Portal:Panorama Mundial/RESUMEN SEMANAL/2019-11-24

Sumario

POLITICA

La libertad de Lula cambia escenario político en Brasil (La Jornada)

LA JORNADA 9 de noviembre del 2019 MÉXICO Eric Nepomuceno


Río de Janeiro. Por la mañana, Lula da Silva decidió aceptar la orientación de sus abogados, que presentaron un pedido de libertad inmediata luego de la decisión adoptada el jueves por el Supremo Tribunal Federal.


A las 16:15 de la tarde, el juez encargado de su detención firmó la orden de liberación, luego de 580 días de cárcel. A las 17:42, Lula salió de su celda. Cuando faltaban ocho para las seis, el preso político más conocido del planeta apareció en la entrada de la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital del estado de Paraná.


Luciendo un elegante blazer oscuro, camiseta oscura y jeans, surgió más delgado que cuando ingresó a prisión, pero aparentando buena forma física.


Fue recibido por familiares, amigos, correligionarios y su actual novia, la socióloga Rosangela da Silva.


Lo primero que hizo fue dirigirse al grupo que, desde su detención, en abril del año pasado, armó un campamento –la vigilia Lula livre–, que a cada mañana gritaba ¡Buen día, presidente Lula, y luego! ¡Buenas tardes, presidente Lula!, hasta llegar al ¡Buenas noches, presidente Lula!


Empezó por agradecer a los militantes del campamento: Ustedes no tienen idea de la dimensión de que yo esté aquí hablándoles, dijo. Ustedes eran el alimento de la democracia que yo necesitaba para resistir a la torpeza y a la canallada que una parte podrida del Estado brasileño hizo conmigo y con la democracia.


Luego, llevó la platea a sonoras carcajadas al presentar a Rosangela da Silva: Logré cometer la hazaña de, pese a estar preso, conquistar una novia, y que ella aceptara casarse conmigo cuando yo saliese de aquí.


Mezclando momentos de chiste y risas con otros, de duras críticas al exjuez y actual ministro de Justicia del gobierno ultraderechista, Sergio Moro, al fiscal Deltan Dallagnol y a algunos comisarios de la Policía Federal, Lula parece haber calculado bien el tono de lo que serán sus pronunciamientos ahora que está libre. La parte mentirosa de la Policía Federal, el costado mentiroso y canalla de la Fiscalía Federal, y Moro, ellos no han encarcelado al hombre, intentaron matar una idea, dijo.


Fue un discurso corto (no más de 15 minutos) e improvisado, como es habitual en él. Se espera muy pronto un acto de grandes proporciones que será realizado posiblemente en San Bernardo, municipio vecino a San Pablo, donde está la sede del sindicato de metalúrgicos que él presidió en tiempos de la dictadura y fue la cuna del Partido de los Trabajadores (PT).


La defensa de Lula, a su vez, reiteró que seguirá reivindicando la anulación del juicio que lo condenó sin pruebas, basado solamente en convicciones del entonces juez Moro, pedido ese ahora reforzado por las revelaciones de la publicación digital The Intercept Brasil, del periodista estadunidense Glenn Greenwald.


El material ya revelado puso en claro que mucho más que juez, Moro fue el verdadero coordinador de la acusación, orientando los pasos de los fiscales supuestamente comandados por Dallagnol.


Si la batalla jurídica de los defensores del ex presidente no tiene fecha para terminar, el tiempo de la vuelta de Lula al ruedo político empezó a ser contado ayer.


Antes había dos expectativas sobre qué haría el expresidente al recobrar la libertad. La primera indicaba que tomaría rumbo al centro, buscando apoyo para intentar un muy remoto frente opositor. La segunda: que comandaría una intensa campaña contra el gobierno de Bolsonaro, concentrando fuego en su programa económico y en las pérdidas de los trabajadores.


La posibilidad de que Lula abriese espacio para una especie de inflexión rumbo al centro fue ampliamente discutida por dirigentes del PT, y descartada por todos, empezando por el expresidente.


Lula reiteró siempre que una vez en libertad fortalecería la oposición al gobierno ultraderechista y señalaría los daños sociales provocados por las medidas económicas del neoliberalismo fundamentalista del equipo económico de Paulo Guedes, exfuncionario del dictador Augusto Pinochet en Chile.


No busca, sin embargo, un combate directo con Bolsonaro, pues sería necesario bajar a la grosería que caracteriza a la actuación del actual presidente.


La opción adoptada consiste en apuntar cada acto del gobierno y señalar las consecuencias, con destaque para el desempleo y el número de brasileños que volvieron a una situación de pobreza extrema y miseria.


Además, en los actos públicos que ocurrirán a partir de ahora, trazará comparaciones entre el cuadro actual y el que existía en Brasil bajo sus dos mandatos. Hoy, son 12 millones de desempleados, otros 26 millones de sub empleados o con empleos precarios, 13 millones de miserables, es decir, exactamente el inverso de sus tiempos en la presidencia.


Además, podrá rememorar programas sociales como Mi Casa, mi vida, de viviendas populares, o el Ciencias sin Fronteras, de concesión de becas en el exterior, o el de financiación para cursar universidades, que están siendo debilitados por Bolsonaro.


Un Lula en estado puro está de regreso a las calles. Y con eso empezó un vuelco radical en el escenario político de Brasil: Bolsonaro no sufrirá solo los efectos de los desastres que él y su clan familiar producen a cada día. Ahora, además, se oirá la voz de Lula.


--


Para enviar este correo usé una dirección alterna. Agradeceré escribirme a mi dirección habitual: nils.castro@gmail.com


El neoliberalismo, en la mira del ex presidente

Escuchen racistas, proimperialistas, sicarios: estamos en las luchas y somos nobles, valientes, dignos (La Gente, Radio La Primerísima)

LA GENTE, RADIO LA PRIMERÍSIMA 11 noviembre del 2019 NICARAGUA

Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua


Nuestra América Caribeña está en lucha y se dispone a continuar forjando victorias de los derechos de los pueblos, de la paz, de la justicia, en un mundo que estamos haciendo mejor con nuestras batallas, con nuestras experiencias, con nuestros aprendizajes, desde el compromiso de seguir luchando para seguir venciendo.


¡Cuántas cosas, cuántos sucesos, cuánto odio hemos visto en Nuestra América Caribeña! Pero también, ¡cuánta dignidad, cuánta valentía y cuánta confianza de nuestros pueblos! Los pueblos originarios, los pueblos mestizos, los pueblos afrodescendientes, las familias de Nuestra América Caribeña que nos decidimos a romper el yugo hace siglos, que nos hemos proclamado independientes con honor, con dignidad y que hoy seguimos luchando porque eventos como los que hemos vivido este fin de semana, golpes de Estado, interrupción, agresión, interrupción por agresión, por violencia inusitada de los procesos democráticos de los pueblos, cercenan nuestros derechos pero sabemos que ni pueden ni podrán porque es inmensa la fuerza espiritual de nuestros pueblos.


Por eso amanecemos con la esperanza crecida, a más desafíos, a más retos el alma de la patria grande crece, se multiplica, vuela y marca los pasos de los nuevos tiempos que estamos creando juntos los pueblos libres y dignos de Nuestramérica Caribeña.


No tenemos alma de esclavos, no tenemos sangre de esclavos, la esclavitud fue una infamia de los imperios, una infamia de modelos económicos, de saqueo de los recursos naturales de los pueblos del mundo, pero entre los pueblos no hay alma de esclavos, no corre en nuestras venas sangre de esclavitud, o de sometimiento, o de subordinación a las potencias.


Nuestra patria grande, Nuestra América Caribeña está en lucha y se dispone a continuar forjando victoria de los derechos de los pueblos, de la paz, de la justicia en un mundo que estamos haciendo mejor con nuestras batallas, con nuestras experiencias, con nuestros aprendizajes, desde el compromiso de seguir luchando para seguir venciendo.


Que escuchen, que escuchen, que escuchen esos racistas, esos proimperialistas, esos sicarios, esos imperios, que escuchen, estamos en las luchas y somos nobles, valientes, dignos hijos e hijas de estas tierras sagradas donde los atropellos, los golpes, esos infames golpes de Estado sabemos que no quedarán impunes, porque como dijimos en nuestra Nicaragua en los meses de perfidia, de perversidad pagarán por sus crímenes, los crímenes de odio, los crímenes contra las economías, contra los procesos de dignidad nacional, los crímenes que pretenden devolver a las oligarquías ilegítimos poderes para seguir saqueando para los imperios nuestros recursos naturales, para volver a someter o seguir sometiendo a la miseria a las grandes mayorías, los crímenes de odio que conocimos en nuestra Nicaragua y que por decisión valiente y soberana del pueblo nicaragüense no volverán jamás.


Frente a las perennes intenciones de los imperios y sus organismos y sicarios de siempre, frente a esa perversidad de querer aterrorizar, intimidar, asesinar para imponer su codicia, para imponer modelos económicos que niegan a los pueblos el derecho a la vida buena, a la vida con bienestar, nosotros sabemos que estamos venciendo, nosotros sabemos que venceremos y que habrá justicia, justicia y reparación para las familias de Nuestra América Caribeña que hemos sido agredidas, que estamos siendo agredidas, violentadas, humilladas.


Creen que nos humillan, el alma nuestra no se humilla jamás, no se arrodilla jamás en este continente de valentía; que han querido sujetarnos a través de someternos a tratos crueles, humillantes y degradantes, faltos de toda consideración humana, de toda consideración cristiana. Y nosotros los pueblos de Nuestra América y nuestra Nicaragua estamos luchando con todo nuestro corazón para seguir con la verdad, la vida, la luz, la luz de la fe, la luz del amor, del cariño, proclamándonos como territorios sagrados, de justicia, convivencia armoniosa, trabajo y paz.


Escuchen, escuchen, los pueblos estamos en la lucha. En Nicaragua no pudieron ni podrán. En Nuestra América Caribeña no podrán jamás volver a someter a las orgullosas culturas originarias mestizas, afro descendientes, que somos más, más y más millones seguros de nuestras capacidades y derechos, reclamando respeto a nuestras capacidades y derechos, a nuestras soberanías, a nuestra independencia y a nuestro derecho a vivir en paz.


Hemos exigido aquí y en todo el continente. Estamos de pie exigiendo justicia, reparación, vida, fortaleza creciente tenemos, desde esa fortaleza creciente proclamamos todos los días que esta América, América Latina caribeña nuestra es de libertad, dignidad, fraternidad, es para el desarrollo justo, es para la paz.


Por eso decimos que cada día frente a cualquier circunstancia tenemos el ánimo y el aliento creciente... y sabemos que somos capaces y que vamos adelante venciendo siempre.


A veces uno no comprende el momento y las victorias que contiene, pero las luchas, lo sabemos por formación, por experiencia, por vida, los momentos difíciles que parecen adversos siempre contienen victorias, y victorias que tenemos la obligación de construir. Vamos adelante, no podrán con los pueblos de Nuestra América, con los pueblos dignos, libres y grandes de esta América Caribeña, América Latina Caribeña, libre, digna y grande. Luchamos para vencer, no pudieron ni podrán, vamos adelante.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino

Bolivia: ¿Hasta cuándo… o ahora es cuando? (Rebelión)

REBELIÓN 8 de noviembre del 2019 ESPAÑA

Jorge Luis Ubertalli Ombrelli


La situación boliviana está que arde, y no es la primera vez que la derecha racista, proimperialista, cipaya, sojera, narco y oligárquica enciende la mecha. Y tampoco es la primera vez que los medios ’serios’ van en su ayuda para encender la hoguera de la guerra civil.


Desde que Evo Morales triunfó por primera vez en la Bolivia de los barones y terratenientes, en infinidad de ocasiones la ultraderecha fascistoide arremetió contra Evo y la revolución democrática y cultural.


Quisieron estos ‘blanquitos’, encovachados en los llamados ‘Comités Cívicos’ y partiduchos de la derecha rancia filofascista –filonazi, auspiciantes de las bandas fascistas que, a lo largo del tiempo, han cambiado sus nombres- Nación Camba, Juventud Cruceñista, Resistencia Juvenil Cochala, etc.- ‘voltear al indio’ en variadas oportunidades y de diversas formas: - tratando de enfrentar a un Evo ‘moderado’ con el ‘exguerrillero’ García Linera; - llamando a sectores de las Fuerzas Armadas y policiales a alzarse contra el Presidente, con cuentos diversos, como que no defendía Aguas del Silala y tampoco el Mar Boliviano frente a Chile ;- boicoteando la economía a través de acaparamientos, bloqueos, incentivación del mercado negro, etc.;- provocando mediante la violencia, la tortura y el asesinato a los Congresistas que, contra viento y marea, promulgaron la Nueva Constitución; financiando a grupos paramilitares contrarrevolucionarios, como el que acaudillaba Rosza Flores en el 2008, conjuntamente con uniformados argentinos genocidas y demás compinches, y otros hechos rayanos con la ‘barbarie civilizatoria’ y racista que los identifica.


Lo que ocurre en Bolivia no es solo una lucha de ‘blancos’ contra ‘indios, como algunos quieren hacer creer de buena o mala fe. No. Es una lucha de ricachones y sus comemierdas variopintos contra el pueblo productor, trabajador y ahora empoderado por la administración del ‘indio’. Ya lo decíamos en el 2007, al año de haber asumido Evo, en nuestro Boletín de Noticias de Bolivia, que editamos desde el 2006 a puro pulmón durante más de tres años. Y que hermanaba a Bolivia con Argentina subsumiéndola en el libertador Bolivar.


‘La lucha de clases se profundiza en Bolivia, como era de esperarse, por cuanto ningún sector de la burguesía y el imperialismo regalan nada, nunca, a los pueblos. Sostuvimos ya varias veces que son democráticos y de almas bellas cuando les conviene, y autoritarios y de almas negras, cuando también les conviene. Su conveniencia alimenta sus tácticas y estrategias, carecen de principios éticos, morales y humanos y solo saben reconocer a la fuerza del adversario como elemento esencial para tenerlo en cuenta. De nada valen los llamados al diálogo, a la cordura, a la bondad universal y a la fraternidad humana para la burguesía cuyo sistema, al decir de Carlos Marx en El Capital, “rezuma sangre y cieno desde su nacimiento”. Los poderosos son pragmáticos e inventan tanto doctrinas belicistas como el fascismo, así como esotéricas, al estilo new age y otras parecidas, cuando son afines a sus intereses. Solo los mueve la ambición desmedida, lograda en base a la explotación y saqueo de los pueblos, montadas sobre su desmovilización y pasividad.’ (editorial de Boliv_@r, Noticias de Bolivia, 25 de noviembre del 2007).


Dos meses antes, el comandante del Ejército boliviano, ese ejército que, al igual que las demás fuerzas no pudieron utilizar los golpistas de ese momento, sostenía en el día de la Independencia del país y frente a 4 000 soldados, 2 000 campesinos y 3 000 originarios y en el mismo corazón de la reacción:


"Hoy la institucionalidad de la Patria está amenazada por abominables enemigos que no están de acuerdo con nuestro desarrollo e independencia y, aprovechando las condiciones jurídicas de nuestro pueblo libre, se infiltran en las estructuras de la nación poniendo la seguridad, integridad y dignidad nacionales en un estado de zozobra, incertidumbre e intranquilidad " (general Wilfredo Vargas, aeropuerto de El Trompillo, Santa Cruz)


Y nosotros, desde la Editorial de nuestro Boliv_@r, afirmábamos poco más tarde:


‘Buscando muertos, víctimas o cualquier argumento que pueda llevar agua a su molino, la burguesía cruceña y sus acompañantes está empeñada en socavar las bases de la democracia boliviana y volver a imponer reflotados Banzers, Garcías Mezas, Gonis u otros exponentes de la fauna reaccionaria local.


No hay diálogo que los convenza. Ellos ven al diálogo como signo de debilidad y no de prudencia o madurez política, y ante cada propuesta gubernamental de dialogar montan nuevas provocaciones, visualizables en cantidad y calidad.


No se resisten, como buenos burgueses acostumbrados a vivir de la opresión y explotación ajena, a perder sus privilegios de clase y casta.


Hasta ahora buscan el enfrentamiento y no lo encuentran. ¿Hasta cuándo y cuánto avanzarán en sus objetivos?’ (Boliv_@r, 20/10/2007)


Hoy, una vez más, los mismos de siempre vuelven a las andadas de siempre. Solo que la situación regional ha cambiado. Bolsonaro en Brasil, Piñera en Chile, Macri en Argentina, Lenín Moreno en Ecuador, el títere Guaidó en Venezuela y otros de su calaña, contando con la prensa adicta y con el auspicio, el financiamiento y el apoyo de Donald Trump y su corte de monos con navaja en los EEUU, apoyan sin cortapisas a Mesa, Camacho y todos los perros de presa de la oligarquía boliviana y el imperialismo. Y han provocado, y seguirán provocando, vandalismo, saqueos, asesinatos, agresiones de todo tipo, boicot a la economía y cualquier otro hecho que impida gobernar al ‘indio’, ganador indiscutido de las elecciones, a quien con insolencia y mediante una ‘carta’ se le exige que renuncie.

Ante esta situación, cabe preguntarse: ¿deberá el pueblo boliviano seguir aguantando agresiones, afrentas, torturas y asesinatos cometidos por estos cipayos, que actúan a cuenta y orden de gobiernos extranjeros? ¿No es el momento de empoderar a obreros, campesinos, originarios y pueblo en general para que, movilizado y también armado, haga frente de una vez por todas a esa canalla reaccionaria?


Cuba, Venezuela, Nicaragua sandinista, han contado y cuentan con Milicias Territoriales. Conformada por batallones de trabajadores y trabajadoras, las Milicias, en caso de sabotajes, desmanes y conspiraciones armadas desatadas por los enemigos de la revolución, se encargan de custodiar los bienes de la nación: carreteras, depósitos de agua, escuelas, puentes, universidades, radioemisoras y televisoras, transportes, fuentes de trabajo, tierras y demás elementos que hacen a la defensa de la nación y signan las conquistas populares.


Las Milicias Territoriales no se contradicen con la existencia de Fuerzas Armadas, cuando estas defienden la soberanía del país frente a ataques extranjeros, ni de las fuerzas de seguridad, cuando cumplen en asegurar los derechos adquiridos por la población más pobre, la que produce los bienes del país. Al contrario. Las Milicias Territoriales, pueblo en armas, concurren a dar soporte a la defensa nacional e interior, a la par que a garantizar que ninguno de los miembros de esas fuerzas armadas o de seguridad escuche los cantos de sirena de los reaccionarios y golpistas y se preste a una situación de quiebre de la revolución democrática y cultural.


La creación de las Milicias Territoriales es, a la vez, expresión de ese cambio cultural que vive la nación, que se ha liberado del colonialismo externo e interno, de sus enemigos externos e internos en el marco del buen vivir.


El pueblo boliviano, como todos los del mundo, quiere vivir en paz y con justicia. Quienes propician la guerra civil en pos de hacer prevalecer sus intereses bastardos, sectoriales, antinacionales y antipopulares, deben ser reducidos a la nada mediante la acción directa del pueblo, que es el depositario absoluto de la soberanía política y la ley pareja.


Que el ¿hasta cuándo? que ya exponíamos hace 15 años ante las provocaciones y agresiones violentas de los que estuvieron acostumbrados a hacer lo que quisieron hasta la llegada del ‘indio’ al gobierno, se transforme en el ‘ahora es cuando’ de la revolución boliviana, que necesita ser profundizada.


