Iglesia de Santa María Magdalena

Iglesia de Santa María Magdalena
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
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Fue declarada Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1970.
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:Barroco
Localización:Calle Bailén, 5, 41001 Sevilla, España
Uso inicial:Iglesia
Uso actual:iglesia
Datos de su construcción
Inicio:1691
Término:1709
Otros datos
Arquitecto(s):Leonardo de Figueroa


La Iglesia de la Magdalena es un templo católico y la sede de una parroquia de Sevilla. Fue declarada Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1970.Fue la antigua iglesia del Convento de San Pablo el Real, de los dominicos. El edificio es obra del arquitecto Leonardo de Figueroa, y constituye un magnífico ejemplo de arquitectura barroca sevillana del siglo XVIII. Actualmente esta parroquia es la sede canónica de la Hermandad Sacramental de la Magdalena, de la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo, de la Hermandad de la Quinta Angustia, de la Hermandad de Montserrat y de la Hermandad del Calvario.

Ubicación

Iglesia de Santa María Magdalena se encuentra ubicada en la Calle Bailén, 5, 41001 Sevilla, España

Historia

El origen de la parroquia de Santa María Magdalena se remonta a la conquista de Sevilla por Fernando III el Santo, rey de Castilla, en el año 1248, momento en que se dividió la ciudad en 24 collaciones o parroquias. Esta primitiva iglesia fue destruida en 1811 durante la invasión de España por las tropas napoleónicas, conociéndose muy poco de sus características, tan solo algunas referencias escritas. Félix González de León en su libro Noticia Artística histórica y curiosa de la ciudad de Sevilla, fechado en 1844, nos hace la siguiente descripción: La Iglesia parroquial de Santa María Magdalena que estaba en lo que ahora es plaza del mismo nombre, la derribaron los franceses invasores el año de 1811. Era medianamente grande, y de la construcción común de arcos sobre pilares de material, y techumbre de madera, con tres naves que la del medio era muy ancha en proporción de las otras. La capilla mayor era de piedra con bóveda al estilo gótico. El altar principal que se elevaba sobre presbiterio de gradas de mármol blanco, era del gusto plateresco, lleno de follajes y adornos, habiendo quitado para colocarlo el bellísimo que había á principio del siglo de 1700.Posteriormente se decide el traslado de la parroquia a la iglesia del convento de los dominicos situada muy próxima a la anterior. A mediados del siglo XIX se constituye definitivamente en parroquia, tras el abandono por los dominicos del convento anexo como consecuencia de las leyes de desamortización.

Esta iglesia fue construida por el arquitecto Leonardo de Figueroa entre los años 1691 y 1709 sobre los restos de otra más antigua de origen medieval y constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca sevillana del siglo XVIII. El templo posee tres puertas, en una de ellas que comunica con el crucero, se encuentra una escultura de Santo Domingo de Guzmán atribuida a Pedro Roldán. La segunda que es la que se utiliza normalmente para acceder a la iglesia, está flanqueada por pilastras sobre las que se levanta un arco de medio punto rematado por esculturas. Es la primitiva puerta mudéjar del templo que fue remodelada en el siglo XVII. La portada de los pies que da a la calle Cristo del Calvario, es la más interesante desde el punto de vista artístico, si bien se utiliza en contadas ocasiones para el acceso a la iglesia.

Está rematada por una magnífica espadaña realizada en 1697 y restaurada en el siglo XX. Bajo la misma se encuentra un gran óculo rodeado por pequeñas esferas de color azul que simbolizan los misterios del rosario. A ambos lados sendos relojes de sol. Sobre la portada se sitúa una escultura de Santo Tomás de Aquino. Consta de tres naves longitudinales, una transversal, cinco capillas, y el presbiterio. En la nave central, destaca la cúpula octogonal que se remata con una linterna y está decorada en la parte exterior con figuras escultóricas que representan indígenas americanos que simbolizan el importante significado que tuvo la Casa Madre dominica para los territorios americanos de la corona española. Todo el conjunto está rematado por una corona real de hierro forjado. A ambos lados del presbiterio, se pueden contemplar sendas portadas de mármol rojo, decoradas con columnas salomónicas y las representaciones escultóricas de la Esperanza y la Caridad.

Capilla del Dulce Nombre de Jesús

Situada a la izquierda del vestíbulo del templo, está formada por la unión de tres antiguas capillas, la de los Medina, la de Rosales y la de los Gómez de Espinosa, las cuales se unieron, cerrándose su comunicación con la nave principal para adquirir el aspecto que ofrece en la actualidad. Destaca este espacio por sus tres interesantes bóvedas ochavadas decoradas con lacerías que datan de alrededor de 1400. Constituye por lo tanto un reducto del primitivo templo mudéjar. En su interior podemos contemplar un retablo en el que figuran las imágenes que forman el misterio de la hermandad de la Quinta Angustia, las cuales fueron modeladas por Pedro Nieto Montañés en 1633. El Cristo sin embargo es obra de Pedro Roldán 1659 y la Virgen es una talla moderna 1932 de Rodríguez Caso. Son dignas de mención otras obras, como un Cristo Resucitado de Jerónimo Hernández, el Niño Jesús del mismo autor que procesiona la víspera del Corpus sobre un templete diseñado por el escultor Joaquín Bilbao Martínez y varios lienzos de Valdés Leal. El retablo mayor barroco fue realizado a principios del siglo XVIII. Mide 18 metros de altura y consta banco y 2 cuerpos. Se distribuyó en tres calles separadas por columnas salomónicas.

