La niña que pisoteó el pan (cuento)

La niña que pisoteó el pan
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Hans Christian Andersen
GéneroCuento

La niña que pisoteó el pan. Cuento para niños mayores de diez años, sobre una niña de malos sentimientos era orgullosa y pretenciosa, lo que se agudizo cuando empezó a trabajar en la casa de una familia rica y renegó de los suyos.

Datos del autor

Hans Christian Andersen, escritor danés, sus obras comprende diversos libros de poemas, novelas y piezas para el teatro; sin embargo, Andersen debe su celebridad a las magníficas colecciones de cuentos de hadas que publicó entre 1835 y 1872. Son creaciones suyas relatos como El patito feo, La sirenita, El soldadito de plomo, El sastrecillo valiente o La reina de las nieves, tan divulgados y conocidos que a veces son tenidos por cuentos tradicionales anónimos.

Valores

Amor, soberbia, egoísmo, valorar lo que tenemos, aprendizaje

Cuento

Había una vez una niña que pisoteó el pan para no ensuciarse los zapatos y lo pasó muy mal. Sus padres eran pobres, pero ella era orgullosa y altanera. A medida que fue creciendo se volvió peor.

-¡Una buena paliza, necesitarías! -le decía su propia madre-. De pequeña me has pisoteado muchas veces el delantal; mucho me temo que de mayor me pisotees el corazón.

Y así fue.

Entró a servir en una casa de personas distinguidas, que la trataron como a su propia hija, con lo que creció aún su arrogancia.

Al cabo de un año su señora le recomendó que visitara a sus padres. Y fue, pero solo a exhibirse. Quería que viesen lo guapa que se había vuelto. Pero al llegar al pueblo y ver a las muchachas y los mozos charlando en el estanque, y a su madre descansando sentada en una piedra la niña dio media vuelta. Se avergonzaba de tener por madre a aquella tosca mujer ahora que iba tan lindamente vestida. No le molestó haberse vuelto, sino haberse acicalado para nada.

Transcurrió otro medio año.

-Deberías ir a tu casa a ver a tus padres -volvió a decirle su señora-. Ahí tienes un pan de trigo; puedes llevárselo. Estarán contentos de verte.

La chica se puso el mejor vestido y los zapatos nuevos. Caminaba con cuidado para no ensuciarse el calzado. Pero llegada al punto en que el sendero cruzaba un cenagal y el agua formaba un gran charco, tiró el pan al suelo, en medio del barro, para poder apoyar el pie sobre él y no mojarse los zapatos. Y mientras estaba con un pie sobre el pan y con el otro levantado, se hundió el pan y la muchacha desapareció en el agua.

La chica fue a parar a la mansión de la mujer del pantano, que habita en su fondo, que es la tía de las elfas La mujer estaba en casa. Precisamente aquel día el diablo y su abuela estaban de visita. Esta abuela es una bruja muy vieja y perversa.

Al ver a la niña, se caló las gafas y la examinó con atención.

-Esta es una chica que tiene buenas prendas -dijo-. Me gustaría que me la regalaras, como recuerdo de esta visita.

Y se la dieron, con lo cual la niña fue a parar al infierno. Allí sus ropas aparecían como recubiertas de una gran mancha de barro; una culebra se le había enroscado en el pelo y se columpiaba sobre su pescuezo, y de cada pliegue del vestido salía un sapo, que ladraba como un perrillo asmático. Resultaba muy molesto.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/la-nina-que-pisoteo-el-pan

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/andersen.htm