Justi&Cia
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Justi&Cia Justino es un ex minero que sobrevivió a un trágico accidente laboral que costó la vida a siete compañeros suyos. Harto de la situación social y económica que vive el país, decide impulsivamente convertirse en un justiciero social.
Sumario
Sinopsis
Justino es un exminero que, harto de la situación social y económica que vive el país, decide impulsivamente convertirse en un justiciero social. En el camino conocerá a Ramón, un jubilado que no tiene nada que perder y que se suma a su causa, con él compartirá aventuras, penas y alegrías.
Criticas
- Crítica de «Justi&Cia» de Federico Marín Bellón:
Además, pidió «un supercrédito» y empezó lo que llama «la travesía por el desierto», consistente en filmar «Justi&Cia», la historia de dos antihéroes que se toman la justicia por su mano, vengándose de políticos y empresarios corruptos. Un cineasta novel, un presupuesto exiguo, un equipo con apenas experiencia... y a pesar de eso, «Álex Angulo no dudó en aceptar cuando le hice llegar el guión y la modesta propuesta económica», dice, recordando al actor fallecido que protagoniza la cinta junto a Hovik Keuchkerian
Entrevista con Estaregui tras la muerte de Álex Angulo
«Yo nunca había trabajado con actores profesionales,el verdadero milagro es que hayan estado en esto. Que un actor como Álex me diga "me encanta esta historia y voy a ir contigo de la mano hasta el final"», dice, incapaz de terminar la frase. «Porque precisamente Álex sabía lo difícil que iba a ser». No le faltó razón. A una idea quimérica, le sucedió un rodaje azaroso, en el que la continuidad siempre pendió de un hilo: «A veces no teníamos dinero para gasolina para ir al siguiente escenario», menciona Estaregui que a diario «pensaba que me iba a tener que comer la película con patatas».
Deudas y alegrías
El primer éxito no fue concluir el rodaje: «Fue que al final todo el mundo cobró y cotizó, 46 contratos. Yo eso lo tenía claro: "Pobres pero honrados", al fin y al cabo tengo muchos años para pagar el crédito», asume. Después, llegó «la patata caliente» de conseguir distribuidora: «La película costó 200.000 euros en total, y otros 100.000 en copias y distribución», revela el cineasta, que aún se estremece al recordar «los momentos en los que ha venido gente a la puerta de mi casa a pedirme el dinero que le debía». Su única baza era la confianza. «Me plantaba allí, les miraba a los ojos y decía: 'Soy yo quien está al frente del carro, me lo juego todo. Voy a llevar esto a buen puerto hasta las últimas consecuencias'. Y por eso estamos aquí ahora», dice sonriente. Le quedan muchas espinas clavadas tras este «viaje alucinante» y una deuda que le asfixiará algunos años más. Pero se confiesa libre de la más lacerante: «La última vez que hablé con Álex fue para decirle que habíamos encontrado distribuidor. No te imaginas la alegría que tuvo. Me honra que su último papel sea el de Ramón, un hombre bueno. Es un bonito homenaje», aunque se haya quedado sin acompañarle al estreno este fin de semana.
Fuentes
- [Filmaffinity]
- [Sensacine]
- [LaButaca]