María de las Mercedes Dolores

María de las Mercedes Dolores
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María de las Mercedes Dolores Matamoros y del Valle.jpg
NombreMaría de las Mercedes Dolores Matamoros y del Valle
Nacimiento13 de marzo de 1851
Cienfuegos, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento25 de agosto de 1906
NacionalidadCubana
OcupaciónEscritora.

María de las Mercedes Dolores Matamoros y del Valle. Escritora cubana. Consagrada como una de los mejores cultivadores del soneto como género poético, se destaca por ser enemiga del artificio, pero al mismo tiempo logra la mayor perfección formal. Pertenece por derecho propio al grupo de escritoras cubanas del siglo XIX.

Síntesis biográfica

Nació en Cienfuegos el 13 de marzo de 1851 (Existen criterios divergentes acerca de la fecha precisa de nacimiento de esta ilustre cubana. Algunos coinciden en el error casi unánime de señalar el año 1858). Huérfana de madre desde los tres años, su padre fue su primer mentor; con él aprendió inglés y francés e inició sus lecturas literarias.

Trayectoria literaria

Muy joven aún, en 1867 a los dieciséis años, dio a conocer sus primeros artículos de costumbres en los periódicos El Siglo y El Occidente y más tarde colaboró en La Opinión. Estos escritos iniciales no eran en versos, sino en prosa. En ellos demuestra, a la par que un espíritu tempranamente inclinado a la reflexión, grandes dotes para observar y describir.

En 1868 “La alondra ciega”, como también se le llamó, se aleja de las letras y pasa una década sin que su pluma vuelva a aparecer en las publicaciones periódicas de la época. Al decir de la doctora Hortensia Pichardo “Mercedes Matamoros calló, como era preciso que callaran los poetas de la Isla mientras se escribía con sangre y llanto la epopeya de Yara”

Cuando ya hubo terminado la Guerra de los Diez Años, en 1878, publicó en El Triunfo hasta 1880 y en ese mimo año y hasta 1883, en El Almendares y en la Revista de Cuba. Hacia 1879 su poesía alcanza gran reflejo en la prensa cubana y es también incluida en revistas de Europa y Sudamérica. Prestigiosos críticos y las más importantes publicaciones de la época, en la Isla, loan tanto la profundidad de sus ideas como la bella forma de sus versos y aseguran que sus sonetos tienen pocos rivales en la lengua castellana.

Los primeros trabajos que dio a conocer la Matamoros, en 1878, fueron traducciones de Byron, Chenier y Longfellow. Henríquez Ureña señala que sus traducciones de las 23 melodías hebreas de Byron y las de los 31 Cantos y baladas de Thomas Moore fueron muy apreciadas. También tradujo (en dos versiones) La joven cautiva, de Chenier, El águila y la paloma, de Goethe y Pegaso bajo el yugo, de Schiller.

Desde el 78 hasta el 84, Mercedes se mantuvo en la cima del Parnaso Nacional. Martí que cultivó su amistad, del 78 al 79 durante el receso del Pacto del Zanjón leyó versos de ella públicamente en el Liceo de Guanabacoa en varias ocasiones; y además la visitaba en su casa y allí leía en alta voz o recitaba sus versos. Durante los diez años que duró la guerra no publicó nada, para no hacerlo en medios favorables a la metrópoli. En 1879 ella dedicó un emotivo poema a José Martí en ocasión de haberse producido su detención en La Habana.

En 1884 el padre pierde la razón, víctima del caos financiero que le deja sin empleo ni caudal, y Mercedes, a quien la estrechez económica no abandonará ya más, consagra sus horas a cuidarlo hasta que él muere, en 1893. Se dedica entonces al magisterio y labora en el colegio de la educadora habanera María Luisa Dolz, mujer que supo poner en alto la justicia de las aspiraciones femeninas a la igualdad jurídica con el hombre.

Vuelve a las letras utilizando el seudónimo de Ofelia y publica en la Ilustración de Cuba, La Golondrina, El País, La Habana Elegante, La Habana Literaria, El Fígaro y El Diario de la Marina. Sus poemas de esa época datan de 1888 y 1889. Se presenta desafiante. Critica la hipocresía que obliga a la mujer a "leer en secreto lo prohibido" y confiesa que ella se ha lanzado "a escribir cada día con mayor libertad". Se convierte en una adelantada del erotismo en la poesía femenina de Hispanoamérica.

Trayectoria política

Su patriotismo también se hizo presente a temprana edad. Con solo 18 años, participó, vestida con los colores de la bandera cubana, el 22 de enero de 1869, en los sucesos del teatro Villanueva, suscitados con motivo de los excesos de los voluntarios españoles, al hacerse por uno de los actores, ciertas alusiones improvisadas a favor de Cuba, mientras se presentaba la obra "El perro huevero".

Muerte

Desde 1893 su salud comenzó a resquebrajarse y murió el 25 de agosto de 1906, esta cubana de tormentoso vuelo que, en tiempos sombríos y de fuegos, supo brillar entre los grandes.

Fuente