Nociceptor visceral

Nociceptor visceral
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Nocicepción visceral diagram.png
La imagen muestra un diagrama simplificado del camino del dolor espinal relacionado con la nocicepción visceral.
  • Nociceptores viscerales: Representados por terminaciones nerviosas libres en los órganos internos, que detectan estímulos dañinos.
  • Ganglio de la raíz dorsal (DRG): Conecta las terminaciones nerviosas viscerales con la médula espinal.
  • Médula espinal: Procesa las señales de dolor en áreas específicas, indicadas por círculos rojos en el diagrama.
Este diagrama ilustra cómo las señales de dolor visceral se transmiten desde los órganos internos hasta el sistema nervioso central, destacando el papel de los nociceptores viscerales en la percepción del dolor.
LatínNociceptor visceralis
TAA08.800.550.700
SistemaSistema nervioso
NervioNervio vago, nervios esplácnicos
PrecursorCélulas de la cresta neural
Enlaces externos
MeSHNociceptor visceral

Nociceptor visceral

Los nociceptores viscerales son receptores sensoriales que detectan estímulos dañinos en las vísceras, como los órganos torácicos, pélvicos o abdominales. Estos receptores son responsables de la percepción del dolor visceral, que es el dolor resultante de la activación de los nociceptores en estas áreas[1].

Etimología

El término nociceptor proviene del latín nocere, que significa "dañar" o "herir", y de la palabra receptor, que se refiere a una estructura que recibe estímulos[2]. Fue acuñado por el neurofisiólogo inglés Charles Sherrington en 1906[3].

Historia

El estudio de los nociceptores viscerales comenzó a principios del siglo XX. El término "nociceptor" fue acuñado por el neurofisiólogo inglés Charles Sherrington en 1906. Sherrington identificó estos receptores como estructuras especializadas en detectar estímulos dañinos en los tejidos del cuerpo. A lo largo de las décadas, la investigación ha avanzado significativamente, revelando la complejidad y especificidad de los nociceptores viscerales en la percepción del dolor[4].

En los años 70 y 80, los avances en la neurociencia permitieron una mejor comprensión de los mecanismos de transmisión del dolor visceral. Estudios con animales y humanos han demostrado que los nociceptores viscerales responden a estímulos como la distensión, la isquemia y la inflamación, pero son menos sensibles a estímulos como el corte o el ardor[5].

Más recientemente, la investigación se ha centrado en los neuropéptidos y otros mediadores químicos que juegan un papel crucial en la señalización del dolor visceral. Estos descubrimientos han abierto nuevas vías para el tratamiento del dolor crónico y otras condiciones relacionadas con el dolor visceral[6].

Características

Son muy sensibles a:

  • La distensión (estiramiento)
  • La isquemia (falta de flujo sanguíneo)
  • La inflamación

Sin embargo, son relativamente insensibles a otros estímulos que normalmente evocan dolor, como el corte o el ardor[1].

Neurofisiología

Los nociceptores viscerales están involucrados en la transmisión de señales de dolor desde los órganos internos hacia el sistema nervioso central. Estos receptores utilizan neuropéptidos como el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), la somatostatina, el péptido intestinal vasoactivo y la sustancia P para transmitir señales de dolor[7]. Las fibras aferentes viscerales pueden ser vagales o espinales, con las fibras vagales transmitiendo principalmente información fisiológica y las fibras espinales codificando eventos nocivos[8].

Dolor visceral

El dolor visceral es difuso, difícil de localizar y a menudo se refiere a una estructura distante, normalmente superficial. Puede ir acompañado de síntomas como:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Cambios en las constantes vitales
  • Manifestaciones emocionales

Puede describirse como nauseabundo, profundo, opresivo y sordo[1][9].

Ejemplos de dolor visceral

Referencias

Fuentes

  • Fernando, C. (1996). Visceral nociceptors. En C. Belmonte & F. Cervero (Eds.), Neurobiology of Nociceptors (p. 0). Oxford University Press. Recuperado el 21 de noviembre de 2024. [8]
  • McGuire, C., Boundouki, G., Hockley, J. R. F., Reed, D., Cibert-Goton, V., Peiris, M., Kung, V., Broad, J., Aziz, Q., Chan, C., Ahmed, S., Thaha, M. A., Sanger, G. J., Blackshaw, L. A., Knowles, C. H., & Bulmer, D. C. (2018). Ex vivo study of human visceral nociceptors. Gut, 67(1), 86-96. Recuperado el 21 de noviembre de 2024. [9]
  • Tresguerres, J. A. F. (s. f.). Anatomía y fisiología del cuerpo humano. ISBN: 978-84-481-6890-2.