en 1960, 10.134 hab.; en 1900, 6.899 hab.

Enciclopédico

Es una de las más importantes ciudades de la provincia de Huesca, situada sobre un cerro estratégico a la izquierda del río Cinca, casi en la misma raya de Aragón y Cataluña. La historia de Fraga se remonta a la Edad de Piedra, a juzgar por los hallazgos arqueológicos registrados en su término municipal. Durante la II Edad del Hierro, Fraga fue región de los ilergetes . Quedaría la huella árabe con caracteres más indelebles, hasta el punto de haber llegado a nuestros días. El trazado urbanístico de Fraga responde a la concepción árabe de la construcción, con casas de adobe, que aún es posible contemplar en algunas zonas. Hay dos barrios bien diferenciados: el viejo, en lo alto del cerro, y el nuevo, a orillas del río. En las Atarazanas hubo un astillero de barcas para el Cinca. Son particularmente evocadores los edificios de la casa de Junqueras, el palacio del gobernador, el de los escolapios y otros muchos de carácter gótico, correspondientes a los siglos XVI y XVII. La iglesia parroquial de San Pedro tuvo una primitiva fábrica románica, del siglo XII, que luego fundió con añadidos góticos y renacentistas. La de San Miguel, en lo alto de una meseta que domina el caserío, fue parroquial hasta 1568. Según Guitart Aparicio, en las inmediaciones de esta iglesia debió de levantarse un castillo medieval. El traje regional fragatino está marcadamente diferenciado en relación con el de otras comarcas aragonesas, y no digamos ya el peinado de las mujeres, con moño denominado «de picaporte». El pintor Viladrich ha dejado múltiples testimonios pictóricos de ello. El habla de los habitantes de Fraga también tiene peculiaridades especiales, toda vez que el fragatí (fragatino ) es más puro que el chapurriau; aunque tenga una marcada influencia del catalán, posee peculiaridades en el acento que lo diferencian notablemente. Los higos secos de Fraga siguen teniendo merecida fama y aún los siguen secando como antaño. La artesanía es asimismo importante, en especial la cerámica de Arellano. También la forja y la confección de cestos. En cambio, han desaparecido viejas costumbres y tradiciones, aunque exista recuerdo de las mismas.

Arqueología

En su término se localizan con frecuencia restos diversos que hablan de un pasado amplio e intenso en cuanto a poblamiento. El hecho de hallarse en cruce de caminos y tierras feraces hace del enclave un punto privilegiado. Destacamos los conjuntos denominados de Las Terrazas del bajo Cinca, con materiales atribuidos al mundo paleolítico sin una cronología no muy definida. Mayor precisión cronológica presenta el conjunto de Cardiel-Cardel-Valmateu, con útiles líticos datados en el mundo Epipaleolítico . Cantalobos, Zafranales o Azafranales, La Noria, Punta Farisa , Tozal de Alcanares, Pajalarga, se añaden al rico mundo de la Edad del Bronce, tan bien definido en Fraga con el yacimiento de Masada de Ratón . No todos estos yacimientos terminan en la Edad del Bronce, en algunos se aprecian pervivencias, incluso hasta el mundo romano. Al mundo indígena prerromano y posteriormente romanizado corresponden los poblados de Vedat de San Simón, El Pilaret de Santa Quiteria , este último con una inscripción ibérica y otros materiales importantes. Los de Concepció B, Torre Chueca, Tosal del Perdigano, Castellot, Monreal, se añaden al importante de Villa Fortunatus , como testimonio de la intensidad que alcanzó el poblamiento romano en la comarca fragatina y la riqueza de sus explotaciones agrarias. Se completa la arqueología de la zona con los poblados medievales de Cardiel y Torre Rausa, sin descartar que ambos tengan antecedentes romanos.

Historia Moderna y Contemporánea

Durante la Edad Moderna los acontecimientos históricos que tuvieron más trascendencia en la historia de Fraga fueron, por una parte, la expulsión de los moriscos en 1610, que supuso la pérdida de hegemonía cultural, demográfica y económica de una comunidad que fue mayoritaria en Fraga durante más de 800 años, por otra parte cien años más tarde Felipe V , como premio a la lealtad mostrada por la ciudad hacia su causa durante la guerra de Sucesión concedió títulos de ciudad (1709), vencedora y fidelísima (1710), y el privilegio de dos ferias francas (1710). También es importante anotar que es en esta época cuando comienza la implantación de órdenes religiosas, principalmente la orden de San Agustín (1615) y la de los trinitarios (1550). En la Edad Contemporánea la estructura de la propiedad de la tierra sufre un cambio significativo debido al proceso desamortizador del siglo XIX y a un segundo reparto, producido por iniciativa de los grandes propietarios durante el siglo XX, al venderse la tierra entre sus arrendatarios como consecuencia de la elevación de los salarios que supuso la apertura de explotaciones mineras en Torrente y Mequinenza. En la actualidad, los pequeños propietarios de la tierra productores de frutas (melocotón, pera y manzana) y de cereales (trigo y cebada) constituyen un grupo mayoritario en la estructura económica de la ciudad, que unido al paso de la carretera Nacional II, explican el gran desarrollo del sector servicios (hostelería, comercio, talleres, banca, comercialización de productos ganaderos y hortofrutícolas, etc.), y que suponen la base para el desarrollo del sector industrial, de bienes de equipo y de transformación de los productos del campo, bien propiamente agrarios o bien ganaderos (porcino, ovino y avícola), que hoy en día se ha iniciado tímidamente (harineras, fábricas de aperos agrícolas y de piensos, etc.), quedando pendiente la industrialización del sector hortofrutícola. En el aspecto socio-político, como consecuencia de la rápida toma de conciencia de esta zona a principios del siglo XX, se vivió con intensidad la década de los años 30-40; en 1931 se proclama la II República al ganar las elecciones municipales los candidatos republicanos; en 1936 se inicia la experiencia de las colectivizaciones agrarias ; en 1937 se clausura esta experiencia por las tropas comunistas a mando del gobierno republicano, y en 28-III-1938 se produce la entrada de las tropas nacionales. A partir de esta fecha, impotentemente se sufre una constante marginación y represión hasta la primavera de 1975, en que se produce una movilización general en el Bajo Cinca como respuesta al intento gubernamental de instalar una central nuclear en Chalamera que da impulso definitivo a una nueva toma de conciencia socio-política.

Fuentes