Minarete de Jam (Afganistán)

Minarete de Jam (Afganistán)
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Concepto:Un hermoso monumento con un poderoso mensaje se alza entre las montañas de Afganistán: el Minarete de Jam resalta la armonía entre los tres grandes monoteísmos, como una oda pétrea a la multuclturalidad y a la tolerancia

Minarete de Jam. Con sus 65 metros de altura, el minarete de Jam es una construcción esbelta y llena de gracia que data del siglo XII. Se distingue por la compleja decoración con ladrillo de sus paredes, rematada en la cúspide por una franja de cerámica azul con una inscripción. La calidad de su arquitectura y ornamentación es una muestra del apogeo de la tradición artística de la región. La belleza del sitio se ve realzada por su entorno espectacular: un profundo valle de imponentes laderas montañosas, situado en el centro de la provincia de Ghor.

El Minarete de Jam, un faro en mitad de las montañas

Un remoto valle entre montañas de hasta 2.500 metros de altitud, en el corazón de Afganistán, esconde uno de los tesoros de la Humanidad más espectaculares y extraños que se conocen. El Minarete de Jam es una torre o alminar de ladrillo de 65 metros de alto, situado en mitad de la nada, a decenas de kilómetros de la población más cercana. Es también una de las muestras más espectaculares de arte islámico oriental, y probablemente la más aislada. Fue descubierto para occidente en la década de los 80 del siglo XIX tras permanecer olvidado durante siglos y dado a conocer al resto del mundo a mediados del siglo XX por un equipo de arqueólogos franceses. Con casi un milenio de historia, el Minarete de Jam ha sobrevivido a guerras, revoluciones, terremotos y tempestades.

Minarete de Jam

Historia

No es demasiado lo que se sabe del “faro de las montañas”. Se encuentra a unos 30 kilómetros por carretera de la población más cercana (Jam), en la provincia de Ghor. Se desconoce su fecha exacta de construcción; se barajan dos fechas (1174 y 1191) a partir de las inscripciones que se encuentran en las paredes del Minarete. También se desconoce por qué un edificio que debió maravillar a propios y extraños por su monumentalidad (65 metros de altura) no ha dejado registros de su existencia durante más de siete siglos. Se cree que se encuentra en lo que en su día fue Firuzkuh, una de las ciudades más importantes del Imperio Gúrida, que fue destruida por un hijo de Gengis Khan allá por la década de los veinte del siglo XIII. La torre es lo más visible del Sitio Arqueológico de las Montaña Turquesa, nombre con el que también se conoce a la capital perdida del Afganistán medieval. El Imperio Gúrida, que existió entre 1149 y 1212, se extendía desde Turquía a la India, abarcando grandes porciones de los actuales Irak, Irán, Kirguistán, Kuwait, Afganistán y Pakistán, entre otros territorios. Construido con ladrillos, el Minarete de Jam fue nombrado patrimonio de la Humanidad en 2002. Es el segundo minarete de ladrillo más alto del mundo, y su permanencia en pie durante siglos se considera poco menos que un milagro. En una región donde las inundaciones son relativamente frecuentes y los terremotos pueden llegar a ser poderosísimos una torre de 65 metros de alto ha permanecido en pie a lo largo de más de ocho siglos. Su localización remota impidió, además, que fuera conocida más allá de la provincia hasta el siglo XX. El de Jam no fue el único alminar de su clase alzado durante la época. En los años del Imperio Gúrida más de sesenta torres similares se levantaron desde Irán a Asia Central y desde Irak a la India para honrar a los sultanes; no son pocas las que se conservan en lugares como la India (la más alta del mundo) o Turkmenistán. Descubierto para Occidente en 1885 por un inglés de la Comisión de Fronteras Afganas de nombre Thomas Holdich, permaneció desconocido durante siete décadas más hasta que el trabajo de dos arqueólogos franceses atrajo la atención internacional. En los setenta se siguió trabajando en la zona, pero las sucesivas invasiones y guerras no han permitido continuar los trabajos de manera regular. Tras resistir ocho siglos de guerras, el alminar estuvo cerca de caer a principios del siglo XXI. Cuando cayó el régimen de los Talibanes la zona quedó completamente a merced de los saqueadores, que procedieron a hacer lo que su propio nombre indica: entrar en el sitio arqueológico y arramblar con todo. Los tesoros que allí se encontraron fueron vendidos en mercadillos de Herat a Teherán. La erosión, provocada por la cercanía del río Jam, ha contribuido también a dañar la torre. Durante la pasada década fueron necesarios trabajos de restauración en la base del Minarete para evitar su caída. En la actualidad es un lugar difícilmente accesible, en un país en guerra y muy lejos de cualquier cosa, pero si ha aguantado ocho siglos podría aguantar otros ocho más.

Religiosidad

El Minarete de Jam es uno de los mejores secretos de la arquitectura medieval, una obra artística de la más alta conciencia humana. Este minarete es un faro de 65 metros de altura que apunta a las estrellas e ilumina la mente humana en medio de las inexpugnables montañas de Afganistán. Quizás lo más interesante del también llamado alminar, construido por una civilización de origen persa, es que en sus hermosas e intrincadas inscripciones reproduce un sura del Corán que habla sobre Miriam (la Virgen María) y los profetas Abraham e Isaac. Es decir, hace énfasis en lo que el judaísmo, el cristianismo y el islam tienen en común y no en las diferencias, como suele hacerse hoy, olvidando que estos tres monoteísmos comparten raíces en la noche del tiempo. El arquitecto explorador Dan Cruikshank, uno de los pocos occidentales en haber logrado inspeccionar el lugar, atravesando un inhóspito paisaje, policía e insurgentes, recalca la pluralidad religiosa:

“Parece que los gúridas colocaron el texto aquí para apelar a la armonía y a la tolerancia de esta tierra, un mensaje que es más relevante que nunca”.

Quizás no sea casualidad tampoco que muy cerca de este monumento se encuentra un cementerio judío, símbolo de la posible convivencia religiosa. El minarete cuenta con dos escaleras en forma de espiral al interior formando una doble hélice y un relieve de estuco ornamentado con arabescos y patrones geométricos característicos del arte sacro. El sueño de la convivencia entre los tres grandes monoteísmos, que ha generado tantas muertes y guerras, fue elocuentemente expresado en la obra Nathan el Sabio, del escritor alemán Gotthold Ephraim Lessing. Una obra que hace referencia a los valores en común de estas tres grandes religiones de manera simbólica, significando que en realidad no existe diferencia entre qué religión se práctica si se vive una vida moralmente virtuosa —entonces, la religión, como un anillo, se ajusta a la persona y las enseñanzas se funden, religando al hombre con la divinidad que no tiene ninguna afiliación o partido.

Minarete de Jam

Fuentes

http://www.albertsampietro.com/2005/04/28/el-minarete-de-jam/