Ingenio San Cristóbal

Ingenio azucarero San Cristóbal
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Obra Arquitectónica  |  (Central azucarero)
Sancristobacentral.JPG
Central azucarero
Descripción
Tipo:Central azucarero
Localización:Mataguá, Villa Clara, Cuba
Uso inicial:Producción de Azúcar.
Datos de su construcción
Demolición:1926


Ingenio azucarero San Cristóbal.Un central azucarero situado en Mataguá, en el kilómetro 18 de la carretera que conduce de Santa Clara al poblado de Mataguá, existe una solitaria torre de central azucarero que para muchos constituye un enigma, debido a que las generaciones actuales no conocen que en la zona se desarrolló la producción azucarera. Las personas de mayor edad trasmiten diversos comentarios; que era un pequeño central, que nunca funcionó, que era propiedad absoluta de la familia Cardoso, a cuyo apellido debe el nombre el pequeño asentamiento que existe en el lugar- y otras elucidaciones y leyendas sobre el Central y sus dueños.

Orígenes

En el Archivo Nacional de Cuba existe, en el fondo de documentos perteneciente al doctor Orestes Ferrara, una carta, dirigida al mencionado político de origen italiano que en ese momento era representante en Cuba del National City Bank, en la que se valora la posible compra por aquella entidad bancaria del Central "San Cristóbal de Mataguá" y está escrita por un funcionario de la Sugar Plantations Operating Company.

La misiva posee adjunto un informe con estimado de valor de los edificios, maquinarias y material rodante, con datos que permiten demostrar que era un central de considerables dimensiones y capacidad de molienda, aunque necesitaba inversiones sobre todo en la parte agrícola y de transportación de caña, las cuales no pudieron efectuarse debido a la crisis que afectó al país a partir de 1920, lo que parece haber decretado la demolición del central y la venta de sus equipos, hacia el año 1926.

Propietarios del central

La propiedad del Central estaba sujeta a un complejo procedimiento de apropiación, propio del sistema capitalista existente en Cuba, que incluía hipotecas, derechos hereditarios, arrendamientos y subarrendamientos que relacionamos con fidelidad al texto original para facilitar la comprensión. "La mitad de este ingenio, en estos momentos, pertenece en propiedad a los Sres. "Gutiérrez y Folgueras", de Ranchuelo. Sobre esta mitad grava una hipoteca de $145.000.00, a favor del Dr. Juan Cardoso de Santa Clara, y vence el 30 de abril de 1931 con derecho a cancelación en cualquier momento. Los intereses de esta hipoteca son del 10%".

"La otra mitad pertenece; en arrendamiento, al Dr. Federico Laredo Brú, de Cienfuegos. Este arrendamiento vence en 31 de mayo de 1927; se pagan por ello, $ 5. 660.00 anuales- el 31 de agosto de cada año- y, dentro de este período de tiempo hay una opción a compra, por la cantidad de $84.000.00, que puede hacerse efectiva en cualquier momento".

"En la actualidad Gutiérrez y Folgueras, dueños en propiedad de la mitad del ingenio, están en posesión de la totalidad de este en virtud de un contrato de "subarrendamiento" de la otra mitad -que Federico Laredo Brú posee en arrendamiento- contrato que vence en 31 de agosto de este año".(1924).

El memorando dirigido a Ferrara afirma categóricamente que: "El ingenio es casi todo nuevo y tiene una capacidad de trabajo de 100. 000 sacos. El analista que valoraba el central estimaba que con "un gasto de $50. 000 era posible elevar su capacidad a 130.000 sacos. Entre las instalaciones principales del coloso azucarero existía una planta de moler, compuesta por dos desmenuzadoras y cuatro trapiches "Fulton" alimentados por un basculador de carros y un conductor de cañas "Fulton", "todos nuevos e instalados en la zafra 1920 - 1921".

Tenía alcalización, calefacción de guarapo y cachaceras abundantes, así como un sistema de evaporación y condensación que permitían aumentar la capacidad de molienda y producción. El sistema de tanques era en general muy bueno. Dos tachos de punto de 14`0" y 13`0" de diámetro, respectivamente, y nuevos, además de dos pequeños, de uso, 18 cristalizadores y 18 centrífugas de 40´ de diámetro, instalados sobre plataforma alta y doce de ellas preparadas para producir turbinado, con una instalación modernísima de secar, envasar y pesar azúcar automáticamente.

Este equipamiento invalida de hecho la tesis de que se trataba de un pequeño central, pero este además poseía una infraestructura que permitía la realización económica del azúcar que era capaz de producir. Tenía un almacén en el que cabían 40.000 sacos y un muelle con cuatro puertas para cargar al unísono las casillas del ferrocarril.

El tanque de mieles finales admitía 200.000 galones y poseía una estación de 400.000 galones de petróleo crudo, repartidos en cuatro tanques 100.000 galones cada uno, para alimentar hornos y locomotoras.

