Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2018-11-22

Los “Bolsonaros” en Colombia están a la defensiva

REBELION 15 de enero del 2018 ESPAÑA

Fernando Dorado*

Lo que acontece en Colombia es de una dimensión y una complejidad asombrosa que para ser comprendida hay que acudir al espíritu del realismo mágico y al estudio de lo no-evidente, a fin de desentrañar la oscura cadena de hechos, intereses y actores, identificar conexiones y desconexiones, heterogeneidades y multiplicidades, significados y significantes, y poder así captar el movimiento real que fluye en los límites e intersticios de nuestra sociedad.

El último suceso tiene que ver con el entramado de corrupción de Odebrecht que compromete al Fiscal General. El ingrediente explosivo es la desaparición súbita e inesperada del testigo clave de la investigación, el envenenamiento de uno de sus hijos, el extraño accidente en Chile de la fiscal del caso que la tiene al borde de la muerte, y la difusión en medios de comunicación de pruebas póstumas que confirman las denuncias de periodistas y políticos de oposición.

Hechos puntuales sobre el “caso Odebrecht” y el Fiscal General

-El caso de corrupción de Odebrecht compromete en Colombia a los expresidentes Uribe y Santos, al actual presidente Duque, a varios candidatos presidenciales de períodos precedentes (Santos, Zuluaga, Duque), al poderoso potentado empresarial Luis Carlos Sarmiento Angulo (Grupo Aval y Corficolombiana), y a muchos funcionarios, intermediarios y políticos corruptos.

-Néstor Humberto Martínez Neira fue elegido Fiscal General de la Nación hace tres años. Además de haber sido ministro del interior y de justicia de gobiernos anteriores fue ministro de la presidencia en el último período de Santos, y asesor jurídico de empresarios colombianos y extranjeros, entre ellos el Grupo Aval, que está comprometido en el caso Odebrecht.

-Fue un nombramiento hecho a dedo. Esa decisión política es camuflada en Colombia con la elección en la Corte Suprema de Justicia de una terna presentada por el presidente de la República. Martínez Neira contó con el apoyo de todos los partidos políticos del establecimiento oligárquico y de los gremios empresariales.

-Jorge Robledo y Claudia López, senadores del Polo Democrático y Alianza Verde, cuestionaron esa designación. A la cabeza de sus partidos y de amplios sectores de opinión denunciaron por conflicto de intereses al Fiscal General y solicitaron con vehemencia su marginación de la investigación por corrupción de Odebrecht y el nombramiento por parte de la Corte Suprema de Justicia de un Fiscal Ad-hoc independiente de la Fiscalía para garantizar imparcialidad y transparencia en esa acción judicial. En su momento, no lograron mayor resultado.

-Hasta la fecha esa investigación ha comprometido a funcionarios y políticos de segundo nivel o rango, y a diferencia de lo ocurrido en otros países de América Latina en donde presidentes, altos funcionarios del Estado y grandes empresarios han terminado en la cárcel, en Colombia esa investigación no avanza y se ha visto entorpecida por los mismos funcionarios judiciales.

-Jorge Enrique Pizano (qepd), auditor del consorcio creado por Corficolombiana y Odebrecht en Colombia identificó desde el 2013 actuaciones sospechosas que violaban la normatividad y la ética profesional; en el 2015 presentó indicios y pruebas a Néstor Humberto Martínez, por entonces asesor jurídico del Grupo Aval, para que la empresa iniciara una investigación interna. Pocos días después Martínez Neira fue elegido Fiscal General de la Nación y, en vez de profundizar la investigación, acorraló al denunciante y obstaculizó el avance de la misma.

-Las declaraciones concedidas por Jorge Enrique Pizano y los audios de entrevistas con Néstor Humberto Martínez entregados al Canal 1 de TV, y a otros periodistas, que fueron difundidas parcialmente en forma póstuma el pasado 12 de noviembre por voluntad del denunciante, sacaron a relucir un entramado criminal de altos quilates donde el Fiscal General es protagonista pero hay otros comprometidos con mayor y gran poder.

De acuerdo a lo conocido, Pizano creía que su vida estaba en peligro y autorizó a los comunicadores a hacer público su contenido si algo ocurría contra su integridad. Para agravar los hechos, su hijo Alejandro murió envenenado tres días después del deceso de su progenitor cuando consumió un líquido que estaba en el escritorio de su padre. Todo apunta a que Pizano no murió de un ataque cardiaco como inicialmente se dijo sino que fue asesinado. Las aguas turbias se agitan pero ocultan la verdad.

1ª conclusión: El actual Fiscal General fue nombrado por Santos, Uribe, Sarmiento Angulo y todas las mafias que nos gobiernan para proteger sus negocios y encubrir grandes crímenes.

