Luciano González Egido

Luciano González Egido
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ensayista, poeta y narrador español. Su labor como novelista ha sido reconocida con el Premio de la Crítica, el Premio de la Crítica de Castilla y León y el Premio Castilla y León de las Letras
Nacimiento1928
Salamanca, Bandera de España España
Ocupaciónensayista,poeta y narrador español
Nacionalidadespañol

Luciano González Egido . Es un ensayista, poeta y narrador español. Su labor como novelista ha sido reconocida con el Premio de la Crítica (1995, por su novela El corazón inmóvil), el Premio de la Crítica de Castilla y León (2003, por su novela La piel del tiempo) y el Premio Castilla y León de las Letras (2004, al conjunto de su carrera literaria y ensayística).

Datos biográficos

Luciano González Egido (Salamanca, 1928) es un ensayista, poeta y narrador español. Su labor como novelista ha sido reconocida con el Premio de la Crítica (1995, por su novela El corazón inmóvil), el Premio de la Crítica de Castilla y León (2003, por su novela La piel del tiempo) y el Premio Castilla y León de las Letras (2004, al conjunto de su carrera literaria y ensayística).

Con la sabiduría que da la experiencia desembarcó el salmantino Luciano González Egido en la elite de las letras castellanas y leonesas. Nació en la ciudad del Tormes en 1928, se licenció en Filología Románica y se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca con una tesis sobre Baltasar Gracián. Fue Premio «La Gaceta Regional», para estudiantes de Doctorado. Docencia y escritura, literatura, cine, periodismo y ensayo: las pasiones de González Egido se desenvuelven, en aquellos primeros años, entre la Universidad y los periódicos. En 1955 ganó el Concurso Nacional de Guiones, organizado por el Cine Club de Salamanca, con un guión titulado «Las nubes rojas». Fue profesor universitario hasta que, por motivos políticos, fue obligado a dejar la Universidad, de modo que tuvo que rehacer su vida profesional desde el principio, trasladándose a Madrid, donde encontró trabajo en las empresas de la familia Urgoiti, descendientes de Don Nicolás Urgoiti, el amigo de Ortega y Gasset y fundador de «El Sol y la editorial Espasa-Calpe.

Cineasta de alquiler, González-Egido había sido uno de los organizadores de las «Conversaciones Cinematográficas de Salamanca», en 1955, que significaron una protesta contra el cine franquista, y había dirigido la legendaria revista Cinema Universitario hasta su prohibición por la censura, en 1963. Como especialista en temas cinematográficos empezó a colaborar en el diario Pueblo y antes de un año, el director, Emilio Romero, le invitó a convertirse en columnista, con el seudónimo de «Copérnico», labor que alternó en los últimos tiempos del periódico con la crítica de cine, hasta el cierre del rotativo madrileño. Deslumbraba con su prosa y su independencia de criterio, que le valió violentas polémicas con García Serrano, Antonio Izquierdo, Arroita Jáuregui y Jaime Campmany, en el Arriba y en El Alcázar. Escribió también en el Informaciones y en El Independiente, donde de nuevo hizo crítica de cine, hasta su desaparición. Durante siete años, 1964-1970, fue crítico cinematográfico titular de la revista liberal Ínsula de Enrique Canito, de tendencia democrática. Su gran interés por el cine le llevó a participar en los rodajes, como ayudante de Dirección, de dos películas de Juan A. Bardem, Los Segadores (1957), por mal nombre La venganza, impuesto por la censura, y Nunca pasa nada (1963), calificada, por algunos críticos, de Calle Menor en recuerdo de la obra maestra del autor: Calle Mayor (1956). Escribió y dirigió, entre 1962 y 1976, más de veinte documentales industriales, premiados algunos en Festivales del género, nacionales e internacionales. Redactó los temas españoles, portugueses e iberoamericanos de la Encyclopédie du Cinéma, de la editorial parisina Bordás (1967, 28 edición de 1981). Ocasionalmente había escrito en las revistas francesas Prémier Plan de Lyon y Positif de París. Publicó una biografía de Bardem en 1983, en el Festival de Cine de Huelva, y el Diario de rodaje de Los Segadores en la Universidad de Veracruz, en 1962.

