Naraku
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Naraku. Personaje de ficción, es el antagonista principal de InuYasha. Es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente. "Naraku" es un ser hecho de la fusión de Onigumo, un ladrón humano que fue quemado vivo y arrojado a un barranco quedando totalmente imposibilitado para moverse y cientos de Yōkai que se unieron a su cuerpo demacrado para permitirle a Onigumo recuperar su movilidad y su salud. Onigumo fue rescatado y cuidado por la sacerdotisa Kikyō, este se enamoró de ella, pero al enterarse de la relación de Inuyasha y Kikyō, ofreció su alma y cuerpo a un grupo de demonios, con el fin de tener un cuerpo sano y quedarse con Kikyō. Estos demonios se fusionaron formando así a Naraku. Él es responsable de la miseria de la mayoría de los personajes, algo que le gusta. Sin embargo, el propio Naraku nunca ha encontrado la felicidad. En el epílogo, después de su muerte, el demonio de la Joya se convirtió en el último enemigo de Inuyasha dentro de esta, porque siempre lo había manipulado desde el interior de la joya para asegurar su existencia continua.
Apariencia
Por su cualidad de cambiar de apariencia, la forma real de Naraku es un completo misterio. Usualmente Naraku suele hacer sus apariciones llevando puesto un enorme abrigo hecho de la piel de un Babuino. Pero tras su primera aparición en esta forma, Naraku toma posesión del cuerpo del joven heredero de un señor feudal, Hitomi Kagewaki conservando características tales como sus largos cabellos negros, su piel pálida, su voz y agregándole otras, tales como el color rojo de sus ojos y una sombra de ojos color azul. Luego, Naraku aparece usando un tradicional Kimono masculino de color Púrpura que tiene sus mangas holgadas y su pantalón hakama lo mantiene sujeto en sus tobillos dando un efecto de globo el cual tiene unos grabados en forma de lazos atados de colores verde y amarillo y también trae puesto encima de su kimono un Haori de color Indigo. Su calzado consta de unas medias tabi de color negro y sandalias tradicionales japonesas a juego. Tras ocultarse en la montaña Hakurei, Naraku desarrolló una segunda apariencia más aterradora que su forma previa. Ahora Naraku cuenta con un vestido de colores púrpura y celeste sujeta por un cinturón de color verde limón; así como también se le ha agregado una armadura hecha de huesos y un ojo de color rojo en el centro de su pecho y por sobre sus manos. Para complementar su apariencia, Naraku desarrolló una enorme cola que se asemeja más a un tentáculo gigante dividida en tres secciones. Tras absorber a Moryomaru, Naraku adquiere una armadura extra hecha enteramente de diamantes puntiagudos la cual usa para esconder en su cuerpo la Perla de Shikon, descartando la armadura hecha de huesos que anteriormente usaba y los ojos de sus manos. Tras la muerte de Kikyo, Naraku adquiere una versión más simple de la armadura que usaba en el monte Hakurei, con la ligera diferencia de que esta tiene espinas de un color oscuro por sobre los hombros. Tras haber completado la Perla de Shikon y fusionarse con ella, Naraku adquiere el aspecto similar a una Araña gigante con 8 colmillos que sobresalen de su boca y una capa gruesa que protege su abdomen. Sin embargo su forma real se esconde dentro de dicho cuerpo y se interconecta por medio de tentáculos que tiene en su interior. Durante la batalla final, Naraku adquiere la apariencia habitual pero con una armadura completamente cubierta de diamantes que cubren su cuerpo y una enorme telaraña que forma el complemento de su cuerpo. Tras fusionar su alma con la Perla, Naraku adquiere el aspecto de un Oni, con la piel de color roja y el cabello de color blanco. En este estado Naraku desarrolla una armadura hecha partiendo de sus costillas aunque lo único visible es su cabeza. Tras ser finalmente asesinado, la forma final de Naraku consiste solo en su cabeza, la cual está adherida a una enorme telaraña dentro de la Perla de Shikon.
