Dalái lama

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Dalái lama
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Concepto:Título del líder espiritual del budismo tibetano

Dalái lama. Título que desde 1543 obtiene el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano.

Escritura

Según las normas de uso de mayúsculas y minúsculas en español, se recomienda que la denominación dalái lama se escriba con minúscula, al igual que el nombre de cualquier otro cargo u oficio, por tratarse de sustantivos comunes y no de nombres propios.[1]

Datos

La voz tibetana lama significa superior, maestro venerable. Los lamas eran considerados como parte de la élite dentro del sistema de organización feudal de la sociedad tibetana, donde la vasta mayoría de la población estaba compuesta por siervos, y donde un 5% de la misma estaba al servicio de los lamas. Los dalái lamas vivían en el palacio Potala, de 1000 habitaciones, situado en la ciudad de Lhasa.

El lamaísmo es una forma particular de budismo y una organización jerárquica del budismo tibetano, que es consecuencia de la reforma de Tsong Khapa y del establecimiento del poder temporal de los dalái lama en el siglo XVII. El título que recibe comúnmente el jefe de esa vertiente religiosa es dalái lama, residente en el Palacio de Potala, en Lasha. Se le considera la reencarnación perpetua del Bodhisattva Avalokitesvara[2], patrón del Tibet. No son una dinastía de monarcas hereditarios, sino de la máxima magistratura personal de un régimen teocrático.

Los budistas tibetanos afirman que a su muerte, el espíritu divino que reside en él desciende de nuevo, tras un intervalo de 49 días por lo menos, sobre un niño, el cual desde su nacimiento da señales de su origen sobrenatural, que debe ser reconocido por signos especiales; la designación la realizan monjes del Monasterio Amarillo. A su vez, el dalái lama debe reconocer a la reencarnación del panchen lama tras la muerte de este.

En el interregno entre la muerte de un lama y la mayoría de edad del siguiente, el Monasterio ejerce directamente el poder designando a un regente, al tiempo que se ocupa de la educación del futuro jefe.

Tradicionalmente, el dalái lama ha sido el líder espiritual y temporal del Tíbet y de todos los seguidores del lamaísmo o budismo tibetano, tanto en los países de mayoría lamaísta, como Mongolia o Bután, como entre las comunidades de budistas tibetanos de todo el mundo, sin embargo, muchos países lamaístas como Bután y Mongolia también tienen líderes locales ―elegidos de forma similar al dalái lama y considerados la encarnación de deidades― que representan parte de la estructura administrativa de todo el budismo tibetano a nivel mundial como es el caso del Je Khempo en Bután y del Jebtsundamba Khutuktu en el budismo mongol.

Apuntes históricos

Desde 1642 hasta 1959 los dalái lama ostentaron, además del liderazgo espiritual, el poder temporal en el Tíbet.

  • Ge-dun-grup-pa (¿?-1474). Fundador de la secta budista de los monjes amarillos y del sistema sucesorio de la reencarnación de los lamas.
  • Sonam Gyatso, III dalái lama (1543-1588) fue en realidad el primero que asumió el título de dalái (palabra mongola que significa ‘gran océano’). Al convertir al jefe mongol Altan Khan y a toda su tribu, asentó definitivamente la hegemonía de la secta en el Tíbet, extendiendo su influencia sobre Mongolia, China occidental, Bután y Sikkim.
  • Ngawang Gyatso, V dalái lama (1617-1682) fue el primero en asumir el gobierno temporal del Tíbet además del liderazgo espiritual. Dicho cambio tuvo lugar en 1642, al destronar el príncipe mongol Gusri Khan al rey del Tíbet y titularse él mismo rey; en realidad, Gusri se limitó a ejercer un protectorado militar sobre el dalái lama, que era quien gobernaba efectivamente. Al morir Gusri en 1655, el lama pasó a controlar el poder en solitario, si bien su autoridad religiosa estaba limitada por la de otro dignatario budista, el Panchen Lama. Construyó el Palacio de Potala en Lhasa, desde donde ejercieron el poder sus sucesores hasta el siglo XX.
  • Tshangyang Gyatso, VI dalái lama (1683-1707), se le señala su comportamiento disoluto y mujeriego aprovechado por el emperador chino para intervenir en Tíbet, poniendo coto a su influencia espiritual sobre Mongolia y la propia China.

