Lexicón mental

Lexicón mental
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Concepto:El lexicón mental se define como el conocimiento individual e interiorizado que un hablante tiene sobre el vocabulario de una lengua. La forma en que está organizado el lexicón mental permite al hablante codificar un mensaje cuando habla y escribe; también permite decodificarlo cuando lo que quiere hacer es escuchar o leer un mensaje.

Lexicón mental . El lexicón es la parte del lenguaje que está más próxima a los conocimientos generales o al mapa mental que se forman los seres humanos del mundo exterior e interior. Se basa en signos y en relaciones entre signos. Constituye un mapa mental que sirve de guía a los humanos en su toma de decisiones al interactuar con el entorno.

Definición

El lexicón mental se define como el conocimiento individual e interiorizado que un hablante tiene sobre el vocabulario de una lengua. La forma en que está organizado el lexicón mental permite al hablante codificar un mensaje cuando habla y escribe, también permite decodificarlo cuando lo que quiere hacer es escuchar o leer un mensaje.

El lexicón en el ámbito de la psicolingüística

El vocablo lexicón se ha usado dentro del ámbito de la psicolingüística para hacer referencia al lexicón mental de un hablante de una lengua. Una de las cuestiones centrales de la psicolingüística contemporánea es el estudio de la adquisición del conocimiento léxico y de cómo este se organiza en la memoria de un hablante para su acceso y uso inmediato.


La forma en la que se recuperan palabras de la memoria y a la velocidad con que se hace ha conducido a lingüistas y psicólogos a pensar que la mente organiza las palabras de disímiles maneras, de forma que la visión de una realidad evoca o suscita una palabra, pero también otras asociadas a ella; a su vez, la palabra por sí sola es capaz de establecer numerosas conexiones en el cerebro. Las asociaciones mentales entre diferentes realidades provocadas por la polisemia, la homonimia, entre otros fenómenos del lenguaje, se deben a las propiedades del lexicón mental.

Para muchos psicolingüistas, el hecho de que un hablante pueda acceder en milésimas de segundo a una cantidad ingente de vocabulario almacenado en su memoria, tanto en procesos de producción como de comprensión, es una prueba fehaciente de que el lexicón mental está organizado y estructurado de modo que posibilita el acceso inmediato.

La complejidad de la memoria léxica ha interesado a no pocos psicolingüistas, quienes han propuesto diferentes métodos para explorar y analizar los procesos cognitivos que se producen en su uso. Sin embargo, el estado actual de las investigaciones sobre memoria léxica y las dificultades para poder acceder al interior de la mente humana para observar su funcionamiento, han provocado que los métodos propuestos sean principalmente analógicos o se centren en el análisis de una pequeña porción del léxico.

Organización

La forma de organización que tiene el lexicón se asemejaría a una red con múltiples asociaciones, que variarían numéricamente dependiendo de cada una de las unidades léxicas, que podrían ser de cualquier tipo, incluyendo asociaciones personales creadas por los propios usuarios. Por tanto, la forma en la que aprendemos el significado de una palabra será diferente en cada hablante de esa lengua, porque cada uno de ellos habrá creado su propia asociación.

Los elementos que conforman el lexicón de una lengua se organizan en el ámbito mental en forma de grandes redes cognitivas interrelacionadas formal y semánticamente.

Este tipo de organización en un hablante monolingüe no se diferencia en exceso de la de un hablante de lengua extranjera, sobre todo en términos de organización y funcionamiento. Tampoco es cualitativamente diferente la forma en la que adquiere vocabulario un hablante de lengua materna y un aprendiente de lengua extranjera, puesto que los aprendientes de una lengua extranjera disponen de las mismas habilidades y técnicas que los hablantes nativos para construir su propio lexicón mental.

Al hablar del lexicón mental se realiza una abstracción, ya que simultáneamente se habla de dos realidades distintas: una, el lexicón mental real que posee cada individuo que hable una determinada lengua y que es variable según edad, cultura, geografía, etc.; y otra, el lexicón mental abstraído y enriquecido como representante de lo mejor del lexicón de una colectividad.

Tanto al hablar de la gramática de una lengua como al hablar del lexicón mental se hace referencia a una realidad colectiva compartida por unos hablantes, correspondiente a la langue saussureana. Esta realidad colectiva se estudia no necesariamente en el promedio, sino en su variedad más rica y completa. Sobre esta abstracción se realizan los diccionarios.

De entre los modelos explicativos del acceso y procesamiento de la información léxica se debe destacar: los modelos de activación, los modelos autónomos, los modelos modulares y el modelo de redes semánticas. Este último modelo fue propuesto a finales de los años sesenta e intenta describir y explicar cómo la información se almacena de modo "económico" en el cerebro en forma de redes, en las que se incorporan dos tipos básicos de relaciones: de hiperonimia y de meronimia, aunque otros tipos de relaciones semánticas, tales como sinonimia o la antonimia, se consideran también necesarias para describir la estructura del lexicón mental.

