Portal:Panorama Mundial/MEDIO AMBIENTE/2015-12-04
El calentamiento global como crisis moral
LA JORNADA 3 de diciembre de 2015 MÉXICO
Adolfo Sánchez Rebolledo*
EN ESTOS DÍAS, París ha mostrado la terrible situación en la que se halla la humanidad en este momento concreto de la historia: nunca como como hoy se había revelado tan interdependiente y tan frágil. La terrible agresión yihadista del viernes 13 actualizó la perspectiva del terror como una dimensión real de la vulnerabilidad global, de su fracaso para hacer de la vida en común un horizonte diverso pero no excluyente, pero la reunión sobre el cambio climático, de la cual se trató de expulsar a las voces independientes que incansablemente han empujado por cambios sustantivos, da cuenta de hasta qué punto la desigualdad planetaria compromete la relación con la propia naturaleza, la sobrevivencia de la vida humana sobre la faz de la Tierra.
Las voces de alarma lanzadas por los jefes de Estado en la reunión de la COP21 dan cuenta tardía de que nos hallamos ante una situación límite que, por desgracia y pese a todo, aún carece de una visión capaz de contener el desastre previsto por los científicos con exactitud que espanta. Entre los expertos y los gobernantes hay un mundo de incertidumbre que las negociaciones aún no logran salvar, aunque el presidente François Hollande dijera que "no podemos decepcionar a millones de personas que tienen los ojos puestos en nosotros. Lo que está en juego es la paz".
Ya se admite como un éxito de la cumbre del clima que, luego de guardar un minuto de silencio por las víctimas de los atentados parisinos, Barack Obama reconociera ante el mundo la responsabilidad de su país en crear este problema "como primera economía mundial y segundo emisor" de gases de efecto invernadero. "Somos la primera generación que padece los impactos del cambio climático pero también la última que pueda hacer algo para revertirlo", concluyó. Es de reconocerse, asimismo, la disposición del gobierno chino para abatir los niveles de contaminación que hoy son los más altos del planeta. Preocupa, sin embargo, la falta de sensibilidad para aceptar la presencia en las calles parisinas de las organizaciones de la sociedad civil, cuya represión no se puede justificar bajo la bandera del antiterrorismo. Me parece que en este punto tiene toda la razón Naomi Klein cuando escribe: hay quienes dicen que todo vale contra el trasfondo del terrorismo. Pero una cumbre sobre cambio climático no es como una reunión del G8 o la Organización Mundial del Comercio, en la que se encuentran los poderosos y donde los sin poder tratan de aguarles la fiesta. Los actos de la "sociedad civil" paralela no son un añadido ni distracciones del acontecimiento principal. Son parte íntegra del proceso, razón por la cual el gobierno francés nunca debería haberse permitido decidir qué partes de la cumbre cancelaría y cuáles mantendría.
Finalmente, la dificultad para asumir un acuerdo vinculante no sólo estriba en la soberbia y la ignorancia de los responsables políticos, en su incapacidad para integrar a su visión del mundo los planteamientos de los científicos, sino en su cerrazón en justificar las razones de la desigualdad asumidas como el orden natural de las cosas. Y como dice Klein con palabras que merecen repetirse: "El cambio climático representa una crisis moral porque cada vez que los gobiernos de las naciones opulentas se muestran incapaces de actuar, el mensaje que se manda es: nosotros, en el norte global, estamos poniendo nuestro confort inmediato y nuestra seguridad económica por delante del sufrimiento y la supervivencia de los pueblos más pobres y vulnerables de la Tierra".
Ya dirán los expertos si los compromisos asumidos voluntariamente por cada país serán suficientes para alcanzar la cota de calentamiento global fijada en dos grados centígrados para el año 2100. Al respecto, son muy pertinentes las observaciones hechas en estas mismas páginas por Alejandro Nadal respecto al método que no establece mecanismos de sanción para los incumplidores. Por lo pronto, los compromisos logrados por el Protocolo de París se quedan en cifras que oscilan en entre el 2.7 y 3 grados centígrados, lo cual hace prever nuevas medidas y sistemas de revisión más eficaces, una vuelta de tuerca en el diálogo y la cooperación necesaria entre los países desarrollados y todos aquellos que padecen las amenazas más graves y directas. Y eso supone afectar intereses que hasta hoy han sido intocables. Veremos.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
- Periodista mexicano. Escribe en La Jornada y es colaborador de Excélsiór, Notimex y otras publicaciones noticiosas y culturales. Dirige el suplemento dominical El Correo del Sur de La Jornada Morelos y es editor de la revista Universidades.
Narcotráfico, pesca ilegal y contaminación, los males del mar territorial
CONTRALÍNEA 29 de noviembre de 2015 MÉXICO
Tráfico de drogas, pesca ilegal y contaminación extrema son los principales problemas que afectan al mar territorial de México. En el primer caso, la vía marítima se ha consolidado como una de las rutas predilectas del crimen organizado para llegar a los mercados extranjeros.
Nancy Flores*
LOS CÁRTELES EMPLEAN barcazas, lanchas rápidas, embarcaciones pesqueras e incluso pequeños submarinos, reportan, por separado, el Departamento de Estado de Estados Unidos y el Consejo de la Unión Europea.
En su capítulo “México”, el International narcotics control strategy report 2015 –elaborado por el Departamento de Estado– equipara en importancia a las rutas marítimas de América Central y México con las terrestres para el tránsito de narcóticos hacia Estados Unidos, sobre todo en el caso de la cocaína.
Según el reporte, en México las rutas marítimas se están diversificando para llegar a mercados de América Latina, el Caribe, Europa y Asia. Esta expansión contrasta con las inspecciones de la Secretaría de Marina (Semar): en 2013, la dependencia reportó 90 mil 814 acciones de vigilancia en materia de soberanía, seguridad nacional y protección ambiental en los mares.