Y que es y será pacífica, si sus enemigos no pretenden destruirla.


El pueblo movilizado y armado es y será la fundamental garantía de su existencia y profundización.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino

El derecho de vivir en paz (Página 12)

PAGINA12 9 de noviembre del 2019 ARGENTINA

Sandra Russo


Lo que pasa en Chile está más visto que contado. No cesan los relatos visuales escalofriantes, a su vez documentos sobre la represión descontrolada que castiga a hombres, mujeres, ancianos, niños, estudiantes, discapacitados; que castiga sin relación entre el balazo y el castigado. Lo que pasa en Chile nos envía también a nosotros al recuerdo de las épocas más oscuras y salvajes del siglo XX. Lo que vemos además nos reconfirma que la pelea con los grandes medios no fue un episodio argentino de la década pasada, sino que se trata de un dispositivo de blindaje que existió siempre, pero hace poco que tenemos conciencia colectiva de que los grandes medios, cuando se concentraron, fue para ser una pata más del neoliberalismo.


Los medios no solo han actuado contra los chilenos: le han ocultado al mundo qué había atrás de aquello a lo que le hacían propaganda. Y seguimos sin ver nada de Haití, seguimos sin coberturas sobre el genocidio por goteo en Colombia, no tenemos idea de lo que pasa en África. El nuevo intento de golpe en Bolivia se hizo visible también por las redes, en videos movidos, mostrando una de las escenas más bárbaras y asquerosas que puedan concebirse, con la alcaldesa de Vinto retenida por la turba de la derecha, vejada, golpeada, teñida de rojo. El odio es profundo y está acicateado, estimulado y otra vez quieren muertes. Y uno piensa, mientras escucha a los chilenos cantar de a miles El derecho de vivir en paz, que sí, que basta ya, que se traguen su odio y que se calmen, que a veces se gana y a veces se pierde, y que si pierden que soporten, como acabamos de hacer en la Argentina, a gobiernos que detestan. Pero la derecha no soporta no ganar. Y derroca, invade, injuria, encarcela, censura, miente, roba, mata.


Sin embargo, lo que pasa en Chile no viene solo con el olor de la opresión, sino también con el perfume de las primaveras. Por muy poco menos que esto la prensa mundial habló de la primavera árabe, que terminó siendo su propio reverso. Y es una confesión de parte que los medios hoy no hablen de la primavera chilena: ven vándalos donde, cuando a sus mandantes les convenía, veían pueblos rebelándose contra la tiranía. Entendámoslo: el neoliberalismo es una forma de tiranía.


Lo que pasa en Chile viene con el olor turbio de la opresión, pero también con el perfume de aquella resistencia que, como en Chile nunca fue reivindicada institucionalmente, reaparece ahora con una fuerza acojonante. Ver tocar ante una multitud a la Sinfónica de Chile los temas de Víctor Jara es un fenómeno de renacimiento. Lo reprimido, lo aplastado, lo hundido a sangre y fuego por la vara de la normalidad de los militares y la élite, retoma su énfasis en un pueblo que hoy es otro y es el mismo. Eso es un pueblo, una cadena transgeneracional que conserva el fuego de su identidad encendido aun en las peores circunstancias.


Hay varias generaciones que no son contemporáneas a Víctor Jara. Pero la cultura popular también tiene sus clásicos, que son los que en cualquier latitud, en cualquier idioma y en cualquier época expresan lo que necesita cantar el pueblo para hacer comunión con sus emociones. Y uno ve pibes de secundario cantar sus letras y entonar sus melodías, y ve y escucha un Te recuerdo Amanda que son ellos mismos, que son los de antes y los de ahora y serán los de mañana. La identidad chilena que fue condenada guardó sus íconos y sus tótems. Guardó su espíritu.


Decían que la historia había muerto. En uno de los lugares donde anclaron esa idea fue en Chile. Que la historia había muerto significaba que habían implantado un orden inmodificable. Y a ese orden le llamaron, desde entonces, “normalidad”. Atrás quedaban los crímenes de Pinochet. Como en España los de Franco. Durante décadas los impulsores del fin de la historia nos aturdieron con los magníficos atributos del Pacto de la Moncloa y con la Concertación chilena. El modelo exitoso que nunca acercaba el foco a la población de Chile sino que mostraba planillas con números. Cada tanto las revueltas eran tan grandes, especialmente las de los estudiantes y las de los mapuches, que teníamos noticias pero luego se apagaban, porque había vuelto la “normalidad”.


Esa normalidad incluye y siempre incluyó el abuso de poder. Chile hasta ahora ha sido un gran abuso, como lo han sido los últimos cuatro años argentinos. Somos pueblos abusados por élites. Están convencidas de su supremacía. No hay supremacía posible si no se aplasta a otro. Y el otro de las élites es el 99% de la población. Pero al parecer hay una sincronía histórica que nos hace vivir a muchos pueblos al mismo tiempo un despertar de lo que parecía la vigilia y era un ensueño, un folleto, una cáscara, la publicidad de un producto que éramos nosotros mismos, vendidos como trabajadores baratos.


El Chile que vemos muestra a un gobierno y unas fuerzas de seguridad cometiendo a los ojos del mundo un monstruoso delito de lesa humanidad contra todo el pueblo chileno. Se pueden pretextar asesinatos diciendo que fueron enfrentamientos, se pueden justificar represiones salvajes diciendo que hubo vándalos, pero allá ya son más de veinte las denuncias comprobadas de violaciones a mujeres y homosexuales detenidos. Es algo que no es nazismo ni fascismo pero que pertenece a esa familia de regímenes de bajos instintos morales: es el neoliberalismo defendiéndose en el poder.


La dignidad, la claridad conceptual y la conciencia política con la que el pueblo chileno ha salido a la calle tienen mucho que ver con haber preservado, como vemos, la memoria. No tuvieron juicios a genocidas, como aquí, pero preservaron la cultura que les dejó esa generación, y con Víctor Jara hoy cantan los vivos y los muertos.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino


El corazón del nuevo Gobierno argentino (Página 12)

PÁGINA 12 29 de octubre del 2019 ARGENTINA

Luis Bruschtein*


Un gobierno que no reelige después de cuatro años tiene que ser muy malo. Sobre todo si tiene el respaldo del poder económico, del FMI, de Washington y de los grandes medios de comunicación. Y perder en primera vuelta por una diferencia de ocho puntos demuestra que fue una gestión todavía peor. Lo normal es que hasta con una gestión mediocre, haya reelección. La derrota de Mauricio Macri, con todo el respaldo de los poderes fácticos, ha sido humillante.


El hombre que en 2015 perdió en primera vuelta y ganó en segunda por poco más de un punto, pero fue presentado por la corporación de medios como un triunfador olímpico, ahora que ha perdido en primera vuelta una reelección que por lo general la sociedad concede al gobierno instalado, su derrota es presentada por los grandes medios como “una gran elección”. Y alguno hasta llegó a decir que fue casi “un empate técnico”.


Antes de las PASO, las encuestas mostraban que el Frente de Todos ganaría por cuatro puntos de diferencia, y que habría segunda vuelta con muchas posibilidades de que la ganara Macri. Mucha gente, esclavizada a la ola conservadora por su antiperonismo, decidió en las PASO hacer un llamado de advertencia por la desastrosa gestión de la economía. Y el resultado fue pavoroso para el gobierno.


Macri hizo campaña. “Mauri lo da vuelta”. Pero no pudo regresar a la situación previa a las PASO, ni siquiera pudo pasar a segunda vuelta. Con todo el respaldo que tiene este gobierno, ha sido una derrota humillante no importa cómo la quieran presentar.


La alegría sana, desbordante, una alegría que estuvo aguantada, reprimida, y que ahora explotaba se vió en la cara de las cientos de miles de personas que se acercaron al búnker del Frente de Todos a festejar. Después se hará el recuento más fino, el balance más preocupante. Pero esa explosión de alegría fue el saldo básico. Un chico de once años le agradecía al padre por estar ahí: “La historia es importante, papá –muy serio-- pero más importante es ser parte de la historia”. Chupate esa mandarina filosófica.


Esa multitud que fue calificada durante estos cuatro años como vagos, fanáticos, choriplaneros, violentos, chorros y toda la gama de insultos denigrantes que pueden existir, que aguantó a pie firme la discriminación, la destrucción de sus trabajos y de sus bolsillos, del futuro de sus hijos, esa multitud, con todo derecho, quiso festejar. Fue una alegría liberadora, reivindicadora, enormemente reparadora. Y ojalá que dure.


La derrota del macrismo fue humillante porque tendría que haber sido una reelección de fácil trámite, porque perdió en primera vuelta y con una diferencia de ocho puntos. Pero lo que más le duele al macrismo es que la humillación que está sufriendo fue pergeñada por la persona que trataron de destruir durante muchos años, difamándola sistemáticamente.


Cristina Kirchner estuvo todas las semanas de estos cuatro años en las tapas de los grandes medios, en los programas periodísticos centrales de radio y televisión como protagonista de fake news y llegó a ser citada para declarar el mismo día en ocho causas diferentes en su contra. Se montó un gran circo judicial para presentarla como villana. Todas querellas armadas por los servicios de inteligencia y abiertas por funcionarios judiciales adictos al oficialismo. Para destruirla como adversaria política, atacaron también a sus hijos. Y la menor, Florencia, está convaleciente en Cuba en gran medida a causa de ese ensañamiento.


A pesar de esa demoledora campaña y del injusto acoso judicial, que no cedió en ningún momento de estos cuatro años, Cristina Kirchner pudo consolidar un núcleo duro del 35-38 por ciento de los votos y desde allí conformar la convocatoria de unidad del peronismo y hacia otras fuerzas no peronistas que provocó la derrota de Macri.


Circuló en las redes que el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, no pudo votar porque no tenía el documento indicado. Cierto o no, lo real es que el ejecutivo del poderoso grupo, quizás ahora el más poderoso del país gracias al macrismo, es una de las pocas personas que vota todos los días.


Gran parte de la sociedad no tiene demasiada idea de la gravedad que en todo el mundo se les asignó a los Panamá Papers; gran parte de la sociedad ha naturalizado que un presidente trate de borrar la deuda de sus empresas con el gobierno, o que en un blanqueo incorpore por decreto a su familia, lo que está expresamente prohibido en la ley. Pero esa parte de la sociedad conoce hasta la saturación las causas abiertas contra Cristina Kirchner.


Cristina Kirchner percibió que todo el poder de fuego de sus adversarios estaba concentrado en ella y en algunos de sus funcionarios más cercanos y tuvo la inteligencia de designar a Alberto Fernández para encabezar la fórmula. Ella atrajo el fuego enemigo y Alberto Fernández se dedicó a construir el Frente de Todos. El macrismo fue derrotado por la pésima gestión económica y por esa estrategia.


El gesto de Cristina Kirchner fue de gran generosidad, porque sabe que Alberto Fernández tiene pensamiento propio. No nombró a un pelele, el Albertítere, como lo quiso presentar la campaña macrista. Alberto Fernández será el presidente y ella la vice. Cada quien deberá amoldarse a esos roles y funcionar por acuerdos que ya están seguramente muy aceitados. Ese acuerdo será el corazón del próximo gobierno. El corazón sobre el que apuntará el enemigo.


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris


  • Periodista argentino, subdirector del diario Página/12


López Obrador, Alberto Fernández, la integración regional y la comunión de ideas (Rebelión)

Gerardo Villagrán del Corral*


A poco más de un mes de asumir como presidente de Argentina, Alberto Fernández realizó su primer viaje al exterior a México, para reunirse por tres horas con quien apuesta será un aliado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, para hablar de complementación comercial, inversiones, política exterior y, en especial, sobre la integración regional.


"Un encuentro, más que formidable; un gran punto de arranque, con la idea de que tenemos muchas cosas en común que hacer", con López Obrador, con quien dijo tener "una comunión de ideas y de conceptos total sobre cómo ver el mundo".


Promotor de la visita fue el subsecretario para Latinoamérica de la Cancillería mexicana, Maximiliano Reyes Zúñiga, quien consideró el encuentro "un parteaguas en la relación bilateral".


“Argentina fue deteriorando su vínculo comercial con México por cosas que me cuesta entender. Seguramente Argentina prestó atención a otros mercados y a México le pasó lo mismo. Pero espero poner foco en el vínculo con México porque no es cualquier país. Es un país por el que sentimos un enorme cariño y gratitud. En la dictadura miles de argentinos fueron acogidos aquí”, señaló Fernández.


De la reunión participaron el jefe de asesores de AMLO, Lázaro Cárdenas, y el canciller Marcelo Ebrard. Fernández ingresó con Felipe Solá y Cecilia Todesca. López Obrador ofició de guía por los salones y pasillos del Palacio, donde visitaron los murales de Diego Rivera con paisajes de la historia mexicana. Fernández llevó de regalo un libro y un busto de Evita y recibió un pin de la presidencia de México y una artesanía.


Antes de hablar con Fernández, AMLO había anunciado en la conferencia mañanera que contribuirá a solucionar la crisis económica que atraviesa Argentina. “Vamos a procurar ayudar en la adquisición de bienes que se producen en Argentina, para que su pueblo –con su nuevo gobierno– pueda enfrentar la crisis económica y pueda haber crecimiento y bienestar. Todo lo que podamos nosotros ayudar, lo vamos a hacer”.


Fernández se declaró muy contento con los resultados, ya que se habló de "poner al día" el mermado intercambio comercial entre ambos, especialmente en importaciones de carne, frijol negro y autopartes argentinas, y se conversó sobre el apoyo que puede brindar México a la Argentina frente a sus negociaciones de la deuda externa.


Política exterior


Fernández señaló que “América Latina construyó muchos bloques y sub-bloques que degeneraron en una enorme desintegración y en los últimos años los que gobernaron hicieron que esos bloques fueran cada vez más débiles. Estoy empecinado en que América Latina vuelva a unir esfuerzos para su integración y para eso hace falta el aporte de todos. Para mí es un tema central”.


Y eso pasa con el Acuerdo del Pacífico, el Pacto Andino, el Mercosur, la Unasur y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que México presidirá pro tempore el año próximo), señaló.


Fernández habló de Chile, donde "está visto lo que pasa cuando se olvidan" los sectores más pobres y marginados. "Tenemos que ayudar a Chile a encontrar la paz lo más pronto posible. Todo lo que pueda ayudar, ayudaré", dijo tras informar sobre una reciente conversación telefónica "buena y larga" con el presidente Sebastián Piñera.


En su visita, el presidente electo fue dando pinceladas de lo que sería su política exterior, ante las expectativas y especulaciones respecto a la posibilidad del retorno de políticas progresistas en América Latina, a través de un eje Buenos Aires-México. López Obrador reafirmó el irrestricto respeto a la soberanía de otros países. En el caso argentino, los analistas observan divergencias entre posiciones de Alberto y de su mentora y quien será su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.


Incómodos –por la posibilidad de que afecte las relaciones con Estados Unidos- se mostraron ambos ante las declaraciones del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien señaló que "un segundo frente que se levanta, brillante, en el horizonte de América Latina. Es el hermano frente progresista encabezado por dos líderes que van a jugar un papel determinante en los próximos años: el presidente de México, López Obrador, y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández".


“No estamos promoviendo un polo progresista en contra de nadie", ni en el supuesto frente ni en el Grupo de Puebla, un foro de debate en el que participan expresidentes y personalidades latinoamericanas ideado –según dijo- por el propio Fernández hace años.


Ante una pregunta, el presidente electo negó que tuviera previsto viajar a Estados Unidos en lo inmediato, aunque es sabido que tiene una invitación de la petrolera Chevron para exponer sus planes sobre el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta en su sede de Houston.


Frente interno


Fernández insistió en que le tocará recibir con una economía con alto endeudamiento y 40% de pobreza. "Ningún país se recupera en la pobreza. Hay que volver a poner en marcha la economía argentina y ver de qué modo podemos cumplir nuestras obligaciones que queremos cumplirlas pero no a costa de más deterioro social".


Reiteró su reclamo al FMI para que reflexione sobre el estado en el que se encuentra Argentina -del que lo considera corresponsable-, y que comprenda que "no se puede seguir ajustando a la sociedad argentina" y desmintió un supuesto aval a nuevos aumentos. "No puede ser que las tarifas sigan dolarizadas cuando el resto de la economía no lo está. Eso he dicho que desde el primer día debe ser revisado", subrayó.


"Lo que Argentina vive en materia de dólares es lo que Mauricio Macri creó. El 10 de diciembre no es una fecha mágica. Ese día sabremos cuántos dólares quedaron en las arcas del Banco Central, resultado de una política que dejó que migren decenas de miles de millones de dólares a destinos desconocidos. No se convirtieron en obras, en ahorro, en pago de deuda; se convirtieron en fuga de divisas", aseveró ante periodistas.


Sobre cómo encarará el alto nivel de endeudamiento de su país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), después de que en el período presidencial de Cristina Kirchner se había logrado reducir y renegociar con los llamados fondos buitre, Alberto Fernández aportó estos datos: a diciembre del 2015 la deuda argentina con el FMI era de 38% del Producto Interno Bruto; 13% de esta pactada en dólares. Este año aumentó, hasta alcanzar 95% del PIB, y en dólares representa 70%.


"No es que no queramos pagar", ya que se trata de una deuda concertada por un gobierno democráticamente electo y que él, en su gobierno, no va a desconocer sus obligaciones. Lo que no podemos hacer es cumplir pidiéndole más sacrificio a nuestra gente", dijo.


Frente empresarial


En la noche, Fernández recibió al empresario multimillonario Carlos Slim, propietario de Telmex, en la Argentina accionista mayoritario de la compañía de celulares Claro (a quien conocía desde el Gobierno de Néstor Kirchner, de quien fue jefe de Gabinete), y luego a una decena de hombres de negocios, todos también de buen vínculo con el Gobierno de AMLO a través de su secretario general y empresario, Alfonso Romo.


"Todo lo que signifique mayor oferta en transmisión de imágenes, telefonía, todo lo que sea ampliar la oferta es muy bueno. Eso está un poco concentrado hoy en día", consideró Alberto Fernández.


Entre los empresarios que se acercaron a conversar con Alberto Fernández estuvieron Carlos Salazar, presidente del influyente Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el dueño de Femsa, José Antonio Fernández Carbajal, Germán Larrea Mota (Grupo México), Alberto Bailleres González (Grupo Bal), Daniel Servitje (Bimbo), Ricardo Salinas (TV Azteca), y Rogelio Zambrano (Cemex).


  • Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (Clae)


Nuestra América y el deseo de los pueblos por sobrevivir (Por Esto!)

POR ESTO! 13 de noviembre del 2019 MÉXICO Cristóbal León Campos*


Siempre las condiciones extremas colocan a las personas en el lugar real que ocupan o al menos manifiestan el que desean ocupar, los hechos recientes en Nuestra América agudizan el debate sobre el devenir de nuestros pueblos, las calles llenas de dignidad ejemplifican los resabios aún arrastrados que dan origen al reclamo social.


Los puños en alto y las consignas son el arma de la dignidad de quienes saben muy bien lo que significa la opresión, mujeres, hombres, obreros, estudiantes, pueblos originarios, parias y proletarios, los olvidados y marginados de la historia, todos, sujetos revolucionarios cuya raíz no se encuentra en las academias pudorosas ni en los clericales análisis de urgencia de quienes acostumbrados a ignorar hoy lanzan las críticas más críticas cayendo en el ridículo escenario de su ignorancia.


