José Fernando Ramírez

José Fernando Ramírez
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Abogado e historiador
Nacimiento5 de mayo de 1804
Hidalgo del Parral
Fallecimiento4 de marzo de 1871
Boon Alemania
Partido políticoFederalistas

José Fernando Ramírez. Abogado e historiador, fue un político y pensador mexicano. Sirvió como ministro de Relaciones Exteriores en 1846 y durante el Segundo Imperio Mexicano como Secretario de Estado.

Vida y Obra

Nació en Hidalgo del Parral el 5 de mayo de 1804 en la villa del parral, estado de Chihuahua, cuya capital era Durango. Recibió instrucción superior en esta ciudad y en el colegio de San Luis Gonzaga de Zacateca

En 1826 se radicó en la ciudad de Chihuahua, participando en la política local. Fue uno de los fundadores de la primera logia masónica de rito yorkino denominada “Apoteosis de Hidalgo-número 54” de la cual fue venerable maestro y se contó entre los organizadores de la “Sociedad Patriótica Amigos de Hidalgo” cuya finalidad era fomentar el culto al Padre de la Patria. El 25 de abril de 1828 fue nombrado Ministro Fiscal del Supremo Tribunal de Justicia y publicó, bajo su responsabilidad, varios de los primeros periódicos de la capital del estado: “El Centinela”, “El Trompeta”, “La Antorcha Federal” y “El Indio del Chuvíscar”, habiendo sido ésta la primera hoja diaria de la que se tiene noticia.

Partidario de los Federalistas, defendió los derechos del General Vicente Guerrero a la Presidencia de la República y fue depuesto del cargo de Magistrado Fiscal y desterrado de la jurisdicción del estado, por medio de un golpe de estado ejecutado por el Gobernador Arce a principios de 1830.

Se estableció en Durango, siendo poco después electo diputado federal. Con el grado de Capitán, formó parte de la “Compañía de Patriotas”, creada para combatir a los bárbaros y en 1835 desempeñó la Secretaría de Gobierno de Durango con los gobiernos de Asúnsolo y Esparza. En aquella entidad terminó sus estudios de abogado, presentando su examen profesional en Zacatecas.

En 1837 se le encomendó la dirección del Instituto de Ciencias y Artes de Durango. En 1842 fue electo nuevamente diputado al Congreso de la Unión que disolvió Bravo y enseguida a la Asamblea Nacional Constituyente que dictó las Bases Orgánicas de la República. Mas tarde, fue Rector del Colegio de Abogados de la ciudad de México y en 1845 senador por la clase de industriales. Se afilió al partido liberal, habiendo figurado en el grupo de los moderados.

Bajo la vicepresidencia de Valentín Gómez Farías fue secretario de relaciones exteriores de diciembre 1846 a enero 1947, fue electo ministro de la Suprema Corte de Justicia. De 1851-1852, ocupa nuevamente el ministerio de relaciones exteriores, en este último año fue director y conservador del Museo Nacional de Antigüedades de México, cuya organización e instalación en su actual edifico se debe a él. En 1855 desterrado por el General Santa Anna , recorrio varios países de Europa, consultando códices, jeroglíficos, manuscritos e incunables referentes a México en las principales bibliotecas. En 1856 regresa a México. Siguió consagrado al ejercicio de su profesión de abogado en la que siempre se distinguió.

Fue miembro de las academias de la Lengua y de la Historia. Se distinguió por su actuación en los centros intelectuales de la ciudad de México, donde se le consideraba una autoridad en asuntos históricos. Varias veces estuvo al frente de las Secretarías de Relaciones Exteriores y Gobernación durante los gobiernos de los presidentes Herrera y Arista y también fue miembro de la Suprema Corte de la Nación.

Acopió cuanto libro se refiriese a la historia mexicana, junto cuanto manuscrito hubiese, y se dedicó a un estudio profundo, a pesar el los altos cargos que ocupó, en su biblioteca no se encontraron libros que no tuviesen sus anotaciones y muchos manuscritos estaban copiados de su puño y letra.

Ramírez hizo copiar en tarjetas más de dos mil figuras con su significado, y de su comparación encontró el modo de leerlas, habiendo fijado las primeras reglas de la lectura jeroglífica. No tuvo tiempo para escribir lo mucho que sabía: sin duda que preparaba estudios importantes, como se ve por los apuntes que dejó, aunque muchos de ellos no pueden entenderse. Disponía una nueva publicación de la Historia de Sahagún y una impresión de la Crónica de Tlaxcalla de Muñoz Camargo; pues en el ejemplar de la primera había hecho muchas correcciones como si lo destinara a la prensa, y el manuscrito de la segunda lo había arreglado por capítulos ilustrándolo con notas de suma importancia. Las recopilaciones de sus trabajos se conocen como Códice Ramírez. No escribió una historia de México, y sin embargo es el primero los historiadores mexicanos.

Muerte

A principios de 1866 se dirigió a Europa, murió en Bonn, Alemania el 4 marzo de 1871, dejando una orden expresa para evitar que su biblioteca saliese de México. Alfredo Chavero (a quien los hijos de Ramírez venderían los libros) la utilizaría copiosamente para el primer tomo de México a través de los siglos y publicaría algunos inéditos de su maestro, pero no respetó sus deseos. La vendió a un vivales, quien la colocó en Londres para su subasta. Así, se repetía la maldición de Sahagún, y se repetía doblemente, porque muchos de aquellos libros eran nada menos que inéditos del propio Sahagún. México perdió aquella "predilecta mitad" cuya "desaparición después de su muerte" había sido el mayor temor de Ramírez. Sus restos regresaron, para descansar en el Panteón Inglés de la Tlaxpana, hoy desaparecido. La Iglesia no consintió en darles sepultura. Su acervo documental fue a dar al archivo del Museo Nacional. Una parte de su obra permanece inédita; otra, muy sustancial, ha sido rescatada en la excelente edición que preparó Don Ernesto de la Torre Villar y publicó la UNAM.

Fuentes