Periostiti tibial

Periostitis tibial
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Periostitis tibial:Es la inflamación aguda del periostio o de la membrana de tejido que cubre el hueso, por lo general, se suele dar en la tibia y la zona más afectada va a ser el área situada entre el músculo tibial posterior y el sóleo. Hay que diferenciar el caso de la periostitis infecciosa, causada por una infección bacteriana que generalmente se trata con antibióticos o fármacos específicos para la patología del paciente. Una periostitis tibial consiste en la inflamación del periostio, que es una membrana protectora de los huesos, debido a una fuerte tensión. Tiene lugar en la zona de inserción del tendón y suele producirse en la cara interna de la tibia. En algunos casos pueden palparse unas bolitas de inflamación muy dolorosas, denominadas rosario perióstico. Es una lesión muy típica de los corredores, si no se la trata puede convertirse en fractura de estrés o hacerse crónica.

Causas

Las personas que más frecuentemente están afectadas de la periostitis son, en la gran mayoría de los casos, los corredores o los velocistas, pero en algunos casos la periostitis afecta a personas que practican otros deportes, y en general deportistas que corren mucho ya que hacen un uso excesivo de esta estructura en el interior posterior de la tibia. La inflamación del periostio también puede ocurrir como resultado de un trauma directo sobre el hueso. El músculo tibial posterior es un músculo cuya acción principal es la supinación, es decir, orientar la planta del pie hacia adentro, lo que supone una importante acción para el mantenimiento del equilibrio y la postura por esta razón las personas que más habitualmente sufren esta patología son aquellas en las que el pie se encuentra en pronación (la planta del pie se orienta hacia afuera). Esto es causado por la necesidad de mantener el músculo tibial posterior en tensión durante la fase dinámica de la carrera. La periostitis afecta especialmente durante los períodos en los que el entrenamiento se hace más exigente, bien por aumento de la velocidad, de la distancia recorrida o por la vuelta al entrenamiento tras un periodo de pausa. Otros factores que favorecen la aparición de la enfermedad son:

  • Calzado inadecuado
  • Correr en bajada
  • Terreno de juego muy difícil (por ejemplo campos de fútbol muy embarrados tras una lluvia)
  • Obesidad

Síntomas

El dolor puede empezar después de un traumatismo o una sobrecarga deportiva, por lo que los síntomas pueden variar. Los atletas tendrán un dolor que comienza a baja intensidad y poco a poco va creciendo hasta hacerse insoportable y punzante, pudiendo llegar a producirse incluso por la noche. El síntoma principal es dolor en la región central y el interior de la tibia, puede afectar tanto a una sola pierna como a las dos, aquí no sigue un patrón fijo y va a ser desencadenado por los movimientos de flexión plantar al correr y saltar, cuando se contrae el músculo tibial posterior, se siente mucho más intensamente, en reposo mejora, pero no supone una mejora definitiva. El dolor se acentúa al presionar sobre la zona inflamada.

Tratamiento

En la fase aguda el mejor tratamiento es de crioterapia y reposo funcional, después de los primeros 2-3 días tienes que entender que lo más importante es eliminar la causa y no sólo los síntomas, de lo contrario se corre el riesgo de recurrencia a la reanudación de la formación, en este momento se tienen que empezar a buscar la causa y valorar si hay un pie en pronación o si el paciente tiene una marcada atrofia de los músculos sóleo y tibial posterior, o si fue por correr sobre suelo duro o por pendiente, al mismo tiempo, debe hacerse un exhaustivo estudio de la estática y la postura y corregir las posibles alteraciones. Si la causa de la enfermedad es de tipo mecánico, es decir, la técnica de la carrera va a tener una gran importancia, de manera que la técnica también va a tener tener que ser estudiada y posiblemente modificarlo. En la mayoría de los casos, la periostitis es causada por una tensión excesiva del tejido conectivo causado por un trauma anterior, tales como los esguinces de tobillo, caídas, etc., Estos eventos hacen que la alteración de las fibras de colágeno con la formación de tejido conectivo del músculo provoque la periostitis.

Prevención

Estiramientos: Aplicar frío al finalizar el entrenamiento a la menor sospecha de periostitis. En caso de que la lesión persista sería conveniente contemplar la posibilidad de realización de plantillas.

Recomendaciones

El síndrome de estrés medial, también llamado periostitis tibial, es un tipo de lesión que sufren los corredores, bailarines y personas que repentinamente aumentan la cantidad de ejercicio que realizan. Esta lesión se produce por la fuerza excesiva en los tejidos conectores de la canilla. Por lo general, puedes prevenirla con entrenamientos progresivos. No obstante, también puedes recurrir a otros métodos para deshacerte de este dolor rápidamente.

  • Descansa las piernas. Deja de correr o entrenar por unos días. Si mantienes la misma rutina, los síntomas empeorarán. Este dolor te indica que necesitas descansar un poco.
  • Los dolores en la canilla se producen por el esfuerzo y trabajo excesivo de los músculos y tendones de tus piernas.
  • Para reducir el dolor y la distensión, es necesario descansar unos días.
  • Evita sobrecargar a tus piernas incluso durante tus actividades diarias.
  • Ponte hielo sobre el área lesionada durante 20 minutos, tres o cuatro veces al día. Para tratar este tipo de lesión, usa hielo en lugar de calor.
  • El hielo te ayudará a reducir el dolor y la hinchazón relacionados con este tipo de lesión.
  • No te pongas hielo o compresas frías directamente sobre la piel.
  • Antes de ponerte el hielo o compresas frías, envuélvelas con una toalla.

Usa medias o vendas de compresión

Estos objetos te ayudarán a aumentar la circulación en el área lesionada y acelerarán su recuperación.

  • Las vendas te ayudan a reducir la hinchazón y brindan mayor soporte al área lesionada.
  • No aprietes las vendas demasiado. Si bien presionar el área lesionada te ayuda a reducir la hinchazón, presionarla demasiado puede cortar la circulación en el tejido.
  • Si sientes entumecimiento u hormigueo en el área vendada, afloja las vendas.

Toma medicamentos antiinflamatorios de venta libre

Es común que las canillas y músculos se inflamen; por lo tanto, puedes tomar antiinflamatorios durante unos días.

  • Algunos antiinflamatorios incluyen el ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina.
  • Al tomar medicamentos, sigue las instrucciones del paquete. Por lo general, cada cuatro o seis horas en el caso del ibuprofeno y cada 12 horas en el caso del naproxeno.
  • No excedas la dosis máxima diaria indicada en el paquete.

Fuentes