Liga de Contribuyentes de Ribagorza

Liga de Contribuyentes de Ribagorza
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Fundación:1891

Liga de Contribuyentes de Ribagorza Fundada por Joaquín Costa y Martínez en 1891 y dirigida por él y por su pariente José Salamero y Martínez. El acto fundacional tiene lugar el 7 de septiembre en la plaza de toros de Barbastro. Posteriormente se amplía y pasa a denominarse Cámara Agrícola del Alto Aragón.

Antecedentes

Fundada por Joaquín Costa y Martínez en 1891 y dirigida por él y por su pariente José Salamero y Martínez. El acto fundacional tiene lugar el 7 de septiembre en la plaza de toros de Barbastro. Posteriormente se amplía y pasa a denominarse Cámara Agrícola del Alto Aragón. Los antecedentes de la fundación de la Liga hay que buscarlos en la grave crisis agrícola de la década de los 80. Es un intento de movilizar a las masas neutras al margen del Estado y del parlamentarismo vacío al servicio de la oligarquía.

Costa explica los motivos de la fundación de la Liga con las siguientes palabras: «Fundé la Cámara Agrícola en la esperanza de que se agrupasen en torno a ella todos los hombres de buena voluntad para trabajar en bien del país, fomentando sus intereses permanentes y dejando al lado tantas monsergas sonoras (libertad, orden, etc.) con que se nos viene engañando hace medio siglo». Tierno Galván ha señalado agudamente el parentesco de esta Liga con una serie de sociedades que, proclamando la neutralidad en política y en religión, florecen en España desde mediados del siglo XIX: Unión Mercantil, Institución Libre de Enseñanza (ILE), etc., con una cierta inspiración krausista en sus contenidos y modos de actuar.

La Liga se ocupó en el plano comarcal fundamentalmente del tema del canal de Tamarite o de Sobrarbe. Con su apoyo se presenta Costa a las elecciones de 1896 como candidato «agrario» por el distrito de Barbastro. Tras el 98, la Cámara Agrícola del Alto Aragón define su programa y pretende conseguir proyección nacional. Sus puntos van desde la construcción de regadíos y de una red de caminos, hasta la apertura de mercados exteriores, autonomía de los municipios o suspensión de la venta de bienes de propios. Y no faltaban los referentes a la mejora de la instrucción primaria o a la codificación del Derecho civil aragonés. Esto era ya un programa nacional, y el directorio de la Cámara lanza un manifiesto a las cámaras agrícolas y comerciales, gremios, centros de labradores, etc., convocándolos a una asamblea nacional.

El manifiesto de Costa tuvo una gran resonancia en todo el país y entre el 15 y el 20-II-1899 se reúne en Zaragoza la Asamblea Nacional de Cámaras de Comercio. La Liga y la Cámara costistas son instrumentos destinados a hacer presión en las autoridades y son órganos esencialmente corporativos y de defensa de intereses. Tratan de imponer a las autoridades, por vías exteriores a las que difícilmente podía propiciar una estructura política oligárquica y cerrada a los partidos turnantes, las medidas que les parecen convenientes al bien común del país y coincidentes con los intereses agrícolas generales, por encima de divisiones políticas o de clase. En la Asamblea de Zaragoza surge, a partir de las organizaciones representadas, la Liga Nacional de Productores.

Fuentes