Luxaciones Subastragalinas

Luxaciones Subastragalinas
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 Luxaciones Subastragalinas   

En este tipo de luxaciones, el astrágalo permanece fijo en la mortaja tibioperonea, pero pierde el contacto con las demás superficies articulares, en especial con el calcáneo. Son lesiones que ocurren pocas veces, y entre sus formas de presentación la más frecuente es la luxación hacia dentro. Muchas veces estas luxaciones se asocian con lesiones de partes blandas y fracturas de huesos vecinos.

Clasificación

De acuerdo con la dirección en que actúen el traumatismo, clasificaremos estas luxaciones:

  • Luxaciones hacia dentro.
  • Luxaciones hacia fuera.
  • Luxaciones hacia atrás.
  • Luxaciones hacia delante.

Las luxaciones hacia dentro se producen por un movimiento forzado de aducción y supinación, el cual puede ocurrir, por ejemplo, en una caída sobre el pie desde una altura. Las luxaciones hacia fuera se deben a un movimiento exagerado de abducción y pronación. Las luxaciones en el plano sagital son producidas por movimientos forzados de flexión dorsal a plantar y suelen acompañase, con frecuencia, de fracturas del astrágalo.

Manifestaciones clínicas

Dependen de la desviación del pie.

Luxación hacia dentro

El pie queda fijado en posición de varus. Pasivamente es posible realizar pequeños movimientos que exageran la desviación en abducción - supinación; resultan totalmente imposibles los movimientos en sentido opuesto.

Luxación hacia fuera

El pie se fija en posición de valgus acentuado. A estas dislocaciones laterales suele acompañar con frecuencia una torsión del astrágalo alrededor del eje de la pierna (luxación con torsión).

Luxaciones sagitales

El cuadro es parecido al de las fracturas maleolares con luxaciones; no obstante, el movimiento de flexoextensión en la articulación tibioperonea astragalina se conserva. El diagnóstico exacto solo puede hacerse en presencia de una radiografía, que además es el único medio que permite descartar la lesión ósea.

Tratamiento

Consiste en la reducción precoz. En casos recientes esta realiza sin dificultad, con anestesia general. Doblando la rodilla, en ángulo recto y el pie en flexión plantar, se relaja el tendón de Aquiles. Se tracciona enérgicamente el antepié en la dirección del eje del miembro hasta reducir completamente el acortamiento; a continuación se corrige la desviación lateral mediante presiones manuales en sentido opuesto. En las luxaciones anteriores y posteriores, después de traccionar y flexionar o extender el pie a nivel de la articulación tibioperoneotarsiana, se logra fácilmente la reducción mediante la presión manual en sentido contrario al de la luxación. En ciertas ocasiones, las partes blandas constituyen un obstáculo insuperable para la reducción manual, por lo que debe apelarse a medios cruentos. Este obstáculo consiste en una perforación del músculo extensor corto de los dedos y también en la presencia del ligamento cruzado. Una vez vencidos los obstáculos, la reducción se realiza sin dificultad. Si no ocurre así, se debe proceder a la resección de la cabeza del astrágalo. La astragalectomía total puede ser necesaria en aquellos casos en que una luxación expuesta se infecta a pesar de una buena limpieza quirúrgica.

Complicaciones

Las complicaciones de las luxaciones subastragalinas son:

  • Necrosis avascular del astrágalo y de los fragamentos sueltos.
  • Artrosis subastragalina o síndrome del seno del tarso.
  • Lesiones de piel (luxación expuesta) de mal pronóstico y difícil solución por la dificultad para el cierre de la piel y el alto índice de infección.
  • Subluxación persiste que obliga a realizar la artrodesis de la artículación.

Fuente

Dr. Álvarez Cambras, Rodrigo, y coautores principales.Traumatología Tomo I. Tratado de cirugía ortopédica y traumatológíca. Editorial Pueblo y Educación 1985.