La evolución de la política colombiana y los intereses en juego

Colombia es el único país de Latinoamérica donde las fuerzas democráticas desarrollaron una amplia lucha contra la corrupción político-administrativa, involucrando a la ciudadanía en actividades de denuncia, recolección de firmas, consulta popular, iniciativas legislativas contra la actividad corruptora y vigilancia activa de hechos punibles que comprometen a funcionarios del poder ejecutivo, legislativo, judicial y contratistas privados.

En los demás países la lucha contra la corrupción se usó por las clases dominantes para contrarrestar a las fuerzas del cambio como ocurrió con los procesos contra Lula (Brasil), Cristina Kirchner (Argentina) y Correa (Ecuador), aprovechando debilidades ideológicas y graves errores cometidos en su gestión de gobierno.

Tales acciones anti-corrupción incidieron positivamente en la pasada campaña electoral y consiguieron que hasta los partidos políticos tradicionales, incluyendo a su candidato Iván Duque, hoy presidente en ejercicio, se comprometieran a impulsar en el Congreso los 7 puntos de la consulta anti-corrupción respaldada por 12 millones de personas. Además, ese espíritu de ética pública ha obligado al gobierno a desechar –así sea en apariencia– el uso de canonjías (“mermelada”) para obtener el apoyo político de los congresistas para sus iniciativas legislativas.

No obstante, la casta dominante colombiana ha intentado arrebatar la iniciativa de la lucha contra la corrupción a la oposición. Para eso nombraron al Fiscal Martínez y al Procurador Carrillo. Santos en medio de las afujías del “proceso de paz” logró ese consenso en el seno del establecimiento oficial.

Esos altos funcionarios tienen la función de legitimar la institucionalidad en crisis. Para tal fin el Fiscal lanzó una especie de “justicia mediática” usando una serie de casos judiciales (cartel de la “Toga”, supuestos testaferros de las Farc, etc.) para tapar asuntos gruesos que comprometen a sus multimillonarios patrones. Igual, intentan debilitarla jurisdicción especial de paz (JEP) en favor de intereses de políticos, empresarios y militares que quieren enterrar la verdad que está en el trasfondo del conflicto armado.

Para entender la situación actual hay que retrotraerse a lo ocurrido en la campaña electoral. Todo estaba a favor de que un candidato de los partidos democráticos “anti-corruptos” (Polo-Verde-Compromiso Ciudadano-Colombia Humana) fuera electo. Sin embargo, algunas incoherencias y desaciertos de sus candidatos facilitaron a las derechas corruptas el triunfo electoral de su aspirante (Duque) que posó de “anti-corrupto” y se comprometió a “no hacer trizas” los acuerdos con las FARC.

Es en ese contexto que Uribe diseñó su estrategia para negociar desde el gobierno su impunidad frente a las investigaciones que le respiraban en la nuca. Una vez posesionado Duque, el ex–presidente forcejeó con la Corte Suprema de Justicia y consiguió que su caso de manipulación de testigos pasara a manos de una magistrada formada en las filas del ejército. Es un hecho a tener en cuenta.

2ª conclusión: Uribe usa a Duque porque era la única carta para lograr el gobierno y garantizar su impunidad y la de sus cómplices. No obstante, la coalición de gobierno es débil e incoherente.

El gobierno Duque y su impotente demagogia

Iván Duque heredó del gobierno Santos la aceptación de Colombia en la OCDE que acaba de ser sancionada por el Congreso colombiano como si fuera una decisión soberana y autónoma.

Esa coalición económica de poderosos Estados que representan a la oligarquía financiera global está interesada en invertir grandes capitales en nuestro país e impone condiciones básicas y mínimas para asegurar sus objetivos. Entre ellas está la continuidad del proceso de paz y la adecuación de la normatividad tributaria, fiscal y salarial a fin de garantizar la obtención de pingües ganancias de los negocios proyectados. Es un compromiso que Uribe y Duque conocían de antemano.

Solo teniendo en cuenta esa circunstancia se pueden entender los actos de este gobierno. Ellos son conscientes que si no hubiera sido por la aureola de miedo que generaban las FARC, Petro los habría derrotado en las elecciones como lo hizo AMLO en México. Pero no tienen claro el panorama ni la estrategia a seguir. Están obligados a mantener el proceso de paz pero lo que realmente les preocupa es cómo aplicar el paquete neoliberal impuesto por la oligarquía financiera global sin generar un estallido popular. Saben que si no fuera por los recursos que irriga la industria del narcotráfico en la economía legal, la conflictividad social pondría en jaque su institucionalidad, y por ello tienen que jugar con mucho tacto y demagogia para engañar.

