Hipoxifilia
| ||||||
La hipoxifilia o asfixia erótica, consiste en obtener placer mediante la reducción o impedimento total de la respiración; esta actividad puede realizarse en solitario o con la ayuda de alguien más. Asimismo, la hipoxifilia se puede efectuar a través del estrangulamiento con manos, con objetos como cuerdas, cintos, cadenas, entre otros, o bien obstruyendo las vías respiratorias mediante bolsas colocadas sobre la cara, o colocando objetos que cubran boca y nariz.
Historia
Esta práctica parece remontarse a varios siglos de antigüedad: está registrada como práctica entre los esquimales y algunos pueblos asiáticos. La práctica de la autoasfixia erótica se ha documentado desde principios del 1600. Al principio se utilizaba como un tratamiento para la disfunción eréctil. Se dice que fue introducida en Europa por soldados de la Legión Extranjera francesa a su regreso de la guerra de Indochina. Parece ser que estas prácticas la empleaban en los prostíbulos de Extremo Oriente para aumentar la sensación del orgasmo.
El lado oscuro: Hipoxifilia o asfixia erótica
Hay algunos casos de hipoxifilia en el que se han visto envueltos personajes famosos de distintos ámbitos de la vida, como la política, la música y la actuación, tales como Luis Enrique de Borbón (príncipe francés), Albert Dekker (actor), Stephen Milligan (político británico), Kevin Gilbert (músico), Iván Heyn (político argentino), David Carradine (actor), además de que se ha rumorado que el ex vocalista de INXS, Michael Hutchence, falleció realizando este tipo de actividades, aunque nunca se ha podido comprobar.
Son muchos los casos en los que esta práctica acaba con un desenlace fatal, aunque cabe aclarar que las personas que realizan la hipoxifilia no son suicidas, simplemente se ven cegados por las ansias de placer. La hipoxifilia generalmente va acompañada de otras parafilias, como el fetichismo o el sado – masoquismo.
Sin duda alguna, la hipoxifilia es una de las prácticas sexuales más bizarras y peligrosas que existen.