Personalidad
A lo largo de la serie, Naraku fue retratado constantemente como un ser increíblemente cruel y manipulador, usando a otros para satisfacer sus propios intereses y disfrutando un gran deleite sádico en destruir los lazos y vidas de los demás, como cuando engañó a Inuyasha y Kikyō para que pensaran que se habían traicionado el uno al otro, haciéndolos pelear. Rara vez asumía la responsabilidad de cualquiera de sus acciones, a menudo tergiversaba los detalles para que pareciera que los demás eran los culpables, como cuando se burló de Inuyasha y Kikyō por no confiar el uno en el otro lo suficiente como para ver a través de su engaño. Si bien era muy inteligente y astuto, a veces se volvía demasiado engreído y ostentoso, especialmente cuando obtenía un nuevo poder. Su exceso de confianza lo arrinconó muchas veces, como cuando la Tessaiga Roja de Inuyasha rompió su barrera por primera vez, dejándolo completamente conmocionado. Naraku también tenía un lado cobarde y a menudo, huía de una batalla cuando sus enemigos lo superaban. Por encima de todo, Naraku estaba hambriento de poder y estaba obsesionado consigo mismo, deseando solo poder y dominio absoluto sobre los demás. No tenía más que desprecio y repugnancia hacia todos los demás seres y se consideraba superior en todos los aspectos, lo que se puede notar en casi todos los comentarios sarcásticos que hizo; especialmente hacia Inuyasha y los humanos, a pesar de ser un Hanyo. Se convirtió en la única ocupación de Naraku causar tanto dolor y miseria a los humanos y a los yōkai como fuera posible, como cuando colocó la maldición del Túnel de Viento sobre el abuelo de Miroku, que luego pasó a su padre y a Miroku también, o usando un fragmento de la Perla de Shikon para lavarle el cerebro al hermano de Sango, Kohaku, obligándolo a cumplir sus órdenes. Debido a que la personalidad de Onigumo habita en su corazón, esto le juega en contra ya que debido a la obsesión insana de Onigumo por Kikyo, no puede hacerle daño. No es sino hasta cuando finalmente decide separar su corazón humano que Naraku, libre de esta carga, puede finalmente hacerle frente a Kikyo y llega a matarla finalmente con el gran poder que ha acumulado al ir absorbiendo Yokais. Tales conductas hacen que Naraku tenga total carencia de entendimiento de vínculos tales como el amor. Naraku es incapaz de entender como por ejemplo, Sango no está dispuesta a matar a su hermano a pesar de haberle lavado su cerebro a la fuerza. Así mismo, Naraku también muestra un lado cobarde al huir cuando se ve superado en número y al manipular a otros para que hagan lo que él quiere. Cuando es confrontado por Kagome cuando ésta le pregunta sobre sus intenciones una vez completada la Perla de Shikon, la tranquilidad inicial y autoconfianza propias del personaje se rompen completamente, demostrando que en realidad tiene miedo de convertirse en un monstruo carente de raciocinio revelándose que Naraku encima de todo muestra rencor y celos hacia otros seres por su capacidad de socializar y crear vínculos tales como el amor. Naraku no podía soportar ver a la gente disfrutar de relaciones amorosas mutuas mientras él mismo no tenía a nadie y, por lo tanto, buscaba destruir la felicidad de los demás para sentirse mejor acerca de su propia existencia sin amor. Esa cualidad crítica de Naraku fue lo que lo diferenciaba de un verdadero psicópata, ya que los psicópatas no tienen ningún apego emocional con los demás en absoluto, mientras que la lujuria y el amor de Onigumo por Kikyo fue el núcleo de sus motivaciones para sus acciones desde el comienzo de su existencia como Hanyo.