El batey

El batey del central se consideraba, en la época, como muy bien equipado. Además de la casa de vivienda y administración, tenía casas destinadas para altos empleados, fonda y tienda, esta última aún existe; barracones para obreros y cuartería de mampostería para obreros fijos, y para familia de obreros, además poseía un cine también de mampostería y en buenas condiciones. En 1924 había cuarterías de mampostería en fabricación, sin el acabado, lo que hace pensar que era un central en proceso de expansión productiva, si se considera que existían allí las condiciones para extraer los materiales necesarios para abastecer las necesidades constructivas.

Tejal

El memorando que hemos usado como fuente principal, sobre este aspecto nos informa que: "Este ingenio es de los pocos que posee un tejar, en el cual se han fabricado los ladrillos que se han necesitado- se ha llegado a producir 3.500 ladrillos diarios. Posee horno de cal para construcción, y posee (sic) un magnífico barro refractario con el cual se han construido lo hornos todos del ingenio".

Servicio de Agua

El servicio de agua se abastecía de dos represas de 5,000,000 de galones de capacidad total, para el abastecimiento de la casa de calderas y locomotoras; además de tres pozos con sus respectivos molinos de viento que suministraban al servicio general de agua potable y al sistema sanitario de todo el batey. Una valoración general del central, realizada en febrero 15 de 1922 por el National City Bank, elevaba el valor del San Cristóbal a $ 1,004, 070-00, sin las tierras, estas eran evaluadas en 103,500-00, lo que hace un valor total de 1, 107, 570-00.

El problema principal que afectaba al San Cristóbal de Mataguá era el abastecimiento de la materia prima necesaria para el funcionamiento a plena capacidad del central.

Caballerias

Treinta caballerías estaban sembradas de manera regular, las cuales producían alrededor de millón y medio de arrobas de caña, pero estos campos estaban en muy malas condiciones, según los analistas del banco interesado en comprarlo de ser bien atendidas y completando la siembra de 40 caballerías, era posible obtener más de 2. 500.000 arrobas de caña, cercano al central había una finca de unas veinte caballerías, propiedad de los herederos de Cardoso, cuya caña, por contrato a perpetuidad, se molía en el ingenio "San Cristóbal". Esta finca aportaba anualmente unas 400,000 arrobas de caña, pues no se encontraba fomentada totalmente. Otra plantación de los mismos propietarios producía alrededor de 300, 000 arrobas y también estaba contratada para el San Cristóbal, además unas sesentas caballerías de tierras cercanas a la zona, aportaban, "por posición topográfica" sus cañas a este central. El estado de la producción agrícola en general del central era considerado como fatal y los especialistas pensaban que: "Para solucionar este estado fatal de cosas y asegurar la alimentación del Central "San Cristóbal" con caña suficiente para que el ingenio pueda marchar a su capacidad plena (…) sería necesario fomentar la zona de la concesión del ferrocarril de Ranchuelito…". Se estimaba que para comprar el coloso azucarero era necesaria una cantidad aproximada de $ 475.000, distribuidos como pagos a los diversos propietarios más 927,000 para el desarrollo y expansión productiva del Central los que imponía un desembolso de $1402.

Venta del central

Es evidente que no se pudo o no se quiso, por parte del National City Bank, pagar esa cantidad de dinero y el proyecto de compra no pudo ser efectuado, lo que determinó que el Central no continuara en funcionamiento pues sus dueños no poseían las sumas necesarias para desarrollarlo y mantenerlo funcionando a plena capacidad.La fortuna de los propietarios del Central formaba parte del llamado capital doméstico en Cuba que producto del Crac bancario de 1920 -1921 y la crisis que padeció Cuba en esos años estaba en desventaja frente al capital de los bancos norteamericanos que "invadía" la economía del país, según definición de un destacado historiador cubano.

La tradición oral afirma que fue vendido al empresario Nicolás Castaño y Capetillo quien utilizó su moderna maquinaria en el desarrollo del llamado "Central Pastora", situado en una zona de mejores condiciones para el abastecimiento de caña, lo que ocurrió alrededor del año 1926

Datos a tener en cuenta

  1. . No debe confundirse con un central de igual nombre situado en Pinar del Río.
  2. . El informe con el estimado de valor está fechado en "Santa Clara. 15 de febrero de 1922". La carta enviada por la empresa mencionada al Doctor Ferrara tiene fecha de "Habana. 26 de junio de 1924". Ambas están en el Archivo de Orestes Ferrara. Fondos Donativos y Remisiones. Caja 402. No. 7. Archivo Nacional de Cuba.
  3. . Archivo Nacional de Cuba. Fondos Donativos y Remisiones. Caja 402. No. 7.
  4. Esta información demuestra que el Central sí molió en algunas zafras, aunque no tenemos datos exactos al respecto.
  5. Véase Pino-Santos, Oscar "El asalto a Cuba por la Oligarquía Financiera Yanqui". Casa de las Américas. Primera Edición. La Habana 1973.

Fuentes