A los sesenta y cinco años, es decir, a la edad de su jubilación, inició su carrera de novelista. Antes, interesado por la figura del rector Miguel de Unamuno, cita inevitable de la Salamanca cultural, le había dedicado dos ensayos, Salamanca, la gran metáfora de Unamuno (1983), sobre sus relaciones biográficas, literarias y filosóficas con la ciudad donde vivió más de cuarenta años, y Agonizar en Salamanca (1986), magistral recorrido por los últimos seis meses, de julio a agosto de 1936, de la vida del escritor, atormentado por la guerra civil y sus propias dudas. Posteriormente publicaría una no menos celebrada biografía sobre Miguel de Unamuno (1998). Puede decirse con toda seguridad que estas obras de González Egido esclarecen mejor que ninguna otra la talla intelectual del escritor, así como sus valores morales y literarios, captando de manera magistral, en Agonizar en Salamanca, la asfixia padecida en los tiempos de la guerra en las ciudades de la retaguardia. En 1991, redactó el capítulo dedicado a «Unamuno» en la Spanische Literatur de la Suhrkamp Verlag, de Frankfurt am Main. Su primera novela, El cuarzo rojo de Salamanca, mereció el premio Miguel Delibes en 1993: obra ambientada en una Salamanca asediada por las tropas napoleónicas y viviendo todas las contradicciones trágicas de su tiempo, supuso la irrupción de un narrador en plena madurez. El director de la Real Academia Española, Fernando Lázaro Carreter, saludó la aparición de esta novela con las siguientes palabras, publicadas en el diario ABC: «De cuando en cuando, por lo común de tarde en tarde, la literatura depara sorpresas como la de esta novela, que surge de un talento diferente, un caudal nuevo de invención y una insólita energía narrativa. Tal especie de milagro renueva la convicción, adormecida cuando pasa mucho tiempo sin que sólo pase el tiempo, de que el arte siempre puede alumbrar criaturas sorprendentes, como El cuarzo rojo de Salamanca, primera novela de Luciano González Egido», para terminar su recensión crítica de este modo: «Como síntesis telegráfica, una novela subyugante. O mucho me equivoco, o va a ser recordada».

A ella sucedió El corazón inmóvil (1995), galardonada con el Premio Nacional de la Crítica (además de ser finalista del Premio Nacional de Narrativa, del Premio Ciutat de Barcelona y de la revista Elle del mismo año), sobre un suceso real, ocurrido a principios del siglo XX en un Hospital de Caridad; La fatiga del sol (1996), magistralmente centrada en la región de Los Arribes del Duero, en la que se mezclan recuerdos autobiográficos y ficciones; El amor, la inocencia y otros excesos (1997), una turbulenta y apasionada historia de amor, pautada por cuatro crímenes despiadados, y La piel del tiempo (2002), su obra más ambiciosa, ganadora del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2003, desarrollada sobre ocho siglos de vida española, con ayuda de los grandes temas de la literatura fantástica. Con no menos maestría ha cultivado González Egido el relato, como lo demuestran sus ya clásicos Cuentos del lejano oeste (2003), obra finalista del Concurso de Relatos NH 2003, y Veinticinco historias de amor (y algunas más) (2004). Inconformista, sincero y políticamente comprometido e incorrecto, González Egido entiende que «la buena literatura es la que exige que el lector participe, pues toda literatura fácil, inmediata, evidente y directa es un desprecio al lector». Por eso dice apostar por una literatura «sin digerir», para que sea el propio lector el que «la digiera con sus propios jugos gástricos», como propone de manera singular en sus series de relatos breves, Cuentos del lejano oeste y Veinticinco historias de amor. «Mi problema es que me voy a morir más o menos pronto y antes que ustedes, por cálculo de probabilidades. Por eso tengo que escribir deprisa para que no se me quede nada en el tintero», afirmaba recientemente no sin cierta ironía.