En 1720 los chinos invadieron el Tíbet y sometieron al dalái lama a una relación de vasallaje, que perduró hasta la desaparición del Imperio chino en 1911. Tras la intervención china, el dalái lama tuvo que exiliarse y fijar su residenica en la ciudad de Dharamsala (India).

  • Thupten Gyatso, XIII dalái lama (1876-1933), tildado de gobernante despótico, cuya torpeza diplomática le enfrentó con las grandes potencias de la zona. Buscó acercamiento a Rusia. Fue atacado por una expedición británica que le obligó a refugiarse en China en 1904; más tarde, reconciliado con los británicos, sufrió el ataque de China y hubo de refugiarse en la India en 1910. Regresó al Tíbet en 1913, al recuperar el país la independencia por la caída de la dinastía Manchú de China en 1911. Aliado ahora de los británicos ―mientras el Panchen Lama representaba los intereses chinos―, quiso emprender una política modernizadora en terrenos como la educación o la defensa, pero el conservadurismo de los lamas frustró sus intentos de reforma.
  • Tenzin Gyatso (n. 1935), actual dalái lama. Hábil político, ha realizado toda clase de acrobacias políticas y obtuvo el Premio Nobel de la Paz para reintroducir el feudalismo mongol en su país natal. No asistió a la ceremonia que el 17 de marzo de 1987 tuvo lugar, en el santuario de Kopan, a un kilómetro de distancia del palacio del dalái lama, rodeado por la cimas nevadas del Himalaya, para la entronización y veneración del lama budista más joven del mundo Osel Iza Torres, nacido en Granada dos años antes y considerado como la reencarnación del lama Yeshe, fallecido tres años antes.
Considerado por las autoridades chinas como líder político comprometido en actividades para dividir el país desde el extranjero, en septiembre de 1992 un informe de la administración de Pekín titulado Tíbet: soberanía y derechos humanos, invitaba al Dalai Lama a conversar con el Gobierno chino bajo la premisa de abandonar su posición independentista y que reconociera el Tíbet como parte inalienable de China.

De la historia

En 1950, el Ejército Popular de Liberación de China entró en el Tíbet, considerando que estaba gobernado por señores feudales, y no encontró resistencia. Se creó un gobierno que mantuvo la religión y los monasterios.

Cuando la República Popular China aplicó la reforma agraria en los territorios tibetanos, su élite social no aceptó que sus propiedades e intereses fuesen afectados. Esto condujo a un levantamiento armado en 1959 [3]. Se le cita como la insurrección de Lhassa. El dalái lama abandonó el territorio y se refugió en la India con 150.000 partidarios.

Las instancias religiosas en el exilio denunciaban, como sus partidarios occidentales, el ataque contra la cultura tibetana tanto como los atentados a los derechos humanos. Occidente, especialmente Estados Unidos, desarrolló este asunto de la espiritualidad tibetana vejada por los «invasores» chinos.

El gobierno chino abolió la servidumbre y los terribles castigos corporales y explicó que se trataba de rebeliones fomentadas por los antiguos amos y los monjes. Considera que no sólo se trata de una región integrada en China desde el siglo XIII, sino que además la liberó del feudalismo y recientemente la ha comunicado construyendo un ferrocarril. Una región, por añadidura, indispensable para su seguridad y que es una vía hacia la India, con quien China tiene relaciones desde siempre.

El dalái lama y los exiliados, Estados Unidos y las asociaciones para la independencia del Tíbet, consideran que se trata de una región independiente cuya cultura China pretende destruir.

Referencias

Fuentes