Laceraciones del cuello uterino

Laceraciones del cuello uterino
Información sobre la plantilla
Cuello uterino.JPG
Clasificación:Ginecología

Las laceraciones del cuello uterino. Son frecuentes. Su importancia es variable (desde pequeñas heridas de la mucosa hasta desgarros profundos que atraviesan el cuello, la bóveda vaginal y el parametrio).

Clasificación de las laceraciones

  • Espontáneas: que acompañan en muchos casos al parto, pequeñas -hasta de 1.5 cm-, poco sangrantes.
  • Provocadas: originadas generalmente por las maniobras sobre el cuello (miden más de 2 cm) y son muy sangrantes.

Los desgarros cervicales suelen descubrirse después del parto por la Hemorragia -generalmente ligera-, salvo si ha ocurrido la rotura de alguna rama importante de la arteria uterina.

Se denomina traqueleorrafia a la sutura de un desgarro o incisión quirúrgica del cuello uterino y debe realizarse siempre que se identifiquen comisuras pues debemos suturar éstas para lograr un cuello que cicatrice normalmente y quede como el de una nulípara (con su orificio externo circular).

Factores causales de su aparición

  1. Intervenciones para la extracción fetal: fórceps, espátulas, versiones y extracciones manuales
  2. Contracciones uterinas enérgicas que actúan sobre cuellos insuficientemente dilatados.
  3. Dilataciones artificiales.

Diagnóstico

Si con el útero bien retraído se observa hemorragia, debe pensarse en un desgarro del cuello.

Para hacer el diagnóstico del desgarro del cuello uterino es necesario realizar un examen visual. La revisión sistemática del cuello uterino posparto forma parte de la metodología de la asistencia de todo parto.

Se ejecuta con dos pinzas de anillos, colocando una en el labio anterior y la otra en el labio posterior, se les atrae hacia la vulva y se les lleva a la izquierda para ver el ángulo derecho y después a la inversa. El desgarro adopta la forma de “V” invertida y se sitúa casi siempre a uno de los lados del cuello; el vértice se prolonga hacia arriba a mayor o menor altura. También puede tomar una dirección oblícua.

Profilaxis

La mayor parte de las veces en que ocurre un desgarro del cuello uterino puede encontrarse en los antecedentes una dilatación forzada del mismo o una instrumentación con dilatación incompleta y/o descenso inadecuado de la presentación. La mejor profilaxis es no realizar estas maniobras que, como sabemos, están completamente erradicadas de la Obstetricia actual.

Conducta

El tratamiento de todo desgarro de cérvix, una vez diagnosticado, es su sutura, aunque no exista sangramiento.

El operador debe asegurarse siempre que el desgarro no ha llegado al segmento inferior del útero.

La sutura debe realizarse con catgut fino, cromado, a puntos separados, comenzando por encima del vértice del desgarro. La distancia entre punto y punto no debe ser mayor de 1 cm. La técnica de la traqueleorrafia debe ser facilitada con el empleo de valvas vaginales sostenidas por un ayudante.

Si el o los desgarros se extendieran a los fondos de saco laterales, debe tenerse especial cuidado para no incluir el uréter al realizar las suturas, ya que se encuentra a 1 o 2 cm de distancia del cuello y del fondo de saco lateral de la vagina. Cuando el vértice de la lesión no está claramente visible, se coloca un punto tan alto como se pueda para traccionar de él y después colocar el resto de los puntos hasta incluir el ángulo superior de la laceración.

Véase también

Fuentes