Perdiz moruna

Perdiz moruna
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Otros nombresAlectoris bárbara
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Clase:Aves
Orden:Galliformes
Familia:Faisánidas

Perdiz moruna. Especie propia del noroeste de África, se puede encontrar desde el sur de Marruecos hasta Egipto. Fue introducida en algunas zonas de Andalucía durante la dominación árabe, y en la actualidad se han citado a unos ejemplares en la zona de Gibraltar.

Rasgos característicos

Su tamaño es un poco menor que la perdiz roja y su plumaje es de un color castaño con manchas blancas. Tiene una banda negra que va desde el pico hasta el ojo prologándose hasta la garganta. Los flancos son de un color más oscuro que el de la perdiz roja con bandas de color marrón oscuro. El pico y las patas son de un color rojizo anaranjado.

Costumbres

Es muy parecida a la perdiz roja pero la potencia de su vuelo y resistencia es menor que la de ésta. En el mes de diciembre es cuando las perdices comienzan a disgregarse de las bandadas para formar parejas, el macho es el encargado de hacer el nido, el cual se encuentra en el suelo rodeado de densa vegetación. La puesta se realiza de abril a junio y suele ser de unos 12 a 15 huevos. El color de los huevos, es amarillento con finos puntos pardos. La incubación dura unos 24 días y la realizan ambos sexos. Los pollos son alimentados tanto por el macho como por la hembra y pueden andar detrás de los padres pocos días después de nacer.

Hábitat

Desde zonas de la meseta hasta zonas montañosas.

Reproducción

La cría de la perdiz moruna comienza antes, como es lógico pensar, en las zonas costeras, hacia el mes de marzo. En la mayoría de los nidos catalogados empiezan a observarse huevos en abril e incluso en mayo, dependiendo, como hemos citado, de la altura de su hábitat en referencia al nivel del mar y al medio vegetal que le rodea. Los nidos suelen esconderlos entre matorrales o próximos a piedras protegidas con patucos o hierbas espontáneas.

Los pollos una vez nacidos actúan como todos los de su especie, son nidífugos, ya que abandonan el nido tras su madre y permanecen en su proximidad, incluso cuando están bien desarrollados para formar bandos. En Fuerteventura he observado algunos bandos unidos entre sí, por los que su número llega a ser superior a cien individuos.

Alimentación

Debe integrarse a base de semillas de trigo, cebada, centeno, cañamón, verduras picadas, lombrices, larvas, arroz, etc.

Carácter y comportamiento

Muy similar al de sus parientes próximas, son relativamente sociables, excepto durante la reproducción, época en la que los machos se muestran combativos y pendencieros. En cautividad es preferible separar al macho tras el apareamiento.

Su Jaula

Necesitan, cuando menos, tanto espacio como sus parientes las perdices comunes. Un jaulón de 6 a 8 metros cuadrados de superficie puede acoger un grupo familiar, una pareja durante el cortejo e incluso un pequeño bando durante el otoño e invierno. Los machos se aí­slan preferiblemente en jaulones contiguos de menores dimensiones.

La decoración idónea estará formada por matas bajas cerradas y una pequeña zona plantada de cereales de invierno: trigo y cebada. La altura de los jaulones, si supera un metro y medio, puede producir golpes contra el techo de las aves, que intentan volar, por lo cual se dispondrá un salva cabezas de lona o plástico blando atirantado.

Cuidados

Limpieza cuidadosa y administración de alimentos, procurando no alterar ni espantar a las aves, en especial durante la incubación.

Enfermedades

Temperaturas muy frí­as y alimentación inadecuada pueden favorecer las afecciones y parasitosis, que son comunes para las galliformes de granja.

Fuentes