Informacion Del Personage
Naraku es un demonio que ha causado desgracia para todos los que tengan contacto con la Perla de Shikon, por ejemplo a la sacerdotisa Kikyō quien fue su primera víctima junto a Inuyasha; después Miroku por la maldición en su mano (Kazaana o agujero negro), sigue Sango una exterminadora de monstruos a la que Naraku mató a toda su familia y usó a su hermano menor Kohaku para sus trabajos sucios. Después a Kōga, matando a casi toda su tribu. Naraku hace uso de los trozos de la perla para crear extensiones suyas (crear sirvientes o extenciones de los cuales tiene el control) como Kagura, Kanna, Juuroumaru, Kageroumaru y otros muchos que la mayoría de las veces mueren a manos de InuYasha. También usa los fragmentos para revivir a siete guerreros antiguos integrados por: Bankotsu, el líder de este grupo; Renkotsu, quien desconfiado traiciona su líder; Jakotsu, el primero en conocer a Bankotsu; Suikotsu, un médico quien en una guerra, defendiéndose, mata a un enemigo y descubre la maldad que tenía dentro de él, Ginkotsu, Mukotsu y Kyokotsu. Cincuenta años antes de la llegada de Kagome, en la región existía un bandido famoso por su maldad llamado Onigumo, sin embargo, traicionado por sus hombres fue quemado vivo y arrojado al fondo de un barranco. Antes de morir fue encontrado por la sacerdotisa Kikyo, quien lo cuidó en su invalidez e hizo lo posible por ayudarlo. Ante ello, Onigumo poco a poco se enamoró de la sacerdotisa y con ello comenzó a odiar a Inuyasha al enterarse que era el hombre de quien Kikyo se había enamorado. En su desesperación ofreció su alma a un grupo de demonios a cambio de poder separar a los amantes, estos se fusionaron con él originando a Naraku, quien tuvo una idea cruel: atacó a Kikyo e Inuyasha haciéndose pasar frente a uno por el otro, de forma que hirió mortalmente a Kikyo e hizo que Inuyasha atacara la aldea y finalmente se atacaran terminando en la muerte de la joven y el sellado del hanyo. Naraku tenía interés en apoderarse de la Perla de Shikon pero sólo si quitaba a Kikyo de su camino. Sin embargo, Kikyo presentía que la perla caería en manos equivocadas por lo cual ordenó a su hermana Kaede que incinerara la perla junto con sus restos frustrando los planes de Naraku por el momento. Poco tiempo después de ello, se encontró con un sacerdote quien sería el abuelo de Miroku, al enfrentarse logró herir en una mano al hombre y maldiciendo la herida la transformó en el Kazaana, un agujero negro que a la larga lo devoró y fue heredado por sus descendientes. Cincuenta años después Durante los siguientes cincuenta años, Naraku permaneció sin realizar ningún movimiento y no fue sino hasta la inesperada reaparición de la Perla de Shikon ocurrida con la llegada de Kagome Higurashi a la Era Sengoku que comenzó a reunir los fragmentos de la joya que se dispersaron por todo Japón. Habiendo reunido una gran cantidad de fragmentos, era natural que aumentara su poder, pero por alguna razón se rehusó a utilizar los fragmentos. En ese lapso de tiempo supo que Inuyasha había sido liberado de su sello y éste comenzó a juntar los fragmentos de la perla junto con el nieto del monje que había maldecido, Miroku. Al saber que Inuyasha era un oponente muy peligroso de enfrentar en su estado actual, Naraku recurre entonces a su primera gran artimaña. Antes de su primera confrontación con Inuyasha, Naraku es mencionado por primera vez por el monje Miroku el cual revela la razón por la cual lo está buscando y le revela también al Hanyo que muy seguramente Naraku tuvo algo que ver en la muerte de Kikyo hace cincuenta años. Primeros enfrentamientos con Inuyasha y sus compañeros
Naraku y Sesshomaru se conocen. Sabiendo que Inuyasha con su espada Tessaiga era un oponente muy peligroso, Naraku conoce al medio hermano de Inuyasha, Sesshomaru; este último recién se había recuperado de su enfrentamiento con Inuyasha por la herencia de su padre, la espada Tessaiga, lo cual le había costado perder su brazo derecho. Naraku ofreció un brazo humano a Sesshomaru el cual tenía incrustado un fragmento de la Perla de Shikon para que así pudiera usar a Tessaiga cuando logre apoderarse de ella y con ello matar a Inuyasha. Naraku sabiendo lo peligroso que sería enfrentarse al monje Miroku por su maldición, le entrega a Sesshomaru una colmena de sus Saimyosho para que envenenaran al monje. El intento terminó en fracaso, pero Naraku recuperó su fragmento de cualquier forma, sin pensar que este acto lo llevaría a convertirse en enemigo de Sesshomaru.
Naraku revela su cicatriz en forma de Araña. Más tarde incrustó dos fragmentos de la perla de Shikon en Royakan, lo obligó a atacar a un Inuyasha herido y a robar sus fragmentos. Sin embargo, Inuyasha lo derrotó fácilmente y, para sorpresa de Naraku, sacó a una mujer que se parecía a Kikyō del Pozo devorador de huesos. Kagome rápidamente descubrió dónde se escondía debido a todos los fragmentos de Shikon que tenía, lo que condujo al primer enfrentamiento entre Inuyasha y él. Naraku reveló sus orígenes y su rencor hacia Inuyasha e intentó huir usando una Nube hecha de su youki al darse cuenta de la amenaza que representaba Inuyasha en ese punto. Sin embargo, Inuyasha sobrevivió a la exposición a su miasma y logró cortar su haori, lo que reveló una cicatriz en forma de araña en su espalda. Esta sería la tarjeta de presentación de Naraku.