Suyas son también El estudiante de Salamanca, (1986) ensayo sobre este personaje entre la historia y la literatura, La cueva de Salamanca (1994), obra sobre uno de los temas claves del esoterismo español, centrado en la leyenda sobre la estancia del demonio en ese lugar salmantino y sus clases de nigromancia. En el año 2004, el Instituto de la Lengua de Castilla y León, con motivo del Premio que le había concedido, editó una Antología de su obra con el título de Un escritor plural: antología 1963-2003, con textos periodísticos, críticas de cine, fragmentos de sus citados ensayos, algunos capítulos de sus novelas y algunos cuentos.

Ha escrito Prólogos para algunas obras de Unamuno, como Abel Sánchez (1987), Andanzas y visiones españolas (1988) y En torno al casticismo (1991). Entre sus últimas conferencias han sido publicadas «Leer a Unamuno», «Comer de postre: el placer de la lectura», «La autobiografía es el lenguaje» y «Mentir como querer. Memorias de un setentón (in)controlado». Ha participado en la conmemoración del Centenario del «Quijote» con conferencias como «El nombre de las cosas», «La razón de la sinrazón», «La Cueva de Montesinos» o «Don Quijote en Salamanca». Asimismo, en el «Centro de la Villa de Madrid» disertó sobre el tema del lenguaje novelesco como autobiografía. Desde el año 2001 colabora en la revista La Clave de José Luis Balbín con una columna semanal de política nacional e internacional. La obra de González Egido está traducida al alemán, inglés, francés, holandés, griego, polaco, rumano e italiano. Desde 1997 vive en Madrid, en la llamada Casa de las Flores, un edificio construido en 1931 por Secundino Zuazo donde también habitó Pablo Neruda. Esta casa está descrita detalladamente por Egido en uno de sus relatos, «El fin del mundo no ha empezado todavía»

Obra

Novela

  • El cuarzo rojo de Salamanca (Barcelona: Tusquets, 1993). Premio Miguel Delibes 1993.
  • El corazón inmóvil (Barcelona: Tusquets, 1995). Premio Nacional de la Crítica 1995.
  • La fatiga del sol (Barcelona: Tusquets, 1996)
  • El amor, la inocencia y otros excesos (Barcelona: Tusquets, 1999)
  • La piel del tiempo (Barcelona: Tusquets, 2002). I Premio de la Crítica de Castilla y León 2003.
  • Cuentos del lejano oeste (Barcelona: Tusquets, 2003)
  • Veinticinco historias de amor y algunas más (Madrid: El taller del libro, 2004)
  • Mentir como querer: memorias de un sesentón (in)controlado (Málaga: Diputación Provincial de Málaga, 2005)
  • Los túneles del paraíso (Barcelona: Tusquets, 2009)
  • Tierra violenta (Barcelona, Tusquets, 2014)

Ensayo

  • Bardem (Madrid, Visor, 1958)
  • J. A. Bardem (Huelva, Festival de Cine Iberoamericano, 1983)
  • Salamanca, la gran metáfora de Unamuno (Salamanca: Universidad de Salamanca, 1983)
  • Agonizar en Salamanca: Unamuno (julio - diciembre 1936) (Madrid: Alianza, 1986)
  • El estudiante de Salamanca: estudio histórico, literario y psicoanalítico (Salamanca, Librería Cervantes, 1986)
  • La cueva de Salamanca (Salamanca: Ayuntamiento de Salamanca, 1994)
  • Miguel de Unamuno (Valladolid: Junta de Castilla y León, 1997)
  • Un escritor plural: antología (1963: 2003) (Burgos: Fundación Instituto Castellano Leonés de la Lengua, 2004)
  • Las raíces del árbol: pequeña enciclopedia personal de Salamanca (Salamanca, Amarú, 2010)
  • Las ramas del árbol: Salamanca (Salamanca, Edifsa, 2013)

Premios

  • 1993: Premio Miguel Delibes por El cuarzo rojo de Salamanca.
  • 1995: Premio Nacional de la Crítica por El corazón inmóvil.
  • 2003: I Premio de la Crítica de Castilla y León por La piel del tiempo.
  • 2004: Premio Castila y León de las Letras.

Fuentes