Características

Las características del lexicón mental y las características del lenguaje son algunas comunes y la mayoría de ellas interdependientes y correlacionadas. El primer axioma del lenguaje y del lexicón mental es su multiestructuración. Esto quiere decir que las unidades del lexicón, los lexemas, están estructurados o ligados de diferentes maneras. Lo que se conoce como lexicón mental es una abstracción sobre unos elementos centrales en el lenguaje que son los lexemas.

El diseño del lexema está determinado doblemente por su uso prospectivo, que es aparecer como módulo en una secuencia o cadena comunicativa, y por su naturaleza oposicional (paradigmática) a otros signos del lenguaje. Sin embargo, no todas las características y determinaciones diseñales de los lexemas dependen de este hecho básico de la modularidad y oposicionalidad. El lexema depende también de su función simbólica, es decir, ser un concepto mental representante de un conjunto homogeneizado que da cuenta más o menos ‘naturalmente’ de determinados segmentos de las múltiples realidades que componen el universo.

El lenguaje, tanto por el aspecto formal del signo lingüístico como por el aspecto semántico del mismo, establece un amplio número de vínculos entre los signos y las cosas y los signos entre sí. Además, el lenguaje como reflejo de la realidad, refleja la estructuración que esta posee y los vínculos naturales que en la realidad existen, aunque este reflejo no sea totalmente fidedigno.

Básicamente, el lexicón se estructura externamente como reflejo ontológico, e internamente, por medio de las relaciones que se establecen a través de los signos lingüísticos:

'Reflejo ontológico directo: El lenguaje refleja la realidad tal como es percibida por el ser humano. La estructura biológica permite al hombre percibir conexiones o vínculos de distintas entidades y fenómenos ligados tanto por el tiempo como por el espacio, y posteriormente también por categorías más complejas como causalidad, finalidad, etc. Cualquier hablante independientemente de su lengua es capaz de establecer asociaciones o vínculos como los que se establecen entre el humo y el fuego, las nubes y la lluvia o el arco y la flecha, etc.

'Reticulación particular de una lengua: Muchas relaciones entre palabras y cosas existen gracias a las relaciones internas de los signos, es decir, a las relaciones entre sus significantes y sus significados, y también gracias a otras muchas relaciones que se establecen entre los signos en función de su ubicación peculiar en las estructuras sintagmáticas y paradigmáticas.

'Operaciones lingüísticas de información sobre el mundo: Una de las actividades usuales del lenguaje son los actos de transmisión de información sobre el lenguaje y el mundo. Estos actos u operaciones sirven para aprender sobre cómo son las cosas del mundo y cómo son las palabras que las designan. Aunque los hablantes de una misma lengua comparten básicamente el mismo lexicón mental, este nunca adquiere una estructuración terminada, por lo que existen diferencias perceptibles entre los lexicones mentales de diferentes personas.

Lexicón y cognición

La gramática de una lengua se adquiere y completa a una determinada edad, no así el lexicón mental; este se amplía y reestructura constantemente a lo largo de la vida de los hablantes. Esto quiere decir que el lexicón mental crece paralelo al conocimiento del mundo que puede llegar a adquirir una persona.

El lexicón es la parte del lenguaje que está más próxima a los conocimientos generales o al mapa mental que se forman los seres humanos del mundo exterior e interior. Cada nuevo enunciado oído (especialmente los que tengan mayor novedad informativa sobre el mundo o el código lingüístico), cada nuevo acto de trasladar a palabras ideas, pensamientos o percepciones, suponen potencialmente un instrumento de cambio en el lexicón mental.

Existen aspectos cognitivos importantes relacionados con el lexicón mental. La mente humana depende del lenguaje para realizar la mayoría de sus funciones cognitivas y racionales. Para pensar bien hacen faltan buenos mapas mentales de la realidad y medios discretos (signos, estructuras proposicionales) para fijar ese pensamiento. Cada pensamiento es como un viaje virtual sobre los mapas mentales. Si se tiene un buen mapa mental se circula bien por la realidad externa. Y un buen mapa interior es aquel que refleja con mayor acierto y veracidad los paisajes ontológicos.

El lexicón mental se basa en signos y en relaciones entre signos. Constituye un mapa mental que sirve de guía a los humanos en su toma de decisiones al interactuar con el entorno. A lo largo de la vida del hombre se produce una constante elaboración y reestructuración del lexicón mental a la par que aumentan las experiencias personales y las culturales.

El lexicón mental actúa como mecanismo intermedio entre la realidad objetiva y la mente. De esta manera, su naturaleza y organización están muy implicadas en la representación del mundo que conseguimos, ya que esta se obtiene no solo a través de nuestros sentidos en la experiencia diaria, sino también mediante el lenguaje que utilizamos.

Fuentes

Aspectos universales y particulares de las lenguas en el mundo. Capítulo 5. El conjunto léxico articulado: el lexicón mental. http://nosoloele.wordpress.com/2013/03/04/la-ensenanza-del-lexico-teoria-y-propuestas- La enseñanza del léxico: teoría y propuestas didácticas/ El lexicón en el ámbito de la psicolingüística: el lexicón mental. Disponible en:http://elies.rediris.es/elies9/2-1.htm