Francisco Bendezú

Francisco Bendezú
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Nombre completoFrancisco Bendezú Prieto
Nacimiento16 de julio de 1928
Lima, Bandera de Perú Perú
Defunción16 de febrero del 2004
Lima, Bandera de Perú Perú
OcupaciónPoeta, periodista y profesor
NacionalidadPeruano
Lengua de producción literariaEspañol
Lengua maternaEspañol
GéneroPoesía, ensayo
MovimientosGeneración del 50

Francisco Bendezú. Poeta, periodista y profesor universitario peruano. Miembro destacado de la denominada "Generación del 50", se distinguió por su perfecta asimilación de la mejor tradición clásica de la lírica española y, al mismo tiempo, por su apertura al Surrealismo, al Creacionismo y a otras corrientes vanguardistas procedentes de Europa; y dejó impresa una breve pero intensa producción poética que le sitúa entre los grandes escritores peruanos de todos los tiempos. Tanto es así, que recibió en dos ocasiones el Premio Nacional de Literatura (1957 y 1966) y fue declarado por el Instituto Nacional de Cultura como Patrimonio Cultural Vivo de su nación.

Trayectoria profesional

Nace en Lima en 1928 . Cursó sus estudios de bachillerato en el prestigioso colegio limeño de La Recoleta, donde, como era costumbre en dicho centro, se le impartió una excelente formación humanística, particularmente rica en lo tocante a la cultura francesa. Pasó, a continuación, a la Universidad Nacional de San Marcos, para cursar allí una carrera de Letras que completó en la Universidad de Santiago de Chile y en Roma, durante un exilio de tres años (1953-1956) que le llevó primero al país andino y, más tarde, a la Península itálica. En la Ciudad Eterna tuvo la fortuna de conocer al genial poeta y profesor Giuseppe Ungaretti, uno de los mayores poetas italianos del siglo XX, que le dio clases de literatura italiana.

A su regreso al Perú, Francisco Bendezú volvió a ingresar en la Universidad de San Marcos para obtener, en 1968, el grado de doctor en Letras. Luego se incorporó a la plantilla docente de dicho centro de estudios superiores, donde ejerció como profesor de literatura italiana y francesa hasta 1988. Al margen de formar a varias generaciones de filólogos y escritores limeños, Francisco Bendezú desarrolló una valiosa labor de promoción cultural por medio de sus habituales colaboraciones periodísticas en la prensa especializada -fundamentalmente, en la revista cultural El Caballo Rojo-, donde no sólo mostró todo el alcance de su agudeza y sensibilidad literaria como crítico y escritor, sino también su extraordinario conocimiento de otras manifestaciones de la creatividad humana propias del siglo XX, como el jazz y el cine.

Con tan sólo cuatro publicaciones poéticas en su magra bibliografía, Bendezú se convirtió en una de las figuras precipuas de la intelectualidad limeña de la segunda mitad del siglo XX. Admirado y ensalzado por la crítica y los lectores -aunque su poesía, cargada de cultismos, imágenes y asociaciones conceptuales de gran dificultad, no está al alcance de "la inmensa mayoría"-, supo en todo momento compaginar su alto rango social e intelectual de poeta laureado y eximio profesor con una sencillez innata y una modestia natural que le empujaban a compartir cervezas y conversaciones de taberna con su convecinos del barrio de Jesús María en donde tenía establecida su residencia limeña. Por su casa de la Plaza de Cuba (actualmente llamada Plaza del Mariscal Cáceres) pasaron numerosos poetas, estudiosos y periodistas interesados en la obra y la persona del gran maestro, o necesitados de que el autorizado juicio literario de éste diera o no el visto bueno a sus creaciones. Incapaz de ocultar, además, sus sinceras preocupaciones sociales, se distinguió a lo largo de toda su vida por su valiente y manifiesta militancia en partidos y movimientos marxistas, lo que le ocasionó graves enfrentamientos con las autoridades conservadoras de su país (así, v. gr., cuando tuvo que abandonar el Perú rumbo al exilio).

