Parrandas en Yaguajay

Parrandas de barrio en Yaguajay
Parranda Yag 2.JPG
Lugar:Yaguajay

Parrandas en Yaguajay. Aproximadamente en 1820, el Padre Francisco Virgel de Quiñonez (Francisquito), que oficiaba en la Iglesia de la Villa de San Juan de los Remedios, preocupado por la ausencia de feligreses en las misas de aguinaldo celebradas en las madrugadas del 16 al 24 de diciembre ideó que muchachos del pueblo salieran a la calle y despertaran con ruido de pitos, fotutos y latas a los vecinos, dejándolos sin otra opción que abandonar sus camas y acudir a la convocatoria. Tal ocurrencia agradó al pueblo, surgiendo así una de las festividades más atrayentes de Cuba.

Surgimiento de las parrandas en Yaguajay

A partir de 1820 las Parrandas fueron creciendo, hasta que en 1871 adoptaron la estructura que en lo esencial mantienen.Las Parrandas y su despliegue estético tienen como pilares fundamentales la representación y la competencia, este último elemento la hace esencialmente diferente a otras fiestas tradicionales.

Terminada la Guerra del 1895, se deterioró la base económica del municipio, teniéndose en cuenta que la economía se sustentaba en la ganadería y en la producción azucarera. Después de haber pasado el país por una cruenta guerra se hacía necesario entrar en una recuperación total, de la cual Yaguajay no estaría exento, es entonces que en diciembre de 1901 surge una de la más importantes actividades festivas de este municipio bautizadas con el nombre de Parrandas de Barrios, según una reseña del Periódico Siglo XX editado en el municipio Yaguajay el 1 de diciembre del propio año. En el artículo titulado: ¡VIVA LA LOMA!, ¡VIVA SANSARICQ!, se hacía referencia a la buena cordura de ambos barrios y a la calidad en los trabajos, también se le asigna una plaza a cada barrio, quedando divido el pueblo en dos partes por una línea imaginaria que seria en aquel entonces la esquina de la calle Panchito Gómez Toro y Antonio Maceo, esto, años más tarde cambió debido a que el barrio La Loma quedó con la mayor parte de los negocios, y los comerciantes más importantes que hacían un gran aporte económico al desarrollo de las Parrandas por las ganancias que obtendrían cuando se efectuaran las mismas. Es por ello que se hace un reajuste de la división de los barrios y se corre la línea imaginaria (Raya), una cuadra más arriba, quedando ubicada en la misma calle pero frente al Paseo Agramonte.

La Parranda Yaguajayense tiene características similares a la que le dio origen, las Parrandas de Remedio, pero contienen elementos, expresiones y manifestaciones que la distinguen entre las que se encuentran los cantos de cada barrio, sus bungas invasoras, el toque de rejas, changüíes, símbolos que identifican los barrios, carrozas, vestuarios, décimas, etcétera.

Entre los símbolos o insignias que identificaban los barrios se encuentran en La Loma: una bandera o estandarte rojo con un Gallo pintado, un Chivo, un Toro, un muñeco representando al Negrito Calmuta y el Gallo con el pico abierto. En el barrio Sansaricq se manifiesta con una bandera o estandarte de color azul con un Gavilán pintado, un Sapo, una negrita que le denominó con el nombre de Cicuta, y un gavilán.

Todos estos distintivos eran construidos muy bien artísticamente con alambre, caña castilla, bordados en tela por las manos laboriosas de los simpatizantes de cada barrio y sostenidos con un asta de madera que cargan a rato sus integrantes.

Carrozas de barrios

La carroza es el elemento espectacular más difundido –junto a los fuegos artificiales– en los pueblos que realizan parrandas. El escenario de la carroza tiene una concepción tridimensional, en su sentido escultórico. Espera público en todos los puntos de observación, y lo principal: espera personajes en todos los espacios previstos a lo largo y ancho de su extensión. La carroza argumenta su espectáculo dentro de los patrones de la historia del arte universal, aludiendo a figuraciones altamente conocidas dentro del repertorio ideo estético de la gran masa “receptora”.

Es importante señalar que las carrozas tienen una mayor participación popular porque exige mayor número de equipos (carpinteros, decoradores, diseñadores de vestuarios, electricistas, etcétera). Cada carroza es un elemento clave, determinante para la majestuosidad y elegancia, o sea, el orgullo del barrio. La dedicación puesta en el terminado de las carrozas dice mucho de lo que es capaz la unidad de ideas populares en función de un arte empleado en defensa de los intereses comunitarios. Por ello no es extraño ver sumarse, a la lista de artesanos que diseñan y confeccionan las carrozas, a otros que han cursado estudios elementales e incluso superiores.

En el desarrollo histórico de las parrandas han desempeñado un papel predominante, las distintas manifestaciones del arte popular. Arte con requerimiento de valores estéticos que lo definen como tal, pero al que se han hecho incorporaciones lógicas que tienen que ver con el desarrollo cultural de los miembros de la comunidad. La cultura popular no es completamente planificada ni organizada cuando surge o cuando se enriquece en ese proceso de asimilación constante de lo nuevo que sirva a sus intereses y el rechazo a lo ya caduco.

Fuegos artificiales:

Los fuegos artificiales eran a granel los días 24, 25, 26 de diciembre, se construían en Yaguajay con inventiva propia, ya en 1923 se tiraron los primeros fuegos de Truit y Acuña, Globos construidos con papel crepé de colores, estos globos recorrían grandes distancias anunciando las parrandas de Yaguajay y eran otra novedad que alegraba al pueblo en general.

En años posteriores ésta tradición de la construcción de artificios pirotécnicos fueron evolucionando, y los mayores exponentes de este espectáculo eran los Fuñi Fuñi, quienes fueron trasmitiendo sus conocimientos a las nuevas generaciones dando como resultado que los dos barrios parranderos de la localidad cuenten con experimentados artistas de la pirotecnia.

Fuentes

  • Archivos del Joven Club Yaguajay I