Paisaje de Montserrat desde la Roca Dreta

Paisaje de Montserrat desde la Roca Dreta
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Paisaje de Montserrat desde la Roca Dreta.jpg
Datos Generales
Autor(es):Luis Rigalt y Farriols
Año:1852
País:Bandera de España España
Técnica:Óleo sobre lienzo
Dimensiones:62 X 98.5 cm
Localización:Museo del Prado (No expuesto)

Paisaje de Montserrat desde la Roca Dreta. Paisaje al óleo sobre lienzo de Luis Rigalt y Farriols, pintor, decorador y dibujante español especializado en el género de paisaje.

La obra

La montaña que se divisa al fondo es Montserrat y el peculiar elemento natural que centra la composición es una roca derecha, traducción literal castellana del topónimo catalán Roca Dreta. Esta roca constituye un hito geográfico muy conocido en las cercanías de Martorell, ya que semeja un elemento megalítico y por ello es un punto de referencia clásico en la comarca. La gran roca en cuestión, de varios metros de altura, se alza junto a esta ciudad, en el antiguo camino hacia Corbera, desprendida del cerro de la Corona, accidente montañoso que aparece a la izquierda de la pintura, y clavada verticalmente al pie del citado camino. No es raro, pues, que Luis Rigalt y Farriols, que recorría tan concienzudamente los caminos catalanes con su cuaderno de dibujos siempre en mano, dedicase su atención a un elemento natural tan singular como el que centra la pintura.

Es un cuadro que ejemplifica muy bien el carácter abiertamente romántico de la obra de Rigalt antes de entrar en la madurez. El pintor capta un paraje natural sin añadir elementos fantasiosos, pero en cambio magnifica su motivo central y se recrea acentuando el aire misterioso del conjunto. La Roca Dreta, no tiene en realidad, vista al natural, la majestuosidad contundente con la que el pintor la describió; ni el espacio que media entre ella y Montserrat algo lejano, hoy ocupado por modernos barrios de Martorell, tiene en realidad la sensación de inmensidad que el pintor nos comunica. E incluso el propio macizo de Montserrat, no tiene, sin embargo, visto desde ahí, el aspecto como de inmenso castillo de fantasía con en el que aparece en el cuadro.

La obra fue pintada hacia 1852, tal vez un poco antes, con lo que se sitúa en una etapa relativamente primeriza de la actividad del artista. Es cierto que Rigalt tenía treinta y ocho años cuando lo pintó, pero también hay que tener en cuenta que los años de mayor intensidad en su carrera serían los de las dos décadas siguientes.

Fuente