Naraku roba los fragmentos de la Perla de Shikon en poder de los exterminadores. Tiempo después y haciéndose pasar por el heredero de un señor feudal de nombre Hitomi Kagewaki, Naraku usa una de sus marionetas para auto aconsejarse acerca de Demonios que causaran problemas en la región, esto para atraer a un grupo de los mejores Exterminadores de Yokai de la zona al castillo del señor feudal para asesinar a un Yokai con forma de araña. En el grupo se encontraba una joven de nombre Sango acompañada de su padre y su hermano, un niño de nombre Kohaku quienes fueron atraidos a una cruel trampa en la cual, Naraku manipula a Kohaku para que mate a su padre, a sus compañeros y deje gravemente herida a su hermana. Kohaku posteriormente sería asesinado. Naraku ordena enterrar los cuerpos de los asesinados pero descubre que Sango sigue aún con vida. Mientras tanto, Naraku usa una de sus marionetas para atacar su aldea para robar el fragmento de la perla de Shikon que custodiaban (en la serie de anime, Naraku roba cinco de estos fragmentos) aprovechando la ausencia de los exterminadores más experimentados provocando la muerte de casi todos. Al verse confrontado por Sango quien sobrevivió a lo sucedido, Naraku le miente diciéndole que un Hanyo llamado Inuyasha fue el causante de la muerte de todos los habitantes de su aldea, sin embargo Naraku envió a su marioneta demoníaca para que la acompañara, y le permitió el uso de un fragmento de un fragmento de la perla para aliviarla del dolor causado por sus heridas. El intento de querer eliminar a todos fue casi exitoso, hasta que su marioneta fue engañada para que revelara la verdad. Uno de los insectos de Naraku recupera el fragmento mientras que la marioneta fue destruida.
Naraku resucita a Kohaku. Posteriormente, Naraku usa uno de los fragmentos de la Perla de Shikon con la intención de resucitar a Kohaku el cual al despertar, está profundamente traumatizado por haber asesinado a su padre y sus compañeros por lo que Naraku se aprovecha de la confusión del niño para borrar su memoria y poder esclavizarlo más fácilmente. A Naraku entonces se le ocurre una idea cruel: Naraku chantajea a Sango diciéndole que le devolverá a Kohaku si a cambio le entrega a Tessaiga, la espada de Inuyasha.
Naraku es herido por Kagome. Sango obedeció, regresó al castillo, destruyó su piel de babuino y reveló su disfraz de Kagewaki Hitomi. Naraku envenenó a Sango y a su compañera Kirara, e hipnotizó a Kohaku para terminar el trabajo. Sin embargo, el plan de Naraku fue frustrado por la llegada de Inuyasha y los demás. Intentó envenenarlos a todos hasta la muerte, pero Kagome enfurecida al ver lo malévolo que Naraku era, desató su poder espiritual purificando su miasma y disparó una flecha sagrada contra Naraku destruyendo su cuerpo excepto por su cabeza. Obligado a irse, Naraku se llevó el castillo con él, pero se llevó con él a Kohaku en el proceso. Debido al ataque de Kagome, lo único que quedó de Naraku fue su cabeza, por lo que se dispone a buscar un cuerpo nuevo para moverse con libertad, para ello encierra a un grupo de Yokais dentro de una montaña con la intención de que el que quedara vivo, consuma los cuerpos de los muertos para que Naraku lo asimile y restaure su propio cuerpo. Durante este tiempo, el Clan Hitomi buscó a una sacerdotisa de la que se rumoreaba que salvaría incluso a los que estaban cerca de la muerte para curar la enfermedad de "Kagewaki". Para sorpresa de Naraku, descubrió que esa sacerdotisa era de hecho Kikyō resucitada. Naraku esperó a que se rompiera su hechizo y se sorprendió de que Kikyō lo hubiera roto en lugar de matar directamente al Kodoku. Después de que obtuviera un cuerpo nuevo para moverse, Naraku encontró a Kikyō, la secuestró, la llevó de regreso a su castillo y erigió una barrera para mantener alejadas a sus Serpientes recolectoras de almas.