Entre otras imágenes importantes, contiene Santa María Magdalena, esculpida en 1704 por Felipe Malo de Molina, San Francisco y Santo Domingo atribuidas a Duque Cornejo y San Pablo, atribuida a Francisco de Ocampo. Hasta la extinción del convento de dominicos, en la hornacina principal del altar mayor se veneraba a la imagen de la Virgen del Rosario, obra maestra de la imaginería sevillana del siglo XVI, atribuida al escultor Jerónimo Hernández, que actualmente se haya expuesta en el templete del altar mayor de la parroquia de Santa Cruz. En la capilla sacramental encontramos un retablo de estilo neoclásico realizado a fines del XVIII, en su centro una bellísima imagen de La Inmaculada, atribuida a Duque Cornejo, al igual que las esculturas laterales de San Miguel y San Rafael arcángeles. Cristo del Gonfalón. Es una talla renacentista del siglo XVI atribuida a Nicolás de León. Pertenecía a una antigua hermandad ya extinguida llamada Cofradía de la Vida de Cristo y Confalón cuya finalidad era practicar obras de misericordia y piedad y estaba agregada a una hermandad de Roma del mismo nombre. Destacan las pinturas al fresco de Lucas Valdés sobre los muros, con temas relacionados con la Orden de Santo Domingo, los misterios del Rosario y los apóstoles. Muchas de ellas se encuentran muy deterioradas. El Triunfo de la Fe. Este fresco, obra de Lucas Valdés, se encuentra en la bóveda del presbiterio, representa el triunfo de la Fe sobre la herejía en los cuatro continentes gracias a la intervención de los frailes dominicos. La figura central representa a la Fe, a ambos lados se encuentran los arcángeles San Miguel y San Rafael rodeados por ángeles y músicos que tocan desde dos balcones laterales. Debajo de este conjunto entre nubes se encuentran los dos principales santos de la orden Dominica, Santo Domingo de Guzmán con una espada en llamas en su mano derecha y Santo Tomas de Aquino con una palma en la mano derecha y un pliego de papel abierto en la izquierda. Ambos triunfan sobre la herejía y la abominación que se precipitan hacia el abismo. En las esquinas cuatro medallones representan los cuatro continentes. La entrada triunfal de San Fernando en Sevilla entre las alegorías de la fortaleza y de Sevilla liberada. Se encuentra en lado derecho del crucero y es obra de Lucas Valdés.

Se representa la entrada de este rey en la ciudad acompañado por la Virgen de los Reyes y un gran séquito eclesiástico entre el que se encuentra Santo Domingo de Guzmán y San Pedro Nolasco. Desde arriba contemplan el acto San Isidoro y San Clemente. Auto de Fe en tiempos de San Fernando. Se representa un Auto de Fe en el que aparecen frailes dominicos y el mismo San Fernando que transporta leña para la hoguera. Según la leyenda este fue un acontecimiento real que se celebró en Sevilla el 28 de octubre de 1703 en el que se ejecutó entre otros a un personaje llamado Diego López Duro vecino de Osuna (Sevilla) por practicar la religión judía. Se encuentra situado en el lado izquierdo del crucero y es obra de Lucas Valdés. La Virgen del Rosario protegiendo las naves española en la Batalla de Lepanto obra de Lucas Valdés. En este fresco enmarcado por yeserías doradas se conmemora la batalla de Lepanto. Sobre una nube podemos ver a la Virgen del Rosario que según la tradición intercedió el 7 de octubre de 1571 para que las tropas cristianas lograran la victoria tras la oración del Papa Pío V. Los frailes dominicos antiguos propietarios de la iglesia tienen una devoción especial al Santo Rosario. Se representa en este cuadro un milagro que tuvo lugar tras la oración de Santo Domingo. La Santísima Virgen acompañada de dos bellas jóvenes que son Santa Cecilia y Santa Catalina, se apareció ante el lecho de Reginaldo de Orleáns que se encontraba enfermo por unas fiebres que hacían temer por su vida. La Virgen ungió la cabeza del paciente, quedando este completamente restablecido. Según la tradición, en la noche del 15 de septiembre de 1530, la Santísima Virgen acompañada de Santa María Magdalena y Santa Catalina, se aparecieron en el convento dominico de Soriano en Calabria, al hermano sacristán Fray Lorenzo da Grottaria y le entregaron un lienzo con la imagen de Santo Domingo, para que lo colocara sobre el altar. Desde entonces esta imagen ha gozado de gran devoción y nobles reyes y papas han contribuido al engrandecimiento del santuario.

Varios artistas, entre ellos Zurbarán han representado este milagro. Magnífica Custodia procesional de 2,25 metros de altura iniciada por Cristóbal Sánchez de la Rosa en 1678 continuada por Juan Laureano de Pina y rematada por Blas Amat y Cortés en 1790. Esta custodia es propiedad de la hermandad Sacramental de la Parroquia. Es de planta octogonal y tres cuerpos de altura que culminan con un pedestal sobre el que se encuentra una estatua de la fe. Los dos cuerpos inferiores disponen de columnas salomónicas y rectas que están decorados con motivos vegetales. En el cuerpo inferior puede contemplarse una balaustrada con estatuas de los cuatro evangelistas y en el siguiente se representan figuras de ángeles. En el centro una escultura de la Inmaculada.

Restauración

Fue restaurado en el año 2012 gracias al patrocinio de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Fuentes