Las Chicas De La Tierra Son Fáciles

Las Chicas De La Tierra Son Fáciles
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Comedia. Musical. Fantasía. Ciencia ficción | Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Las chicas de la Tierra son faciles.jpg
Película estadounidense
Estreno1988
GuiónJulie Brown, Charlie Coffey, Terrence McNally
DirectorJulien Temple
Dirección de FotografíaOliver Stapleton
RepartoGeena Davis, Jeff Goldblum, Jim Carrey, Julie Brown, Damon Wayans, Michael McKean, Charles Rocket, Larry Linville, Rick Overton, Diane Stillwell
Premios1989: Nominada a los Premios Razzie: Peor actriz secundaria (Angelyne)
ProductoraArtisan Entertainment
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Las Chicas De La Tierra Son Fáciles. Es una película de cine estadounidense estrenada en 1988 con la actuación de Jim Carrey.

Sinopsis

Unos extraterrestres aterrizan en la piscina del jardín de Valerie Dale, una mujer que trabaja en un salón de belleza en el Valle de San Fernando (California). A pesar de que su novio Ted no es muy aficionado al sexo, ella está a punto de casarse con él, pero sus planes de boda se enfriarán cuando uno de los alienígenas empiece a interesarse por ella.

Reparto

Critica

Una de esas olvidadas películas (hasta por sus propios actores), una de esas que tacharían en su currículum y a la que preguntarías y se harían los locos. Un Jim Carrey jovencísimo y con un halo de su actual ‘humor’ (si se le puede calificar de alguna manera lo que hace) todavía por pulir. Un Jeff Goldblum de imagen impecable, presentada como el eterno ‘sex symbol’ que toda mujer desearía tener entre sus sábanas. Una Geena Davis inocente de una belleza abrumadora e incluso clásica.

El guión es del todo absurdo, pero eso no es motivo de tachar rápidamente de mala, malísima la película. Estás viendo un título como ‘Earth girls are easy’, un musical de ciencia ficción con extraterrestres, ¿qué esperas de algo así? ¿Un sentido lógico y aplastante? ¿Un humor mordaz e inteligente con Jim Carrey al tercer mando? La respuesta, si tenéis un poco de sentido común, es obvia. Ahora a partir de ahí, es cuestión de dejar la mente en blanco, hacerte unas palomitas y sentarte en el sofá. Haz memoria de esos domingos de lluvia a los que ibas al videoclub a por una cinta mediocre para pasar la tarde. Déjate llevar por la ilusión de los efectos especiales ochenteros.

Fuente