Servio Sulpicio Galba

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Servio Sulpicio Galba
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Otros títulos General, Cónsul
Nacimiento 24 de diciembre de el año 3 a.C
Terracina, Bandera de Roma Roma, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento 15 de enero de 69
Bandera de Roma Roma, Bandera de Italia Italia
Predecesor Nerón Claudio César
Sucesor Marco Salvio Otón
Padre Gayo Sulpicio Galba
Madre Mummia Acaya, Livia Ocelina (Madre adoptiva)

Servio Sulpicio Galba. Fue un emperador romano. Hijo de Gayo Sulpicio Galba y de Mummia Acaya, fue adoptado por Livia Ocelina, segunda mujer de su padre. Muy cercano a Augusto y a Tiberio, fue siempre favorito de Livia. Tuvo una brillante carrera política y desempeñó los cargos de gobernador de Aquitania, de cónsul en el 33, de procónsul en África (en el año 45) y de gobernador de la Hispania Tarraconensis desde el año 60.

Síntesis biográfica

Servio Sulpicio Galba nació en Terracina, ciudad costera de la Lacio, 130 km. al sur de Roma, el 24 de diciembre de el año 3 a.C. El emperador Servio Galba nació bajo el consulado de M. Valerio Mesala y de Cn.Léntulo, el 9 de las calendas de enero (149), en una quinta situada sobre una colina cerca de Terracina. Fue adoptado por su suegra, y tomó el nombre de Livio y el apellido Ocela. Cambió también el nombre y se hizo llamar Lucio en vez de Servio, hasta su advenimiento al Imperio. Se asegura que cierto día, en que había ido a saludar a Augusto con otros niños de su edad, este príncipe le dijo en griego, acariciándole la mejilla y tú también, hijo mio, probarás el poder. Cuando dijeron a Tiberio que Galba había de reinar, pero en edad muy avanzada: Que viva, pues, dijo el emperador, no es a mí a quien importa eso.

Descendía, Galba, de una tradicional familia de políticos; su abuelo fue cónsul, su padre fue Cónsul y él, siguió la usanza militar y administrativa de la estirpe. La carrera castrense y política de Galba fue portentosa, llegando a ocupar importantes cargos durante los reinados de la dinastía Julio-Claudia: fue Gobernador en Galia Aquitania y en Germania Superior, Procónsul en África y, por último, ya con 62 años, [[Nerón Claudio César|Nerón]] le asignó el gobierno de la Tarraconense, la provincia más importante del Imperio; ésto, sería un premio por su excelente trayectoria, o quizá, porque Nerón pensó que con su avanzada edad, Galba, ya no tendría malas tentaciones. Nerón, como buen tirano, desconfiaba de los hombres que gozaban de gran popularidad en el ejército.

Trayectoria

Prodigios manifiestos y en gran número habían anunciado a Galba desde el principio de su reinado el trágico fin que había de tener. En su regreso a Roma se inmolaban víctimas en todas las ciudades por donde pasaba y en una de ellas, un toro, herido de un hachazo, rompió las cuerdas, se precipitó sobre el carro del emperador, y levantándose sobre las patas traseras le llenó de sangre, En el momento en que Galba se apeaba, un guardia, impulsado por la muchedumbre, estuvo a punto de herirle con su lanza. A su entrada en Roma, en el palacio de los césares, sintió temblar la tierra y oyó un ruido parecido a un mugido. A estas advertencias no tardaron en seguir presagios más claros y más siniestros.

Había elegido en el Tesoro imperial un collar de perlas y piedras preciosas con el cual quería adornar su estatuita de la Fortuna, en Tuscúlum, pero, creyéndole digno de una divinidad más augusta, le dedicó a la Venus del Capitolio. A la noche siguiente se le apareció en sueños la Fortuna, se quejo del agravio que le había inferido, amenazándole con quitarle al punto todo lo que le había dado. Aterrado por este sueño, apenas amaneció mandó a Tuscúlum a hacer los preparativos de un sacrificio expiatorio, y acudió poco después, pero solamente encontró sobre el altar carbones medio apagados, y cerca de allí vio a un anciano vestido de negro, que tenía incienso en una vasija de vidrio y vino en un vaso de arcilla.

Se observó asimismo en las calendas de enero, que, mientras sacrificaba, se le cayó la corona de la cabeza, y que las gallinas sagradas volaron mientras inquiría los auspicios. El día en que adoptó a Pisón, cuando se preparaba a arengar a los soldados, no encontró delante de su tribunal la silla militar que se colocaba en tales ocasiones, y en el Senado habían derribado su silla curul.

La Jurisprudencia

Una de las ciencias que con mayor asiduidad cultivó fue la jurisprudencia. Se había casado, pero habiendo perdido a su esposa Lépida y dos hijos que tuvo de ella, se mantuvo viudo y no quiso en adelante ocuparse de nuevo matrimonio; ni siquiera la misma Agripina, que había quedado libre por muerte de Domicio y que antes de que enviudase él le había hecho tales indicaciones que la madre de Lépida tuvo que reconvenirle ásperamente en una reunión de mujeres y se irritó con ella hasta golpearla, consiguió doblegarse de su propósito.

Mostró particular estima por Livia, esposa de Augusto, cuya favor, mientras ella vivió, le dio gran influencia, y cuyo estamento, cuando murió, estuvo a punto de enriquecerle. Le había inscrito, en efecto, entre sus herederos principales por cincuenta millones de sestercios, pero estando escrita la cantidad sólo en cifras y no con todas las letras, Tiberio redujo el legado a quinientos mil sestercios, y ni siquiera éstos cobró. Galba alcanzó los honores antes de la edad fijada por las leyes. Durante los juegos que celebró como pretor, dio el espectáculo, todavía nuevo, del elefante bailando sobre la cuerda. Gobernó la provincia de Aquitania cerca de un año; fue después cónsul ordinario.

Muerte

Pereció a los setenta y tres años de edad, el 15 de enero de 69, en Roma; después de siete meses de reinado. El Senado le decretó, en cuanto pudo, una estatua, que debían colocar sobre una columna rostral, en el mismo paraje del Foro donde fue asesinado. Vespasiano revocó, sin embargo, este decreto, convencido de que Galba había enviado de España a Judea asesinos encargados de darle muerte.

Fuentes