Por ello juegan al reformismo en el Congreso para distraer a la opinión pública. Miden el aceite con la llamada “ley de financiamiento” para subir impuestos a las clases medias y bajar tributos a los ricos como lo ordenó la OCDE, pero son conscientes del limitado margen de maniobra que tienen. Además, Duque no tiene el talante para lidiar con los graves problemas represados y heredados de administraciones anteriores, y ellos lo saben. Él es un pobre reflejo de la forma como ganó las elecciones, usando el miedo y las mentiras para llegar sin tener claro cómo van a sobreaguar una situación económica y fiscal que los obligará a recortar el gasto social porque son incapaces de afectar a los poderes financieros y mafias de todo tipo, que son sus patrocinadores.

El fenómeno que se avizora en el próximo futuro es la quiebra interna del uribismo (como ya se observa) y la desbandada general de políticos corruptos que buscarán camuflarse de demócratas y hasta de “izquierdistas” para tratar de mantener su control en los gobiernos locales y regionales. La movilización social iniciada por el paro nacional universitario y el rechazo popular a las intenciones de gravar con IVA la canasta familiar (comida), son solo antecedentes de las movilizaciones que vendrán: contra el alza de los precios de los combustibles, la persecución de la economía informal (Sanandresitos y ventas ambulantes), y los incrementos en impuestos prediales y recortes de los subsidios a los servicios públicos que inevitablemente el gobierno aplicará para balancear sus gastos. Además de los incumplimientos a cocaleros y a otros sectores sociales involucrados en el posconflicto o que tienen acuerdos incumplidos.

Las fuerzas democráticas y los movimientos sociales tendrán que unificar fuerzas y enfoques para ponerse a la cabeza de la movilización social de cara a las elecciones regionales y locales. La lucha contra la corrupción debe profundizarse y algunos aspectos programáticos que se convirtieron en ejes de la pasada campaña electoral tendrán que aterrizarse frente a la realidad de municipios y departamentos. Se trata de impulsar un salto cualitativo de las fuerzas políticas del cambio, la defensa de la vida y la esperanza de un mundo mejor.

En Colombia como en México las fuerzas democráticas pueden pasar a la ofensiva pero deberán tener cuidado frente a temas difíciles que pueden ser explotados por las derechas ultra-conservadoras si no se manejan con criterio democrático e incluyente (diferencias étnicas, de género, religiosos, inmigrantes, etc.).

3ª conclusión: Los Bolsonaros en Colombia están a la defensiva, solo les interesa su impunidad. Hay que confiar y apoyarse en la gente. La movilización social está a la orden del día.

  • Comunicador social colombiano

La “extraordinaria” reducción de las tasas de fecundidad en medio mundo y cuál es la situación en América Latina

BBC MUNDO 9 de noviembre del 2018 REINO UNIDO

La mitad de los países del mundo no tiene suficientes bebés para mantener sus poblaciones. ¿Cuáles son las consecuencias para las sociedades en las que hay más abuelos que nietos?

James Gallagher*

Ha habido un notable descenso global en el número de hijos que están teniendo las mujeres. Una reciente investigación concluyó que la caída de la tasa de fecundidad significa que casi la mitad de los países del mundo se enfrentan actualmente a un problema grave: no hay suficientes niños para mantener el tamaño de su población.

Para los investigadores, estos hallazgos son una "gran sorpresa", con profundas consecuencias para las sociedades con "más abuelos que nietos".

En América Latina los países con las tasas más bajas son Cuba, Puerto Rico, Chile, Brasil y Costa Rica.

Transición extraordinaria

El estudio, publicado en la revista de medicina The Lancet, observó las tendencias en todos los países desde el1950 hasta el 2017. En el 1950, las mujeres tenían un promedio de 4,7 hijos. El año pasado, esa tasa de fecundidad (Total Fertility Rate, en inglés), se redujo casi a la mitad: a 2,4 hijos por mujer.

Pero eso enmascara la enorme variación entre países.

La tasa de fertilidad en Níger, África Occidental, es de 7,1. Sin embargo, en la isla mediterránea de Chipre las mujeres tienen solo un hijo como promedio.

Cuando la tasa de fecundidad de un país desciende por debajo de aproximadamente 2,1, las poblaciones eventualmente comenzarán a reducirse, mucho más aún en los países que tienen una alta tasa de mortalidad infantil.

Lo cierto, es que de acuerdo a un informe de Naciones Unidas entregado en octubre del 2018, de 12 países estudiados en América Latina y el Caribe, que representan a un 85% de la población total de la región, las tasas de fecundidad oscilan entre 1,8 y 2,5 nacimientos por mujer, lejos de las tasas de seis hijos que tenían muchos de ellos durante la década de los años 1960 del siglo pasado.

