Portal:Panorama Mundial/POLÍTICA/2016-01-15
El arte de la guerra: Petardos de fin de año
RED VOLTAIRE 30 de diciembre de 2015 FRANCIA
Manlio Dinucci*
LA RECIENTE PUBLICACIÓN en Estados Unidos de la lista de lugares seleccionados para ser blancos de ataques nucleares estadounidenses durante la guerra fría no tiene absolutamente nada que ver con un hipotético deseo de colaborar con los historiadores. En realidad es una advertencia, por no decir una amenaza, dirigida a Rusia… porque Estados Unidos sigue teniendo la posibilidad de destruir esos lugares.
Para garantizar la seguridad de personas y animales, en ciertos casos se prohíbe el uso de fuegos artificiales por el fin de año, sobre todo tratándose de los petardos más potentes. Y para que todo el mundo se entere, la noticia se ha publicado de manera bien visible en los medios de prensa. Pero esos mismos medios de prensa esconden otras noticias que, si fuesen publicadas como se debe, harían estallar la burbuja de la realidad virtual en la que esos medios nos mantienen atrapados.
Por ejemplo, la National Archives and Records Administration (NARA), o sea los archivos del gobierno estadounidense, publicó este 22 de diciembre un expediente de 800 páginas, que hasta ahora se había mantenido en secreto, con una lista de los miles de lugares de la URSS, China y… Europa occidental que Estados Unidos tenía previsto destruir con armas nucleares en tiempos de la guerra fría.
En 1959, el año al que se refiere la «lista de blancos» redactada en 1956, Estados Unidos ya disponía de más de 12 000 ojivas nucleares con una potencia de 20 000 megatones, equivalente a un millón y medio de bombas como la utilizada contra la ciudad japonesa de Hiroshima, mientras que la URSS tenía un millar de ojivas y China ni siquiera tenía armamento nuclear. Al verse en posición de superioridad, incluso en materia de vectores (o sea en cantidad de bombarderos y misiles), el Pentágono veía un ataque nuclear como algo realizable. Su plan preveía la «destrucción sistemática» de 1 100 aeródromos y de 1 200 ciudades. Moscú sería destruida con el uso de 180 bombas atómicas, Leningrado con 145 y Pekín con 23. Numerosas «zonas habitadas» serían destruidas mediante «explosiones nucleares al nivel del suelo para acrecentar la lluvia radioactiva». Entre esas zonas se hallaba Berlín Oriental, a pesar de que el bombardeo nuclear contra el sector este de Berlín habría tenido «consecuencias desastrosas para el oeste de Berlín».
El plan nunca llegó a ser puesto en práctica porque la URSS, que había realizado su primer ensayo nuclear en 1949 –cuando Estados Unidos ya había acumulado unas 230 bombas nucleares desde 1945–, se dotó rápidamente de la capacidad necesaria para golpear a Estados Unidos.
¿Por qué los archivos nacionales estadounidenses decidieron publicar ahora «la lista más amplia y detallada de objetivos nucleares que sea desclasificado hasta el momento»? Esto no es una simple casualidad ya que el jefe de los archivistas de NARA es nombrado directamente por el presidente de Estados Unidos.
La publicación de la «lista de blancos» es una clara advertencia dirigida a Rusia y China, países a los que se pone así indirectamente en conocimiento del poderío nuclear de Estados Unidos.
A un costo de 1 000 millones de dólares, Estados Unidos ha emprendido un plan de ampliación de sus fuerzas nucleares con 12 nuevos submarinos de ataque –portador cada uno de 200 ojivas nucleares– y con 100 nuevos bombarderos estratégicos –portadores de más de 20 ojivas nucleares cada uno. Y mientras está a punto de almacenar en Italia y en otros países de la OTAN sus nuevas bombas B61-12 para el primer golpe nuclear, Estados Unidos sigue desplegando en Europa el «escudo antimisiles» que debería «defender» ese continente. El pasado 12 de diciembre se activó, en la base de Deveselu (Rumania), la primera batería terrestre de misiles estadounidenses de la «defensa» atribuida a la OTAN. Seguirá después la activación de otra batería similar, en Polonia, que contará con 24 misiles Aegis, ya instalados a bordo de 4 buques de guerra estadounidenses desplegados en el Mediterráneo y en el Mar Negro.
Moscú advirtió, el 25 de diciembre, que dado el hecho que también son capaces de lanzar misiles nucleares de mediano alcance del tipo Tomahawk, la puesta en servicio de esas baterías constituye una evidente violación del Tratado INF, que prohíbe el despliegue en Europa de misiles nucleares de alcance medio con bases terrestres.