Latinoamérica vive un escenario agudizado por la política imperialista de los Estados Unidos y la ejecución de sus intenciones mediante la sumisión de gobiernos, sectores sociales, grupos religiosos y, desde luego, por el permanente deseo de la burguesía oligarca de permanecer en el poder, las medidas económicas que en su mayoría han desencadenado las protestas aparecen como la punta de lanza de una crisis sistémica que el capitalismo latinoamericano viene arrastrando.


El neoliberalismo, expresión actual del capitalismo, llevó al extremo las condiciones de vida de millones de seres humanos, la desarticulación de las funciones tradicionales de los Estados-Nación dio paso a la privatización de todos los servicios públicos, arrojó al barranco las posibilidades de sobrevivencia e implementó un discurso que mediante la participación de todos los aparatos ideológicos garantizara la generación de un consenso para sustentar la hegemonía de la explotación, el saqueo, la discriminación y el dominio burgués.


El deseo de los pueblos por sobrevivir encontró durante diferentes momentos cauce o salidas a través de gobiernos progresistas, que, unos más que otros, reorientaron algunas cuestiones económicas, sociales y políticas, mejorando por períodos situaciones agudizadas, siendo válvulas de escape y dando a ciertos sectores esperanza, pero las contradicciones naturales del sistema capitalista tarde o temprano terminan manifestándose.


Los errores en la dirigencia, los límites del propio proyecto impulsado por estos gobiernos al no romper las estructuras capitalistas y profundizar las construcción del socialismo junto a la siempre presente presión imperialista, que nunca deja de velar por sus intereses, condujeron a muchos países a nuevas polarizaciones que incluso llegaron a revertir la orientación del gobierno a extremos no pensados por caer en fórmulas neofascistas.


Hoy vivimos una nueva etapa de la lucha de clases, un despertar masivo de los pueblos, pero también una clara agresión ultraconservadora con evidentes formas neofascistas que pretende recuperar el poder y restablecer su dominio a fuego y sangre. Por eso observamos masivas protestas en Chile, Ecuador, Haití, Colombia, Honduras, Guatemala, Panamá, Costa Rica y demás países, que hacen retomar los sueños de libertad y de emancipación para nuestras naciones.


Pero de igual forma vemos brutales represiones sobre esas manifestaciones, escuchamos discursos llenos de odio y rencor racista, al tiempo en que se ponen en marcha planes abiertamente conservadores, se ejecutan golpes de Estado como el que ahora transcurre en Bolivia y, además, se refuerza la ofensiva imperialista sobre países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y la propia Bolivia.


Las formas son las mismas aunque matizadas, derrocar gobiernos que no se han sometido al mandato imperialista, bloquear económicamente procesos revolucionarios, infestar todos los aparatos ideológicos de propaganda ultra-reaccionaria para confundir a las sociedades, mentir y agredir la imagen de la resistencia para evitar se propague el ejemplo e imponer lo que llaman “verdad” útil al deseo de expansión imperialista, queriendo asegurar la consumación de sus planes antihumanos.


Las condiciones agudizadas que vivimos en Latinoamérica llaman al compromiso intelectual y social, claman por la responsabilidad de los pueblos con su propio porvenir, las calles aglutinan el deseo de una mejor sociedad, las balas y los golpes reaccionarios pretenden mantener todo como está y revertir aquello que se ha transformado.


La lucha de clases se evidencia desnuda y obliga a ponerse a cada quien del lado correspondiente, los eufemismos retóricos de los nuevos supra-críticos son únicamente el espejo de sus anhelos reaccionarios, que sumados a la propaganda fascista, niegan los vientos de cambio que soplan, a pesar de que se observa la antesala del resurgimiento de los olvidados y explotados.


Aún hay quienes frente a la luz de la verdad prefieren mirar lo insustancial, niegan la represión, el golpe de Estado, la existencia del imperialismo y la conjura fascista que busca apoderarse de Nuestra América para seguir saqueándola, los deseos dictatoriales rondan el camino venidero, las voces de los desposeídos claman por el resurgimiento revolucionario.


Urge transformar radicalmente la realidad para poder vivirla, el proyecto socialista también afronta el reto de replantearse para ser implementado, los tiempos actuales son de compromiso irrenunciable a favor de la unidad, integración y emancipación definitoria de toda Nuestra América.


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris


  • Escritor e historiador, editor de Disyuntivas Cuaderno de Pensamiento y Cultura

Trump ante el juicio político (La Jornada)

LA JORNADA 1 de noviembre del 2019 MÉXICO

Editorial


Con 232 votos a favor y 196 en contra, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer el inicio de un procedimiento de juicio político (impeachment) contra el presidente Donald Trump.


Esta medida da paso a la fase pública de las audiencias para determinar si el mandatario traicionó el juramento a su cargo al condicionar un paquete de ayuda militar a Ucrania a cambio de que la Fiscalía de este país investigara y acusara por corrupción a Hunter Biden, hijo del exvicepresidente y aspirante presidencial demócrata Joe Biden.


En el último siglo, únicamente el republicano Richard Nixon en el 1974 y el demócrata Bill Clinton en el 1998 se habían enfrentado a esta fase formal del proceso de destitución establecido en la Carta Magna estadounidense.


A diferencia de estos dos precedentes, en que legisladores del partido del mandatario impugnado votaron en favor de avanzar las investigaciones, esta vez la totalidad de los diputados republicanos cerró filas en torno al gobernante, e incluso dos demócratas votaron contra la moción que impulsa su liderazgo, una señal de que dentro del Partido Republicano existe la consigna de asumir todos los costos políticos derivados de sostener a un Ejecutivo que se encuentra en abierto desacato a las leyes y a la institucionalidad.


El cierre de filas republicano y el hecho de que esta formación controle el Senado, instancia que se erige en tribunal durante un procedimiento de impeachment, auguran que el magnate se mantendrá en el cargo por lo menos hasta el final de su período.


Por ello, la atención del equipo de Gobierno parece centrarse en evitar que las revelaciones acerca de los actos ilícitos del Presidente y sus colaboradores descarrilen su propósito de reelegirse en los comicios de noviembre del próximo año.


En este afán de desviar el escrutinio ciudadano de sus propios actos, el trumpismo ha emprendido una peligrosa escalada en su desmantelamiento de la institucionalidad y la instalación de un clima de censura contra toda voz crítica.


Especialmente preocupantes resultan las expresiones de la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, quien tildó al inicio del juicio político de "injusto, inconstitucional y fundamentalmente anti-estadounidense".


No son palabras que puedan tomarse a la ligera en la vida pública de esta nación: en particular la última (un-american, en inglés), remite de manera directa al macartismo de la década del 1950, la oscura época de la historia estadounidense durante la cual bastaba con recibir la acusación de anti-estadounidense para que la vida de un ciudadano se viera destruida; en ocasiones, de forma literal.


Tampoco puede perderse de vista el crudo cinismo de Trump al llamar al procedimiento legal en su contra "la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos": "caza de brujas" es justamente el nombre que la historiografía ha dado a la histeria anti-comunista, cuyo máximo representante fue el tristemente célebre senador republicano Joseph Raymond McCarthy, quien lanzaba acusaciones de "anti-estadounidenses" a los ciudadanos que disentían del modelo político y económico de la superpotencia y a su política exterior belicista y neocolonial.


Si bien se antoja imposible obtener del actual inquilino de la Casa Blanca un atisbo de responsabilidad en el uso de las palabras, cabe esperar que la sociedad de este país sea consciente de la intolerancia, el autoritarismo y la fobia trasnochada que destilan sus expresiones.


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

Lo que los grandes medios no están contando sobre EEUU

PÚBLICO 28 de octubre del 2019 ESPAÑA Vicenç Navarro*


Si usted visita EEUU podrá ver la enorme atención que los principales medios de información de aquel país dedican al presidente Trump. En realidad, sus actividades centran las noticias políticas de la jornada, día tras día, desde el inicio de su mandato. Tal cobertura mediática tiende a ser negativa, criticándolo primordialmente por sus maneras, sus falsedades, sus groserías, sus salidas de tono muy poco presidenciales y un largo etcétera. Y lo mismo ocurre, por cierto, en los principales medios de información españoles, cuya cobertura de la situación política de aquel país es, con contadísimas excepciones, bastante deficiente.


No soy yo alguien que valore positivamente la figura del presidente Trump. Todo lo contrario. Pero creo que es un gran error de tales medios de información que den tanta visibilidad y notoriedad a este personaje, pues contribuyen a crear la percepción de que el problema más importante que tiene EEUU es el comportamiento de Trump, olvidando que el mayor problema real de la vida política de aquel país es que un sector muy importante de la población le votó, y que muy probablemente le continuarán votando, no excluyéndose, por lo tanto, la posibilidad de que salga reelegido de nuevo en las próximas elecciones presidenciales.


Repito, pues, que por extraño que parezca, el mayor problema que tiene EEUU no es primordialmente Trump, sino que gran parte de la clase trabajadora blanca (que es la mayoría de la clase trabajadora) le votó y es probable que continúe votándole. Ni que decir tiene que muchos otros grupos y clases sociales también le votaron. Pero el grupo más decisorio y que jugó un papel clave en su victoria (especialmente en los estados industriales de aquel país que determinaron dicho triunfo) fueron barrios obreros blancos, algunos de los cuales, por cierto, habían votado al candidato Obama en las anteriores elecciones. Y lo que es más que preocupante es que este sector de la clase trabajadora blanca continúa siéndole muy leal.


Según encuestas recientes, un 80% de los que le votaron le votarían de nuevo. No hay ningún otro candidato que tenga un nivel tan alto de lealtad de sus votantes como Trump. Este es el gran problema que existe en el país, del cual los medios no hablan. Y lo que es igualmente preocupante es que durante estos años de gobierno Trump, el Partido Demócrata (que es el otro partido del sistema bipartidista estadounidense) apenas ha prestado atención a por qué este personaje ganó las elecciones que el Partido Demócrata perdió. En realidad, este último partido, que ridiculiza constantemente la figura de Trump en lugar de analizar por qué la gente le votó, ignora deliberadamente que fueron precisamente las políticas públicas aplicadas por los gobiernos del Partido Demócrata las que causaron que se votara a Trump. De ahí que se centren tanto en el personaje y muy poco en la enorme responsabilidad que el Partido Demócrata ha tenido en su victoria.


Las causas de la victoria de Trump: las políticas neoliberales del establishment demócrata


Toda la evidencia muestra que han sido las políticas públicas neoliberales aplicadas por el establishment político del Partido Demócrata las que han antagonizado a la gran mayoría de la clase trabajadora, que se siente totalmente ignorada por dicho establishment. En realidad, este establishment actuaba bajo el erróneo supuesto de que ya no existía una clase trabajadora en el país. En su ideario y argumentario su base social era y continúa siendo la clase media, pues asumían que la clase trabajadora o bien había desaparecido o se había transformado en clase media (algo parecido le ocurre, por cierto, a la socialdemocracia europea, incluyendo a la española, el PSOE).


De ahí que el Partido Demócrata no haya digerido todavía la victoria de Trump y no entienda lo que está pasando entre sus bases electorales, incluyendo la clase trabajadora, que ha ido abandonando este partido desde hace ya años, el cual solía llamarse el Partido del Pueblo (the People’s Party) y que ahora podría definirse como el partido del capital financiero (the Wall Street Party), siendo la banca (Wall Street) una de sus fuentes más importantes de financiación, incluyendo las candidaturas del presidente Clinton, del presidente Obama y de la presidenciable Hillary Clinton.


Las características del Partido Demócrata: su promoción de la globalización neoliberal


El Partido Demócrata, desde la época del presidente Clinton –que, junto con Tony Blair (del Partido Laborista británico), y Gerhard Schröder (del Partido Socialdemócrata alemán), fundó la Tercera Vía–, fue el abanderado de la globalización de la industria y del movimiento de capitales que han contribuido a la desindustrialización de EEUU (el sector con mayores salarios donde estaba empleada la clase trabajadora blanca). Este apoyo a las políticas globalizadoras era parte de su ideología neoliberal promovida por el mundo de las grandes empresas estadounidenses (que en EEUU se conoce como The Corporate Class, es decir, la clase de propietarios y gestores de las grandes corporaciones industriales y de servicios del país). Tal ideología representaba no solo un abandono de las políticas públicas keynesianas, sino también de aquellas que intentaban redistribuir los recursos a favor del mundo del trabajo.


Es importante señalar, sin embargo, que Clinton no se presentó como neoliberal cuando fue elegido en el 1992. Todo lo contrario. Ganó aquellas elecciones con un programa que tenía muchos componentes progresistas procedentes de la campaña de las izquierdas dentro del Partido Demócrata, lideradas por Jesse Jackson, del cual fui asesor, que casi ganó las primarias de tal partido en el 1988 frente al candidato del aparato del Partido, Dukakis, gobernador de Massachusetts.


El gran éxito de Jackson y su Rainbow Coalition (repito, la alianza de las izquierdas del Partido Demócrata) explica que Clinton, astutamente, hiciera suyas muchas de sus propuestas progresistas, tales como establecer un Programa Nacional de Sanidad, todavía inexistente en EEUU. Estas propuestas contribuyeron a su victoria, propuestas que, sin embargo, tan pronto ganó, abandonó. En realidad, no solo abandonó gran número de las propuestas de la Rainbow Coalition que había hecho suyas, sino que incluso aprobó algunas de las propuestas más favorables al mundo empresarial (The Corporate Class) que había promovido el presidente Bush padre, que le precedió. Entre ellas, la más importante fue el Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México (NAFTA), que fue aprobado en el Congreso de EEUU en contra de la mayoría de demócratas y con el apoyo de los republicanos y los demócratas del sur de EEUU (el sector más conservador de tal partido).


Esta medida creó un gran enfado y rechazo por parte de la clase trabajadora, que determinó su abstención en las elecciones al Congreso del 1994 (dos años después de la victoria de Clinton), lo que provocó que el Partido Republicano ganara la mayoría en dicha cámara, hablándose entonces de la “revolución republicana”, cuando en realidad el resultado de aquellas elecciones fue la derrota del Partido Demócrata liderado por Clinton, más que la victoria de los republicanos.


Las consecuencias del neoliberalismo de la Tercera Vía


Como consecuencia de tal “revolución republicana”, Clinton hizo suyas, de nuevo, las propuestas neoliberales promovidas por los republicanos. Como resultado de ello, los salarios y el poder adquisitivo de dicha clase trabajadora descendieron y han continuado descendiendo desde entonces (incluso durante el mandato del presidente Obama), de manera que el salario mínimo por hora en EEUU es de solo 7,25 dólares (estandarizados por unidades de poder de compra –UPP–), uno de los más bajos dentro del capitalismo desarrollado. El salario mínimo del promedio de los países de la UE-15 es de 9,2 dólares por hora (sin incluir Suecia, Dinamarca, Italia, Finlandia y Austria). El salario mínimo por hora en España es de 6,9 dólares estandarizados, uno de los más bajos de la UE-15.


Es importante señalar que una evolución semejante a la del nuevo Partido Demócrata clintoniano ocurrió en Europa con la socialdemocracia, que fue perdiendo su base electoral (primordialmente, la clase trabajadora) al convertirse al neoliberalismo, dejando de ser socialdemócrata para pasar a ser socioliberal, adoptando políticas públicas neoliberales que favorecieron claramente a sus Corporate Classes. Esta fue la causa del crecimiento de la ultraderecha, un fenómeno que ha caracterizado a muchos países a los dos lados del Atlántico Norte.


Esta transformación de la socialdemocracia al socioliberalismo se debe a muchas causas, pero una de especial interés es el cambio en la financiación de tales partidos (dependiendo cada vez más de los fondos procedentes de la Corporate Class), así como el cambio en la composición de su personal y de sus dirigentes, todos ellos pertenecientes a las clases medias de educación superior (la clase media ilustrada), que carecen de cualquier conexión con la clase trabajadora, a la cual ignoran.


La supuesta “modernización” del Partido Demócrata. La sustitución de las políticas redistributivas por las políticas de igualdad de oportunidades


El distanciamiento del Partido Demócrata de la clase trabajadora y su creciente acercamiento a la clase corporativa (característica de la Tercera Vía) explica su compromiso con la globalización neoliberal y con la redefinición de las políticas redistributivas, favoreciendo a partir de entonces a las rentas del capital y a los grupos pudientes, a costa del descenso de las rentas del trabajo. Así lo muestran los datos sobre la distribución de las rentas en aquel país: las rentas del trabajo descendieron, pasando de representar un 65,3% en el 1993 (cuando Clinton comienza su presidencia) de todas las rentas del país, a un 60,5% en el 2018. La continuación de tales políticas ha causado un enorme crecimiento de las desigualdades, de manera tal que, según un reciente estudio de Emmanuel Sáez y Gabriel Zucman, titulado The triumph of injustice, 400 familias pudientes acumulan más riqueza que el conjunto del 60% de renta inferior de todos los hogares. Y el 0,1% tiene más riqueza que el 80%. En realidad, un impuesto de un 2% sobre los ingresos a tales familias originaría suficientes ingresos para eliminar la pobreza en aquel país.


Esta transformación del Partido Demócrata ha ido acompañada de la desaparición de la categoría de clase social como variable para entender la realidad política y social del país. El enorme poder de la clase dominante (the Corporate Class en EEUU) explica la desaparición de la categoría de clase social en el análisis y discurso de un país (incluyendo los EEUU, donde el poder de la clase dominante es muy grande). En realidad, este fenómeno ocurre también en España, donde casi nadie habla de clases sociales. En su lugar, las categorías raza y género centran el tema de las desigualdades.


Este cambio en EEUU fue acompañado de otro: las políticas redistributivas pasaron a ser sustituidas por las políticas favorecedoras de la igualdad de oportunidades, con el objetivo de terminar con la discriminación racial y sexual (pero no por clase social). De esta manera el Partido Demócrata intentó y continúa presentándose como el partido de las oportunidades, garantizando que todo ciudadano estadounidense tenga la misma oportunidad de alcanzar la cúspide social. Su centro de acción es el área legislativa federal que sanciona y penaliza la discriminación por raza y género (repito, pero no por clase social), entre otros.


Estas políticas han facilitado la movilidad vertical, sobre todo en el sentido de incorporar afroamericanos (y en menor medida, latinos) y mujeres en las instituciones públicas (y en menor grado, privadas) de EEUU. Su máxima expresión fue la elección de un afroamericano, el Sr. Obama, como presidente y la casi victoria de una mujer candidata a presidenta. Esta incorporación e integración de las minorías y de las mujeres en las estructuras de poder político tuvo desde el principio un condicionante de clase social, pues en su gran mayoría, las personas integradas pertenecían a las clases medias profesionales, y solo muy raramente a las clases trabajadoras.


Crítica de Nancy Fraser y del concepto del neoliberalismo progresista


Se equivoca, sin embargo, Nancy Fraser al considerar el clintonismo como la alianza de los movimientos sociales –movimientos de los derechos civiles y feministas, entre otros- con el Partido Demócrata, definiendo tal alianza como el neoliberalismo progresista (ver su artículo “The end of progressive neoliberalism”, Dissent, 02.01.17). Su intento de convertirse en un partido feminista, por ejemplo, se da en respuesta a la radicalización de amplios sectores de tales movimientos que crearon una alarma entre el establishment político estadounidense y, muy en particular, en el Partido Demócrata, el cual respondió a tal amenaza mediante el intento (en parte exitoso) de coaptación e instrumentalización de sus dirigentes, incorporándolos a la estructura de poder, dentro de un contexto definido por la correlación de fuerzas bajo el dominio de la Corporate Class. Se intentaba con ello diluir así cualquier amenaza de inestabilidad para el orden existente.