No obstante, a decir del gobierno estadunidense, al ser un importante productor de heroína, mariguana y metanfetaminas, México es también principal abastecedor del mercado por rutas marítimas y terrestres.
En el tema de contaminación y pesca ilegal, ambos problemas se han acrecentado, aunque el 23.9 por ciento (21 mil 737) de las 90 mil 814 acciones que ejecutó la Semar en 2013 correspondió a la inspección y vigilancia para la protección ambiental en la zona costera.
Respecto de la pesca ilegal, la crisis radica sobre todo en el caso de la totoaba, cuyo principal destino es el mercado chino. En octubre pasado, el capitán de navío Carlos Guerra Ortega alertó que las ganancias del tráfico de esa especie superan las de la cocaína, pues el kilogramo de buche de totoaba se vende hasta en 60 mil dólares en naciones asiáticas (Noticias MVS, 13 de octubre de 2015).
Al respecto, la organización Greenpeace México declara que la pesca ilegal y el tráfico de vejigas de totoaba hacia China ha puesto en grave riesgo de extinción a la vaquita marina: el más reciente informe del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita, dado a conocer en junio pasado, señala que ya son menos de 97 vaquitas las que quedan en el país. Esta población disminuyó 31 por ciento de 2011 a 2013 y hasta 42 por ciento entre 2013 y 2014, revela el informe citado por Greenpeace.
Pese a la gravedad, la Marina y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no explotan todas sus capacidades para frenar los actos ilegales que derivarán en la extinción de la vaquita. De acuerdo con el Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2013, de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el convenio de colaboración entre ambas dependencias –del 1 de enero de ese año– sólo estableció que la Semar debía apoyar la seguridad de los inspectores de la Procuraduría cuando éstos vigilaran las áreas naturales protegidas en la zona del Alto Golfo de California, donde habita la vaquita.
De ello se deriva que los marinos carecieron de coordinación con la Profepa en los casos en los que la Semar realizara por sí misma inspecciones y vigilancias. Para la ASF, “no se establecieron los términos de colaboración suficientes para la protección de las zonas marinas del país”. Permiso para contaminar
En materia de contaminación, los mares también están en un punto crítico. No sólo se trata de las aguas residuales que terminan en el mar, sino de los desechos industriales, peligrosos, sólidos y domésticos que también desembocan ahí.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la contaminación del agua es uno de los orígenes de las enfermedades infecciosas intestinales. En 2010, refiere, estos padecimientos fueron la tercera causa de muerte en niños menores de 1 año: 1 mil 277 fallecimientos. El Inegi señala que la contaminación que se genera en los ríos de México llega al mar, afectando la calidad del agua en las zonas costeras.
Sobre este tema, Greenpeace indica que una de las grandes amenazas del mar son los vertidos de aguas residuales urbanas e industriales sin depurar, pues cada segundo se derraman 124 mil litros de aguas sin tratar a las cuencas.
Además, la propia Marina autoriza diversos vertimientos industriales. De acuerdo con la ASF, de 2007 a 2013 la Semar emitió 102 autorizaciones de vertimiento de desechos u otras materias al mar. Diecisiete de ellas corresponden a 2013: 41.2 por ciento (siete) correspondió a vertimiento de desechos, y 58.8 por ciento (10), a materias.
Al respecto, la ASF determinó que el 17.6 por ciento (tres permisos) de los expedientes cumplió con todos los requisitos administrativos, mientras que el 11.7 por ciento (dos) cumplió con los técnicos. De esto se desprende que la Semar “no implementó [sic] todas las medidas posibles para impedir la contaminación del mar por vertimiento de desechos u otras materias que puedan constituir un peligro para la salud humana, dañar los recursos biológicos y la vida marina”.
Datos de la Semar indican que en 2015 hay 73 permisos vigentes, entre los cuales destacan uno otorgado a Inmobiliaria Supermex para la construcción de una playa artificial y marina Campeche Country Club. Este desarrollo es patrocinado por la familia Mouriño y el expresidente Felipe Calderón (Contralínea 303).
Entre las empresas con permisos para contaminar también están las de la rama petrolera: Tradeco, Hoc Offshore, Pemex Exploración, Pemex Refinación, Subsea 7, Micoperi, Permaducto, Demar Instaladora y Constructora.
Pese a la contaminación, la ASF reveló que la Semar no tuvo objetivos ni metas sobre la cobertura de las acciones de inspección y vigilancia en materia de protección al medio ambiente marino y costero.
Mediante una minuta del 5 de septiembre de 2014, la Marina indicó a los auditores que “en 2013 no estableció un programa de trabajo en coordinación con la Conanp [Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas] con objetivos, metas e indicadores en materia de protección y vigilancia de las ANP [áreas naturales protegidas] ubicadas en las zonas marinas mexicanas”. Para la Auditoría, esto “limitó la atención coordinada para la vigilancia de las ANP ubicadas en las zonas marinas mexicanas”.
A pesar de los resultados en estos tres rubros, el gasto es millonario. Por ejemplo, en 2013 el presupuesto ejercido por la Marina en “Seguridad a la Navegación y Protección al Medio Ambiente Marino” fue de 148 millones 620 mil pesos. Además, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca aportó a la Semar 27 millones 571 mil pesos para los servicios de vigilancia y patrullaje a sus instalaciones vitales y para combatir la pesca ilegal.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
- Periodista y coordinadora de edición de la revista mexicana Contralínea. Periodismo de Investigación. Es egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Investiga: lavado de dinero, paraísos fiscales, delitos de cuello blanco, corrupción gubernamental, temas energéticos.