Louis Confort Tiffany

Louis Comfort Tiffany
Información sobre la plantilla
Louis Confort Tiffany.jpg
Nacimiento1848
Nueva York , Estados Unidos, Bandera de los Estados Unidos de América
Fallecimiento1933
OcupaciónArtista y diseñador industrial

Louis Comfort Tiffany. Artista estadounidense famoso por sus obras de vidrieras en el estilo Art Nouveau. Creador de varias empresas, también pintó, diseñó joyas y muebles, hoy un Lámpara Tiffany de su creación vale varias decenas de miles de dólares.

Datos biográficos

Nacimiento

Nacido el 18 de febrero de 1848 en Nueva York .

Ámbito familiar

Louis es el hijo de Harriet y Charles Lewis Tiffany, fundador de una próspera compañía de joyería, Tiffany & Co. Estudió en 1866 en la Academia Americana de diseño. A la edad de 24 años, estaba interesado en el trabajo de vidrio. Fue en ese momento que conoció a Mary Woodbridge Goddard, con quien se casó el 15 de mayo de 1872. Volvió a casarse con Louise Wakeman Knox el 9 de noviembre de 1886. Fue padre de Mary Woodbridge, Charles Louis Tifanny I, Charles Louis, Hilda Goddart, Louis Comfort Tifanny II, Julia DeForest, Annie Olivia y Dorothy Trimble.

Trayectoria profesional

Pasó una temporada en París con Leon Baily entre 1868-69, lo que le hizo reconocer sus incapacidades para el arte de la pintura y decidirse por la decoración y las artes aplicadas. Alrededor de 1879 su creatividad se regodeaba en este campo, pero su absoluta supremacía fue reconocida, definitivamente, entre 1882-83, cuando se le encomendó la decoración de una parte importante de la Casa Blanca. Tiffany no sólo fue un artista, entendido en el amplio sentido de la palabra, fue un hombre de sensibilidad profunda, con una extrema agudeza para captar los detalles, a veces los más imperceptibles, esos que podrían elevar una sencilla pieza a categoría de objeto artístico. Las plumas del pavo real, la lava del volcán, las piedras, tales como el ágata y el mármol o las texturas corroídas de los vasos antiguos, se convirtieron en motivo decorativo de piezas exclusivas, pero el más conocido y popular es el “cristal favrile”.

El 13 de noviembre de 1894 se registró el término “favrile”, derivado de la palabra inglesa “fabrile”, que significa artesanal, el término se extendió posteriormente a la creación de vidrios, cerámicas y esmaltes. Este tipo de piezas fue acogido inmediatamente, debido no sólo al alto nivel artístico, sino también a la calidad y los precios. La cerámica podía comprarse entre 10 y 100 dólares, los esmaltes de 10 a 300, por su parte los cristales se vendían en un rango de 25 a 400 dólares, indicando no sólo el buen gusto de los consumidores, sino también su poder adquisitivo. El “cristal favrile” fue, en realidad, quien le dio renombre al término, por lo novedoso en su presentación. La producción del primer año fue directamente a los museos y a partir de 1896 fue vendido al público, conformando el patrimonio de miles de personas en todo el mundo.

En este caso Tiffany se inspiró en los vidrios antiguos, procedentes de excavaciones arqueológicas, que tras el proceso natural de calcificación adquieren una apariencia tornasolada. Luego de numerosos experimentos lo consiguió de forma artificial, adicionándole humos ácidos a la composición del cristal y logrando esas enigmáticas piezas de apariencia metálica, con multiplicidad de tonos, que van desde el oro hasta el violeta. Conjuntamente con la variación de formas, que propicia el proceso de soplado, este efecto hace que cada objeto sea distinto a los demás, que cada ejemplar sea único. Con una producción anual de hasta 20 000 vasos y cristales decorativos salieron al mercado toda suerte de piezas, con carácter funcional o suntuario, conformando un universo irrepetible en “cristal favrile”.

