Médico de la Muerte

Médico de la muerte
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Médicos que atendían a pacientes infestados por la peste negra o bubónica
Historia:Surgen cuando la peste negra o bubónica empezó a causar desolación a mediados del siglo XIV en Europa .
Objetivos de la especialidad:Cuidar a las víctimas de la peste, eliminar a los cadáveres y hacer autopsias, anotar los registros públicos de las muertes causadas por la peste.
Subespecialidades que abarca:Medicina forense

Médico de la muerte fueron médicos que surgieron en la época medieval para hacer frente a la peste negra o bubónica. Se les llamaba «médico de la peste» o «médico de la muerte», ya que, una vez que se solicitaban sus servicios, se sabía de antemano que los pacientes iban a morir.

Historia

En un pueblo o ciudad donde aparecía la peste negra la gran mayoría de los médicos huían antes que los pacientes, pues ellos pronosticaban lo que acontecería. Las comunidades contrataban los servicios de los médicos de la muerte, quienes generalmente no tenían una instrucción tradicional y en muchas ocasiones no habían podido establecerse exitosamente en la profesión, o eran médicos jóvenes que intentaban abrirse camino en la medicina.

Tareas de los Médicos de la muerte

Una de sus tareas consistía en, además de cuidar a las víctimas de la peste, eliminar a los cadáveres y hacer autopsias, anotar los registros públicos de las muertes causadas por la peste. Lo más identificativo de estos servidores era la vestimenta, sobre la cual se sabe que fue ideada por el doctor francés Charles de L´Orme.

Su extrafalaria vestimenta

Ataviados con una túnica negra hasta los tobillos, con guantes, sombrero de ala ancha y una excéntrica máscara en forma de pico de ave —todas de cuero de cabra y negras—, los médicos de la muerte llevaban consigo un bastón blanco con un reloj de arena en lo alto para examinar a los enfermos.

Médico de la peste

La máscara tenía agregados dos cristales (se dice que eran rojos) a través de los cuales el médico podía ver. Dentro de la forma de pico se introducían pajas y diversas sustancias aromáticas con la idea de poder filtrar el aire y mitigar la fetidez que emanaba de los moribundos. En aquel tiempo se pensaba que la peste se contagiaba por vía aérea y que penetraba en el cuerpo por los poros de la piel, por lo que toda precaución parecía poca.

Otra de las razones por las que la máscara tenía forma de pico era porque así se impedía que el doctor se acercase mucho al paciente. También existía la creencia de que la enfermedad era transmitida por los pájaros, por lo que la forma de ave de la máscara hacía que esos animales se alejaran de quien la llevaba (los pájaros, por cierto, eran inmunes a la bacteria causante de la peste).

Resultaba irónico que quienes dedicaban esfuerzos a atender a los pacientes eran vistos como la viva imagen de la muerte. Quienes se los cruzaban en el camino huían despavoridos por el pánico que percibían al presenciarlos.

Tratamientos

Los doctores de la peste utilizaban la sangría y otros remedios tales como poner sapos o sanguijuelas sobre los bubos para "rebalancear los humores" como rutinas tradicionales.​ Los médicos de la peste no podían interactuar con el público en general debido a la naturaleza de su trabajo y la posibilidad de contagiar la enfermedad a otros; también podían ser sujetos de cuarentena.​

Médicos de la peste negra destacados

Un famoso doctor de la peste negra que daba consejos médicos sobre medidas preventivas contra la plaga fue Nostradamus.​ Los consejos de Nostradamus eran eliminar cuerpos infectados, tomar aire fresco, tomar agua limpia, y beber un jugo preparado con rosa mosqueta (escaramujos). En Traité des fardemens, Parte A Capítulo VIII, se muestra que Nostradamus también recomienda no sangrar al paciente.​

En 1479, la ciudad italiana de Pavía contrató a Giovanni de Ventura como el médico comunitario de la peste.​ El doctor irlandés Niall O'Glacáin se ganó mucho respeto en España, Francia e Italia por su valentía cuidando de muchos pacientes con la peste.​ El famoso anatomista Ambroise Pare y Paracelso también fueron famosos médicos de la peste en Europa Medieval. ​

Fuentes