La radicalización de los movimientos sociales y el intento del Partido Demócrata de contenerla. El movimiento feminista


Véase lo ocurrido con el mayor movimiento feminista existente en EEUU (NOW), que apoyó activamente a Hillary Clinton como candidata a la presidencia (que fue la máxima defensora de la globalización neoliberal en la administración Obama). La dirección de NOW insuflaba una visión neoliberal en sus programas que representaba solo a un sector de las mujeres y del movimiento defensor de los derechos de las mujeres: el sector formado por personas pertenecientes a la clase media profesional con educación superior (la citada clase media ilustrada).


Tal clase social y tal feminismo neoliberal en EEUU eran y son profundamente antisocialistas: la candidata Hillary Clinton intentó destruir al candidato socialista Bernie Sanders en las primarias del Partido Demócrata, que las encuestas mostraban que podría haber ganado las elecciones presidenciales. Esta hostilidad hacia las izquierdas incluyó también una fuerte oposición a las feministas contestatarias antiestablishment, que fueron marginadas y discriminadas. Las herederas de estos sectores de izquierdas, procedentes de las clases populares (como Alexandria Ocasio-Cortez, entre otras), representan el feminismo socialista, y se presentan sin tapujos como tales y como parte del movimiento socialista liderado por Bernie Sanders.


El movimiento de liberación de la población negra


Otro tanto ocurrió con el movimiento de liberación negro que, en sus orígenes, vio asociada la liberación de la mayoría de la población negra con la liberación de la mayoría de la clase trabajadora, hasta tal punto que una semana antes de ser asesinado, Martin Luther King definió la “lucha de clases” como la realidad social que afectaba más la vida política, económica y social del país, esto es, como el punto esencial de la vida del país. De ahí que promoviera la alianza e incluso confluencia de todos los movimientos que defendían a las víctimas del sistema político, económico y cultural de EEUU, dominado por la Corporate Class y sus establishments políticos y mediáticos. Promovió así la convergencia del movimiento de derechos civiles con el movimiento obrero, relacionando así la liberación de ambos colectivos. La clase social era, para Martin Luther King, el elemento de transversalidad que facilitaba las alianzas, denunciando el racismo como el mecanismo e ideología que la Corporate Class utilizaba para dividir a la clase trabajadora del país.


Las políticas del Partido Demócrata, sin embargo, no apoyaron tal estrategia. Al contrario, desarrollaron estrategias y políticas que intentaban integrar dentro del sistema a cada grupo por separado. En el caso de la población negra, las políticas públicas de tipo asistencial, a fin de integrarla dentro de la estructura de poder (idea que alcanzó su máxima expresión con la elección del presidente Obama), mostraron las limitaciones de tal estrategia: el nivel de vida de la población negra no mejoró durante su mandato.


Hacer esta observación no implica desmerecer la importancia del factor simbólico. Su importancia depende, sin embargo, del contexto en el que aparece. El bienestar y la calidad de vida de la mayoría de la clase trabajadora, de raza negra en Baltimore, no ha mejorado al cambiar de raza la alcaldía, años atrás blanca, y ahora negra. Las políticas neoliberales se han continuado aplicando incluso con una alcaldesa, mujer y afroamericana, que vetó el aumento del salario mínimo en una ciudad donde la mayoría de la población es precisamente afroamericana. Así pues, la integración de las minorías y de las mujeres en diferentes estratos del Estado realizada por el Partido Demócrata neoliberal ha servido primordialmente para promover mejor el neoliberalismo.


Trump como consecuencia del rechazo al neoliberalismo progresista


El mal llamado neoliberalismo progresista fue precisamente el que creó un enorme rechazo entre los grupos más perjudicados por la aplicación de sus políticas, principalmente los sectores de las clases populares en general y la clase trabajadora en particular: y esa fue la cantera de apoyo a Trump. Sanders podría haber canalizado este enfado y ello ocurrió durante la campaña, pues sus máximos apoyos vinieron de la clase trabajadora y de los jóvenes, como también está ocurriendo ahora. El ataque sobre él y su destrucción como candidato por parte del aparato del Partido Demócrata contribuyó al éxito de Trump, que se presentó como el candidato antiestablishment.


El votante más fiel a Trump es profundamente antiglobalización, y percibe al gobierno federal como el origen de sus problemas debido a su atención supuestamente exclusiva a las minorías y a las mujeres (de renta superior) a costa suya (sean hombres o mujeres), y a su excesiva tolerancia con la inmigración. Trump, que lejos de ser un inepto es enormemente astuto, alimenta esta percepción con un lenguaje muy accesible y muy popular, con grandes dosis de racismo y sexismo, y con un comportamiento antiestablishment que ayuda a ofuscar y ocultar sus políticas enormemente favorables al componente más reaccionario de la Corporate Class.


Su nacionalismo extremo, basado en un sentido de supremacismo racial (de la raza blanca), machista, profundamente antidemocrático, autoritario y caudillista, reúne las características del fascismo europeo, con una excepción. El fascismo europeo (que era también el instrumento de las clases dominantes para destruir el movimiento socialista y comunista) no era anti-Estado, pues competía con el movimiento obrero en la necesidad de cubrir las necesidades básicas de la clase obrera. En cambio, el trumpismo sí que es anti-Estado y anti políticas públicas sociales. Es un fascismo libertario más semejante a Vox que a Le Pen. Y representa una enorme amenaza para la democracia y el bienestar de las clases populares.


¿Cuál es la alternativa?


Una de las causas del enorme poder de la Corporate Class en EEUU es la atomización y autonomía de los movimientos de resistencia, hecho que ya está también ocurriendo en Europa. En EEUU, a diferencia de la Europa Occidental, no ha habido movimientos que favorecieran la transversalidad entre ellos. La Rainbow Coalition fue una excepción. Su objetivo era establecer una alianza de los movimientos sociales. Pero incluso tal alianza no tuvo una ideología que permitiera relacionar los distintos tipos de explotación para establecer un futuro y proyecto común. La ausencia de un proyecto socialista de masas que permita relacionar explotación de clase social, explotación racial y explotación de género, por ejemplo, ha debilitado cada uno de estos movimientos, que acaban compitiendo por el apoyo popular.


En la Europa Occidental, el socialismo tuvo una amplia base social que permitió avanzar en varias dimensiones de la liberación humana. No es por casualidad que los países donde la explotación de clase (y las desigualdades que genera), de género y de raza es menor sean los del norte de Europa, donde partidos pertenecientes a tal tradición política han gobernado durante la mayor parte del período transcurrido desde la II Guerra Mundial.


No hay en esos países movimientos feministas muy fuertes. Sin embargo, las mujeres tienen muchos más derechos políticos, sociales y laborales que en EEUU, donde tales derechos están enormemente limitados. El contexto político es determinante, y este contexto en EEUU es muy desfavorable para la liberación de las distintas causas de la opresión, al no haber un proyecto común. Lo que es preocupante es que este modelo neoliberal se está extendiendo también en Europa. En realidad, en Europa, el crecimiento de la ultraderecha no ha alcanzado todavía las dimensiones de EEUU, donde el partido gobernante, el republicano, es ya un partido de ultraderecha con características fascistoides. Esto es nuevo en EEUU, y es muy preocupante. Trump es un síntoma, pero no la causa. Y el que no se vea así es el gran problema.


Los candidatos en el Partido Demócrata


La alternativa a este “neoliberalismo supuestamente progresista” (hoy representada por una mujer, líder del Partido Demócrata, Nancy Pelosi), ha sido Bernie Sanders, que se define sin tapujos como socialista, tomando como referencia las políticas públicas de carácter universal que empoderan a la ciudadanía en su totalidad. Es el equivalente al socialdemócrata nórdico escandinavo de hace veinte años. Y es enormemente popular entre los jóvenes y entre la clase trabajadora. Ni que decir tiene que es una de las personas más odiadas por el establishment político-mediático de EEUU, que utiliza todos los medios a su alcance para destruirlo. La otra candidata es Elizabeth Warren, un personaje curioso, pues, aunque procede de una familia con escasos recursos, pasó a ser integrada rápidamente en las instituciones, convirtiéndose en profesora de Harvard. En esta etapa de rápido ascenso tuvo posturas neoliberales. Pero cambió y ha ido tomando posiciones más próximas a Sanders, aclarando sin embargo que no es socialista. En realidad, se define como feminista y “capitalista hasta la médula”. Es popular, sobre todo, entre las clases medias con educación superior.


El que mejor representa la herencia Clinton en su versión más conservadora es Joe Biden, el que fuera vicepresidente con Obama, que claramente representa el Partido Demócrata tradicional y que, en contraste con Trump, da una imagen de tipo presidencial, heredera de la administración Obama. Este partido ha estado intentando destruir a Trump basándose en el comportamiento poco presidencial del hoy presidente. El objetivo central de su programa anti-Trump ha sido mostrar las conexiones de este con el gobierno ruso durante su etapa de hombre de negocios en asuntos inmobiliarios, y más tarde como presidenciable, con la petición de ayuda a Putin en su pugna electoral con la Sra. Clinton. Tal tema, sin embargo, no tiene particular importancia para el ciudadano normal y corriente, el cual sabe que el gobierno ha intervenido intensamente en las elecciones de otros países y encuentra normal (aunque no deseable) que otros países intenten intervenir en las elecciones de su país.


Y ahora, gran parte de la atención se centra en las conexiones de Trump con personajes y países extranjeros para que le ayuden en su próxima campaña electoral, proveyéndole información útil. La utilización del Estado como si fuera de su propiedad para fines personales es algo típico de Trump. Y es denunciable. Pero a su votante no le provoca tanto rechazo, pues sabe de la corrupción del sistema político. En realidad, el atractivo de Trump es que su comportamiento está fuera de lo normal, pues hace explícitamente lo que otros hacen ocultamente. Se salta a la torera todo el protocolo y los requisitos éticos de su mandato. Su antiestablishment es muy atrayente. Romper con todas las normas. Y su crítica a los medios es popular, pues estos son altamente impopulares.


Lo que el Partido Demócrata debería hacer, además de autocrítica, es ver cómo las políticas que está imponiendo están dañando a la población que le vota antes: la clase trabajadora. Pero para que ello suceda hace falta autocrítica de este partido, algo que es difícil (casi imposible) que ocurra. Y ahí está el problema. El sistema bipartidista estadounidense es muy poco democrático y las instituciones están claramente sesgadas en contra de cualquier cambio, tal como, por cierto, también ocurre en España. Y mucho me temo que, sin cambios en el Partido Demócrata, pocos cambios ocurrirán en EEUU.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino


  • Catedrático emérito de Ciencias Políticas y Políticas Públicas.


SOCIEDAD

En la universidad latinoamericana, el ajuste viene de la mano con la privatización (Página 12)

PÁGINA 12 8 de noviembre del 2019 ARGENTINA


Informe sobre la mercantilización de la educación superior

Un estudio publicado por el IEC-Conadu advierte que América Latina y Asia meridional son las dos regiones con mayor avance de la privatización universitaria. Mientras en los últimos años fue aumentando la demanda de educación superior, cayó el presupuesto de las universidades públicas y creció la matrícula estudiantil en instituciones privadas.


Constanza Bonsignore


América Latina y Asia meridional son las regiones más privatizadas del mundo en materia universitaria. Se trata de un proceso de privatización que incluye, por un lado, un incremento sostenido de la matrícula estudiantil, la multiplicación de las instituciones educativas y el crecimiento y diversificación de carreras, niveles y títulos, y por otro lado, una regresión del financiamiento público. Así lo afirma el informe "Formas de privatización y mercantilización de la educación superior y el conocimiento en América Latina", elaborado por el Instituto de Estudios y Capacitación de Conadu.


El trabajo, que fue presentado en el marco del Primer Congreso Internacional “La Universidad como Derecho. Perspectivas desde el Sur”, que organizó la federación docente Conadu esta semana, es resultado de un proyecto de investigación en curso que coordina la Internacional de la Educación (IE), que tiene como objetivo aportar al debate público sobre el avance de los procesos de privatización y mercantilización de la universidad en la región.


"A nivel regional lo que nos aparece de este estudio es que efectivamente los procesos de privatización de la universidad para toda América Latina son un tema de enorme relevancia. Según los datos de la Unesco, América Latina es una de las regiones más privatizadas del mundo", dijo Fernanda Saforcada, coordinadora del estudio, en diálogo con Página 12.


La investigación aborda un análisis de las tendencias regionales y el estudio de cuatro casos: Argentina, Chile, Perú y República Dominicana.


Las autoras, Saforcada, Daniela Atairo, Lucía Trotta y Aldana Rodríguez Golisano, señalan que "los sistemas universitarios latinoamericanos son el territorio en el que vienen desplegándose disputas sustantivas por el sentido de la educación y del conocimiento. Son las disputas en torno a si la educación es un derecho o un servicio, y si el conocimiento es un bien común o una mercancía, un commoditie".


En ese sentido plantean cuatro cuestiones centrales para pensar las tendencias regionales.


En primer lugar, se refieren a la hiperprivatización de la universidad: "América Latina se distingue por tener un 55% de su matrícula en el sector privado, mientras Europa tiene un 13%, Asia Pacífico un 36% y América del Norte un 28%". Esto -según señalan- "implica que el sector privado comprende una cantidad de estudiantes mayor que el sector público, y que dos de cada tres universidades en la región son privadas".


El incremento de la demanda en educación superior y la reducción de los presupuestos para la educación pública es otra de las tendencias que resaltan en el informe."El principal factor de expansión de la privatización surge de la conjunción del incremento de la demanda y la reducción de los recursos", destacan las autoras.


"Se ha triplicado la matrícula desde los 90 para aquí y esta expansión ocurrió en un contexto neoliberal que implicó un desfinanciamiento del sector público, lo que hace que una parte sustantiva de esa demanda se derive hacia el sector privado de mediano o bajo costo", indicó Saforcada, quien advirtió que "las universidades públicas deben autofinanciarse a través de aranceles a estudiantes de pregrado y posgrado, y la venta de servicios".


Elborramiento de las distinciones entre lo público y lo privado aparece como otra tendencia que tiene una dimensión material —que en la práctica permite el desvío de recursos públicos al sector privado—, y otra dimensión simbólica, que desplaza la vara a lo “comercial/no comercial” o de “calidad/no calidad".


Por último, las autoras hacen hincapié en la incidencia del sector universitario privado en lo público, es decir el incremento de la capacidad de incidencia directa de las universidades privadas en ámbitos de política pública.


"La relación entre actores protagónicos de las universidades privadas y el poder político es notoria. En algunos países se dan lazos de ciertas universidades privadas y ciertos actores del poder político. Universidades privadas que forman a quienes luego ocupan cargos de alto rango, generando vasos comunicantes con los gobiernos que les garantizan capacidad de lobby", señaló Saforcada.


Para el caso argentino, las autoras destacan que es uno de los países de Latinoamérica que se sitúan dentro de los sistemas más orientados a lo público. "Durante los gobiernos kirchneristas se produjo una expansión del subsistema universitario, motorizado por la creación de una nueva ola de universidades estatales y acompañado por el incremento de instituciones de carácter privado", señalan.


"Sin embargo –advirtió Saforcada—, las universidades públicas fueron tremendamente golpeadas en los últimos cuatro años de gobierno macrista por las distintas formas que asumió el desfinanciamiento pero también por otras formas de incidir en las universidades."


Selección en Internet: Raquel Román Gambino


El feminismo y la libertad de prensa atacados por la ultraderecha (Nueva Tribuna)

NUEVA TRIBUNA 2 de noviembre del 2019 ESPAÑA


Ataque fascista al feminismo

Ameco*


El pasado domingo el medio de comunicación Pikara Magazine fue víctima de un ataque fascista en su propia sede, la cual apareció ilustrada con una pintada que decía «Putas de Soros». Agresión que aparece firmada por las siglas DNJ. Otra pintada apareció en la sede de la plataforma de apoyo a las personas refugiadas, llegaron a destrozar un mural antifascista que había en la plaza de Bilbao La Vieja, el espacio Sake, que es un local dedicado a la creación cultural del barrio, también fue pintarrajeado…


«Es la tercera pintada que recibo. He vivido la publicación de mis datos personales, incluido mi teléfono, en Twitter y la cuenta que lo ha hecho, por mucho que lo he denunciado en varias ocasiones sigue abierta»…«He puesto como seis denuncias a Twitter, una denuncia a la Ertzaintza y una querella criminal. Y sigue estando abierta»… «La información de mi teléfono se borró dos semanas después de su publicación…


Desde entonces me envían fotos de penes innumerables, llamadas y mensajes de propuestas sexuales que, obviamente no he pedido y además no me apetecen, eso sí todas de hombres heterosexuales, claro. También hay tíos a los que les parece muy divertido meterme en grupos de whatsaap con títulos amenazantes tipo “La Manada”, que incluso tienen cosas de pornografía infantil.


Se están superando todos los límites y lo que me pregunto es cuándo van a hacer algo, porque ya están sucediendo cosas muy graves, que constituyen delitos múltiples». Esta es una de las muchas situaciones de acoso que Irantzu Varela lleva teniendo que soportar desde hace años, un acoso que por no haberse frenado en ningún momento por parte de las autoridades ahora ha llegado hasta la sede de un medio de comunicación.


Denuncia al acoso machista y fascista


La revista feminista Pikara, junto con Irantzu Varela, del espacio de formación feminista Faktoria Lila, convocaron ayer una rueda de prensa para «denunciar el acoso machista y fascista que llevan viviendo desde hace tiempo, y que en las últimas semanas ha pasado de las redes sociales a agresiones más directas, que se han traducido en pintadas insultantes firmadas por grupos fascistas, las últimas la noche del pasado domingo».


«Queríamos denunciar el hecho de que se esté dando voz en los medios de comunicación a las ideas de los partidos de ultraderecha, o que de repente aparezca un líder de un partido de ultraderecha dando nombres de personas que cobran ayudas…


Todo eso es un caldo de cultivo de extrema derecha que propicia que luego, a pequeña escala, pasen las cosas que han sucedido este fin de semana en Bilbao. Entre ellas en la redacción de Pikara, pero es verdad que no hemos sido el único espacio atacado. Atacar la sede de un medio de comunicación no es que sea un ataque más grave que cualquier otro, pero es un ataque específico a la libertad de prensa y a la libertad de expresión», explicaba Andrea Momoitio, coordinadora de Pikara Magazine.


Las autoridades no han hecho nada


Y es que este altercado no ha sido un hecho aislado. Otra pintada apareció en la sede de la plataforma de apoyo a las personas refugiadas, llegaron a destrozar un mural antifascista que había en la plaza de Bilbao La Vieja, el espacio Sake, que es un local dedicado a la creación cultural del barrio, también fue pintarrajeado. Y todos estos actos vandálicos contaban de nuevo con la firma DNJ, siglas que representan a las juventudes del partido político de extrema derecha Democracia Nacional. «Fue muy curioso porque la policía nos decía que no se podía saber quién había sido…


Y entiendo que es posible que lo hayan pintado otras personas y hayan firmado así, eso no se puede comprobar, pero al menos se les podía pedir que explicaran algo al partido, simplemente que dijeran si habían sido o no… pero al menos que tengan que dar una explicación. Y ese es una línea que no han visto ni posible», lamenta Andrea.


El ataque denunciado del pasado domingo es solo la gota que colma el vaso para muchas activistas feministas. Si no preguntadle a Irantzu Varela, creadora del espacio de aprendizaje, creación y acción feminista Faktoria Lila, que lleva más de cinco años recibiendo todo tipo de vejaciones por su trabajo.


