Octavio Campos Concepción
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Octavio Campos Concepción . Víctima de la dictadura batistiana del poblado de Cabañas, Artemisa.
Nacimiento y juventud
Octavio Campos Concepción nació en Cabañas, municipio del mismo nombre, Pinar del Río el 22 de febrero de 1933. Sus padres eran campesinos y propietarios de dos pequeñas fincas dedicadas a la siembra de caña en San Claudio, Las Animas, en este término municipal. A pesar de ello, la familia era bastante humilde.
Octavio solamente alcanzó hasta el 5to grado de la enseñanza primaria como nivel escolar .Era soltero pero tenía 2 hijos y vivía en concubinato con su compañera de vida. Según cuenta la tradición popular y los familiares era de carácter serio, muy responsable, laborioso, emprendedor y respetuoso y de excelentes relaciones humanas.
Vida laboral
No tenía un oficio determinado pero había aprendido a desarrollar diversas profesiones en los cuales alternaba, según los ofrecimientos de labores que le hacían en la zona. Es por ello que se desempeñaba como carpintero, albañil, machetero, barbero, zapatero y hasta como desmochador. Sirvió ocasionalmente de mensajero y sanitario a la columna 2 “Ciro Redondo” del Ejercito Rebelde. En fin, era un jornalero pero también realizaba otras acciones propias del campo en ayuda a su padre y hermanos mayores.
Muerte
Octavio murió a los 35 años, en forma trágica, violenta y casual. El 18 de noviembre de 1958 se encontraba Octavio trabajando en la construcción de una casa perteneciente a unos vecinos de San Claudio. Al mediodía decidió ir a su casa a almorzar y al llegar allí, muy cerca del puente de San Claudio, vio como unos soldados recién llegados al lugar maltrataban al joven Gonzalo Rivero Mendía, un muchacho vecino suyo y que presentaba problemas de retraso mental.
Octavio se dirigió al lugar junto a otro vecino, José Benito Díaz. Ambos trataron de interceder por Regino pero los esbirros que estaban al frente del pelotón de soldados hicieron caso omiso a sus palabras. Ambos fueron maniatados e hicieron que los acompañaran con dirección al lugar donde se proponían acampar
No se les vio más. A unos mil metros del lugar se encontraron sus dos cuerpos semanas después. Los que le conducían le habían proporcionado una fuerte golpiza, algo que pudo deducirse por faltarles dientes y tener otros partidos así como por los huesos rotos que presentaban los cráneos.
De ellos, la familia pudo recoger poco puesto que los asesinos no le habían dado sepultura a sus cuerpos después de haber sido baleados y lanzados dentro de un cañaveral las auras, los perros jíbaros y los puercos se habían ocupado de hacer el resto.
Lo más cruel y abominable de esta historia es que el mismo día en que le asesinaron , el pelotón de soldados estuvo en la casa de los padres y pidieron a su padre que les hiciera comida para la tropa; lógicamente , la familia no sabía lo que había pasado y los verdugos ni siquiera suponían adonde habían llegado. Octavio y José Benito fueron otras de las víctimas de la brutal masacre de Cabañas ocurrida en 1958.
Fuentes
- Alberto Echazábal Rodríguez. Historiador de la localidad de Cabañas, Municipio Mariel, Provincia Artemisa. 18 de noviembre del 2011.