Niños agresivos

Niños agresivos
Información sobre la plantilla
Agresividad niños.jpg
Concepto:La agresividad es la disposición que tienen para provocar a otros o atacarlos física, gestual o verbalmente de forma violenta.


‘’’Niños agresivos.’’’ Las manifestaciones de agresividad en los niños tienen diferentes formas de expresión, es decir, física, verbal y moralmente. Muchos niños expresan la agresividad de forma explícita pero sin mala intención y otros lo hacen de manera más refinada pero con una implicación moral más negativa. De manera que la agresividad es la disposición que tienen para provocar a otros o atacarlos física, gestual o verbalmente de forma violenta.

Elementos caracterizadores

Poco control de sus impulsos, irreflexivos, tienen malas relaciones con sus compañeros, conflictivos, suelen resolver sus problemas por la vía violenta de forma física o verbal, son sensibles ante el daño que cometen, responden afectuosamente cuando con respeto y buena forma se desaprueba su conducta.

Causas

Es importante que el maestro conozca con meridiana transparencia que los niños, hijos de padres violentos, por lo general, son potencialmente agresivos cuando hay manifestación de abuso emocional por parte de los padres puede pensarse que en uno de ellos o en los dos hay algún trastorno de personalidad o elementos psicóticos, formas de neurosis histérica y obsesiva que hacen que las exigencias hacia sus hijos sean demasiadas estresantes. La familia determina algunos límites con respecto a la agresividad. En estudios realizados encontraron que el grado más alto de agresión se presentaba en los casos que eran más severos los castigos por conducta agresiva, particularmente los varones, dichos estudios sugieren que la conducta agresiva aumenta según la intensidad del castigo por esta causa, aunque no se descarta que puede generar algunos inconvenientes como la apatía y la pasividad.

La televisión puede estimular también, como consecuencia de algunos programas una conducta agresiva, al estar presente la violencia mediante personajes que ellos imitan.

Dentro de los elementos causales también está presente la ambivalencia en el trato con el menor, la carencia afectiva, la sobreprotección, todo ello constituye maltrato psicológico en un niño, acompañado como parte de éste el abuso físico y las particularidades de su temperamento al no conducírsele adecuadamente.

De la misma manera hay que señalar que la escuela al igual que extingue la conducta agresiva de los alumnos que lo son, mediante el uso de variados procedimientos, se puede convertir en una vía generadora o de incremento de estas conductas si se reprime con frases o acciones que refuercen su posición.

Pautas para la intervención

Lo primero es tener plena comprensión y conocimientos de los motivos que dieron lugar a la conducta agresiva y el conocimiento de la manera en que han sido canalizados los impulsos agresivos realizados por la familia durante el proceso de la socialización, si su conducta agresiva guarda relación con los valores o nociones que sostienen los padres acerca de la agresión, así como los métodos empleados para tratar la conducta agresiva. Hacerle comprender a los padres que para formar un niño no agresivo es necesario de evitar el castigo de los niños por esta agresión. Es importante no responder a ellos con acciones que tengan también un carácter agresivo, se debe mostrar con ejemplo otras formas de existencia de relaciones, hacerle ver en buena forma su proceder incorrecto, trasmitirle confianza y seguridad en que pueden actuar de otra manera, aunque tales procedimientos no niegan que hayan casos y momentos en que sea necesario actuar enérgicamente, que no significa actuar con agresividad.

Resulta importante proporcionar la participación en actividades que les permitan canalizar sus energías como correr, saltar, cargar peso, trepar objetos, participar en boxeo, judo o cualquier otro deporte de combate que son actividades socialmente reguladas y aceptables. En estos casos siempre hay que reforzar la necesidad de no actuar por impulsos, de obedecer las reglas, mantener la disciplina que corresponda, de manera que le sirva de control y catalizador.

Es importante también darles responsabilidades y proporcionarles éxitos en su cumplimiento y reforzar sus aspectos positivos. Para el logro de estos objetivos resulta imprescindible lograr en el resto de los alumnos comprensión y apoyarse en el colectivo para tales fines.

Fuente

  • Actualidad psiquiátrica. Conductas irruptivas y trastornos por déficit de atención 2000.
  • Alonso Franco, J. Desorden de atención disminuida 2000.
  • Arias Beatón Guillermo y otros. La atención a los alumnos con trastornos de la conducta. UNICEF. Oficina Regional para América Latina y el Caribe.
  • Arruis Pérea, Ana. Dificultades del comportamiento. Capítulo 12 del libro Bases Psicopedagógicas de la Educación Especial.
  • Bachkavieva, Georgina. Particularidades psicológicas del escolar difícil y causas del retraso escolar. Editorial de libros para la educación MINED, 1997.
  • Colectivo de Autores. Factores pedagógicos, microsociales y biológicos que propician infracciones en la disciplina pro parte de los alumnos con trastornos de la conducta y el desarrollo psíquico. Gabinete metodológico-docente de las escuelas especiales de la República de Ucrania, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, Cuba, 1983.