Así que Rusia anuncia contramedidas, entre las que se encuentran nuevos misiles intercontinentales móviles montados en vehículos automotores y en trenes que se mantendrán constantemente en movimiento para evadir un primer golpe nuclear. Y ya Rusia está utilizando contra el Emirato Islámico sus bombarderos estratégicos, que a la vez se entrenan así en la realización de maniobras similares a las que exigiría un ataque nuclear.
Nadie sabe actualmente qué ciudades pueden estar ahora en la «lista de blancos» nucleares de Estados Unidos. Lo que sí es seguro es que en la lista rusa se encuentran las bases de Estados Unidos y de la OTAN en Italia.
Pero los medios de prensa prefieren no hablar de eso, mientras se dedican a lanzar mensajes de alarma sobre el grave peligro de los fuegos artificiales.
Selección en Internet: Melvis Rojas Soris
- Geógrafo y politólogo italiano.
Europa y la Primavera Árabe: Cinco años después
MIDDLE EAST EYE 28 de diciembre de 2015 LÍBANO
Hossan Shaker*
EL 17 DE diciembre de 2010, un joven vendedor ambulante se prendió fuego tras ser humillado y acosado por la policía, que le había prohibido que se ganara de esa forma su escaso sustento. Mohamed Buazizi falleció pocos días después sin saber que su ejemplo había logrado encender la ira de sus compatriotas tunecinos hasta conseguir derrocar a su tiránico presidente, Zine Al Abidine Ben Ali, en menos de un mes. Ben Ali tuvo miedo y huyó mientras oía cómo su pueblo coreaba en francés “Dégage!” (¡Lárgate!).
Ben Ali había permanecido 23 años como presidente de Túnez con la ayuda de una fuerza policial extremadamente brutal. Sin embargo, durante toda su presidencia no había dejado de recibir alabanzas políticas de Europa, disfrutando de una buena reputación en los medios de comunicación europeos mientras se esmeraba en las relaciones públicas utilizando el engaño generalizado, permitiendo que Europa creyera que era un socio fiable, sin prestar atención alguna a la voluntad de su pueblo.
A pesar de la abundancia de informes independientes de derechos humanos acerca de la opresión, tortura y mordaza de la libertad de expresión durante la era de Ben Ali, su imagen seguía siendo en gran medida inmaculada en la cobertura de los medios europeos y continuaba recibiendo cálidas bienvenidas en las capitales europeas. Las valientes investigaciones publicadas en el extranjero durante los años finales de su gobierno no lograban disipar la creencia e imagen preponderantes de que era el presidente ideal para el mundo árabe.
Incluso cuando el pueblo tunecino estuvo protestando contra su régimen tiránico durante varias semanas, los políticos y periodistas en Europa continuaron encontrando dificultades para criticar claramente al régimen gobernante y al despótico presidente que tantas crónicas laudatorias había auspiciado. En la cobertura y comentarios de los medios europeos, los titulares no tildaron de “dictador” a Ben Ali hasta las horas finales de su gobierno, cuando todo el mundo estuvo seguro que su reinado había terminado.
El 14 de enero de 2011, los tunecinos celebraron su abrumador éxito al conseguir derrocar a un dirigente tiránico que se había empecinado en seguir en el poder con la ayuda de una red familiar aferrada las esferas económicas del país de una forma mafiosa. De repente, el mundo se puso a aplaudir a los tunecinos y las fotos de las masas de Túnez se apropiaron de las portadas de la prensa europea durante semanas. Los políticos y comentaristas en Europa empezaron por fin a hablar de la fealdad del gobierno del tirano. Fue solo entonces cuando las autoridades europeas admitieron abiertamente que sus políticas exteriores habían sido un error favoreciendo al régimen a fin de proteger los intereses de Occidente en el mundo árabe en vez de honrar sus obligaciones con los estándares de la democracia, derechos humanos y voluntad popular.
Egipto después de julio de 2013
Pero, ¿qué sucedió después? El aplauso europeo a la Primavera Árabe a favor de la democracia duró alrededor de dos años, pero después el lenguaje de concertación con los tiranos hizo de nuevo su aparición por toda la región, especialmente en Egipto. En la actualidad, está claro que no se concede valor práctico a los muchos informes e investigaciones independientes de derechos humanos sobre las atroces violaciones perpetradas por los regímenes en ataque a la democracia. A pesar del hecho de que las embajadas europeas están presenciando muy de cerca las nuevas atrocidades y cómo se aplasta y masacra al pueblo en las plazas, la afición a dar la bienvenida a los tiranos extendiendo la alfombra roja ante ellos se ha recuperado nuevamente.
