Juan Rodríguez Ballesteros

Juan Rodríguez
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NombreJuan Rodríguez Ballestero
Nacimiento1738
Alcalá de Guadaíra, Andalucía, Bandera de España España
Fallecimiento17 de febrero de 1818
Lima, Virreinato de Perú, Bandera de Perú Perú
Nacionalidadespañola
Ciudadaníaespañola
TítuloGobernador de Chile
Término11 de febrero de1808 - 22 de abril de 1810

Juan Rodríguez Ballestero. Fue abogado y jurista español que desempeñó interinamente el cargo de gobernador de Chile entre el 11 de febrero de 1808 y abril del mismo año en sustitución del fallecido Luis Muñoz de Guzmán. Fue padre del coronel realista José Rodríguez Ballesteros.

Síntesis biográfica

Nació en Alcalá de Guadaíra, Andalucía,España en 1738. Hijo del fiscal interino de la Real Audiencia de Chile, Antonio Rodríguez Ballesteros y de Ana Rodríguez Muñoz, natural de Carmona. Durante tres años fue estudiante del Colegio de Santo Tomás de Aquino de Sevilla, donde cursó Filosofía, y después estudió la Facultad de Leyes en la academia que allí había presidida por Juan Ignacio de Villanueva. Luego pasó a la Universidad de Granada, en la que se graduó de bachiller en Cánones. Regresó a Sevilla, donde fue miembro de la Academia de Leyes de Nuestra Señora del Rosario de Sevilla.

Trayectoria

Fue admitido como abogado por la Real Audiencia de Sevilla el 29 de octubre de 1759; más tarde se incorporó al Colegio de Abogados de la misma ciudad (17 de julio de 1760) y posteriormente fue admitido como abogado por los Reales Consejos (1765).

En Sevilla se opuso en cuatro ocasiones a una plaza de relator de la Real Audiencia y luego fue nombrado como juez de residencia y corregidor interino de Huesca, hasta que se le libró título de oidor de la Real Audiencia de Santiago de Chile el 4 de mayo de 1786, oficio del que tomó posesión el 16 de mayo del año siguiente. Se trasladó al Reino de Chile en compañía de su mujer, María Antonia Taforó, con quien tuvo cinco hijos, entre ellos José Rodríguez Ballesteros, destacado defensor de la causa monárquica cuando los sucesos de la independencia.

En Santiago sirvió en el Juzgado de Bienes de Difuntos, tuvo a su cargo los casos de comercio, fue nombrado para que asistiera a la Junta de Temporalidades de los expatriados jesuitas (18 de julio de 1787) y realizó la visita de los archivos de escribanos de la capital (1788). En 1794 fue promovido a una plaza de oidor en la Real Audiencia de Lima, por título de 24 de noviembre de aquel año y de la que tomó posesión el 15 de octubre de 1795, manteniéndose en ella hasta el año de 1806, cuando volvió a Santiago de Chile, esta vez para ocupar la regencia de la Real Audiencia a que había sido ascendido por título del 12 de septiembre, y que comenzó a servir en 1807.

En 1808, a la muerte del gobernador Luis Muñoz de Guzmán, pretendió que la Real Audiencia asumiera el gobierno interino del reino, aunque ello contravenía la novísima Real Orden que lo confiaba al militar de más alta graduación que no bajara de coronel y después de algunos desencuentros hubo de condescender a que se hiciera cargo del gobierno el brigadier Francisco García Carrasco.

Rodríguez Ballesteros fue el último regente de la Real Audiencia de Santiago que sirvió su oficio, y como tal le correspondió asistir al proceso de independencia, del cual fue un declarado enemigo y, a pesar de sus más de setenta años, en 1810 se opuso decididamente al establecimiento de Junta Gubernativa, lo que le valió, junto al oidor decano José de Santiago Concha y Jiménez de Lobatón, el destierro a la villa de San Fernando, decretado por los insurgentes el 24 de abril de 1811, día en que de hecho dejó de actuar la Real Audiencia de Santiago.

Posteriormente logró que le fuera permitido trasladarse a Melipilla, donde permaneció cuatro meses. Después de muchas gestiones obtuvo permiso del Congreso Nacional para dirigirse a Lima y aún se encontraba allí en la época de la restauración del tribunal en 1815, pero por hallarse valetudinario y totalmente incapacitado de servir no viajó a reasumir su plaza y permaneció en la capital del virreinato llamándose hasta su muerte “regente expulso de la Real Audiencia de Santiago de Chile”, si bien fue jubilado de su empleo en 1817.

Ferviente partidario de la causa monárquica, durante los sucesos de 1810 actuó en acuerdo y coordinación con el depuesto gobernador Francisco Antonio García Carrasco Díaz. Los independentistas lo consideraban un enemigo de la causa emancipadora. Esta impresión se vio reforzada por la actitud ambigua de la Audiencia durante la asonada realista conocida como el Motín de Figueroa, que tuvo lugar el 1 de abril de 1811.

El 24 de abril del mismo año, Rodríguez Ballesteros fue despojado de su cargo de regente de la Audiencia por disposición de la Junta de Gobierno dirigida por Fernando Márquez de la Plata. Con su separación del puesto y la de su colega, el decano de la corporación, José Santiago Concha, se extinguió la Audiencia de Chile. Sólo volvería a funcionar brevemente durante la Reconquista. El gobierno, temeroso de darle pase franco a Perú, lo cual significaría permitirle ir a convencer al virrey de preparar una expedición contra Chile, decidió relegarlo en Melipilla con una pensión de 150 pesos. Después de un breve tiempo se le permitió abandonar el país con rumbo a Lima, donde 7 años más tarde falleció. Por entonces había conseguido el cargo de ministro togado del Consejo de Indias.

En Chile fue anfitrión de una de las tertulias musicales más afamadas de su época, a la cual asistió José Zapiola Cortés. En esta materia también se le recuerda por su persecución en contra de «algunas palabras de una tonadilla poco decente»,1 emprendida en 1793.

Muerte

Falleció el 17 de febrero de 1818 en Lima, Perú.

Fuentes