   «Sufro un acoso que empezó en las redes hace cinco años, cuando comencé a hacer vídeos. Es continuado y siempre he dicho que iba a ir a más y a peor, pero no vemos que haya ninguna respuesta de las autoridades. Nosotras vamos a la policía, ponemos la correspondiente denuncia pero aquí no pasa nada».


Una mujer cuyo único delito ha sido ser activista feminista y ayudar a las personas que quieren crear sus propios modelos de serlo, en libertad y sin imposiciones. Ha tenido que escuchar y leer, tanto en pintadas como en las redes sociales, insultos machistas e intolerables de todo tipo.


«Violencia machista de manual»


«Todo empezó con una pintada al lado de mi antiguo local en el que se decía: “Irantzu Varela sóplame la vela» con una polla dibujada al lado, que ya deja clara la naturaleza de los ataques… Directos, personalizados y además van contra la libertad sexual, o sea, violencia machista de manual. Luego siguió con una pintada en la puerta de mi antiguo local, que estaba firmada por las juventudes de Democracia Nacional, con una bandera española y aludiendo a la unidad de España.


Luego unas amigas la borraron y pusieron encima “Eraso bakar bat erantzunik gabe” (“Ninguna agresión sin respuesta” en Euskera) y encima de ella fue donde pintaron alusiones directas a mis datos poniendo Irantzu Varela haciendo referencia a información mía personal que se acaba publicando en Twitter»… «Mi nombre, mi teléfono, la matrícula de mi coche y mi DNI en las redes. Y por si no fuera poco también se dice que soy fascista, que cobro millonadas de lo público…». Así es como Varela tiene que vivir cada día, sin que ningún estamento oficial haga nada para protegerla.


La inactividad de las autoridades y la desprotección a la que se ven expuestas estas mujeres avalan, una y otra vez, la violencia y las barbaridades con las que conviven desde hace ya demasiado tiempo. «En los diez años de proyecto de Pikara hemos tenido muchos ataques de muchos tipos pero de esta manera, en la sede de la redacción de medio, es la primera vez que nos pasa.


No hemos tenido ningún apoyo institucional, pero sí de los medios de comunicación que nos han arropado mucho. Irantzu tiene que ver como nadie hace nada para borrar sus datos de la web, pero para otro tipo de acciones como por ejemplo la página web del Tsunami Democrático rápidamente han borrado la web y han hecho lo que han considerado, pero eso es que no hay voluntad política de hacerlo», lamenta Momoitio.


Información personal publicada en Twitter con total impunidad


Y es que desde hace unos años están surgiendo radicalismos exacerbados, provocados y legitimados por ciertos partidos políticos que quieren hacer suyo este país. Personas que se creen en poder de la verdad única y verdadera. Personas que no toleran a todas y todos aquellos que son diferentes a ellos. La tolerancia, la diversidad, lo plural pero, sobre todo, la igualdad de las mujeres parece que con ellos no va.


Como las valientes Andrea e Irantzu han expresado una vez más, hay que enfrentarse a estos grupos que día tras días demuestran lo peligrosos que pueden llegar a ser para la igualdad y el respeto, su intolerancia y violencia. Comenzaron con pintadas, publicaron información privada y personal de una persona en las redes sociales y ahora atentan contra la libertad de prensa y de expresión atacando a un medio de comunicación intentando coartar la libertad de sus redactoras. ¿Qué será lo siguiente?


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Asociación Española de Mujeres Profesionales de los Medios de Comunicación

Estados Unidos garantiza la economía de Israel mientras los estadounidenses pasan penurias (Rebelión)

REBELIÓN 11 de noviembre del 2019 ESPAÑA

Morgan Strong*


Mientras envía decenas de miles de millones en ayuda a Israel, Estados Unidos contempla a sus propios ciudadanos luchar para acceder a la atención médica y la educación.


Israel tiene aproximadamente el mismo tamaño que Nueva Jersey, uno de los estados más pequeños de EEUU que aporta casi 30 mil millones de dólares al presupuesto federal de EEUU, cantidad de la que vuelve una pequeña proporción a través de programas federales.


Una parte de ese dinero termina en Israel. De hecho, los 50 estados de EEUU dependen de alguna devolución de sus impuestos federales para infraestructura, carreteras, atención médica, educación y otros programas. Cuando una parte de ese dinero se usa para otros fines, como la ayuda a Israel, los ciudadanos sufren las consecuencias.


Ayuda militar


El Informe de Washington sobre Asuntos del Oriente Medio estima la ayuda directa de Estados Unidos a Israel en más de 130 mil millones de dólares.


A diferencia de otros receptores de ayuda militar de Estados Unidos, a Israel se le ha permitido gastar más de una cuarta parte de la ayuda militar estadounidense en vez de utilizarse en el propio EEUU, lo que ha resultado en una industria de defensa israelí cada vez más sofisticada y competitiva.


Así, el Servicio de Investigación del Congreso informó que, entre el 2004 y el 2011, Israel fue el octavo mayor exportador de armas, con ventas de 12 mil 900 millones de dólares.


A diferencia de otros países que reciben ayuda militar de EEUU, que deben comprar a través del Departamento de Defensa (DOD), Israel trata directamente con empresas estadounidenses y está exento de la revisión del DOD.


Israel ocupa el puesto 22 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, en comparación con Estados Unidos en el 13. A pesar de un PIB rezagado, Israel se considera un país rico, con atención médica universal, educación superior asequible y una mayor esperanza de vida que la de Estados Unidos.


Todos los residentes israelíes tienen derecho a la atención médica básica como un derecho fundamental, en comparación con EEUU, que tiene uno de los sistemas de atención médica de menor rendimiento entre las naciones desarrolladas, a pesar del gasto masivo de 3,5 billones de dólares anuales.


En el área de la educación, el costo anual de la matrícula en una universidad israelí, establecido por el Gobierno, es de alrededor de 3 mil dólares, en comparación con alrededor de 10 mil para los residentes estadounidenses en las universidades estatales.


Exenciones de impuestos


Los funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos tienen un interés activo en amigos y enemigos, con operaciones de Contrainteligencia "enfocadas estratégicamente contra los objetivos prioritarios China, Rusia, Irán, Cuba e Israel".


Este último es un aliado de Estados Unidos, pero tiene una historia de intentos de espionaje contra Estados Unidos; Israel también ha engañado constantemente a Estados Unidos en cuanto a la existencia de sus armas nucleares y sus sistemas de misiles balísticos.


Al mismo tiempo, una investigación realizada hace varios años por Forward -que se centró en la red de organizaciones benéficas de la comunidad judía de EEUU- "descubrió un aparato comunitario judío exento de impuestos que opera en la escala de una compañía Fortune 500 y concentra la mayor parte de sus dólares donados a Israel".


Gran generosidad


De hecho, además de las asignaciones del presupuesto federal, existen organizaciones benéficas privadas, gobiernos locales y estatales y corporaciones que contribuyen con miles de millones adicionales a Israel.


Los contribuyentes estadounidenses, sin saberlo, despliegan una gran generosidad hacia el pueblo de Israel en detrimento de sí mismos.


Millones de estadounidenses no tienen atención médica básica porque no pueden pagarla. Millones de estudiantes universitarios estadounidenses están fuertemente endeudados por los préstamos estudiantiles para financiar su educación, todo esto mientras Estados Unidos garantiza la economía de Israel.


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris


  • Exprofesor de Historia del Oriente Medio y que fue asesor en Oriente Medio para CBS News, 60 Minutes


CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Twitter, ¿cómplice del golpe de Estado en Bolivia? (Por Esto!)

POR ESTO! 19 de noviembre del 2019 MÉXICO (Fragmentos)


Pelayo Terry Cuervo*


Tantas voces no deben estar equivocadas. En las últimas horas un destape de varios medios de prensa da cuenta de que Twitter, el gigante del pulgar azul, “permitió” la creación de más de 68 mil cuentas falsas en esa plataforma para apoyar el reciente golpe de Estado en Bolivia.


Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien en su cuenta denunció el hecho, nada fortuito en esta era de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.


Hay que recordar que no han pasado dos meses desde que Twitter se prestó para conspirar contra Cuba, y en un santiamén, y en medio de una coyuntura compleja para el archipiélago, suspendió cientos de cuentas de periodistas, medios de prensa, intelectuales y otras personalidades, aduciendo mala utilización de los postulados que rigen su funcionamiento y que, incluso, aún hoy algunos profesionales no han podido rescatar su cuenta o sencillamente tuvieron que crearse otra, con la consecuente pérdida de seguidores.


Y el momento para la Mayor de las Antillas era esencial, pues la medida de Twitter aconteció dos horas antes de que el Presidente, junto al Consejo de Ministros en pleno, acudiera al programa televisivo Mesa Redonda para anunciar un grupo de medidas económicas que tendrían impacto inmediato en toda la ciudadanía.


Ahora, ante la burda manipulación de los grupos golpistas en el país sudamericano y la creación de cuentas ficticias para promover falsas noticias y distorsionar lo que ocurre en la nación andina, no se conoce la reacción de quienes manejan la popular red social.


La afirmación del mandatario cubano tiene bases muy sólidas en un estudio igualmente hecho público hace muy poco, en el cual se afirma que para respaldar el golpe de Estado en Bolivia fueron creadas más de 68 mil cuentas falsas en Twitter.


Así lo reveló una reciente investigación de Julián Macías Tovar, responsable de redes sociales del partido español Unidas Podemos.


El especialista comprobó que a partir del 10 de noviembre estas cuentas falsas usaron varias etiquetas para intentar legitimar la salida del poder de Evo Morales y justificar la violencia y la represión contra los manifestantes que rechazan el golpe de Estado.


Las cuentas han servido, además, para aumentar el número de seguidores de los principales actores que participaron en la afrenta anti-democrática, como el jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y la senadora Jeanine Áñez, autoproclamada presidenta interina.


Veamos este tuit del investigador: “Analizando la conversación en Twitter sobre el Golpe de Estado en Bolivia impulsado por @LuisFerCamachoV, puedo afirmar que también está detrás del golpe de estado fraudulento en redes con la creación de más de 60 mil cuentas falsas para influir y difundir fake news (noticias falsas)”.

Macías Tovar precisó que la cuenta de Camacho pasó en 15 días de tener 2 mil seguidores a 130 mil, 50 mil de ellos creados en noviembre del 2019. Lo mismo ocurrió con la autoproclamada Jeanine Áñez, quien en ese período pasó de tener 8 mil seguidores a 150 mil, de estos 40 mil son cuentas recién creadas.


Al analizar las cuentas falsas de ambos políticos, Macías Tovar contó más de 68 mil falsas diferentes, que no han sido detectadas por Twitter (qué curioso) y se mantienen operando, aunque la red social prohíbe el uso de robots para amplificar mensajes.


Estas cuentas tienen entre cero y un seguidor, y divulgaron noticias falsas con apoyo logístico internacional, revela el estudio de Macías Tovar y añade que con hashtags como #EvoAsesino, #EvoDictador #EvoEsFraude o #NoHayGolpedeEstadoenBolivia, los mensajes de estas cuentas intoxicaron la conversación social con mensajes de “Evo Morales es un corrupto” y acusaciones de haberse “robado” las elecciones de octubre. También celebraron la asunción a la presidencia de la senadora Jeanine Áñez y declararon que el régimen de facto ha llevado, finalmente, “la democracia y libertad” al pueblo boliviano.


Otro estudio, difundido el pasado 13 de noviembre, señaló que en solo dos días fueron creadas 4 mil cuentas falsas en Twitter e intentaron posicionar la etiqueta #BoliviaNoHayGolpe.


La investigación la realizó el especialista en comunicación política Luciano Galup y en ella el experto afirma que lo ocurrido se trata de un volumen descomunal de cuentas emergentes, con puntos de origen similares, que no tienen un comportamiento orgánico. Las cuentas orgánicas en Twitter refieren a personas reales que se expresan de manera natural en la red, mientras estas cuentas falsas son generadas desde laboratorios y de manera programada con sistemas de Inteligencia Artificial.


Aunque la plataforma cuenta con un sistema anti-spam y se ha dedicado a cerrar cuentas cubanas, por ejemplo, no ha reaccionado ante las miles de cuentas falsas anti-democráticas que apoyan el fin del Gobierno constitucional de Morales, por lo que cabe preguntarse si la red social, al igual que Estados Unidos, desde donde opera, no es cómplice de la asonada golpista en Bolivia. Esperemos, en algún momento se conocerá la verdad detrás de tanta manipulación, odio y maldad.


  • Periodista cubano


MEDIO AMBIENTE

El delito de Trump que amerita la destitución y daña al mundo entero (Democracy Now!)

DEMOCRACY NOW! 10 de noviembre del 2019 EEUU

Amy Goodman* y Denis Moynihan**


Podemos huir de la crisis climática, pero no podemos escondernos de ella. En la primera línea de esta calamidad ambiental global, comunidades enteras se ven consumidas por incendios, inundadas por tifones y huracanes o abrasadas por el Sol en medio de sequías históricas.


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, uno de los principales negadores del cambio climático, ha iniciado formalmente el proceso de salida del Acuerdo de París sobre el Clima.


Firmado originalmente por el presidente Barack Obama en el 2015, el acuerdo estableció una solución mundial cooperativa para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.


Estados Unidos, ahora, es la única nación del planeta que se ha retirado del acuerdo. Mientras tanto, una nueva declaración firmada por más de 11 mil científicos de más de 150 países advierte de un “sufrimiento incalculable” a menos que la sociedad experimente una “gran transformación” para hacer frente a la crisis.


La negación de Trump de la crisis climática es inadmisible y debería agregarse a los argumentos para llevar a cabo el juicio político en su contra.


Wells Griffith es un funcionario del Gobierno de Trump que cumplió un papel tanto en la crisis climática como en el proceso de juicio político. Actualmente es asistente especial del Presidente y director de Energía y Medio Ambiente del Consejo de Seguridad Nacional, área que depende del secretario de Energía saliente Rick Perry.


Griffith es un operador político republicano de larga data que se desempeñó como subdirector de personal de Reince Priebus, cuando Priebus era presidente del Comité Nacional Republicano.


El nombramiento de Wells Griffith en el Departamento de Energía tiene sentido. Su familia ha administrado una estación de servicio en Mobile, Alabama, durante más de 50 años. Griffith pasó de cargar gasolina a promover la industria del carbón. Como parte de ese plan logró negociar con éxito la venta de 700 mil toneladas métricas de carbón de Pensilvania a Ucrania en el 2017.


Al año siguiente hizo el ridículo cuando ofició de principal representante del Gobierno de Trump en la conferencia de la ONU sobre el clima, la “COP 24”, en Katowice, Polonia, que tuvo lugar en diciembre del 2018.


Estados Unidos realizó un solo evento público durante la cumbre de dos semanas. El evento fue presidido por Griffith y promovía los combustibles fósiles y la energía nuclear.


En medio de risas burlonas y manifestaciones de protesta en la sala, Griffith declaró: “creemos firmemente que ningún país debería tener que sacrificar la prosperidad económica ni la seguridad energética en aras de la sustentabilidad ambiental”.


Al finalizar el evento, con Democracy Now! nos acercamos a Griffith para hacerle preguntas en el gran hall central del centro de convenciones (que fue diseñado para parecerse a la mina de carbón sobre la que se construyó). Para nuestra sorpresa, huyó en lugar de responder, primero acelerando su caminar y finalmente corriendo.


Con las cámaras rodando corrimos tras él, haciéndole preguntas mientras lo seguíamos, tratando de sortear a la multitud de negociadores climáticos, científicos y activistas que había en el salón:


“¿Está de acuerdo con la idea de Trump de que el cambio climático es un engaño? ¿Puede hablar sobre por qué Estados Unidos está aquí, ya que el presidente Trump afirma que va a retirar al país del acuerdo climático de París? ¿Puede hablar de por qué está impulsando la industria del carbón?”. Griffith evitó nuestras preguntas y nos acusó de haberlo acosado: “Que un periodista le haga una pregunta, señor, no es acoso”.


El martes de esta semana, Wells Griffith continuó con su negativa a responder preguntas al no comparecer ante el Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes en el marco de la investigación en torno a la posible destitución de Trump.


Mientras se espera que la próxima semana se lleven a cabo las primeras audiencias públicas en el marco de la investigación de juicio político, hay otro caso judicial no relacionado que está concluyendo en un tribunal estatal de Nueva York.


Nueva York presentó una demanda contra ExxonMobil, alegando que la gigante de los combustibles fósiles defraudó a sus inversores durante años al desestimar el riesgo que representa el cambio climático para el valor de las acciones.


Rex Tillerson, exdirector ejecutivo de ExxonMobil y el primer secretario de Estado de Trump, testificó extensamente bajo juramento. Al ser interrogado por los fiscales del estado de Nueva York, afirmó en reiteradas ocasiones que no podía recordar detalles.


Fuera del tribunal, unos 30 niños que participan del movimiento de huelgas semanales por el clima “Fridays for Future” (“Viernes por el futuro”, en español) organizaron un simulacro de muerte a modo de protesta.


Maria Riker, de 13 años de edad, nos dijo: “mantuvimos el simulacro de muerte durante 42 minutos, un minuto por cada uno de los 42 años en que Exxon fue consciente de los peligros del cambio climático y mintió al respecto”.


El sucesor de Tillerson, el secretario de Estado Mike Pompeo, anunció el lunes a través de un tuit: “hoy comenzamos el proceso formal de retirada del Acuerdo de París”. Trump declaró que Estados Unidos se iba a retirar en junio del 2017, pero los procedimientos legales vigentes establecidos por el acuerdo impedían la retirada formal hasta ahora.


En respuesta, el escritor y fundador de la organización 350.org, Bill McKibben, declaró en una entrevista para Democracy Now!: “la industria de combustibles fósiles ha tenido sus años más rentables en las últimas tres décadas. Como consecuencia, ahora nos falta la mitad del hielo marino en el Ártico durante el verano, la Gran Barrera de Coral está medio muerta, los océanos han aumentado su acidez en un 30% y California pasa más tiempo en llamas que sin incendios. Estamos en graves problemas”.


La crisis climática pone en peligro el planeta. Negarla es un crimen mayor y es motivo de destitución.


  • Locutora, periodista, columnista y escritora progresista estadounidense. Presentadora de Democracy Now!, un programa global de noticias, emitido diariamente en radio, televisión e Internet


    • Cofundador de Democracy Now!


El primer ministro británico, Boris Johnson, aplica la moratoria al fracking debido a sismos (La Jornada)

LA JORNADA 13 de noviembre del 2019 MÉXICO

Alfredo Jalife-Rahme


En forma sorprendente, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la moratoria con carácter inmediato del fracking por temor a más terremotos, después de un sismo de magnitud 2.9 que se registró en agosto cerca de Blackpool, al noroeste de Inglaterra, en un sitio administrado por Cuadrilla.


La decisión no es menor, ya que mediante la extracción del gas lutita (shale gas) por el fracking, Gran Bretaña pretendía disminuir su dependencia a las importaciones de gas natural para sustituir la vital calefacción del 80% de sus hogares.


Después de una moratoria de siete años, Gran Bretaña había reanudado el fracking con la empresa Cuadrilla que opera con la funesta Schlumberger que tantos daños ambientales ha causado en el planeta y en el Golfo de México.


Los terremotos tecnogénicos han provocado sismos en las zonas donde se extrae el gas lutita mediante el fracking en dos países de la anglósfera: EEUU y Canadá, en Fox Creek (Alberta).


