Nguillatún

Nguillatún
Información sobre la plantilla
NGUILLATUN.jpg
Concepto:Del pueblo Mapuche, o el ruego de un pueblo por un futuro más próspero.

Nguillatún. Ceremonia religiosa y tradicional del pueblo Mapuche, en la que elevan sus pedidos al Dios Nguenechén, benefactor de su pueblo. La fiesta o "rogativa" (en la que ruegan por la prosperidad, por las lluvias y las buenas pasturas) se realiza anualmente, al final del verano y dura tres días llenos de música, baile y emoción. Las calfú malén (niñas de azul) y pihuichenes (niños santos), elegidos entre los jóvenes de la tribu, son los protagonistas de la fiesta.

La Ceremonia

El lugar escogido para la ceremonia se erige en un "altar" -rehue- construido con cañas -colihues-. A su alrededor se realiza la danza del pürrum, que se repite varias veces durante la reunión y es el ritual más colorido del Nguillatún. Los bailarines reciben el nombre de treguel (tero), pues sus movimientos durante la danza son muy parecidos a los del ave. Los "bailarines-teros" adornan su cabeza con un penacho de plumas de colores: el anem. Los Mapuches creen que cada pluma le concede al bailarín un atributo del ave.

Así, la pluma del manque (cóndor) concede poder; la del ñancu (aguilucho), vista poderosa, elegancia y serenidad; la del nuco (búho), agudeza visual nocturna; la del choique (ñandú), velocidad en la carrera. Estos "bailarines emplumados", se acompañan con tres instrumentos sagrados: la pifulca, flauta de madera que llevan los hombres colgada al cuello; la trutruca, una caña ahuecada donde se inserta un cuerno de vaca -el sonido es similar al bramido de un toro- por último, el cultrún, tambor de madera forrado con cuero de caballo. El palillo se decora con hilos de colores que representan el arco iris ¡y la alegría de la fiesta!

Durante la ceremonia se realizan bailes acompañados de diversas oraciones. Además se sacrifica un animal, generalmente un cordero, por el ngepin que es el director del rito. Luego la sangre del animal se asperja o se reparte a los invitados, ofreciéndose a los participantes la bebida ritual llamada muday (maíz fermentado). El cuerpo del animal sacrificado puede ser completamente quemado en un fogón para ser consumido.

Inicio de la ceremonia

Esta larga festividad religiosa comienza con el canto de las ancianas, al que llaman "taïel". Mientras tanto, los hombres pintan en el anca de sus caballos la tradicional huella del avestruz del sur. La caravana de jinetes avanza desde una distancia de 400 metros, y son precedidos siempre por los niños. La columna sigue lentamente hacia el círculo ceremonial, al compás de los sonidos del Kultrún, un típico instrumento musical que ellos mismos confeccionan.

De pronto, los jinetes se lanzan a rienda suelta galopando en círculo alrededor del "rehue". Dan cuatro vueltas lanzando gritos para alejar a los espíritus malignos. Luego se acercan hasta donde está el cacique, quien realiza los ruegos mirando al naciente. A la mañana siguiente, otro llamado del Kultrún anuncia una nueva jornada. Los niños sagrados se alistan en sus caballos para intervenir en los rituales, precediendo a la columna de jinetes, mientras los bailarines comienzan a ejecutar sus danzas alertados por el llamado del tambor.

El casamiento de los pehuenches

Cuando un pehuenche decidía casarse con una joven, se lo contaba a sus familiares y amigos. Su intención no era sólo comunicar la noticia sino lograr que lo ayudaran a juntar los regalos necesarios para presentarlos ante la familia de su pretendida. Cuando llegaba el día elegido para la boda, los amigos del novio se dirigían al toldo de la novia para contarles a los padres de ella las bondades del pretendiente.

El padre respondía contando las cualidades de la hija, pero aclaraba que la que decidía era la madre. Recién cuando ésta daba su consentimiento, se presentaban los obsequios a la vista de todos. Entre los regalos podía haber ganado, vestidos y aperos para montar. Después se preparaba un asiento con ocho o diez mantas. Allí se sentaba la novia junto a su futuro esposo. Entonces comenzaba la fiesta que solía durar un día entero. Pero ¿qué sucedía si los padres de la novia se oponían al casamiento? Los amigos del novio raptaban a la prometida por unos días. Luego, los parientes del novio solicitaban el permiso de sus padres. Previamente, les llevaban regalos, pedían perdón por el acto de violencia y defendían al prometido. Siempre había reconciliación entre las familias.

Fuentes