Hepatopatía alcohólica

Hepatopatía alcohólica
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Concepto:Hepatopatía alcohólica es la enfermedad hepática producida por el consumo excesivo de alcohol.


Hepatopatía alcohólica Es un término que se usa para el daño a la estructura y al funcionamiento del hígado causado por el consumo excesivo del alcohol. Síntomas que son ocasionados por la hepatitis alcohólica. La mayor parte del alcohol consumido se depura en el hígado. Cuando el hígado ve superada su capacidad de depuración por un consumo excesivo y mantenido en el tiempo, se produce un cúmulo de tóxicos que daña las células hepáticas.

Síntomas más habituales.

  • Cansancio
  • Ictericia
  • Ascitis

Hepatopatía alcohólica suele cursar con síntomas de enfermedad general tales como cansancio, falta de apetito, malestar digestivo, dolor en el lado derecho del abdomen y, a veces, fiebre. Además pueden observarse datos más típicos de enfermedad hepática como color amarillo de la piel (ictericia), orina de color oscuro, acumulo de líquido en el abdomen (ascitis) y alteraciones de la coagulación, cambios en la conducta y en el nivel de consciencia y desnutrición, fundamentalmente. Además los pacientes pueden tener síntomas derivados de la toxicidad del alcohol en otros órganos. Se puede presentar con una gran variedad de manifestaciones clínicas en función de la gravedad del cuadro, oscilando desde pacientes sin síntomas (asintomáticos) con sólo el hígado agrandado (hepatomegalia) y aumento de la GGT (gammaglutamil transferasa) y transaminasas en la analítica hasta otros con un cuadro de insuficiencia hepática que puede acabar con el fallecimiento del paciente.

Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas más frecuentes en los casos graves son: fiebre, coloración amarilla de la piel y parte blanca de los ojos (ictericia), orinas oscuras como el brandy o la coca cola (coluria), acumulación de líquido en el abdomen (ascitis) y en las extremidades inferiores, náuseas y vómitos, dolor en el lado derecho del abdomen en hipocondrio derecho, cansancio, pérdida de apetito, disminución de la masa muscular y signos de malnutrición que se debe a los malos hábitos dietéticos, encefalopatía hepática que consiste en trastorno del nivel de conciencia que pueden comenzar por tendencia al sueño o desorientación, temblor de manos y en los casos más graves se pueden producir estados de agitación y coma. Además en las fases más avanzadas (cirrosis), hemorragia digestiva debido a várices en el esófago y/o estómago que se manifiesta como vómitos de sangre (hematemesis) o evacuaciones color negro intenso, brillante y malolientes (melenas).

Causas

La causa es el consumo excesivo de alcohol. En general se considera que un consumo superior a 80 gramos de alcohol al día en los varones y a 50 gramos en las mujeres es nocivo para el hígado y puede ser suficiente para que, con el paso del tiempo, aparezcan todas las enfermedades reseñadas en el apartado anterior. Un factor a tener en cuenta es el tiempo de consumo. Como orientación, se considera que debe consumirse excesiva cantidad de alcohol al menos durante 5 años para que se produzca daño hepático grave. No todas las personas que consumen alcohol en cantidad excesiva desarrollan enfermedad hepática grave. Hay un componente de susceptibilidad individual, aún no identificable, que hace que con la misma ingestión de alcohol unas personas desarrollen cirrosis y otras solamente esteatosis.

Puedo padecer hepatopatía alcohólica si nunca he estado borracho.

Sí, porque existe un fenómeno llamado tolerancia al alcohol que consiste en consumir cantidades excesivas de alcohol y nunca embriagarse. Es frecuente que algunas personas refieran que beben y no se emborrachan. Esto es un indicativo de que probablemente el individuo haya bebido mucha cantidad y por mucho tiempo, lo cual determina un riesgo de desarrollar daño hepático por alcohol.

