Gallina criolla
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Gallinas criollas son las gallinas que son mantenidas en los patios de las casas rurales y periurbanas, bajo condiciones de manejo extensivo. Pertenecen al Orden Galliformes. La gallina doméstica común, o pollo, pertenece a la familia Fasiánidas, y su nombre científico es Gallus gallus. Su filo es chordata, su subfilo es vertebrato su clase aves, su género es gallus y su subespecie gallus gallus domesticus. Las gallinas criollas no pertenecen a ninguna raza específica, más bien son una mezcla indeterminada de razas de diferentes orígenes.
Alimentación
Las gallinas criollas por lo general deben lograr una porción importante de su alimento mediante su búsqueda y obtención en los patios y corrales, tales como follajes y semillas de plantas herbáceas, frutos caídos de los árboles frutales, lombrices de tierra, moluscos (babosas y caracoles), insectos y otros artrópodos.
Generalmente reciben cada día una ración variable de granos (maíz), pienso y otros recursos, además de los restos de la comida casera; aunque muchas veces estos suministros no son constantes ni en frecuencia, ni en cantidad, ni en calidad.
Diversidad de fenotipos
Una característica constante de las gallinas criollas es la elevada diversidad de fenotipos aún en un mismo patio; lo cual es un claro indicador de la amplia diversidad genética. En cualquier patio o región existen en las gallinas criollas importantes variaciones de tamaño, de color, de tipos de cresta (Ej.: simple, rosa, guisante, doble); de plumaje (Ej.: pirocas, copetonas, barbadas, calzadas, grifas y otras); de esqueleto (Ej.: enanas, ponchas, cinqueñas) y de aptitudes (Ej.: carne, huevos, riña, ornamentales).
Prácticamente en todas las partes del mundo, las familias rurales, campesinas o indígenas mantienen grupos de gallinas en los patios de sus casas conocidas regularmente como “gallinas criollas” y las hay en una gran variedad en cuanto a tipos, tamaños, colores y conformaciones; tipos de cresta, copetonas, barbadas o “papujas”, cuello desnudo o “chiricanas” o “pirocas”, sin cola o “ponchas" o "mochas”, con las patas emplumadas o “calzadas”, enanas, de plumaje erizo, grifas y algunas otras más.
El proceso de selección natural
Las gallinas criollas han estado sometidas a una baja presión de selección por parte del hombre y ha sido la selección natural la que ha determinado cuáles animales logran sobrevivir y reproducirse en esas condiciones. Por ello han conservado el comportamiento de cloquez que les permite incubar sus huevos y criar sus pollitos.
También han generado una mayor resistencia a las enfermedades que las gallinas de líneas industriales, en las cuales es la selección dirigida por el hombre, por criterios de producción, la que determina la sobrevivencia y reproducción de los individuos.
En la avicultura industrial las enfermedades se combaten con higiene, vacunas y medicinas; mientras que las gallinas criollas generalmente deben enfrentar las enfermedades y las que las superan serán los progenitores de la próxima generación.