Hoy en día, todo el mundo debe olvidarse de todos los bellos eslóganes, iniciativas y estrategias que los políticos europeos propusieron durante la Primavera Árabe. ¿Quién recuerda ahora la “Nueva Política Europea de Vecindad” anunciada por Catherine Ashton en mayo de 2011, la Asociación para la Democracia y Prosperidad Compartida con el Mediterráneo Sur propuesta por la Comisión de la UE en marzo de 2011, el apoyo a las democracias emergentes en las iniciativas del mundo árabe, o incluso la nueva versión de la Asociación Euromediterránea que se reprodujo durante la Primavera Árabe?
La verdad es que la democracia quedó pisoteada y aplastada y que se presentaron todo tipo de excusas para llevar a cabo este brutal proceso, que no se habría producido si no se hubiera garantizado la inmunidad europea y hubiera habido crítica verdadera y castigo. No hay duda de que los políticos europeos y la mayor parte de la cobertura y comentarios de sus medios de comunicación evitaron condenar lo que había sucedido a partir de julio de 2013, tras el golpe militar en Egipto. La tiranía y la opresión se reprodujeron de forma brutal y el nivel de crueldad creció llegando hasta el extremo de perpetrar atroces masacres masivas en las plazas contra manifestantes pacíficos y quienes llevaban a cabo sentadas. La nueva tiranía utilizó campañas de relaciones públicas para engañar a Europa y al mundo.
Los poderosos Estados europeos no pueden eludir sus responsabilidades a la hora de influir en algunos de los desarrollos de su patio trasero. Tienen obligaciones y responsabilidades y no hay espacio para la confusión cuando se trata de elegir entre democracia y tiranía militar, libertad y opresión, dignidad humana y tortura.
Algunos han dicho que las políticas exteriores europeas persiguen extender la democracia pero lo que hacen más bien es trabajar en función de la lógica de sus intereses y seguridad nacional, como si el compromiso europeo de apoyar la democracia, libertad y derechos humanos no tuviera valor alguno en tiempos de dificultades. Bien, debo recordarles que los regímenes tiránicos y corruptos son los que produjeron las bombas de tiempo económicas y sociales al no proporcionar oportunidades laborales a millones de sus jóvenes cada año. Esos regímenes aplastaron las esperanzas de sus pueblos y crearon la atmósfera donde se incuba y reproduce la cultura de la violencia y el extremismo, empujando a generaciones de árabes a tomar terribles decisiones, como arriesgarse a morir ahogados en el mar Mediterráneo o caer presos de la propaganda de Daesh.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
- Investigador y escritor, consultor en medios de comunicación, relaciones públicas y comunicación de masas para una serie de organizaciones europeas. Reside en Viena. Centra sus análisis en los asuntos internacionales, así como en las cuestiones sociales y de los medios de comunicación.
Caperucita, el lobo y Corea del Norte
LA HAINE 9 de enero de 2016 ESPAÑA
Instalan en el ambiente social un enemigo externo multipolar de maldad absoluta, que funciona cognitivamente como los cuentos de hadas infantiles
Armando B. Ginés*
INICIAMOS 2016 CON la amenaza latente de Corea del Norte y sus presuntos ensayos nucleares de la letal y masiva bomba de hidrógeno. Más pánico inducido por el sistema-mundo del ultraliberalismo para ayudar al yihadismo patente en su función de cortina de humo defensiva contra el pensamiento crítico y las propuestas realmente de izquierdas a escala internacional.
Los ideólogos de la globalización capitalista recurren, según coyunturas políticas, a Rusia, China, Venezuela, Cuba, el terrorismo musulmán y Corea del Norte con el propósito de instalar en el ambiente social un enemigo externo multipolar de maldad absoluta, que funciona cognitivamente como los cuentos de hadas infantiles. Juegan el rol de malos recalcitrantes, de personajes simples y banales unidimensionales, reduciendo de esta manera la complejidad sociopolítica a un asunto maniqueísta de solución harto sencilla: los nuestros son los buenos y tenemos la razón moral o ética sin discusión posible alguna.
El perfil de los agentes mencionados de la oscuridad total obedece a construcciones lineales que eluden las contradicciones de todo personaje humano de carne y hueso: son malos de una pieza, sin redención a su alcance. Esta operatividad psicológica permite la infantilización del pensamiento individual y social, adhiriéndose la masa a las posiciones preconizadas por las bondades de los voceros a sueldo y representantes políticos más señeros del régimen capitalista.
Y como todo cuento para niños y niñas, al final emerge la moraleja definitiva: el que no está con nosotros está con ellos, sumido en el error sin vuelta atrás, desarmado éticamente y con la capacidad de enmienda mermada o mutilada de raíz. La opción única oficial se erige así como la verdad revelada en lucha abierta contra la maldad absoluta escenificada mediante las construcciones ideológicas debidamente adobadas por la elite dominante como diablos a eliminar a costa de lo que sea (libertades e igualdad) y a cualquier precio (más represión policial y alternativas militares).
