Laminado en la joyería artesanal
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Laminado en la joyería artesanal. Técnica mediante la cual se elaboran láminas empleadas en la elaboración de joyas.
Reseña histórica.
Desde los inicios de la joyería artesanal, cuando el hombre comenzó a adornar su cuerpo y representar sus creencias mediante objetos metálicos, necesitó de métodos para la confección de estos. Para ello utilizaba las herramientas que se fue construyendo. La elaboración de láminas e hilos era particularmente necesario para dar forma a sus ideas. Con martillos se conformaban las piezas y luego, por métodos abrasivos se llevaban a su forma final. En la actualidad se emplean laminadores que facilitan esta labor.
Fundición del material
En la joyería artesanal suele recuperarse lo que se considera chatarra, que son pedazos de joyas deterioradas que se recuperan para reutilizar en nuevas piezas. Este proceso se efectúa derritiendo los pedazos de metal con un soplete, fragua u horno. Esto se logra aplicando el calor necesario al metal directamente o colocandolo en un crisol. A pequeña escala, en un taller, suele hacerse con el soplete directamente en el metal.
Laminado
El proceso de laminado inicia con la pieza fundida, la cual se afina progresivamente al pasarla por los rodillos que componen el laminador. Los laminadores empleados en joyería se componen de masas metálicas con ranuras (para hacer hilos) o planas (para hacer las láminas) que van reduciendo el grosor del metal hasta la medida requerida. Es importante, para evitar que la lámina se quiebre o aparezcan fisuras que luego afecten su calidad, que sea recocida frecuentemente para que recupere sus propiedades dúctiles y maleables
Acabado de la pieza
Al concluir el proceso de laminado puede darse un acabado que consiste en pulir la pieza, recortarla o conformar con ella una forma determinada para el propósito deseado.