Parque Natural de la Sierra de Castril

Parque Natural de la Sierra de Castril
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Está situado en el límite de la provincia de Jaén, colindante al Parque Natural de Cazorla, Segura y la Villas. Es una sierra de grandes contrastes, donde su principal característica es su espectacular relieve, fruto de la naturaleza caliza del suelo, muy accidentado con cumbres por encima de los 2000 m. y por la acción de las aguas corrientes. Son abundantes las simas, grutas y galerías. Entre la que destaca la Cueva del Muerto, en Sierra Seca, donde se pueden contemplar caprichosas formaciones de estalactitas y estalagmitas, y la Cueva de Don Fernando, la de mayor profundidad y longitud de Granada, con numerosas galerías y salas de indudable belleza, como la Sala de la Colada.

El río Castril es el principal valor ambiental de este Parque Natural, responsable además de la fisonomía y la peculiaridad del entorno. Sus aguas emanan del corazón del Parque y lo recorren hasta el embalse del Portillo.

Realizando un agradable paseo por el sendero señalizado, que transcurre paralelo al río y que sirve de punto de partida de otros itinerarios, se descubre el lugar donde todo esto tiene su inicio. El nacimiento del Río Castril es un sitio único, de extremada belleza. De las rocosas paredes brotan permanentemente sus frías y cristalinas aguas, que proporcionan refugio a la trucha común que tiene en la nutria uno de sus principales predadores. Una característica a destacar es la pureza que presenta aquí este pez, ya que no se ha visto afectada por repoblaciones de otras variedades, como ha sucedido en otros lugares. El bosque en galería acompaña y envuelve el curso fluvial. Sauces, chopos y olmos lo custodian, proporcionando el lugar idóneo para aves, como el martín pescador o el mirlo acuático.

macizo calcáreo

Además de fuente de riqueza natural, el agua también modela el terreno. A su paso erosiona el macizo calcáreo y transforma el paisaje en un sistema kárstico de elevado valor ambiental como el [○1Barranco de la Osa]].

Las aguas acceden al corazón de la roca modelando grutas e importantes cuevas como la de Don Fernando. La particularidad de su geomorfología lo convierte en un lugar de interés para la práctica de la espeleología o, simplemente, para los interesados en la geología. Un ejemplo evidente del modelado fluvial de este Parque y su entorno es la Peña de Castril, declarada Monumento Natural.

En su cima se encuentran los restos que atestiguan el origen de la población que le da nombre, como por ejemplo un castillo de época musulmana.

límites

Fuera de los límites del parque se encuentra el pueblo de Castril que posee un interesante patrimonio histórico cultural. Esta población también es conocida por su tradición artesanal, ya que durante mucho tiempo la extracción de madera para la fabricación de barcos y la industria del vidrio fueron su motor económico.

Vegetación

En las cumbres más altas destaca entre la vegetación el pino salgareño. Este árbol, que puede alcanzar los 40 m de altura, resiste muy bien las bajas temperaturas y los fríos vientos invernales. A su alrededor se disponen, a escasa altura sobre el suelo, sabinas y enebros rastreros además de otras especies de aspecto almohadillado o redondeado. La encina, especie típicamente mediterránea, también se halla presente aunque sus bosques se han visto mermados por la fuerte presión humana. Quejigos y arces son otros árboles que, aunque escasos y raros en Andalucía, pueden encontrarse en estas sierras, como en las cabeceras de los Barrancos de Túnez y Magdalena. Todas estas formaciones vegetales naturales se han visto en ocasiones desplazadas por bosques de pinos de diversas especies procedentes de repoblaciones: carrasco, laricio, silvestre.

Fauna

Gracias a la variedad de ambientes de estas sierras, la fauna adquiere también una notable diversidad, destacando la población de buitre leonado, que encuentra aquí el límite sur-oriental de la Península Ibérica. Otras especies de interés son la cabra montés, el muflón, el gamo, el jabalí, el lince, el gato montés o la garduña, entre los vertebrados terrestres, o el águila real, el halcón peregrino o el milano negro, entre las aves.

Sin duda, es el ambiente fluvial el de mayor riqueza y grado de naturalidad gracias a la constancia, abundancia y transparencia de las aguas del río Castril. Buena muestra de ello es la presencia habitual de especies significativamente asociadas a ecosistemas riparios en buen estado de conservación como son el martín pescador, el mirlo acuático, la garza real o la nutria.

Casi todas ellas tienen en la trucha común, de una pureza genética intacta merced a la inexistencia de repoblación artificial alguna hasta la fecha, una fuente de alimentación inagotable.

El carácter excepcional de este río destaca aún más si se enmarca su localización en el contexto subdesértico del inmediato Altiplano de Baza-Huéscar que se extiende hacia el sur, desde la zona basal de estas sierras.

Cultura

Además de su sierra y de su río, bien merece una visita la localidad de Castril, declarada Conjunto Histórico Artístico y Paisaje Pintoresco. Encaramado en la falda de su peña, es éste un pueblo de pronunciadas calles y sencillas casas apiñadas, donde el sabor de lo serrano es su más noble seña de identidad.

En el cerro destaca el Castillo roquero de origen árabe siglo XIII, que en su tiempo sirvió de fortaleza militar. Culmina en una peña desde la que se puede contemplar una inmejorable panorámica del pueblo y su entorno. Al pie de la peña se encuentra la Iglesia Parroquial , una edificación del [[siglo XVI]○3 atribuida a Diego de Siloé, con su portada sur de estilo plateresco, según se cree diseñada por Covarrubias.

Fuentes