Isabelle Romée
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Isabelle Romée (1377-1458). Madre de Juana de Arco, campesina francesa que dedicó sus últimos años a defender la memoria de su hija tras la condena por herejía en 1431. Viuda desde ese mismo año, se trasladó a Orleans en 1440, donde recibió una pensión. En 1455, con más de 70 años, participó en el juicio de apelación celebrado en Notre Dame de París, solicitando la anulación de la sentencia. El tribunal declaró inocente a Juana en 1456, dos años antes de la muerte de Isabelle.[1]
Sumario
Legado
Isabelle Romée es recordada como símbolo de la maternidad y la perseverancia. Su intervención fue decisiva para que Juana de Arco fuera rehabilitada y reconocida como heroína nacional de Francia.[2] Además, su participación en el proceso de apelación fue documentada en los archivos históricos franceses, donde se destaca su discurso ante el tribunal.[3]
Fuentes históricas
La figura de Isabelle Romée aparece en crónicas y documentos del siglo XV, especialmente en relación con el proceso de rehabilitación de Juana de Arco.[4] Estudios modernos han resaltado su papel como madre y defensora, subrayando la importancia de su testimonio en Notre Dame.[5]
Referencias
Bibliografía
Fuentes primarias
- Biblioteca Nacional de Francia – Archivos del proceso de rehabilitación (1455-1456). Identificador BnF: ark:/12148/bpt6k851075d.
Estudios modernos
- Régine Pernoud, Juana de Arco por ella misma y por sus testigos. Editorial Rialp, Madrid, 1999. ISBN 978-84-321-6664-8.
- Kelly DeVries, Joan of Arc: A Military Leader. Sutton Publishing, 1999. ISBN 978-0-7509-1805-3.