Ya en el 2016, geólogos canadienses habían demostrado que el fracking puede causar terremotos durante meses y ocurren con mayor frecuencia en algunos lugares.


Eric Albert de Le Monde, expone el fariseísmo del gobierno británico que viene en plena campaña electoral cuando “desde el 2010, sus autoridades habían siempre apoyado los proyectos del fracking, pese a la oposición muy (sic) mayoritaria de la población” y las manifestaciones cotidianas (sic) durante años en el norte de Inglaterra.


En Escocia está prohibido el caníbal fracking, al unísono de los otros partidos políticos del espectro de Gran Bretaña –laboristas, liberales, demócratas, verdes-–, con la notable salvedad de los conservadores neoliberales (los tories globalistas) cuyos tres primeros ministros David Cameron, Theresa May y Boris Johnson lo apoyaron sin rubor.

Después de 57 sismos en solo dos meses, y las próximas elecciones del 12 de diciembre, en forma oportunista y desvergonzada Boris Johnson busca obtener los distritos electorales en el norte donde se aplica sin recato el fracking.


Ya en el 2012 el excéntrico Boris Johnson, gran aliado de Trump, había escrito: “Ignoren a los mercaderes del Apocalipsis, Gran Bretaña debe adoptar el fracking” cuando condenó como absurda la oposición demencial del “ lobby verde” y los eco-guerreros quienes denuncian el fracking.


Semanas después a la pasmosa moratoria del fracking por el gobierno británico, The Wall Street Journal, propiedad de Dow Jones/Fox News, muy cercanos a Trump, expone una retirada relativa ( pullback) de las empresas del fracking al operar lo impensable (sic): planifican bombear menos.


Según la empresa de análisis de datos Enverus, el número de plataformas activas de extracción en EEUU ha sufrido una reducción de 26%.


El auge del gas lutita mediante el fracking se debió a la duplicación de su producción, en particular en la Cuenca Pérmica, en la parte occidental de Texas y en Nuevo México.


WSJ comenta que después de que las empresas de gas lutita llevaron la producción de gas natural y petróleo a niveles récord, ahora operan un “ pullback abrupto” entre los principales extractores como EQT –el mayor productor de gas natural, con sede en Pittsburg que vislumbra gastar 400 millones de dólares menos en el 2020– y Chesapeake Energy –cuyas acciones se desplomaron 40%– debido a la ausencia de ganancias.


Tal pullback causaría un aplanamiento (sic) del crecimiento de la producción petrolera en EEUU para el 2020 que empezó a disminuir este año.


Ya había explorado el atroz financierismo de las empresas de gas lutita subsidiadas por la banca de Wall Street por motivos de seguridad energética nacional que creó una vulgar burbuja especulativa.


El destino financierista y sus sismos alcanzaron al fracking.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino


Científicos de todo el mundo plantean seis medidas para hacer frente a la crisis climática (Rebelión)

REBELIÓN 7 de noviembre del 2019 ESPAÑA

Valentina Raffo


Más de 11000 profesionales de 153 países suscriben un manifiesto para exigir acciones inmediatas. La declaración va acompañada de más de 40 años de datos que corroboran la emergencia medioambiental


En el 1979, la comunidad científica se reunió en la que fue la primera conferencia mundial sobre el clima para alertar sobre el cambio climático. Cuarenta años más tarde, más de 11 000 científicos de todo el mundo han suscrito un manifiesto en el que declaran la emergencia climática y plantean seis medidas urgentes para hacerle frente. La declaración, publicada este martes en la revista Bioscience, va acompañada de un análisis científico que recopila datos de a lo largo de más de 40 años en los que se puede corroborar el deterioro de los "signos vitales" del planeta.


"Hemos pasado los últimos 40 años en negociaciones globales sobre este problema y, a pesar de ello, se ha seguido actuando como de costumbre; no se ha hecho nada para abordar esta crisis", exclama William Ripple, ecólogo de la Universidad Estatal de Oregón y uno de los impulsores del manifiesto. "La temperatura global está aumentando, los océanos se están calentando y el nivel del mar sube, aumentan los fenómenos meteorológicos extremos... El cambio climático ha llegado y se está acelerando más rápido de lo que muchos científicos esperaban", añade.


"Los científicos tienen la obligación moral de advertir a la humanidad de cualquier gran amenaza. Y, por lo que indican los datos, está claro que estamos ante una emergencia climática", argumenta Thomas Newsome, investigador de la Universidad de Sídney y uno de los firmantes del documento. Ante esto, la recién publicada declaración defiende que "mitigar y adaptarse al cambio climático significa transformar las formas en que gobernamos, administramos, comemos y obtenemos recursos y energía".


El manifiesto, más allá de constatar la gravedad de este problema, plantea seis medidas urgentes para abordar esta crisis medioambiental.


1. Transición energética


El primer paquete de medidas propuesto por la comunidad científica se centra en la transición energética. Los expertos proponen, entre otras, reemplazar los combustibles fósiles por energías renovables limpias; frenar la extracción de recursos de las reservas de carbón, petróleo y gas natural, eliminar los subsidios a las compañías de combustibles fósiles e imponer tarifas lo suficientemente altas como para restringir el uso de este tipo de fuentes de energía no renovables.


2. Freno a los gases contaminantes


Los científicos también instan a reducir de manera inmediata las emisiones de gases contaminantes como el carbono, el metano y los hidrofluorocarbonos, unos compuestos responsables del efecto invernadero. Esta medida, implementada de manera urgente, podría reducir a la mitad las estimaciones de calentamiento global para las próximas décadas.


3. Protección de la naturaleza


Los expertos también reclaman un mayor compromiso con recursos naturales. Entre las medidas propuestas destaca la restauración y protección de ecosistemas como bosques, praderas y humedales. La conservación de estos espacios naturales, además de su valor intrínseco para el mantenimiento de la biodiversidad, contribuiría a la retención de dióxido de carbono atmosférico, un gas clave en el efecto invernadero.


4. Cambios en la alimentación


La comunidad científica, una vez más, se posiciona sobre la necesidad de cambiar los hábitos alimentarios para hacer frente a la crisis climática. Hace unos meses, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU ya propuso reducir el consumo de carne para mitigar la huella ecológica. Ahora, los expertos reclaman una dieta basada principalmente en vegetales y con un menor consumo de productos animales. Este cambio podría reducir significativamente las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero y, a su vez, liberaría tierras agrícolas para el cultivo de alimentos humanos en lugar de alimentos para el ganado. Asimismo, los científicos piden frenar el desperdicio de alimentos, ya que, según las últimas estimaciones, hasta un tercio de todos los alimentos producidos terminan en la basura.


5. Reforma del sistema económico


El manifiesto también sugiere cambios en la esfera económica. Entre las medidas propuestas destaca reformar la economía basada en los combustibles de carbono; reducir la extracción de materiales y la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera a largo plazo; así como alejar los objetivos de crecimiento del producto interno bruto y la búsqueda de la riqueza e ir hacia un modelo de decrecimiento.


6. Estabilizar la población


El último paquete de medidas propuesto por la comunidad científica intenta hacer frente al problema de la sobrepoblación. Los expertos instan a estabilizar la población mundial, que según las estadísticas aumenta en más de 200000 personas por día, utilizando enfoques que garanticen la justicia social y económica.


Selección en Internet: Raquel Román Gambino


LA REVISTA DEL LUNES

“El racismo, la discriminación racial y la xenofobia constituyen un fenómeno social, cultural y político, no un instinto natural de los seres humanos; son hijos directos de las guerras, las conquistas militares, la esclavización y la explotación individual o colectiva de los más débiles por los más poderosos a lo largo de la historia de las sociedades humanas.”

Fidel Castro Ruz, 1 de septiembre del 2001

El odio al indio

Álvaro García Linera


El fascismo, el odio racial, no solo es la expresión de una revolución fallida sino, paradójicamente también en sociedades postcoloniales, el éxito de una democratización material alcanzada.


Como una espesa niebla nocturna, el odio recorre vorazmente los barrios de las clases medias urbanas tradicionales de Bolivia. Sus ojos rebalsan de ira. No gritan, escupen; no reclaman, imponen. Sus cánticos no son de esperanza ni de hermandad, son de desprecio y discriminación contra los indios. Se montan en sus motos, se suben a sus camionetas, se agrupan en sus fraternidades carnavaleras y universidades privadas y salen a la caza de indios alzados que se atrevieron a quitarles el poder.


En el caso de Santa Cruz organizan hordas motorizadas 4×4 con garrote en mano a escarmentar a los indios, a quienes llaman “collas”, que viven en los barrios marginales y en los mercados. Cantan consignas de que “hay que matar collas”, y si en el camino se les cruza alguna mujer de pollera la golpean, amenazan y conminan a irse de su territorio.


En Cochabamba organizan convoyes para imponer su supremacía racial en la zona sur, donde viven las clases menesterosas, y cargan -como si fuera un destacamento de caballería- sobre miles de mujeres campesinas indefensas que marchan pidiendo paz. Llevan en la mano bates de béisbol, cadenas, granadas de gas; algunos exhiben armas de fuego. La mujer es su víctima preferida; agarran a una alcaldesa de una población campesina, la humillan, la arrastran por la calle, le pegan, la orinan cuando cae al suelo, le cortan el cabello, la amenazan con lincharla, y cuando se dan cuenta de que son filmadas deciden echarle pintura roja simbolizando lo que harán con su sangre.


En La Paz sospechan de sus empleadas y no hablan cuando ellas traen la comida a la mesa. En el fondo les temen, pero también las desprecian. Más tarde salen a las calles a gritar, insultan a Evo y, con él, a todos estos indios que osaron construir democracia intercultural con igualdad. Cuando son muchos, arrastran la Wiphala, la bandera indígena, la escupen, la pisan la cortan, la queman. Es una rabia visceral que se descarga sobre este símbolo de los indios al que quisieran extinguir de la tierra junto con todos los que se reconocen en él.


El odio racial es el lenguaje político de esta clase media tradicional. De nada sirven sus títulos académicos, viajes y fe porque, al final, todo se diluye ante el abolengo. En el fondo, la estirpe imaginada es más fuerte y parece adherida al lenguaje espontáneo de la piel que odia, de los gestos viscerales y de su moral corrompida.


Todo explotó el domingo 20, cuando Evo Morales ganó las elecciones con más de 10 puntos de distancia sobre el segundo, pero ya no con la inmensa ventaja de antes ni el 51% de los votos. Fue la señal que estaban esperando las fuerzas regresivas agazapadas: desde el timorato candidato opositor liberal, las fuerzas políticas ultraconservadoras, la OEA y la inefable clase media tradicional. Evo había ganado nuevamente pero ya no tenía el 60% del electorado; estaba más débil y había que ir sobre él. El perdedor no reconoció su derrota. La OEA habló de “elecciones limpias” pero de una victoria menguada y pidió segunda vuelta, aconsejando ir en contra de la Constitución, que establece que si un candidato tiene más del 40% de los votos y más de 10% de votos sobre el segundo es el candidato electo. Y la clase media se lanzó a la cacería de los indios.


En la noche del lunes 21 se quemaron cinco de los nueve órganos electorales, incluidas papeletas de sufragio. La ciudad de Santa Cruz decretó un paro cívico que articuló a los habitantes de las zonas centrales de la ciudad, ramificándose el paro a las zonas residenciales de La Paz y Cochabamba. Y entonces se desató el terror.


Bandas paramilitares comenzaron a asediar instituciones, quemar sedes sindicales, a incendiar los domicilios de candidatos y líderes políticos del partido de gobierno. Hasta el propio domicilio privado del presidente fue saqueado; en otros lugares las familias, incluidos hijos, fueron secuestrados y amenazados de ser flagelados y quemados si su padre ministro o dirigente sindical no renunciaba a su cargo. Se había desatado una dilatada noche de cuchillos largos, y el fascismo asomaba las orejas.


Cuando las fuerzas populares movilizadas para resistir este golpe civil comenzaron a retomar el control territorial de las ciudades con la presencia de obreros, trabajadores mineros, campesinos, indígenas y pobladores urbanos -y el balance de la correlación de fuerzas se estaba inclinando hacia el lado de las fuerzas populares- vino el motín policial.


Los policías habían mostrado durante semanas una gran indolencia e ineptitud para proteger a la gente humilde cuando era golpeada y perseguida por bandas fascistoides. Pero a partir del viernes, con el desconocimiento del mando civil, muchos de ellos mostraron una extraordinaria habilidad para agredir, detener, torturar y matar a manifestantes populares. Claro, antes había que contener a los hijos de la clase media y, supuestamente, no tenían capacidad; sin embargo ahora, que se trataba de reprimir a indios revoltosos, el despliegue, la prepotencia y la saña represiva fueron monumentales. Lo mismo sucedió con las Fuerzas Armadas. Durante toda nuestra gestión de gobierno nunca permitimos que salieran a reprimir las manifestaciones civiles, ni siquiera durante el primer golpe de Estado cívico del 2008.


Y ahora, en plena convulsión y sin que nosotros les preguntáramos nada, plantearon que no tenían elementos antidisturbios, que apenas tenían ocho balas por integrante y que para que se hagan presentes en la calle de manera disuasiva se requería un decreto presidencial. No obstante, no dudaron en pedir/imponer al presidente Evo su renuncia rompiendo el orden constitucional. Hicieron lo posible para intentar secuestrarlo cuando se dirigía y estaba en el Chapare; y cuando se consumó el golpe salieron a las calles a disparar miles de balas, a militarizar las ciudades, asesinar a campesinos. Y todo ello sin ningún decreto presidencial. Para proteger al indio se requería decreto. Para reprimir y matar indios solo bastaba obedecer lo que el odio racial y clasista ordenaba. Y en solo cinco días ya hay más de 18 muertos, 120 heridos de bala. Por supuesto, todos ellos indígenas.


La pregunta que todos debemos responder es ¿cómo es que esta clase media tradicional pudo incubar tanto odio y resentimiento hacia el pueblo, llevándola a abrazar un fascismo racializado y centrado en el indio como enemigo? ¿Cómo hizo para irradiar sus frustraciones de clase a la policía y a las FFAA y ser la base social de esta fascistización, de esta regresión estatal y degeneración moral?


Ha sido el rechazo a la igualdad, es decir, el rechazo a los fundamentos mismos de una democracia sustancial.


Los últimos 14 años de gobierno de los movimientos sociales han tenido como principal característica el proceso de igualación social, la reducción abrupta de la extrema pobreza (de 38 al 15%), la ampliación de derechos para todos (acceso universal a la salud, a educación y a protección social), la indianización del Estado (más del 50% de los funcionarios de la administración pública tienen una identidad indígena, nueva narrativa nacional en torno al tronco indígena), la reducción de las desigualdades económicas (caída de 130 a 45 la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres); es decir, la sistemática democratización de la riqueza, del acceso a los bienes públicos, a las oportunidades y al poder estatal. La economía ha crecido de 9 mil millones de dólares a 42 mil, ampliándose el mercado y el ahorro interno, lo que ha permitido a mucha gente tener su casa propia y mejorar su actividad laboral.


Pero esto dio lugar a que en una década el porcentaje de personas de la llamada “clase media”, medida en ingresos, haya pasado del 35% al 60%, la mayor parte proveniente de sectores populares, indígenas. Se trata de un proceso de democratización de los bienes sociales mediante la construcción de igualdad material pero que, inevitablemente, ha llevado a una rápida devaluación de los capitales económicos, educativos y políticos poseídos por las clases medias tradicionales.


Si antes un apellido notable o el monopolio de los saberes legítimos o el conjunto de vínculos parentales propios de las clases medias tradicionales les permitía acceder a puestos en la administración pública, obtener créditos, licitaciones de obras o becas, hoy la cantidad de personas que pugnan por el mismo puesto u oportunidad no solo se ha duplicado -reduciendo a la mitad las posibilidades de acceder a esos bienes- sino que, además, los “arribistas”, la nueva clase media de origen popular indígena, tiene un conjunto de nuevos capitales (idioma indígena, vínculos sindicales) de mayor valor y reconocimiento estatal para pugnar por los bienes públicos disponibles.


Se trata, por tanto, de un desplome de lo que era una característica de la sociedad colonial: la etnicidad como capital, es decir, del fundamento imaginado de la superioridad histórica de la clase media por sobre las clases subalternas porque aquí, en Bolivia, la clase social solo es comprensible y se visibiliza bajo la forma de jerarquías raciales. El que los hijos de esta clase media hayan sido la fuerza de choque de la insurgencia reaccionaria es el grito violento de una nueva generación que ve cómo la herencia del apellido y la piel se desvanece ante la fuerza de la democratización de bienes. Así, aunque enarbolen banderas de la democracia entendida como voto, en realidad se han sublevado contra la democracia entendida como igualación y distribución de riquezas. Por eso el desborde de odio, el derroche de violencia; porque la supremacía racial es algo que no se racionaliza, se vive como impulso primario del cuerpo, como tatuaje de la historia colonial en la piel. De ahí que el fascismo no solo sea la expresión de una revolución fallida sino, paradójicamente también en sociedades postcoloniales, el éxito de una democratización material alcanzada.


Por ello no sorprende que mientras los indios recogen los cuerpos de alrededor de una veintena de muertos asesinados a bala, sus victimarios materiales y morales narran que lo han hecho para salvaguardar la democracia. Pero en realidad saben que lo que han hecho es proteger el privilegio de casta y apellido.


El odio racial solo puede destruir; no es un horizonte, no es más que una primitiva venganza de una clase histórica y moralmente decadente que demuestra que, detrás de cada mediocre liberal, se agazapa un consumado golpista.


Tomado de CELAG/16 de noviembre del 2019

Izquierda, el rescate del sueño

Frei Betto


Pertenezco a la generación que tuvo el privilegio de cumplir 20 años en los años sesenta: la Revolución cubana, el Che, los Beatles, El rey de la vela,[1] manifestaciones estudiantiles, Alegría, Alegría,[2] Gláuber Rocha, McLuhan, la revista Realidade,[3] Marcuse, Mayo del 68, Juan XXIII, naves espaciales, etc.


Era la generación de los sueños. “Soñar es despertarse por dentro”, nos recuerda Mário Quintana. Estábamos permanentemente despiertos. Nuestras quimeras no eran nutridas por drogas, sino por utopías.


Según la teoría psicoanalítica, todo sueño es proyección de un deseo. Nuestra generación deseaba ardientemente cambiar el mundo, instaurar la justicia social, derribar el viejo orden.


El sueño se hizo pedazos al chocar contra la realidad. La dictadura militar (1964-1985) declaró que nuestras protestas eran subversivas, y enfrentó nuestras marchas con porras y tiros. Nuestros congresos estudiantiles terminaron en las prisiones, y forzados a la clandestinidad, no nos quedó más alternativa que el exilio o la resistencia. Los verdugos laceraron nuestras utopías y colgaron nuestros ideales del pau-de-arara. [4] Lo que era canto se convirtió en dolor; lo que era encanto, en cadáver. La roda viva se llenó de miedo, y nuestro cáliz de “vino tinto de sangre”. [5]


Nuestros paradigmas se derrumbaron bajo los escombros del Muro de Berlín. No era el socialismo de las masas ni de los proletarios en el poder. Era el socialismo de Estado, padre y patrón, atrapado en la paradoja de agigantarse en nombre del fin inminente de la lucha de clases. El economicismo, la carencia de una teoría del Estado y de una sociedad civil fuerte y movilizada, llevaron al río de las fantasías colectivas a desabordarse por sobre los puentes de hierro de los ingenieros del sistema.