Muerte

Víctima de un ataque cardíaco, Bendezú falleció en el hospital Edgardo Rebagliati en la medianoche del 16 de febrero de 2004, a los setenta y cinco años de edad. sus restos mortales fueron velados por sus amigos y discípulos en la Casona de San Marcos, antes de ser sepultados en el cementerio limeño de El Ángel.

Obra

El poeta limeño fue uno de los grandes nombres de la Generación del 50, y en particular de la rama más innovadora de ésta, partidaria de la poesía pura, la renovación social y la búsqueda de la belleza (frente a la corriente que, dentro del mismo grupo generacional, se preocupó más por la poesía social). En este sentido, puede considerársele compañero de aventura literaria del surrealista Jorge Eduardo Eielson y de Carlos Germán Belli, este último autor de una obra poética que parte también del Surrealismo para acabar adentrándose en un bello e interesante neobarroquismo inspirado por los clásicos hispanos -en especial, por la poesía de don Luis de Góngora-. En la misma línea de trabajo -combinación del legado de la tradición clásica y las innovaciones de la Vanguardia- se enmarca la escueta producción lírica de Francisco Bendezú.

En su bibliografía sólo se pueden reseñar cuatro títulos: Arte menor (Lima: Escuela Nacional de Bellas Artes, 1960); Los años (Lima: Ediciones de La Rama Florida, 1961), obra que lleva incorporado, como segunda parte, el poemario anterior, considerablemente retocado por Bendezú; Cantos (Lima: Ediciones de La Rama Florida, 1971), considerada como su obra maestra; y "Piano del deseo", una breve plaquette, conformada por cinco poemas, que vio la luz como separata de la revista Socialismo y Participación (Lima), nº 21 (1983), págs. 153-165.

En líneas generales, toda su obra está marcada -como ya se ha apuntado en varias ocasiones- por la estética surrealista, la búsqueda de una belleza a veces depurada y a veces barroca, la abundancia de imágenes y conceptos de honda dificultad cultista, y, en lo que se refiere al modo de trabajar de Bendezú, un constante proceso de retoque y perfeccionamiento estilístico que le convierte en uno de los autores más rigurosos y exigentes de la lírica peruana.

Respecto a los temas de su obra poética, resulta obligado señalar el papel preponderante del sentimiento amoroso, expresado en sus primeros poemas en un tono delicado y espiritual, emparentado a veces con la tendencia neo-romántica que puede apreciarse en algunas obras del mejor Neruda -poeta al que conoció y admiró Bendezú-. En sus poemarios posteriores, el amor sigue ocupando el eje temático central, pero ahora enriquecido con un cada vez más intensa carga erótica que, dulcificada por medio de vigorosas imágenes de gran aliento expresivo, permiten al autor limeño acercarse a la estética sensual del barroco a la riqueza desbordada del imaginismo de algunas corrientes vanguardistas (como el Creacionismo).

Así, tanto en Arte menor (1960) como en Los años (1961) -es decir, en sus poemarios primerizos-, Francisco Bendezú cultiva la espiritualidad sentimental del amor, por medio de una consciente depuración formal que acaba reduciendo muchos de sus textos a una mera imagen fundamental, cargada, en su aparente sencillez, de múltiples matices y sugerencias. Se trata de un hondo ejercicio de creatividad que pone de manifiesto el amor de Francisco Bendezú por la pureza y la riqueza de su idioma, y su afán por depurarlo hasta convertirlo en la mejor herramienta para la consecución de la belleza.

En Cantos (1971), Bendezú continúa obsesionado por la pasión amorosa, aunque ahora la aborda desde una perspectiva sensual expresada en complicadas imágenes oníricas de innegable cuño surrealista. Además, la riqueza rítmica que imprime a estos poemas -a los que el propio autor califica de "cantos" desde el privilegiado frontispicio del título- contribuye a reforzar la sensualidad de las imágenes. Finalmente, en la plaquette "Piano del deseo" Bendezú intensifica hasta extremos insospechados esta riqueza rítmica, sensorial y expresiva, hasta alcanzar lo que el crítico Roberto Paoli calificó de "paroxismo verbal".

Fuente