La proliferación de mensajes de factura tremendista e infantil relacionados con Corea del Norte y el resto de personajes colectivos citados logran crear una tupida araña ideológica que predispone a la gente a pensar de una forma automática y similar, asemejándose a lo que el neurólogo Antonio Damasio denomina sentimiento de fondo, una cubierta intangible de ideas-fuerza que ayuda a nuestro cerebro a eliminar alternativas enfrentadas antes de tomar una decisión concreta, simplificando el abanico de opciones a considerar. De este modo, ganamos tiempo y optimizamos nuestras respuestas particulares.
Además del vago y escurridizo sentimiento de fondo, Damasio también teoriza acerca de los marcadores somáticos, un mecanismo basado en la experiencia y el aprendizaje práctico que sale a la palestra como respuesta inmediata ante estímulos iguales o parecidos que recuerda o rememora nuestro cerebro. Por esta vía, una especie de intuición fundamentada en lo que hemos sentido en el pasado, nuestra mente y cuerpo ofrecen soluciones rápidas para no quedarnos paralizados ante lo inconmensurable de un grave problema vital.
Son sugerentes las teorías de Antonio Damasio. Lo que sucede es que traspasadas al espacio social, pueden obrar más como un lavado de cerebro masificado que como un elemento precioso de la evolución humana. No todo lo que funciona es útil o adaptativo a escala individual mantiene sus propiedades en estadios superiores. Lo que asiste positivamente a la supervivencia personal puede tornarse en un dispositivo de opresión psicológica si es utilizado por una elite económica o política para defender sus intereses y crear un caldo de cultivo ideológico proclive a sus tesis propias enmascaradas en el sentimiento de fondo que van creando sutilmente sus mensajes, propaganda y proclamas en los principales medios de comunicación internacionales.
Caperucita Roja adopta el papel inocente de los valores occidentales capitalistas, mientras que el lobo nos remite a la vesania del territorio exterior de la maldad que quiere a toda costa y sin razón alguna hostigar, malear, aprovecharse, violar y comerse a la incauta y confiada Caperucita. El motor de la película reseñada es fácil de comprender y digerir mentalmente: la inocente bondad de la niña contra el monstruo feo y malvado.
Ese guión previsible funciona a las mil maravillas como estímulo de las sociedades amedrentadas como las actuales y sumidas en una crisis total de valores fuertes trastocados o defenestrados por la revolución neoliberal. Las definiciones de los roles de los antagonistas son escuetas y contundentes, tal y como sucede en los cuentos infantiles clásicos: el lobo feroz, el país hermético (Corea del Norte), el ogro soviético (Rusia), la omnipotencia de la masa (China), el populismo de izquierdas (Venezuela), la dictadura comunista (Cuba) y el enemigo invisible (yihadismo). No se precisan más matices para inventar y recrear un adversario temible en el inconsciente colectivo.
Cuanto más banales e infantiles sean los mensajes, mayor capacidad de recuerdo y mejor penetración psicológica en las actitudes automáticas de la masa. Pensar críticamente requiere un esfuerzo suplementario y un contraste de opiniones polémico. Los cuentos de hadas vienen a nuestro encuentro para facilitarnos la penosa tarea de pensar contracorriente y situarnos en la duda razonable. Este sentimiento de fondo, cultural y somático, creado por los productores de iconos y consensos psicológicos nos ayuda a pensar como desea el sistema: dentro de la mayoría y al calor de los buenos.
Ofrecer resistencia activa a estos procedimientos de evisceración sociológica del cerebro y la inteligencia plural resulta complicado. Pero hay que hacerlo más allá de la realidad política puntual y de las urgencias cotidianas. Cada vez que asumimos pasivamente el relato del poder establecido, hemos perdido una batalla decisiva que hará más improbable vencer al neoliberalismo a corto o medio plazo. Las derrotas ideológicas cuestan mucho más tiempo y energía revertirlas que las de índole social o político.
Mucho cuidado, pues, con las respuestas automáticas que nos provocan una sensación o placer pasajero de alivio. Pueden tener trampa y no ser más que una estrategia de dominio de la mente colectiva.
Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo
- Analista político, guionista, redactor creativo y escritor. Freelance con experiencia en publicidad, prensa escrita y televisión. Colaboraciones y reflexiones políticas publicadas o recogidas puntual o habitualmente en medios digitales, webs y blogs de España y Latinoamérica, entre otros, Rebelión, La Haine, Insurgente, laRepública.es, Diario Octubre, Iniciativa Debate Público, teleSUR, Suramérica Press, Luz de Levante, Aporrea, Ecupres, Cine Reverso, Lejos del Tiempo, Tercera Información,