El socialismo real saciaba el hambre de pan, pero no el apetito de belleza. Compartía los bienes materiales y privatizaba el sueño. Todo sueño ajeno a la ortodoxia se consideraba diversionista, amenazador.


El capitalismo, astuto, socializa la belleza para camuflar la cruel privatización del pan. Aquí todos son libres para hablar, no para comer. Libres para viajar, no para comprar los pasajes. Libres para votar, no para interferir con el poder. El Muro de Berlín cayó y todavía hoy la polvareda que levantó ofusca nuestra mirada.


Despojada de paradigmas, la izquierda es una doncella perpleja que, terminada la fiesta, no logra encontrar el camino de regreso a casa. Hay muchos pretendientes dispuestos a acompañarla, pero ella teme que la conduzcan al lecho de la violación. Ansiosa, se enrumba por el laberinto del electoralismo y se pierde en el juego de espejos que exacerban el narcicismo de quienes se maquillan en el reflejo de las urnas. Se deja arrastrar por la alternancia electoral, en la que la caza de votos y cargos atropella los ideales y los programas. Y mientras más se aproxima a las estructuras de poder, más se distancia de los movimientos populares.


Es cierto que, al asumir la administración pública, invierte en programas sociales, perfecciona el acceso a la salud, la educación, la vivienda y la cesta básica. Pero desprovista de andamios, no hace de esa masa un nuevo edificio teórico, alternativo a la globocolonización neoliberal que execra la ciudadanía y exalta el consumismo, repudia los derechos sociales e idolatra el mercado.


La marea sube –Ecuador, Chile, Argentina— pero en la playa, acostumbrados a seleccionar los peces, los pescadores están cegados por el reflejo del Sol. ¿La historia llegó a su fin?


Fuera de la izquierda no hay salida para la miseria que asola el planeta (mil 300 millones de personas). La lógica del capitalismo es incompatible con la justicia social. El sistema exige acumulación; la justicia, compartir. Y no hay futuro para la izquierda sin ética, utopía, vínculos con los pobres y valor para dar la vida por el sueño.


Hoy, el socialismo ya no es solo una cuestión ideológica o política. Es también aritmética: sin compartir los bienes de la Tierra y los frutos del trabajo humanos, la mayoría de los casi 8 mil millones de pasajeros de esta nave espacial llamada Tierra, estarán condenados a una muerte precoz, sin el derecho a disfrutar lo que la vida requiere como más esencial para ser feliz: pan, paz y placer.


Le resta ahora a la izquierda despertar al sueño.


Notas:


[1] El rey de la vela (O rei da vela) es una obra de teatro de Oswald de Andrade, unos de los principales nombres del modernismo brasileño. Aunque fue escrita en el 1933, no se publicaría hasta el 1937. Sin embargo, no sería hasta treinta años más tarde cuando se llevaría a escena

[2] Canción de Caetano Veloso

[3] Realidade fue una revista brasileña lanzada en el 1966 que circuló hasta enero del 1976. Presentaba características innovadoras para la época: materiales en primera persona, fotos que dejaban ver al fotógrafo y un diseño gráfico poco tradicional

[4] Método de tortura consistente en una estructura de la cual se cuelga a la víctima

[5] Obra de teatro y verso de una canción de Chico Buarque


Traducción de Esther Pérez


Tomado de CUBADEBATE/1 de noviembre del 2019


Deuda social y psicología del neoliberalismo

Nicolás Centurión*


La deuda no es solo tema de dinero. Ni de bancos, banqueros y matemática financiera. La deuda es un tema que tiene muchas aristas y es un tema que el pueblo, la sociedad toda, lo debe tomar como propio para ir rompiendo un poco las cadenas de la opresión y empezar a dar unos pequeños pasos hacia la liberación.


Todos los caminos conducen a la deuda. Desde nuestra perspectiva, desde la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP), entendemos que la deuda es un mecanismo de dominación mundial dentro de un sistema que es el capitalismo. Precisa para legitimar esto, entre otras cosas, de la psicología.


¿Qué tendrá que ver la psicología, se preguntarán, con la deuda pública? Mucho y ahora lo vamos a ver.


Primero que el sistema capitalista tiene sus raíces en al menos 200 o 300 años atrás. Tiene unas condiciones concretas donde el capital está en el centro de toda relación y vínculo en su más amplio sentido, la explotación del hombre por el hombre, una sociedad donde existen dos clases, etc.


Pero además de eso, el capital es un vínculo. Es un modo de relacionarnos.


Cada modelo de producción produce, valga la redundancia, sus propios modelos de explotación, pero también produce sus propios modelos de vínculos y subjetividad.


El modelo de dominación del capitalismo ha sabido captar las mentes y las almas de las masas por una imposición mucho más sutil que el absolutismo: el feudalismo.


No estoy diciendo que en esa época solo se reprimía, porque el rol que jugaban las instituciones como la Iglesia era muy importante. Igualmente había un marco claro donde la dependencia ante los grupos de poder eran directos y cuasi inamovibles.


Hoy en el capitalismo se entiende que existe cierta “libertad”, y así lo declama el propio Estados Unidos cuando desde occidente se plantea como el líder de los “países libres”.


Se ha logrado una internalización, una sensación de falsa libertad, una sumisión aceptada por la gran maquinaria propagandística del sistema, que destina cantidades de dinero para legitimar un sistema que es insostenible.


Y aunque lleguemos a esa conclusión tendemos a no pasar a la acción y ese es uno de los mayores problemas que tenemos los que estamos del lado de los que vendemos nuestra fuerza de trabajo, los que estamos del lado de la liberación.


Se invierte en películas, en series, juegos de computadora, libros. La agencia estadounidense para el desarrollo USAID destina fastuosos presupuestos para crear cientos de think tanks alrededor del mundo; diseminando su ideología, un estilo de vida y en el fondo la legitimación de un sistema de producción totalmente nocivo para la humanidad y el medio ambiente.


El capitalismo se asienta en mitos y tiene una dosis de fanatismo religioso. La libre competencia, la productividad, la creación de riqueza por parte de los capitalistas son mitos y falacias que se siguen repitiendo sin comentario crítico alguno.


Pero, ¿cómo llegamos al punto de que un sistema se sostenga en mentiras y mitos? Uno de los puntos a abordar es justamente el rol de los intelectuales, de la academia en la legitimación, complicidad por acción u omisión de grandes males de la humanidad.


La Academia ha tenido momentos despreciables en su historia, con el racismo científico por ejemplo. Los Chicago Boys y el neoliberalismo; el uso de Chile como laboratorio.


Hoy estamos viendo las consecuencias de ello, no solo en Chile sino en Latinoamérica. Por otro lado tenemos profesionales muy valiosos que contribuyen a un mundo mejor, a que otro mundo sea posible, con sus escritos y con su praxis.


La educación es un arma de doble filo y tiene dos canales. Se formó para consolidar el sistema dominante y perpetuar el status quo. Pero también tiene la contradicción en su seno de por ser liberadora, de portar esperanza siguiendo a Paulo Freire.


No podemos separar nuestro análisis y nuestra praxis académica del sistema en donde estamos inmersos. La psicología tiene una deuda grande con nuestros pueblos. Muchas veces se tiende a enfrascar al ser humano, analizarlo en aislamiento como si de un laboratorio se tratara. Somos seres que están en constante interacción con el medio que lo rodean.


Siguiendo a Foucault, cada época define sus delitos y las conductas que cree nocivas y que rompen con el orden social y por ende a los delincuentes. Entonces el capitalismo, y cada etapa del capitalismo genera formas de enfermar distintas. Sabemos de las afecciones que sufrían los obreros en la época de la Revolución Industrial.


Hoy asistimos a fenómenos como el burn out, los ataques de pánico, los ACV, padecimientos que responden a un clima de época. Vínculos frágiles, un mundo donde han caído los grandes relatos, parece no haber futuro y es más fácil imaginar el fin del mundo que el del capitalismo.


Los desastres naturales están a la vuelta de la esquina, solo importa el aquí y el ahora, lo inmediato, lo fugaz. Todo se desvanece en el aire ¿y después? Después nada.


Byung Chul Han, un filósofo surcoreano habla del capitalismo como un totalitarismo invisible, anónimo. En el pasado se identificaba y se personalizaba al poder en la figura del Rey. Hoy no ocurre eso, se ha desdibujado. Aunque sabemos quiénes son los verdaderos poderosos: muchas veces son invisibles.


El capitalismo tiende a transformar todo en mercancía y hoy con la exposición que tenemos en redes sociales y cómo las usamos, nuestra intimidad, nuestra privacidad, son un mercado a explotar por el sistema. Las barreras de las ocho horas laborales se han roto. Es mentira que las nuevas tecnologías nos liberan aún más y nos hagan trabajar menos. Quizá nos dejen sin trabajo.


Entonces, ante el avance de la inteligencia artificial, de la crisis de los Estados-Nación y del propio capitalismo. En el auge de y retorno de los fascismos, en un capitalismo financiero especulador donde la deuda es un mecanismo de control y dominación mundial, ¿qué tiene para decir y hacer la psicología? Mucho y bastante.


Empezar por problematizar y cuestionar todo lo que nos ha sido dado en este mundo, promover lógicas y discursos emancipadores son un buen puntapié inicial. Reconocer la deuda de la psicología para con los pueblos, es un meaculpa auspicioso para transitar hacia la liberación.


  • Estudiante de Licenciatura en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)


Tomado de CLAE/12 de noviembre del 2019


Brasil se viste de Lula

Emir Sader*


Brasil nunca se había acostumbrado a la ausencia cotidiana de Lula, pero recibe de vuelta a su mejor hijo de muy emocionado.


“La primavera trajo a Lula de vuelta”, “Lula trajo a la primavera de vuelta”, “Brasil se viste de Lula”, “Perdón, pero ese hombre sabe hacer que el país esté feliz”. Estas son algunas de las numerosas frases, mezcladas con música, con las que la gente expresó tener a Lula todos los días a su lado.


Cuando lo visité, la alegría y la emoción de abrazarlo de nuevo, de reencontrarlo, solo fue comparable a la tristeza que me provocó despedirme de él, al sentimiento trágico de poder salir y dejarlo preso, en medio de los canallas. Tuve ganas de cogerlo por la mano y llevármelo conmigo afuera, diciéndole: “Ven, Lula, tu lugar no es este, alguien como tú tiene que vivir en libertad, ven, a reencontrarte con la gente, con tu gente, ven a tu lugar, entre el pueblo.


Eran esas escenas que finalmente hemos vivido, con Lula saliendo libre, como siempre quiso, sin ninguna limitación, para desaparecer entre los abrazos del pueblo. Dormimos todos mejor y despertamos mejor, sabiendo que Lula durmió libre y se levantó libre, entre la gente que eligió.


Uno imagina el vacío que dejó tras de sí, en aquella celda fría en que estuvo encerrado durante más de 600 días y 600 noches. Qué alivio debe de sentir al saber que nunca más volverá(n) a estar en aquella losa fría en la que tenía derecho a tomar un poco de sol, los fines de semana interminables, cuando no tenía visitas, la TV que solo tenía permitido ver canales abiertos, a veces ni siquiera podía ver su Corinthians, e incluso cuando lo veía era solo, lo contrario de lo que habitualmente hacía.


Lula vuelve a São Bernardo, donde empezó su carrera de líder sindical, retoma su vida pública en el lugar donde la había dejado, en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo, donde pronunció su primer gran discurso público, después de aquel con el que se despedía de todos, diciendo que si el no pudiese caminar, que caminaría con nuestras piernas, que no si no pudiese hablar, que hablaría con nuestras voces, que si su corazón no latiese, latiría en nuestros corazones.


El país nace distinto, no solamente porque tiene a Lula en todo momento, sino porque mientras Lula estuvo preso, se avanzó mucho en la destrucción de Brasil. Eso es lo que más le duele a Lula y así lo manifestó en cuanto salió de la cárcel.


Lula vivió momentos difíciles en su vida, no tantos, según sus propios sentimientos, la pobreza extrema de su infancia, salir de la cárcel una primera vez, escoltado, para asistir al funeral de su madre, dona Lindu, a quien volvió a homenajear ayer; enfrentarse, mucho más tarde, al cáncer y a su doloroso tratamiento; perder a la compañera de toda la vida, dona Marisa, y a su nieto querido, estando ya en la cárcel.


Por eso se le veía tan feliz a la salida de la prisión. Cuando empezó a hablar, dijo que hacía tiempo que no tenía un micrófono en las manos, dejando claro que le había negado la posibilidad de hablar y hacer llegar su palabra a millones de gentes. Folha de São Paulo confesó que la prisión no había conseguido que Lula perdiese su capacidad de comunicarse con la gente. Cierto, no ha perdido nada de lo que querían que hubiese perdido. Está más maduro, con más lecturas, con más reflexiones, con más vivencia.


No podemos pensar más como es Brasil sin Lula, con Lula preso. Ciertamente nunca pudimos pensar a Brasil sin Lula, del mismo modo que Lula nunca se pensó sin pensar a Brasil.


La primavera llega a Brasil y con ella vuelve Lula, en los brazos del pueblo. ¿Qué será de Brasil con Lula de vuelta? ¿Cómo será posible un país sin democracia, con Lula suelto? (Bolsonaro se acordó de que nunca habría sido elegido si Moro no hubiese hecho preso a Lula). Lula livre, Lula y sus Caravanas, será un test para la democracia brasileña.


  • Sociólogo y politólogo brasileño; coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ)


Tomado de REBELIÓN/11 de noviembre del 2019


Manuel Cabieses: “ahora es el tiempo de que la voluntad del pueblo se convierta en política”

Paul Walder


Manuel Cabieses Donoso, director por varias décadas de la revista Punto Final, ha sido también uno de los críticos más directos y punzantes del modelo neoliberal. Desde las páginas de ese medio, un impreso quincenal que ha tenido la valentía de denunciar durante toda la transición las injusticias del capital sobre el pueblo chileno con el apoyo de toda la clase política, se anunció también la catástrofe. No fueron pocos los testimonios de decenas de líderes sociales y personas que preveían el colapso neoliberal. Una advertencia, un llamado que Manuel Cabieses levantó cada quince días de la emblemática revista.


En estos días, sus palabras son absolutamente necesarias para comprender el trance que vive Chile. En esta breve conversación podemos hallar ideas e interpretaciones sobre el estallido social, la insurrección popular, los escenarios posibles, los liderazgos y el rol de la izquierda en este proceso. Chile despertó y seguirá despierto.


Punto Final siempre se definió como una revista de izquierda. Pero durante toda la transición junto con exponer un pensamiento de izquierda como mirada partisana, también lo hizo de forma crítica contra los múltiples efectos del modelo neoliberal, aquellos que hoy puedes ver en pancartas y oír en asambleas ciudadanas como demandas. A diferencia de muchos observadores que hoy dicen estar sorprendidos con la insurrección popular, tú advertiste que el modelo ya no podía continuar más sin efectos catastróficos. ¿Por qué motivos crees que esto reventó hoy y durante el gobierno de Piñera? ¿Por qué no lo hizo antes, por ejemplo, durante Bachelet? ¿Es que la Concertación y Nueva Mayoría podían contener los extremos del neoliberalismo?


-Punto Final advirtió, como otros analistas del fenómeno, que el neoliberalismo no solo es una forma extrema del capitalismo moderno. Es también un sistema integral de dominación social, cultural y política. Crea una élite oligárquica en todos los terrenos. No solo superexplota a los trabajadores, también oprime a las clases medias y a la intelectualidad. Corrompe todo lo que toca, en especial a los políticos, y acumula un poder tan enorme que no deja lugar al disenso. Llega un momento en que sus víctimas no tienen otra alternativa que la rebelión. Es lo que sucede en Chile.


La Concertación -y en especial la Nueva Mayoría- disponían de cierta capacidad de cooptación de las burocracias sindicales, gremiales y poblacionales. Esto les permitió postergar una crisis inevitable. El entusiasmo socialdemócrata de esos gobiernos alcanzó niveles grotescos, como, por ejemplo, cuando el diputado comunista Daniel Núñez dio por superado el neoliberalismo. Afirmó que Bachelet “pasará a la historia como la mandataria que lideró, superando el permanente boicot de la derecha, el proceso para dejar atrás el neoliberalismo y avanzar con reformas que han beneficiado directamente a miles de familias vulnerables y de sectores medios. (1)


La indignación y rabia de un pueblo requieren un tiempo de maduración. Pero cuando la chispa incendia la pradera, en este caso la “evasión” en el Metro de los estudiantes secundarios, sucede lo que estamos viendo: una insurrección desarmada y pacífica, pero insurrección al fin y al cabo por cuanto pretender derribar el sistema.


En las marchas leemos centenares de carteles escritos a mano con demandas de todo tipo, pero estas demandas tienen un elemento en común, que es la crítica al neoliberalismo. ¿Está también presente aquí un pensamiento de izquierda? ¿Está la izquierda presente en las marchas?


-Sí, por supuesto…La Izquierda está presente en esta insurrección que recoge sus valores sobre justicia e igualdad.Pero también están presentes los objetivos de lucha femeninos, medioambientales, de sexo, contra el TPP, etc. La Izquierda chilena está desarticulada. Ha sufrido años de persecución, el derrumbe de los “socialismos reales”, etc. No está en condiciones de asumir la conducción del movimiento. Sin embargo sus distintas fracciones pueden contribuir a forjar una dirección unitaria que lleve al triunfo a este movimiento antioligárquico. En este movimiento se funden doctrinas: marxismo, anarquismo, cristianismo, etc. En esta fragua puede forjarse una Izquierda tan amplia, diversa y creativa como la misma insurrección.


Hablamos de un movimiento, pero nadie se atreve hoy a calificarlo. ¿Qué ves tú en el movimiento? ¿Lo calificarías?


-Es una insurrección, ni más ni menos que una insurrección, aunque no diga su nombre. Pone en riesgo toda la estructura institucional. Exige la renuncia de Piñera y una Asamblea Constituyente. Pretende cambiar el país de arriba abajo. Calificarla solo como “explosión social” después de más de 17 días de incesantes protestas callejeras y las manifestaciones más grandes de la historia del país, es quedarse muy corto en la apreciación. Chile está al borde del cambio histórico…a la medida de una insurrección.


Están algunos sindicatos, la CUT, el Colegios de Profesores, los estudiantes y otros en la plataforma Unidad Social. Pero el movimiento es mucho más amplio. ¿Qué estrategia debe tener Unidad Social? ¿Debe conducir el movimiento? ¿Tiene la capacidad de hacerlo?


-Es importante que exista la mesa de Unidad Social. Pero necesita llegar a ser una instancia real de unidad social, o sea incluir a los diferentes sectores sociales, ideológicos y culturales que desafían al modelo neoliberal. Sería engañoso que pretendiera aparecer ahora como la conducción del movimiento. Ni siquiera están aún todos los trabajadores. Una minoría de los asalariados están organizados en sindicatos (20,6%), y la CUT representa solo una porción. Ahora, sin embargo, es el momento de unir a la mayoría de los trabajadores con los pobladores, jubilados, estudiantes, mujeres, pueblos originarios, profesionales, artistas, pequeños y medianos empresarios, etc. La estrategia de acumulación de fuerza es obvia: no cejar en la lucha y no caer en el oportunismo”.


Por décadas ha habido una enorme brecha entre la clase política y la población, incluso con las organizaciones sociales. En este momento, eso es indudablemente una enorme falencia. ¿Cómo ves la recomposición de esta relación en momento en que no hay ninguna figura que conduzca?