Los 12 países estudiados son Nicaragua, República Dominicana, Chile, México, Colombia, Venezuela, Perú, Costa Rica, Argentina, El Salvador, Brasil y Uruguay.

Por ejemplo el caso de Chile, que presentó una tasa de fecundidad del 1,7, se debió a que en el 2016 -año de la última medición- hubo 231 mil 749 nacimientos, que representó una baja del 5,6% respecto al año anterior, o sea, el 2015.

Lo más extraño, es que el año del comienzo del estudio, 1950, no había ningún país es esta situación.

El profesor Christopher Murray, director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, dijo a la BBC: "Hemos llegado a esta cuenca en la que la mitad de los países tienen tasas de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo, por lo que si no sucede nada, las poblaciones disminuirán en esos países.

"Es una transición extraordinaria. "Y la idea de que la mitad de los países del mundo estén en esta situación será una gran sorpresa para la gente".

Países afectados

Los países con tasas de fecundidad más bajas son los más desarrollados económicamente. Esto incluye la mayor parte de Europa, Estados Unidos, Corea del Sur y Australia. Esto no significa que el número de personas que viven en estos países esté disminuyendo, al menos no todavía, ya que el tamaño de una población es una combinación de la tasa de fecundidad, la tasa de mortalidad y la migración.

También puede tardar una generación para que los cambios en la tasa de fecundidad se afiancen. Pero el profesor Murray dice: "Pronto ocurrirá una transición tal que las sociedades se enfrentarán a una población en declive".

La mitad de las naciones del mundo todavía está produciendo suficientes niños para crecer, pero a medida que los países avancen económicamente, más bajas serán sus tasas de fecundidad

La caída en las tasas de fecundidad no se reduce al conteo de espermatozoides ni a ninguna de las cosas que normalmente se nos ocurren cuando pensamos en el tema. En su lugar, se atribuye a tres factores clave:

• Menos muertes en la infancia, lo que significa que las mujeres tienen menos bebés.

• Mayor acceso a la anticoncepción.

• Más mujeres en la educación y el trabajo.

En muchos sentidos, la caída de las tasas de fecundidad es una historia de éxito.

Impacto

Sin la migración, los países enfrentarán poblaciones que envejecen y disminuyen.

George Leeson, director del Instituto de Envejecimiento de la Población de Oxford, dice que esto no tiene que ser algo malo, siempre que toda la sociedad se adapte al cambio demográfico masivo.

"La demografía tiene un impacto en cada aspecto de nuestras vidas, simplemente mire por la ventana a la gente en las calles, las casas, el tráfico, el consumo, todo está impulsado por la demografía.

"Todo lo que planeamos no solo está impulsado por los números de la población, sino también por la estructura de edad. Eso está cambiando y no nos estamos concentrando en eso", asegura.

Leeson piensa que los centros de trabajo tendrán que cambiar e incluso la idea de retirarse a los 68 años -el máximo actual en países como Reino Unido- será insostenible.

Según el informe los países afectados deberán considerar el aumento de la inmigración o introducir políticas -que a menudo fallan- para alentar a las mujeres a tener más hijos.

El autor del informe, el profesor Murray, argumenta: "Según las tendencias actuales, habrá muy pocos niños y muchas personas mayores de 65 años, y eso es muy difícil de sostener para la sociedad global".

"Pensemos en todas las profundas consecuencias sociales y económicas de una sociedad con más abuelos que nietos.

"Creo que Japón está muy consciente de esto. El país se enfrenta a una población en declive. Pero no creo que este problema haya afectado a muchos países en Occidente, porque la baja fertilidad se ha compensado con la migración".

El caso de China

China ha experimentado un enorme crecimiento poblacional desde el 1950, pasando de unos 500 millones de habitantes a mil 400 millones. Sin embargo, el gigante asiático también enfrenta el desafío de las tasas de fecundidad, que se situó en solo 1,5 en el 2017.

China se ha alejado recientemente de su famosa política de un solo hijo.

La razón por la cual los países desarrollados necesitan una tasa de fecundidad de 2,1 es que no todos los niños sobreviven hasta la edad adulta y los bebés son ligeramente más propensos a ser hombres que mujeres.

Pero en China, el informe muestra que por cada 100 niñas nacidas había 117 niños, lo que "implica sustanciales abortos selectivos por razones de sexo e incluso la posibilidad de infanticidios femeninos".

Esta realidad significa que aún más niños tendrían que nacer para tener una población estable.

Selección en Internet: Juana Calzado Jiménez