Naraku dialogando con una cautiva Kikyo en su castillo. Kikyō reveló que sabía quién era él, y Naraku se muestra divertido por la noticia. Dejó entrar a una de las serpientes recolectoras de almas e infundió el alma que llevaba con un fragmento de la Perla de Shikon. Le pidió a Kikyō que matara a Kagome si deseaba permanecer en el mundo de los vivos. Dejando un títere a cargo de ella, Naraku lanzó el hechizo de Muerte Ilusoria en un bosque mientras disfrazaba a su Saimyōshō como el coleccionista de almas de Kikyō, y atrajo al grupo de Inuyasha a su trampa. Kikyō destruyó su marioneta y cegó a Naraku a los eventos que se desarrollaron en el bosque. Naraku se muestra sorprendido de que Kikyō hubiera regresado y le hubiera dado los fragmentos de Kagome. Ella se burló de él sabiendo que él quería convertirse en un demonio completo, ya que era solo un Hanyo. Naraku juró matar a Kikyō en el momento en que lo hiciera. Las extensiones de Naraku Al tener posesión de varios fragmentos de la perla de Shikon, Naraku fusiona los fragmentos robados a Kagome en los que tiene en su poder. Luego, al hacer uso de la magia reestablecida de la perla, Naraku adquiere la capacidad de crear vástagos o extensiones de su propio cuerpo, dando nacimiento a una de sus extensiones a la que se refirió como el vacío o la nada y llamó posteriormente Kanna. Naraku la dotaría con un espejo con el cual podría robar las almas de otras personas, ver eventos a la distancia, reflejar ataques y en un muñeco vudú andante que podría copiar los poderes del enemigo. Como Kanna no era apta para usos de combate, Naraku creó a su segunda extensión: la hechicera del viento, Kagura. Naraku quitó los corazones de sus dos encarnaciones, para poder exprimirlos hasta la muerte, a modo de amenaza si lo desobedecían. Naraku entonces envía a Kagura a que elimine a un pequeño grupo de integrantes de la Tribu de hombres lobo que se dirigieron hacia uno de sus castillos fantasma bajo el rumor de que encontrarían allí algunos fragmentos de la Perla de Shikon. El plan de Naraku era utilizar a Koga, el líder del Clan para que asesinara a Inuyasha. Sin embargo el plan resulta ser un fracaso cuando Kagura revela ser la responsable de la muerte de los miembros de su tribu. Durante el enfrentamiento, Inuyasha aprende a utilizar la técnica del Viento Cortante dejando herida a Kagura. Ésta al sentirse utilizada por Naraku, pretende volverse contra él pero Naraku sabiendo que esto iba a suceder, toma el corazón de Kagura y lo exprime haciéndole saber que la matará si trata de traicionarlo. Luego envió a Kanna y Kagura a atacar a Inuyasha, usando a los aldeanos cuyas almas fueron succionadas por Kanna para atacar a Inuyasha mientras estaban bajo el control de la Danza de la muerte de Kagura. Durante este tiempo, Naraku hizo que Kanna intentara succionar el alma de Kagome; sin embargo, esto resultó imposible debido a que por su tamaño no podía caber en el espejo. Después de que logró que Kanna rechazara el Viento Cortante de Inuyasha, este ataque dejaría muy mal herido al joven Hanyo. Poco después Naraku en persona hace su aparición para mostrarle a sus enemigos cómo está a punto de completar la Perla de Shikon y comienza a regodearse al afirmar que Kikyō le entregó los fragmentos que tenía en un esfuerzo de querer matar finalmente a Inuyasha. Estas noticias dejaron muy dolido a Inuyasha. Luego de hacer que Kagura libere a los aldeanos que se encontraban bajo su control, Miroku trata de matarlos a todos usando el poder de su agujero negro pero estos consiguen escapar. Tiempo después, Naraku crearía otra extensión; su nombre era Goshinki y la soltaría en una aldea de humanos con la intención de atraer a Inuyasha y rematarlo. El plan casi es exitoso sin embargo no se contaba conque por primera vez, Inuyasha se transformaría en un Yokai completo asesinando a la extensión para que posteriormente la cabeza de Goshinki fuera usada por Sesshōmaru para crear con sus colmillos la espada Tokijin. Es desconocido si Naraku sabía de estos acontecimientos. Posteriormente, Naraku creó a otro par de sus extensiones, una pareja de hermanos llamados Juromaru y Kageromaru los cuales a diferencia de las otras extensiones, eran salvajes e incontrolables. Incluso al nacer, Kageromaru intenta matar a Naraku pero falla.