Lugar historico del imperialismo

Lugar historico del imperialismo
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Concepto:El imperialismo es capitalismo monopolista, capitalismo parasitario y en descomposición y capitalismo agonizante.

Lugar histórico del Imperialismo. Al igual que Vladimir Ilich Lenin definió al imperialismo, fase superior y última de la formación económico social capitalista, legó los análisis necesarios para definir su ubicación en el ámbito histórico.

Definición

El imperialismo por su lugar histórico es capitalismo monopolista, es capitalismo parasitario y en descomposición y capitalismo agonizante y antesala de la Revolución Socialista.

Imperialismo: capitalismo monopolista

Lenin expone como primer aspecto que el monopolio es una resultante de la concentración de la producción en un alto grado y como los monopolios alcanzan un predominio absoluto de la vida económica y política de los países capitalistas.

A inicios del siglo XX el proceso de monopolización se convirtió en el centro de la vida y por ende en el proceso por el que la libre concurrencia y las políticas proteccionistas del mercado cedieron su lugar al control monopólico.

El capitalismo monopolista es un símbolo de un nuevo escalón de desarrollo que llega a niveles sin precedentes donde el desarrollo alcanzado se convierte en antítesis de lo que hasta el momento significó el capitalismo; ya que se sustituye la libre competencia por la dominación monopolista.

Los procesos competitivos que desplazan los pequeños productores en beneficio de los grandes propician el proceso acelerado de concentración que lleva de lleno al monopolio.

Reconocer al imperialismo como fenómeno político es un error ya que su surgimiento es un fenómeno que nace en la esfera económica y sin ella es incapaz de existir, solo que sus ramificaciones se extienden a todas las esferas de la vida social no solo de los países capitalistas, sino de todo el planeta por la internacionalización de la vida económica, a esto se debe agregar que el imperialismo es una fase de la formación económico social capitalista donde el monopolio como forma básica de la producción, es también la vida de dominación económica de una élite: la oligarquía financiera.

Esta cúpula que es capaz de controlar el planeta a través de los nexos de interdependencia generados por el capital financiero a través de la exportación de capitales y el reparto económico y territorial del mundo.

Imperialismo: capitalismo parasitario y en descomposición

La libre competencia que como fenómeno engendró al monopolio y coexiste con este último, lo que de por si es una contradicción.

La posición de control absoluto del monopolio y su tendencia a suprimir la libre competencia lleva cierto estancamiento en el proceso de aplicación de la ciencia y la técnica a la producción por la existencia de los precios monopólicos. He aquí un síntoma de estancamiento y descomposición. La esencia especulativa y el “pensamiento rentista” que siembra la ociosidad en la sociedad contribuye a la descomposición.

Se comienza a vivir a cuenta de las ganancias que producen los capitales exportados alrededor del mundo, sin que se produzca un acción por parte de su propietario para que la generación de lo que llaman “utilidades” llegue a sus cajas de caudales, son las clases trabajadores de otros países los que realizan la labor de reproducir el capital y hacer las remesas de lo obtenido a los propietarios, ya que en la mayor parte de lo casos no existe reinversión en el país productor de los beneficios que allí se producen.

A estas acciones se añaden los negocios especulativos bursátiles que generan voluminosas ganancias a cuenta de los movimientos de acciones en los marcos de la “burbuja especulativa” que representan las bolsas de valores donde en escasos lapsos de tiempo inmensos volúmenes monetarios en forma de capital ficticio pasan de una mano a otra sin que exista producción de bienes y servicios, cuestión esta que profundiza aún más la descomposición.

A finales del siglo XX florecieron en los países desarrollados los negocios de bienes raíces, se produjo un proceso de sobrevaloración de las propiedades que se vendían a precios exorbitantes y que los bancos financiaron de manera muy fácil en su marcha tras las ganancias.

A finales de la primera década de la centuria XXI la economía de los principales países imperialistas se comienza a desplomar teniendo como detonante una crisis inmobiliaria en Estados Unidos, así se mostró una vez más, que la idea de obtener dinero fácil, reforzó la descomposición ante la carencia de una base productiva en la “burbuja financiera especulativa” con capitales de ficción. Los compradores de propiedades se tornaron insolventes ante los bancos y las propiedades pasaron a remate a precios irrisorios, sin que hubiesen compradores a vista, es así que los bancos comienzan a renegociar deudas con los poseedores de bienes raíces como una solución temporal a un mal incurable, que forma parte de la existencia del modo capitalista de producción: la crisis.

Imperialismo: capitalismo agonizante

El capitalismo como formación económico social posee contradicciones de tipo fundamental que no puede sortear, la más importante de ellas, es la que existe entre el carácter social de la producción que es creciente, mientras que el proceso de apropiación de los resultados del proceso productivo es cada vez más privado.

Esta situación vinculada al desarrollo de las fuerzas productivas que crecen de manera vertiginosa y se ve frenada por las relaciones que imponen los monopolios en el proceso de producción para garantizar la superganancia monopolista son factor detonante para la necesidad de un cambio por el estallido de conflictos insalvables en el marco de la sociedad capitalista.

Lenin demostró las dos tendencias del desarrollo de las fuerzas productivas en las condiciones del imperialismo al sentenciar que al monopolio como capital en acción le es inherente la expansión ilimitada de la producción para obtener ganancias y para ello se introduce en los procesos productivos, lo más adelantado de la ciencia y la técnica, pero al propio tiempo, al tratar de implantar su dominación, crea las condiciones para frenar el progreso técno-científico, con el consiguiente retraso al desarrollo de las fuerzas productivas. Según las propias palabras de Lenin estas contradicciones son la causa por la cual el imperialismo es capitalismo agonizante y que da paso a un a formación económico social donde se supriman estas contradicciones de base.

Ver también

Fuentes

  • Lenin, Vladimir Ilich: El Imperialismo fase superior del capitalismo. Ed. Pueblo y Educación, La Hababa, 1979.
  • Rudakova, Iskra: Acerca del libro de V. I. Lenin “El Imperialismo fase superior del capitalismo”. Ed. Progreso, Moscú, 1989. (ISBN 5-010001225-1).