De Tiffany se ha escrito mucho, como todo gran artista tuvo detractores, como todo gran hombre también fue incomprendido, pero su grandeza en conocimientos y logros superó estos escollos. Se argumentó que no poseía el mérito de inventar ciertas técnicas o decoraciones y en alguna medida esto podría ser cierto, muchos de los métodos o procedimientos empleados en las manifestaciones del arte ya habían tenido sus momentos de desarrollo en la antigüedad y la Edad Media. Louis Comfort Tiffany, en verdad, se apropió del emplomado, el camafeo y el millefiori para reinterpretarlos y ubicarlos en el contexto del Art Nouveau, con un lenguaje moderno y completamente en concordancia con los requerimientos estéticos de esos momentos. Sin embargo, es imprescindible destacar que, en más de 50 años de actividad creadora, Tiffany demostró ser uno de los artistas más versátiles e innovadores de todos cuantos han tenido la valentía de incursionar en las artes decorativas. Su extensa obra como decorador de interiores, sus diseños para joyas, cerámicas, vidrios, lámparas en vitral y los fabulosos vidrios constituyen su legado.

En 1887 organizó la Sociedad de artistas americanos. Director de arte de los Tiffany Studios y presidente y director de arte de Tiffany and Company, la famosa joyería fundada por su padre, instalada en la Quinta Avenida de Nueva York.

En constante búsqueda de su ideal estético, se nutrió de los más disímiles procedimientos, creando un arte nuevo. Su admiración por la vidriería de la Edad Media lo condujo a ejecutar paneles y lámparas en cristal emplomado. De sus investigaciones de la arquitectura religiosa del Gótico derivaron los experimentos para lograr composiciones muy originales uniendo mediante plomo, cobre y estaño, distintos tipos de cristales, con infinidad de colores y texturas. Fue entonces que surgieron los paneles y las múltiples lámparas que lo hicieron famoso por siempre.

Lámpara de mesa Wisteria

La “Wisteria”, su lámpara más conocida fue diseñada en 1892 para decorar la Casa Blanca, registrando su producción comercial entre 1899-1925, actualmente es catalogada como pieza de colección altamente valorada. Siempre es gratificante apreciar este ejemplar, que reproduce magistralmente la planta trepadora y nos devuelve sus inflorescencias en colores sorprendentes.

Lámpara Tiffany

Según las crónicas sociales contemporáneas “en ninguna casa bien decorada podía faltar una lámpara Tiffany’s”, lo que propició una producción enorme y de diversa calidad. Las primeras lámparas se exhibieron en 1893 en el “Edificio de la Mujer”, en la Feria Mundial de Chicago. A partir de 1895 cientos de miles de lámparas eran encomendadas y vendidas, los clientes seleccionaban las pantallas, las más caras eran exquisitamente elaboradas y estaban concebidas en estilo naturalista. Libélulas (símbolo del Art Nouveau por excelencia), plantas acuáticas, mariposas, paisajes, brillaron entre gemas multicolores en una explosión de color lograda por la intensidad de la luz eléctrica detrás de los cristales. La base se escogía por separado, lo que propiciaba la exclusividad de la lámpara y los precios rondaban los 650 dólares.

Algunas de las producciones de Tiffany, como por ejemplo la de“cristal favrile” de 1895, fueron directamente a los museos, otras se destinaron exclusivamente a exposiciones internacionales o se ejecutaron por encargo de importantes personalidades o instituciones. Vajillas, escribanías, juegos de tocador, juegos de cubiertos, se distinguieron por la calidad, la técnica depurada y la riqueza de expresión. Los escudos y monogramas de los demandantes formaban parte, o eran protagonistas, de los exquisitos decorados.

Por su parte, la lámpara “Lily”, más sobria, imita la planta. Los lirios en flor y los botones, de una delicadeza singular, destellan la luz en tonos dorados. Su fecha de producción se reconoce desde 1910 reproduciendo variedades de la planta en diferentes medidas y número de luces. Desde 1890 Tiffany se apropió de la técnica “millefiori”, una de las más enigmáticas de la historia del cristal. Las varillas de vidrio que conformaron los entramados de flores en los pisapapeles de Baccarat, Saint Louis y Clichy a mediados del siglo XIX, son retomadas ahora por el genial diseñador para presentarlas en los “Paperweight” (Vasos Pisapapeles), creando una sorprendente decoración floral atrapada entre dos estratos de cristal. La técnica de Tiffany es mucho más refinada, con una inusual destreza para recrear jardines y estanques de plantas acuáticas, un verdadero lujo que ningún otro artista del vidrio ha tratado de imitar.

