Laura Vicuña Pino

Laura Vicuña Pino
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Religión o MitologíaCatolicismo
Día celebración22 de enero
País o región de origenSantiago,Chile


Laura Vicuña Pino; [[Santiago], 1891Junín,Argentina, 1904) Religiosa argentina, patrona de Chile y Argentina. Su familia sufrió los rigores de la época balmacedista. Después del fallecimiento de su padre en 1904, su madre, Mercedes Pino, emigró a Argentina, donde se empleó en una hacienda en Quilquihue.

Mercedes Pino educó a sus hijas en un colegio de las religiosas María Auxiliadora, en Junín. La relación de concubinato de su madre con el dueño de la hacienda, Manuel Mora, hizo sufrir enormemente a Laura. Profundamente religiosa, a los 10 años ofreció su vida a Dios "para reparar las ofensas que recibes de los hombres, en especial de las personas de mi familia", promesa ésta que reiteró ante su confesor al confirmarse.

Entrega de su vida a Dios

Cuando escucha de una maestra que a Dios le disgustan mucho los que conviven sin casarse, la niña cae desmayada de espanto. En la próxima clase, cuando la maestra habla otra vez de unión libre, la niña empieza a palidecer. Laurita, a su tierna edad, se duele muchísimo cuando Dios es ofendido. Ahora comprende la situación en que está su madre. Lejos de resentirse contra ella, decide entregar su vida a Dios por su salvación. Laura comunica el plan al confesor, el Padre Crestanello, salesiano. El le dice: "Mira que eso es muy serio. Dios puede aceptarte tu propuesta y te puede llegar la muerte muy pronto". Ella está resuelta en su ofrenda. Recibe la comunión a los diez años. Ese día se ofrece a Dios y es admitida como "Hija de María".

Echada de su casa

En casa, Mora trata de manchar la virtud de Laura pero ella se resiste, por lo que es echada de la casa, a dormir a la intemperie. Después de esto, Mora no quiere pagarle la escuela pero las hermanas la aceptan gratuitamente. Un día, cuando la niña vuelve a casa, Mora le da a Laura una paliza salvaje.

Muerte

Desde aquel momento el rostro de Laura se torna sereno y alegre. Ha cumplido su misión en la tierra. Ha sido instrumento fiel de la Divina Misericordia. Ha triunfado el amor. Recibe la unción de los enfermos y el viático. Besa repetidamente el crucifijo. A su amiga que reza junto a ella le dice: ¡Que contenta se siente el alma a la hora de la muerte, cuando se ama a Jesucristo y a María Santísima! Lanza una última mirada a la imagen de la Virgen que está frente a su cama y exclama: "Gracias Jesús, gracias María", y muere dulcemente. Era el 22 de enero de 1904.

La madre tuvo que cambiarse de nombre y salir disfrazada de aquella región para verse libre del hombre que la perseguía. Y el resto de su vida llevó una vida santa.

Laura Vicuña ha hecho muchos milagros. El Papa Juan Pablo II la declaró Beata en 1988. Sus restos están en el Colegio María Auxiliadora de Bahía Blanca Argentina.

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