Diagnóstico

Hepatopatía alcohólica basándose en la historia de consumo de alcohol, la exploración física, análisis hepáticos, ecografía abdominal y, en muchos casos, es necesaria la realización de una biopsia hepática para obtener el diagnóstico definitivo.

Tratamiento

El único tratamiento eficaz es el abandono del consumo de alcohol. Si existe dependencia alcohólica la suspensión del consumo precisa de ayuda psiquiátrica. Otro tratamiento fundamental en todas las fases es la abstinencia del alcohol. Con esta medida mejora sustancialmente el pronóstico de la enfermedad, logrando la recuperación del hígado totalmente si está en las fases iniciales, y en los casos graves con cirrosis, dejar de beber alcohol mejora la función del hígado, impide que progrese la enfermedad y disminuye las complicaciones. El paciente nota el cambio significativo en su calidad de vida. La adecuada alimentación, que se puede potenciar con suplementos nutricionales en algunos casos, principalmente de las vitaminas del grupo B (B1, B6, B12) ayuda a la recuperación del hígado. La supresión del consumo del alcohol permite la curación de la esteatosis y, en muchos casos, de la hepatitis alcohólica; cuando existe cirrosis, da lugar a una mejoría de la función hepática, aunque la cirrosis es irreversible. Dependiendo del grado de deterioro de la función hepática, estos pacientes podrán llevar luego una vida normal o, por el contrario, precisar un trasplante hepático para evitar el fallecimiento a causa de complicaciones de la cirrosis.

Hay tres grandes cuadros de enfermedad hepática producida por alcohol.

  • La esteatosis hepática etílica: Se produce por la ingestión excesiva de alcohol en un período que oscila entre semanas y, a veces, años. Consiste en un acúmulo de grasa en el hígado, a consecuencia de las alteraciones metabólicas que produce el alcohol. El paciente no tiene síntomas, frecuentemente cursa sin alteraciones analíticas y no afecta a la función hepática. Es reversible con el cese del consumo de alcohol. Algunos pacientes, aunque continúen consumiendo alcohol no desarrollan formas más graves de la enfermedad mientras que otros evolucionan hacia los otros dos cuadros.
  • La hepatitis alcohólica: Es un cuadro de evolución subaguda. Se considera que debe consumirse alcohol en cantidad excesiva al menos durante 5 años para llegar a desarrollar este cuadro. Es mucho más grave que la esteatosis. El paciente suele tener síntomas, existen alteraciones analíticas hepáticas y se afecta la función hepática. La gravedad es variable. Si cesa el consumo de alcohol, la enfermedad puede curarse, pero hay pacientes que fallecen y otros que pasan al tercer tipo de cuadro.
  • La cirrosis etílica: Consiste en la alteración de la estructura del hígado por los procesos de cicatrización (fibrosis) producidos en el hígado por efecto del consumo de alcohol, en general durante muchos años. Es irreversible. Aunque algunos pacientes están asintomáticos en las fases iniciales de la enfermedad, muchos tienen síntomas. Se producen alteraciones analíticas y se deteriora la función hepática. Muchos pacientes acaban falleciendo a consecuencia de la enfermedad.

CÓMO PODEMOS EVITAR EL ALCOHOLISMO Y LA HEPATOPATÍA POR ALCOHOL

El alcoholismo es una enfermedad independientemente que induzca daño en el hígado y se debe tratar como tal en unidades de salud mental y centros de drogodependencia. El paciente debe aceptar que está enfermo y que requiere ayuda impartida generalmente en grupos de terapia guiados por psicólogos y psiquiatras. En algunas ocasiones se indica tratamiento para disminuir la ansiedad y los síntomas relacionados por el síndrome de abstinencia. El mejor tratamiento de la hepatitis alcohólica sería la prevención, haciendo un consumo responsable del alcohol y evitando que los jóvenes se inicien en su consumo a edades tempranas.

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