Función expresiva

Función expresiva
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Concepto:Factor de la comunicación emisor.

La función expresiva es un tipo de función por medio de la cual se puede expresar los diferentes estados de ánimo, deseos, formas de sentir, intereses, dolor o sufrimiento por lo que sus mensajes se caracterizan por ser muy expresivos.

Características de la función expresiva

Entre las principales características que pueden ser observadas en la función expresiva del lenguaje se mencionan los siguientes: • Se conoce también con el nombre de función sintomática o emotiva. • Fue descrita primeramente por Roman Jakobson. • Está relacionada de forma estrecha con la persona que emite los mensajes. • Se caracterizan por llevar signos de exclamación para poder expresar la emoción. • Necesita contar con autoconocimiento para que el emisor pueda de esta manera abordar la situación que le rodea para posteriormente comunicarla. • Se encarga de comunicar diferentes tipos de sentimientos y de emociones por parte del emisor. • Tiene una función de tipo emotiva. • Utiliza una serie de oraciones de tipo desiderativas y dubitativas. • Es común encontrar un predominio de lenguaje connotativo. • Puede que se dé la alteración del orden lógico en la oración que se expresa. • Es un tipo de función propia de textos de tipo poético o romántico aunque también puede ser utilizada en textos personales, en conversaciones y en opiniones.

Rasgos de la función expresiva

La función expresiva utiliza los rasgos del plano fónico los cuales incluyen una serie de oraciones de tipo exclamativa, interjectiva o de suspensión. Además, cuenta con una serie de rasgos morfosintácticos que incluyen el uso de la primera persona por parte del emisor, de diferentes tipos de verbos y de pronombres. Por último, cuenta también con rasgos de léxico semántico y en ellos es posible encontrar la sufijación apreciativa, el léxico evocador, la connotación y varios tipos de recursos retóricos del lenguaje como lo son las metáforas y el símil.

Para qué sirve la función expresiva

La función expresiva nos sirve para poder exteriorizar todos los estados de ánimo que una persona pueda llegar a experimentar, éstos incluyen sentimientos de amor, de pasión por alguien o por alguna cosa, interés hacia un determinado objeto o sufrimiento. También sirven para expresar dolor, ya sea interno o cuando es ocasionado por algún tipo de padecimiento, sensación física o incluso psíquica. Tienen la capacidad de poder hacer referencia a un objeto abstracto como lo son los diferentes estados de ánimo y por esta razón, facilita que el receptor entienda el mensaje. También hacen posible que el interior de un individuo pueda ser mostrado a los demás así como la forma de pensar y de actuar ante una determinada situación que se presente en el momento de expresar el mensaje. Gracias a la función expresiva, es posible entender y conocer la forma en la que las demás personas se sienten debido a un motivo específico. Funciona como un tipo de terapia puesto que la persona deberá primero de poder racionalizar sus sensaciones para posteriormente enviarlas al exterior, esto es de mucha utilidad para personas que tienen algunos problemas de comunicación. Le da también mayor confianza al emisor para poder hablar con personas en quienes deposita su confianza.

Géneros que admiten una función emotiva

Hay géneros que admiten una función emotiva porque se enriquecen con la sensibilidad del emisor. Así sucede, por ejemplo, con la poesía lírica y la autobiografía. La función expresiva también se despliega en cada libro de memorias, al ir alimentando un diario personal y al escribir una carta. Al analizar en detalle los rasgos de un testimonio o de una confesión, indudablemente se detectan pinceladas de función expresiva. Las experiencias personales que se van narrando en las redes sociales y los contenidos de un blog que se orienta a compartir textos sobre vivencias humanas y reflexiones íntimas demuestran cómo se va amoldando la función expresiva a cada discurso, mensaje u obra, sea del plano de la literatura o no. Cabe resaltar, además, que en el ámbito de la narrativa, gracias a la prosopopeya (clase de metáfora ontológica conocida, asimismo, como personificación), los personajes, aunque sean objetos o animales, adquieren habilidades propias de los seres humanos, reaccionando, sintiéndose, hablando o procediendo como lo haría alguien de nuestra especie. Por otra parte, es interesante tener en consideración la existencia de múltiples figuras literarias y recursos que contribuyen a reforzar o exaltar el perfil expresivo de un texto. De la mano de la anáfora (reiterando uno o más vocablos al iniciar un verso o enunciado), la elipsis (eliminando, al menos, un término perteneciente a una frase sin entorpecer la interpretación de la oración), la hipérbole (exagerando un episodio, un rasgo, una cantidad, etc) o la aliteración (potenciando la expresividad al repetir sonidos similares en un fragmento o texto), entre otras alternativas, se arriba a una fórmula efectiva para expresar algo con ímpetu.

Importancia de la función expresiva

La importancia de la función expresiva radica en la posibilidad que da para dejar aflorar aquello que uno siente, cree o considera. Al mismo tiempo, incide en el receptor influyendo sobre sus ideas. Por eso, por ejemplo, quienes se dedican a la política y/o al marketing hacen un uso frecuente del lenguaje emocional porque saben que con él hay chances de dejar una marca positiva en alguien, de manipularlo en cierta manera y de persuadirlo. No se puede pasar por alto que esta función del lenguaje tiene un valor enorme para, por ejemplo, la escritura terapéutica, una técnica que pone a flor de piel, en palabras escritas, todo aquello que la persona no llega a verbalizar, a sacar de su interior. La cuestión emotiva, el hecho de compartir oralmente o por escrito una impresión o emoción, está estrechamente ligada a la inteligencia emocional. Este concepto hace hincapié en la capacidad humana para, de modo positivo y sano, entender, usar y gestionar emociones. Desarrollándola uno logra vincularse con el prójimo eficientemente, puede sentir empatía, generar una comunicación efectiva y estar en condiciones de implementar una escucha activa, por ejemplo.

Fuentes