El Museo Nacional de Artes Decorativas atesora una colección importante de piezas creadas en los talleres de Tiffany. Lámparas y cristales pueden ser apreciados por el público en la Exposición Permanente Art Nouveau-Art Deco. A lo largo de 56 años de existencia de nuestra institución se han presentado exposiciones monotemáticas o inclusivas donde las creaciones del insigne artista han ocupado un lugar relevante. Caben destacar juegos de tocador, juegos de cubiertos, vajillas, utensilios y piezas decorativas, que en el presente nos enorgullece salvaguardar como testimonio de un arte exquisito.

El nombre de Louis Comfort Tiffany está indisolublemente ligado a la historia de las artes decorativas. Cuando se pretende hacer referencia a la creatividad, la imaginación y la belleza hay que remitirse, con convencimiento, a este artista, que supo adentrarse en los requerimientos del diseño moderno, sin soslayar la herencia del arte universal.

Crreaciones

Su primer logro fue una pintura interpretada mientras él era un discípulo de George Inness en 1867. Crea muchas empresas: L. c. Tiffany & artistas asociados (creado en 1879), una empresa de decoración de interiores (en la que colaboró, incluyendo a Stanford White), la Tiffany Glass Co (creado en 1885), Tiffany Glass y decoración Co, Tiffany Studios, Tiffany hornos y L.C. Tiffany hornos.

Vidriera de la Iglesia de La Encarna-ción en Nueva York

En 1893, su compañía introdujo una nueva técnica, "Favrile", para la fabricación de jarrones y cuencos. Este nombre se deriva del latín fabrilis, que significa "hecho a mano" 1. También produjo vidrieras (especialmente en la Iglesia de la Encarnación, Madison Avenue, Nueva York), mientras que su compañía creó una gama de decoraciones interiores. Él utiliza todos sus talentos para diseñar su propia casa, Laurelton Hall, en Oyster Bay, Long Island, completada en 1904.

En 1885, creó su propia compañía de trabajo de vidrio e inventó un proceso para fabricar vidrios de opalina, a los que otros artistas prefieren el vidrio teñido claro. Cada punto de vista está motivado por los ideales del movimiento de Artes y oficios fundado por William Morris en Gran Bretaña. Uno de los competidores de la comodidad es el fabricante de vidrio John la Farge (1835-1910). Inventó el vidrio opalino (conocido como avrile glass) fundido a mano, similar al mármol, que desarrolló después de numerosos experimentos, todavía es un punto de referencia para los fabricantes de vidrio actuales. Quizá más conocido por sus pantallas para lámparas, Tiffany ofrecía a sus entusiastas clientes un trabajo en vidrio diseñado a partir de temas basados en la naturaleza. En 1904, construye una palaciega casa de verano, Laurelton Hall, en Long Island, con una estructura de acero y paredes realizadas con vitrales, lo que supuso una gran innovación arquitectónica. En 1911 concluye el enorme vitral del Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, una sus obras más famosas.


Su producción comercial se insertó en el gusto del gran público como sinónimo de buen arte, un arte dirigido a entrenar la sensibilidad en busca de la exquisitez y la armonía. Las piezas de Tiffany, todas amparadas por su marca, se han desplegado por el mundo y son sumamente apreciadas por estudiosos y coleccionistas. Cada persona o museo que posea un Tiffany, está teniendo una joya.

Gradualmente se retiró de los negocios al final de los años 1920. Su despacho Tiffany Studios quebró en 1932, un año antes de su muerte. Louis Comfort Tiffany fue enterrado en el cementerio Green-Wood en Brooklyn, Nueva York.


Fuentes