Misha Defonseca

Misha Defonseca
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NombreMonique de Wael
Nacimiento12 de mayo de 1937
ciudad de Etterbeek,
Bélgica, Bandera de Bélgica
Nacionalidadbelga
Ciudadaníabelga
Ocupaciónescritora

Misha Defonseca (Etterbeek, 12 de mayo de 1937) es el pseudónimo de Monique de Wael, una escritora belga conocida por su best seller Misha: Una memoria del Holocausto, trabajo que presentó como autobiográfico, donde dice haber sido una niña judía que recorrió Europa en busca de sus padres, miembros de la resistencia arrestados por los nacionalsocialistas alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Después de recaudar jugosas ganancias, la autora admitió públicamente en 2008, que había inventado la historia.

La historia

El relato de Defonseca podría resumirse de la siguiente manera: ella era era una niña judía de 6 u 8 años. En una ocasión pudo entrar y salir del Ghetto de Varsovia. Mató a un miembro de las SS. Recorrió 3000 km buscando a sus padres, atravesando ocho países en una Europa en guerra. Viajó en compañía de una manada de lobos que la protegieron.

El relato fue presentado como una historia real y se convirtió en éxito de ventas en Europa. Defonseca nos cuenta que sus padres luchaban en la resistencia belga y fueron arrestados por los alemanes, lo cual motivó la larga marcha emprendida por la niña en su búsqueda. Pero en realidad, una vez revelado el fraude, se supo que sus padres eran colaboracionistas de los alemanes, hecho que la autora del libro acabó por admitir después de ocultarlo durante casi toda su vida. Declaró que siempre había querido olvidar su verdadero nombre, debido a que le llamaban «la hija del traidor». Un aspecto que guarda paralelismos con el caso de Enric Marco, un español que colaboró como trabajador voluntario en Alemania y después se hizo pasar por un miembro de la resistencia y sobreviviente del Holocausto.

El negocio

Defonseca emigró a Estados Unidos en los años ochenta, procedente de Bélgica. Al principio solo contaba sus fábulas en sinagogas y organizaciones judías locales de la ciudad de Boston. Hasta que en una ocasión, la editora Jane Daniel, jefa (y única empleada) de la casa editorial Mt. Ivy Press, escuchó la historia y convenció a Defonseca de publicarla. El libro Misha: A Memoire of the Holocaust Years apareció en 1997, escrito por la coautora Vera Lee, amiga de la editora Daniel y revisado por Daniel y Defonseca. Un best-seller en Europa y Canadá, donde existen leyes mordaza que prohíben dudar del Holocausto y un poderoso lobby judío que lucra con su propaganda. El libro llegó a ser lectura obligatoria en los colegios franceses. Sin embargo, en Estados Unidos el libro enfrentó fuertes críticas y se vendió poco. A continuación se puso en marcha la maquinaria propagandística del lobby: una lluvia de invitaciones para hablar de sus experiencias: sinagogas, museos, universidades, colegios, su libro, con ardientes alabanzas de Elie Wiesel, traducción en 18 idiomas, una audiencia prevista con el Papa en la televisión estadounidense, una película francesa (Survivre avec les loups), una ópera italiana en preparación, la empresa estadounidense Walt Disney firmó una opción para realizar otra película, etc.

Disputa por el botín

Exactamente igual que estamos acostumbrados a ver en las historias de otros presuntos sobrevivientes y víctimas, como Elie Wiesel y Ana Frank, al final, el autor de la historia no era realmente el autor, y las disputas por el dinero producto de la estafa terminan ventilando el fraude.

En 1998 empezaron los problemas entre Defonseca, su productora y la escritora. En 2001 Defonseca y su coautora decidieron que no ganaban lo suficiente con el fraude y demandaron a la casa editora Jane Daniel: Defonseca exigía otros 7,5 milliones de dólares, y Vera Lee, 3,3 milliones).

En 2002, la jueza (conmovida por la suerte de una triste niña judía) triplicó las indemnizaciones y otorgó en totalidad 32,4 millones de dólares a Defonseca y su coautora, Vera Lee.

Aquí empieza una de las partes mas extrañas de la historia: la editora Jane Daniel, que antes había convencido a Defonseca de publicar sus fantasías, trató de probar desesperadamente que su propio libro es una falsificación, en un intento de quitarse de encima la multimillonaria demanda. Y tuvo éxito en parte, porque demostró que el nombre verdadero de Misha Defonseca era Monique DeWael, que no era judía sino católica, y que durante la guerra nunca había salido de Bélgica. Pero aparentemente, para la jueza, el ganar el juicio dependía mas de las ventas de un libro que de su veracidad.

Fuentes

  • «Misha Defonseca», artículo en inglés publicado en el sitio web Wikipedia. Consultado el 27 de octubre de 2015.
  • «Misha Defonseca», artículo publicado en Historiography Project. Consultado el 27 de octubre de 2015.