Guillermo Valencia

Guillermo Valencia
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Poeta
Nacimiento20 de octubre de 1873
Popayán, Bandera de Colombia Colombia
Fallecimiento8 de julio de 1943
Popayán, Bandera de Colombia Colombia
NacionalidadColombiana
EducaciónUniversitaria
Alma materUniversidad del Cauca
OcupaciónPoeta, diplomático y político
CónyugeJosefina Muñoz Muñoz
HijosGuillermo León, Josefina
PadresJoaquín Valencia Quijano y Adelaida Castillo Silva
Obras destacadasRitos, Catay


Guillermo Valencia. Poeta, diplomático y político colombiano, uno de los nombres fundamentales de la generación modernista. Candidato dos veces a la Presidencia de la República y senador de la misma. Maestro por antonomasia, no solo por su eminencia intelectual y por su posición pionera de corresponsal del Modernismo en Colombia sino por su formidable trayectoria política. Creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnacianismo.

Datos biográficos

De acaudalada familia conservadora y de ascendencia española, estudió en el seminario de Popayán y en la Universidad del Cauca (Filosofía y Letras).

Contrajo matrimonio con Josefina Muñoz Muñoz, también payanesa, con quien tuvo cinco hijos, entre los que destacaron Guillermo León Valencia, que llegó a ser Presidente de Colombia, y Josefina, primera mujer en ocupar un ministerio y una gobernación en la historia del país. Falleció en Popayán el 8 de julio de 1943. La ley 80 de 1943 declaró monumento nacional la amplia casona donde vivió y murió, hoy denominada Museo Nacional Guillermo Valencia, y en cuyo panteón reposan los restos mortales del Maestro junto con los de varios otros miembros de la familia Valencia.

Trayectoria

Se incorporó muy joven a la política (diputado a los 23 años, cuando ya había sido secretario de Hacienda en el Cauca desde dos años antes) y desempeñó puestos diplomáticos en Francia, Suiza y Alemania, y misiones diplomáticas en Brasil, Chile y Perú fue jefe civil y militar del Cauca (1901), gobernador, y senador de la República desde 1908. Candidato dos veces a la presidencia de la República, fue derrotado en ambas ocasiones. Fue un gran orador, un político discutido y discutible, y un excelente poeta; conservador en política y modernista en poesía, ello entrañaba una contradicción que hoy no se advierte tan bien como entonces.

Trayectoria poética

En su trayectoria poética, se pueden reconocer tres etapas; en la primera tendió al parnasianismo, después siguió la línea del simbolismo francés, y, por fin, recibió la influencia de Rubén Darío y el modernismo. Su único libro original de versos fue Ritos, compuesto entre 1896-1898 y publicado por segunda vez en Londres, en 1914. Luego compuso muchos otros poemas, algunos incluso de mayor valor que los de Ritos, buena parte de los cuales fueron publicados en 1952 en su Obra poética completa. Otra de sus obras fue Catay (publicada en 1929), en la que recoge distintos poemas chinos, traducidos en verso al español a partir de una versión francesa en prosa.

Aunque destacó también en sus discursos y traducciones, es en sus poesías donde reside la grandeza del autor colombiano, pese a los reflejos de solemne elocuencia que encontramos a veces en sus versos. De formación parnasiana y recursos simbolistas, Guillermo Valencia es un modernista esencial, musical y plástico, aunque un tanto frío y muy correcto y elegante: su poesía es esencialmente arquitectónica. Su vigor lírico no tiene siempre el calor íntimo esencial en el poeta de excepción, pero la deficiencia está compensada por la grandiosidad y la belleza de la estructura.

Entre sus mejores poemas cabe recordar "Los crucificados", "Anarcos", "San Antonio y el Centauro", "Hay un instante" (en el que se da un perfecto ejemplo de la síntesis que buscaba el modernismo entre la naturaleza y la vida interior del artista), "La parábola del foso", "Job" (el segundo soneto a la muerte de su esposa), "Post bellum" y "Mis votos".

El "Canto a Popayán" es probablemente su poema más popular. Valencia tuvo numerosos lectores entre la intelectualidad modernizante de su época pero, en la década de los veinte, su obra comenzó a ser criticada por aquellos jóvenes anhelantes de renovación. Se achacaba a sus versos una cierta lejanía de la realidad, aunque también tiene magníficos poemas reflejo de su ambiente y de su interioridad.

Poesías

  • Cigüeñas blancas
  • Leyendo a Silva
  • Las dos cabezas
  • Hay un instante
  • Los camellos
  • A la memoria de Josefina

A la Memoria de Josefina

I

De lo que fue un amor, una dulzura sin par, hecha de ensueño y de alegría, sólo ha quedado la ceniza fría que retiene esta pálida envoltura.

La orquídea de fantástica hermosura, la mariposa en su policromía rindieron su fragancia y gallardía al hado que fijó mi desventura.

Sobre el olvido mi recuerdo impera; de su sepulcro mi dolor la arranca; mi fe la cita, mi pasión la espera, y la vuelvo a la luz, con esa franca sonrisa matinal de primavera:

¡Noble, modesta, cariñosa y blanca!

II

Que te amé, sin rival, tú lo supiste y lo sabe el Señor; nunca se liga la errátil hiedra a la floresta amiga como se unió tu ser a mi alma triste.

En mi memoria tu vivir persiste con el dulce rumor de una cantiga, y la nostalgia de tu amor mitiga mi duelo, que al olvido se resiste.

Diáfano manantial que no se agota, vives en mí, y a mi aridez austera tu frescura se mezcla, gota a gota.

Tú fuiste a mi desierto la palmera, a mi piélago amargo, la gaviota, ¡y sólo morirás cuando yo muera!

Fuentes