Hábito

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Hábito
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Concepto:Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes.

Hábito. Automatización parcial de la ejecución y regulación de las operaciones dirigidas hacia un fin. Los hábitos como formas de actividad están constituidos también por acciones y movimientos que responden a un fin consciente previamente propuesto.

Aunque el hábito se adquiere por repetición de una conducta, termina por convertirse en una posesión permanente del individuo que lo ha adquirido, de modo que por él se regula de una manera inmediata su conducta.

Definición

El vocablo hábito se refiere a los comportamientos que se repiten con cierta regularidad y que se desarrollan sin que la persona tenga que razonar, es la facilidad para hacer una cosa, que se adquiere con la práctica. Además de esta significación que corresponde al campo de la psicología, el concepto hábito tiene otras acepciones como:

  • Vestimenta de los miembros de una orden religiosa.
  • Insignia con que se distinguen las órdenes militares.

Caracterización

El hábito se caracteriza por la realización de los movimientos de forma automatizada, quedando la conciencia liberada de ejercer el control en las operaciones motrices, sensoriales e intelectuales que componen las acciones. Esto lo logra el sujeto mediante el aprendizaje y la ejercitación.

Las acciones se llevan a cabo como resultado de un aprendizaje, en el cual se han establecido conexiones nerviosas temporales que son la base fisiológica de los hábitos. La formación del sistema de conexiones temporales, también llamado estereotipo dinámico, permite que las acciones se realicen con rapidez y con precisión, eliminando movimientos innecesarios y el gasto de energía.

Factores que intervienen en la formación de los hábitos

En la formación de los hábitos desempeñan un importante papel:

  • La dirección del aprendizaje por personas de experiencia.
  • La imitación de los modelos de acción.
  • La ejercitación y el entrenamiento encaminados al perfeccionamiento.

Aprendizaje

El proceso de aprendizaje de los hábitos se realiza por etapas, y se descompone la actividad en partes que requerirán no solo de la ejercitación, sino también de la corrección de los errores encaminada al perfeccionamiento.

En este proceso tiene un gran valor la calidad de las orientaciones que recibe el sujeto, pues ello garantiza que el hábito se forme correctamente, y responda al fin de la actividad. Por ejemplo, antes de aprender a escribir con letra cursiva, el niño aprende las letras y forma con ellas palabras; de la misma forma que antes de leer de corrida, identifica las letras, aprende a unirlas y forma palabras con ellas.

Imitación de modelos de acción

Al imitar el modelo de acción, el sujeto se apoya en la observación consciente de dicho modelo, y llega a la formación de la imagen ideal de este con ayuda del lenguaje, lo cual le permite la ejecución consciente encaminada a un fin. Por ejemplo, el corredor aprende los pasos de la arrancada observando el modelo que le presenta el instructor, descomponiéndolo en sus partes integrantes, y formándose una imagen ideal, lo cual le permite su reproducción y enlace.

Ejercitación

El ejercicio también interviene en el proceso de formación de los hábitos, pero el ejercicio no puede concebirse como una simple repetición, ya que ello conduce a la reproducción mecánica de la actividad; la meta del ejercicio es el perfeccionamiento y la eliminación de los movimientos innecesarios, para la formación correcta del hábito. Por ejemplo, el corredor en el proceso de ejercitación para la formación del hábito correspondiente va mejorando progresivamente su ejecución hasta llegar a realizarla completa y sin errores.

Cuando el hábito ha sido elaborado cuidadosamente y con interés, el individuo actuará luego con rapidez, eficiencia y calidad. Por ejemplo, el estudiante que en los primeros años de su vida escolar aprendió a leer bien y a interpretar lo leído, o sea, formó bien el hábito, en las etapas posteriores de su formación, su estudio se hará más eficiente y de mayor calidad, si se compara con otro estudiante que posee deficientes hábitos de lectura y que además no muestra interés por mejorarlos. Igualmente ocurre con la escritura; existen estudiantes que tienen una letra ilegible, pero que no tratan de corregir los errores en la formación de ese hábito.

Cambios estructurales de la actividad en la formación de hábitos

Petrovski señala que la formación de hábitos produce los siguientes cambios estructurales de la actividad:

  • Cambios en los procedimientos para la ejecución de los movimientos: Los movimientos simples se unen e integran, sistematizándose, a la vez que se eliminan los que resultan innecesarios, y la acción se realiza más rápida y eficientemente. Por ejemplo: realizar la arrancada por primera vez, por el corredor, y ejecutarla cuando ya se ha fijado el hábito correcto después del ejercicio y el entrenamiento.
  • Cambios en los medios de control sensorial sobre las acciones:
    • El control sensorial se desplaza de un analizador a otro. Por ejemplo, una vez que se aprende a escribir a máquina, el control de las acciones pasa del analizador visual al cinético, o sea, que el sujeto escribe sin ver el teclado.
    • Se forman síntesis sensoriales; ya no se controlan aspectos aislados de las acciones, sino que el sujeto entrenado realiza un control simultáneo de los diferentes aspectos que componen la actividad, labor que se realiza con más calidad y eficiencia.
    • Cambios en los métodos de la regulación central de la acción. Al desplazarse la conciencia hacia el logro de los objetivos y resultados de las acciones, el sujeto se anticipa a estos y toma las medidas necesarias para que la tarea acabe exitosamente. Por ejemplo, el piloto realiza los ajustes necesarios en el plan de aterrizaje, de acuerdo con los cambios observados en el tiempo.

Tipos

Petrovski señala que existen tres tipos de hábitos, según qué aspecto de la acción esté parcialmente automatizado. Estos tipos son: hábitos sensoriales, motores e intelectuales.

  • Hábitos sensoriales: Están vinculados con las sensopercepciones y los distintos órganos de los sentidos, y son resultado de la experiencia obtenida mediante la ejercitación y el perfeccionamiento. Por ejemplo: la discriminación por el médico de los ruidos cardíacos o del murmullo vesicular mediante el estetóscopo, la diferenciación de los matices de los colores, por parte de los pintores. Estos hábitos alcanzan su máxima perfección en los tipos profesionales como críticos de arte, pintores, médicos, entre otros.
  • Hábitos motores: Se trata de la automatización de los componentes motores de las acciones. Por ejemplo: caminar, escribir, etc., y en los atletas los hábitos motores específicos para el salto, el baloncesto, entre otros. Estos hábitos se combinan con acciones sensoriales y se les llama sensitivomotores. Por ejemplo: conducir un auto, dibujar, palpar el abdomen.
  • Hábitos intelectuales: Son los llamados hábitos de pensamiento, que son resultado de la actividad del pensamiento y se elaboran mediante su desarrollo. Por ejemplo cuando el médico ausculta a un paciente, se evidencian hábitos sensoriales (discriminación auditiva), motores (manipulación del estestóscopo) e intelectuales (interpretación semiológica de lo escuchado).

Los hábitos y el proceso de su formación no pueden entenderse aisladamente, sino en sus interrelaciones, y esto desempeña un importante papel en la experiencia del hombre.

Fuentes

  • Brito Fernández, Héctor (1984). Hábitos, habilidades y capacidades. En: Varona: revista científico metodológica, Año VII, No. 13, jul.-dic. Ciudad de La Habana. Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona". p. 73-87.
  • DeConceptos.com
  • Núñez de Villavicencio, Fernando y otros (2006). El hábito como actividad consciente automatizada. En: Psicología y salud. La Habana. Editorial Ciencias Médicas. p. 37-39.
  • Thefreedictionary.com