Llanuras aluviales
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Llanuras aluviales. Constituyen la tercera gran unidad del relieve y ocupan alrededor de un tercio de la superficie de Sudamérica.
Estas tierras bajas, que rara vez sobrepasan los doscientos metros de altitud, conforman un cinturón que separa a los Andes de los macizos antiguos del Brasil y de las Guayanas, y que además se intercala entre ambos macizos.
Están formadas por aluviones recientes que se han acumulado en antiguas cuencas de hundimiento tectónico que afectaron a los mencionados sectores montañosos.
Sumario
Gran disimetría hidrográfica
Las llanuras corresponden a los tres mayores sistemas hidrográficos de Sudamérica, Amazonas, Orinoco y río de la Plata. Sin embargo, el amplio desarrollo y la escasa pendiente de las tierras bajas hace que la división entre estas vastas hoyas hidrográficas sea imprecisa, lo que facilita el derrame de aguas de un sistema a otro durante las crecidas. Como todos estos grandes ríos se encuentran en la vertiente oriental se habla de la gran disimetría hidrográfica de Sudamérica en términos de extensión, magnitud de caudales y potencialidad de recursos.
La llanura del Orinoco
Se le llama también los Llanos por su vegetación de pastos altos; es extremadamente monótona, salvo hacia el sudeste, donde se eleva poco a poco hacia el macizo de las Guayanas. Con todo, algunas mesas alteran aquí y allá la monotonía del terreno. En las áreas entre ríos afluentes y con una altura media de unos setenta metros sirven de refugio al ganado durante las inundaciones. Este fenómeno se explica por la acción de los ríos que descienden de los Andes cargados de material aluvial en la época de lluvias, el que se deposita formando estas pequeñas mesetas.
La ganadería extensiva de vacunos ha sido la actividad económica tradicional de los Llanos del Orinoco, situación que hoy día está cambiando con una agricultura de riego que aparece donde los ríos son represados.
La llanura del Amazonas
Presenta un relieve más variado que se disimula bajo la maraña de la densa selva tropical. En primer lugar, se encuentra el fondo aluvial inundable con un ancho medio de 70 kilómetros. En esta parte, y a raíz de las crecidas, se forman lagunas estacionales y los ríos tienden a dividirse en numerosos brazos o serpentean haciendo meandros. A cierta distancia de los cursos principales se desarrollan extensas terrazas de arenas, arcillas y ripios que constituyen la tierra firme no inundable.
La superficie de la "tierra firme" está muy alterada por la influencia del clima tropical y por la erosión de los ríos.
Hacia el contacto con los macizos antiguos del Brasil y de las Guayanas aparece un relieve de colinas y niveles amesetados.
En el aspecto humano, la llanura amazónica es todavía un mundo natural aparte, apenas modificado por el hombre, pero en la actualidad la construcción de carreteras ultramodernas y el más factible aprovechamiento de sus recursos (petróleo, minería, hidroelectricidad, colonización agrícola y forestal), pueden significar una transformación fundamental del paisaje.
Las llanuras arenosas de la parte norte han sido formadas por los aportes de los ríos Paraguay y Paraná y constituyen la región conocida como el Gran Chaco. La superficie de estas llanuras está surcada por depresiones poco profundas y lomas bajas, que emergen como islas cuando ocurren las inundaciones de la estación lluviosa.
Las llanuras del río de la Plata
Hacia el sur, las llanuras se prolongan en la pampa extensa, plana y sin piedras, ligada al río de la Plata. Esta inmensa llanura se ha formado con elementos finos (arenas, linos, arcillas), transportados por los ríos o sedimentados en lagunas pequeñas, y que generalmente han sido retocados por la acción del viento (capa de loess) .Más al sur, la pampa se conecta con la plataforma de la Patagonia.