-No creo que la tarea de hoy sea “recomponer” la relación del pueblo con la “clase política”. Eso ya quedó atrás y no por culpa de las organizaciones sociales. Ahora es el tiempo de una nueva política: que la voluntad del pueblo se convierta en política. Desde luego habrá que elegir representantes de la voluntad popular para deliberar en la Asamblea Constituyente y conformar la nueva institucionalidad. Pero serán -espero- representantes del pueblo sujetos a la revocación de sus mandatos si no cumplen sus compromisos.


En cuanto a la ausencia de liderazgos: van a surgir en el curso de este proceso. Serán nuevas caras de hombres y mujeres ajenos por completo a la corrupción de los políticos que nos han gobernado durante 30 años.”


El auge y el fortalecimiento del movimiento ciudadano avanza de forma paralela a la decadencia del gobierno, su nula capacidad de respuesta y al desprestigio y desconfianza ciudadana con la clase política más tradicional. ¿Qué salida política puedes observar? ¿Crees que el frente Amplio y el PC por si solos pueden abrir una salida política que canalice las demandas ciudadanas?


-El camino que llevará a la democracia participativa pasa por la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Una nueva Constitución permitirá echar abajo, pacífica y democráticamente, la carroña de institucionalidad que heredamos de la dictadura. La renuncia del presidente Piñera podría aliviar la tensión, evitar más derramamiento de sangre, atender las demandas sociales más urgentes y convocar la Constituyente en mejores condiciones de orden público.


No creo que el FA y el PC, juntos o separados, puedan canalizar las demandas ciudadanas. Es una tarea superior a sus fuerzas que, además, exige una conducta muy definida de antagonismo con el sistema. No veo en partidos del FA, esa disposición. Representan más bien una versión moderna de la política tradicional.”


¿Están las bases para una Asamblea Constituyente?


-Sí, están las bases políticas y sociales para el plebiscito que consulte al pueblo si quiere Asamblea Constituyente. No solo es una aspiración de una minoría (que se viene planteando desde hace más de 40 años). Ahora es la voz potente de un pueblo que la exige. Una necesidad democrática impostergable, el oxígeno que dará vida a una democracia participativa e igualitaria en derechos.


Nota:

(1) El Mostrador, 1 de junio del 2017 (“PC califica como “contundente” la cuenta pública de Bachelet)


Tomado de REBELIÓN/7 de noviembre del 2019


“Yo cedo, tu cedes, nosotros no cedemos”

Manuel Cabieses Donoso


“…y comieron en un plato, perro, pericote y gato”.

Ricardo Palma (“Tradiciones peruanas”).


El senador “opositor” Jaime Quintana es un creador de palabras que producen remezones políticos. El 2014, en calidad de vocero de la Nueva Mayoría, aseveró que el gobierno de Michelle Bachelet utilizaría una retroexcavadora “porque –afirmó- hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura”. La derecha entró en pánico y desató una contraofensiva que no cesó hasta convencerse que la presidenta Bachelet no se proponía hacer algo diferente a lo que venían haciendo los gobiernos desde el 1990: cuidar el modelo neoliberal instaurado por la dictadura.


Quintana, que entretanto ascendió a presidente del Senado, creó ahora otro misil político: “Es el momento de ceder, ceder no es perder” fue la voz de orden que en 48 horas realineó las fuerzas políticas en defensa del sistema. El presidente Piñera había “cedido” la noche anterior. Pedía paz social y admitía abrir camino a una nueva Constitución vía un Congreso Constituyente. De ahí en adelante todo fue por un tubo. La casta política se apropió de la protesta social carente de conducción y produjo un pacto que da inicio a un proceso constituyente tutelada por los mismos de siempre.


La velocidad del juego político a partir del puntapié inicial de La Moneda, se reflejó en la desventurada conducta de la oposición. Al día siguiente del mensaje presidencial los trece partidos opositores -desde la Democracia Cristiana al Frente Amplio, pasando por el PPD del senador Quintana-, contestaron con una solemne declaración que rechazaba “la propuesta de un Congreso Constituyente por parte del gobierno, (porque) se aleja de la demanda popular”. Agregaban: “En este momento el camino para construir el futuro es Plebiscito, Asamblea Constituyente y Nueva Constitución”.


Pero aún no se secaba la tinta de la declaración opositora cuando Quintana pronunció la frase clave: “hay que ceder”, y en 48 horas se consumó la audaz jugada política.


¿Qué obligó a agachar el moño a la oposición? La clave podría estar en la advertencia que el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, hizo el día 13. Aseguró urbi et orbe: “solo quedan uno o dos días” para un acuerdo que ponga término al levantamiento popular. Su perentoria notificación fue recogida de inmediato por la DC y poco después por el resto de la oposición. Al día siguiente, 14 de noviembre, dirigentes y parlamentarios de gobierno y oposición (salvo comunistas y humanistas), se acuartelaron en las oficinas del Senado en Santiago.


En permanente coordinación con La Moneda, que ofició de chef de la cocina política, la ardua y republicana tarea culminó con un vagido a las 2 de la madrugada del viernes 15. Nacía un acuerdo transversal que promete un plebiscito para abril del 2020 que dará inicio al proceso constituyente. No está asegurado que sea una “Convención” elegida por el pueblo u otra fórmula de un 50% designado por el Congreso. Pero lo más grave consiste en que el articulado de la nueva Carta debe ser aprobado por dos tercios de los constituyentes. Al más puro estilo de la Constitución del 80, instala un cerrojo que permitiría a la minoría conservadora vetar todo cambio efectivo. Asegura la vigencia de la economía de mercado, la desnacionalización del cobre y el litio, la privatización del agua, etc., etc.


En suma, estamos ante una estafa colosal que se burla del gran esfuerzo desplegado por el pueblo para hacer oír sus demandas.


¿Qué precipitó el relámpago de movidas políticas que desató el senador Quintana? Una hipótesis es que en escena asomó el convidado de piedra: las FFAA. La escalada de saqueos e incendios -una violencia sin brújula con intervención de bandas organizadas-, hacía suponer que Piñera anunciaría el estado de excepción, quizás el estado de sitio, la noche del día 12. Se conjeturó que las FFAA habrían pedido garantías para asumir la responsabilidad de una probable masacre. Piñera -paradojas de un presidente derechista- no es santo de la devoción de las FFAA. No pertenece a la “familia militar”. En su primer gobierno clausuró el penal Cordillera, cárcel-hotel que la Concertación destinó a oficiales acusados de graves violaciones de los derechos humanos. En su segundo gobierno Piñera descabezó los altos mandos del Ejército y Carabineros. Decenas de generales -entre ellos tres ex comandantes en jefe- están procesados por corrupción y otros delitos.


El rumor del peligro golpista -real o supuesto- surgió cuando el presidente de RN, sentenció que solo quedaban uno o dos días para pacificar el país. Se estima que este exteniente de Carabineros y exfuncionario de Gendarmería, mantiene relación privilegiada con las instituciones armadas.


La maniobra, en todo caso, permitió a los desprestigiados partidos recuperar protagonismo. Lo hizo mediante una suplantación de identidades. Las masas populares y las organizaciones sociales -que tuvieron fugaz aparición con la mesa de Unidad Social- fueron suplantadas por partidos situados en el peldaño más bajo de la estima ciudadana. Horas después del anuncio del pacto gobierno-oposición, el pueblo salió otra vez a las calles reiterando sus demandas democráticas y fue reprimido con extrema dureza.


La ausencia de conducción política -que el movimiento no ha sido capaz de crear- y la actividad provocadora de grupos cuyas acciones han enajenado el apoyo de amplios sectores sociales, podrían coronar con éxito la estafa del gatopardismo político, condenando al pueblo a una nueva frustración... hasta la próxima explosión social.


Tomado de PUNTO FINAL/16 de noviembre del 2019

La Derecha, Estados Unidos y el imperialismo en el siglo XXI

Yazmin Bárbara Vázquez Ortiz*


La acción de la derecha que enfrentamos es expresión de las particularidades que adquiere la disputa multidimensional por el poder en el imperialismo siglo XXI, en medio de lo que se ha denominado “corrimiento de la concentración de la riqueza y el capital a la concentración del poder político”.


En este contexto los objetivos de la Derecha no se reducen a obtener votos a través de la participación política. Sus propósitos se enfocan en dominar a la sociedad y al Estado, incluso más allá de la fuerza política que esté en el gobierno. Ganar las bases sociales, subjetividades, imaginarios, espacios de organización y participación social-políticos, los territorios, espacios institucionales, así como los de gobierno local y nacional, se constituyen en metas que trascienden la otrora intención o apuesta de ganar votos para ocupar posiciones de poder.


En función de tales objetivos, los niveles de organización que ha desplegado la Derecha revelan los resultados graduales de un proceso continuo, acumulativo, de articulación de las élites de poder y sus respectivos instrumentos de dominación en dos niveles:


- El Primero, referido a la alianza entre organizaciones y partidos de derecha a nivel regional, hemisférico y transnacional

- El Segundo, que revela las relaciones que se establecen entre la derecha, el capital transnacional y los gobiernos imperiales


Del primer nivel, la Unión Democrática Internacional (80s), la Unión de Partidos de Latinoamérica (90s) y la Organización Demócrata Cristiana para América Latina (ODCA) constituyen ejemplos de los enlaces entre partidos de derecha de Estados Unidos, Europa y América Latina. Enlaces que han sido funcionales para construir estrategias de dominación y subversión político-ideológicas, que solo se ajustan según los contextos histórico-concretos, pero presentan muchos elementos de base en común. Por ejemplo, operan a través de espacios donde se integran:


- Primero: el ejercicio analítico para la deconstrucción de las bases teóricas de la ideología de las fuerzas de izquierda (especialmente del marxismo).

- Segundo: la caracterización y clasificación de cada uno de los partidos de izquierda en función de descaracterizarlos, junto a la campaña mediática contra sus gobiernos y líderes.

- Tercero: y como alternativa, el llamado a la formación de movimientos ciudadanos o partidos desideologizados, nutridos desde universidades, tanques de pensamiento, iglesias, como actores efectivos del cambio hacia el “progreso” y la “democracia”.

- Y Cuarto: La promoción de acciones de protesta social, que a través de manuales o videos incluyen orientaciones precisas para cada caso: protestas contra gobiernos, votación en procesos electorales, entre otros.


En el segundo nivel de articulación, las Redes de Intervención desplegadas en América Latina desde los años 80 del siglo XX, muestran las interrelaciones que se establecen entre actores gubernamentales y no gubernamentales estadounidenses, actores vinculados a los objetivos de ese país en la región y actores latinoamericanos, de los entornos nacionales donde se intervienen, influyen, cooptan procesos de gestión de desarrollo, seguridad, democracia, gobernabilidad, entre otros, trabajando el contenido de los cambios que promueve la derecha desde una diversidad de espacios y sujetos que multiplican los alcances de su acción.


A estas redes se integran actores gubernamentales y no gubernamentales de los Estados Unidos para capacitar, asistir, financiar en países de la región a comunidades, gobiernos locales y nacionales. La acción de la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), la Fundación Nacional para la Democracia (NED), el Centro Internacional de la Empresa Privada (CIPE), direccionadas hacia el empoderamiento comunitario y la promoción de académicos para incidir en la proyección de estrategias de desarrollo de gobiernos nacionales y locales es una muestra de ello.


En igual sentido, se destaca la inserción de académicos y tanques de pensamiento que estudian nuestras sociedades y construyen fórmulas de cambio a la medida en cada caso, así como de instituciones financieras regionales o internacionales para financiar y consolidar la orientación técnica de los mismos (BID, FMI, BM).


Las corporaciones transnacionales también han estado presentes en estas redes. Su incidencia se ha revelado en la diversidad de espacios en los que se despliega su acción como parte de la legitimación ideológica y política de los cambios propuestos, desde la construcción de opinión pública por las corporaciones mediáticas, hasta el fortalecimiento de la cultura del emprendimiento, del empoderamiento productivo, con la participación de corporaciones como Walmart en “Modelos de Desarrollo rural”.


Durante el gobierno de Donald Trump, y desde los avances que logró la derecha hemisférica en las administraciones de Barack Obama, se promovió, como parte del esquema de intervención, el despliegue de una red de Gobiernos engrosada por aquellos países en los que la derecha fue retomando el poder ejecutivo. Desde la misma se articuló el Grupo de Lima en función de aislar diplomáticamente a Venezuela, un instrumento también aplicado contra Cuba en la década del 60 del siglo XX y al que se recurre, junto al uso de instrumentos financieros perfeccionados en las guerras económicas y el bloqueo en el siglo XXI, como método de asfixia ante la resistencia mostrada a la implementación combinada de todos los demás mecanismos de intervención ya mencionados.


Por último, pero no menos importante, está la inserción de las fuerzas militares en este esquema. El Comando Sur, por ejemplo, promueve desde el año 2017 el despliegue de una “Red de Redes”, articulando las ya existentes, como modo más efectivo para hacer frente a los desafíos de los Estados Unidos en la región y en este año, 2019, destacan los pronunciamientos de altos jefes de sus fuerzas militares sobre el objetivo que perseguirán: Valores, Ideas e Ideales. ¿Cuáles pueden ser las implicaciones de tales objetivos? ¿Serán, entre otras, que se potencie a las fuerzas militares latinoamericanas como objetivo de cooptación para que encarnen un rol protagónico en aras del cambio de ser necesario?


Para estos propósitos, los enfocados en cooptar valores, ideas e ideales, ya han sido ensayadas al menos tres importantes Líneas de Acción con resultados de efectividad probada por esta derecha hemisférica con raíz global. Las dos primeras que referiremos:


- La disputa de sentidos, enfocada hacia las bases racionales y éticas de la orientación de la conducta humana, de la construcción de las apuestas individuales, familiares y sociales en términos de proyectos de vida y sociedad.

- La evangelización para promover el conservadurismo como vía de influencia político-ideológica.


Desde ellas la instalación de un modelo racional pro-neoliberal, utilizando lo mejor del discurso y las prácticas de la izquierda, re-funcionalizadas para servir a los intereses del capital, consolida el sistema a través de la dominación cultural.


Y para cerrar el esquema de dominación y subversión político-ideológica, la tercera línea de acción, tal vez la más sutil: el secuestro, la toma de instituciones, leyes, políticas públicas, formas de gobierno, para institucionalizar la dominación político-ideológica y la subversión con base cultural. Una línea de acción a partir de la cual se promueven ajustes en leyes e instituciones a fin de inhabilitar o reprimir por “vías legales” a líderes y movimientos sociales que no resulten convencidos, cooptados a través de los modos antes esbozados.


De esta forma la derecha trabaja combinando seducción con coacción, según se requiera, para eliminar de forma radical cualquier oposición, presente o en futuro potencial.


A los alcances que ha tenido su acción refieren de una parte, la capacidad para apropiarse de imaginarios, reconstruirlos y articular a diferentes grupos y organizaciones de la sociedad civil a sus modelos de gestión y procesos de disputa por el poder, especialmente a través de la acción territorial, real y virtual. Y de otra, la capacidad mostrada para cooptar los espacios de organización y participación política de la sociedad a través del ajuste de leyes que han debilitado la acción de sindicatos y partidos políticos como la reforma laboral y electoral. En esta misma dirección, el fortalecimiento institucional de tribunales constitucionales ha sido funcional para frenar programas de corte social desde gobiernos de izquierda o para inhabilitar políticamente a sus líderes.


Por último, es importante destacar los medios implementados para dominar al Estado a través del supuesto perfeccionamiento de las formas de gobierno, que con el objetivo declarado de potenciar redes de colaboración entre gobierno y sociedad civil, privilegian la inserción de gremios empresariales, y tanques de pensamiento que responden a los intereses de estas últimas, en la construcción de modelos de gestión de importantes programas sociales, potenciando así el uso de matrices racionales e instrumentos técnicos, supuestamente efectivos para obtener seguridad, progreso y democracia a nivel social. De esta forma, no importa si la fuerza de izquierda está en el poder ejecutivo, lo conveniente y efectivo desde las matrices teóricas del capitalismo global puede secuestrar el rumbo del proyecto político, económico-social si no hay un pensamiento crítico articulado a los programas de transformación que contribuya a decantar y ajustar las mismas.


Para concluir, ante la capacidad de acción mostrada por esta derecha hemisférica con nexos transnacionales, y en función de atender a los desafíos de la izquierda para enfrentarla, algunas preguntas pudieran ayudar a la reflexión.


¿Cómo hacer al llegar al poder ejecutivo en Estados con una institucionalidad tomada por la derecha y el capital, ajustada para cumplir sus intereses, si queremos transformar en beneficio social?


¿Cómo hacer para reconstruir el tejido social de base, en aras de tener las fuerzas necesarias para cambiar todo lo que deba ser cambiado y poder gobernar, especialmente, junto al pueblo?


¿Cómo recuperar y promover la subjetividad de la izquierda? Los valores y una racionalidad adecuada para garantizar en todos los niveles y espacios el éxito de la acción.


Y por último: ¿Cómo hacer todo lo anterior ante las fuerzas de la Derecha Hemisférica, el Capital transnacional-Global y los Gobiernos Imperiales articulados para impedirlo?


Ante esas interrogantes las fuerzas de izquierda también tienen un proceso acumulativo de pensamiento y acción que a través de la historia ha ido mostrando las vías posibles. Y sobre todo, una gran reserva de conocimiento acumulado en la praxis de los pueblos, partidos y gobiernos que luchan cada día frente a la avanzada del capital. La izquierda tiene todo lo necesario para constituir un gran tanque de pensamiento y acción social.


Nota: Ponencia presentada en el Encuentro Antimperialista de Solidaridad por la Democracia y contra el Neoliberalismo, La Habana, Cuba, 1-3 de noviembre del 2019


  • Profesora e Investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana. Miembro del Grupo de Trabajo sobre Estados Unidos de CLACSO


Tomado de ALAI/6 de noviembre del 2019


El capital natural: metáfora peligrosa

Alejandro Nadal*


No conduce a una mayor precisión en la medición del deterioro ambiental, ni permite analizar los verdaderos motores económicos de la destrucción ambiental


Desde hace tiempo se ha difundido la idea de que estamos destruyendo la naturaleza porque no le hemos puesto un precio a sus diferentes componentes. Según ese razonamiento, el que la naturaleza no tenga precio conduce a la idea de que su destrucción no tiene, por tanto, costo. Y esto es lo que explica el terrible proceso de destrucción ambiental. Si solo pudiéramos atribuir un precio para todo lo que está en la naturaleza podríamos tener una idea clara del costo económico en el que estamos incurriendo y se evitaría así la destrucción del medio ambiente.


Esta es una idea enraizada en el pensamiento económico tradicional. No solo está profundamente equivocada. También entraña una amenazadora visión sobre las relaciones entre las fuerzas de mercado y la naturaleza en una economía de producción monetaria.


Vinculada con esta supuesta lógica económica se encuentra la noción de capital natural, producto de una de las más insensatas y peligrosas metáforas que se han introducido en la economía ambiental (neoclásica) y en la economía ecológica (que nunca pudo hacer una crítica seria de la teoría neoclásica). Según esta idea, los componentes de la naturaleza pueden ser concebidos como un capital o un acervo que produce servicios. Los abogados de esta visión del capital natural proponen utilizar diversas técnicas de valuación de la naturaleza para poder asignar a esos servicios ambientales y así tener una medición rigurosa sobre el costo de la destrucción ambiental.


Los defensores de esta metáfora del capital natural insisten en que, así como se puede apreciar el valor de un acervo de capital en la esfera económica, es posible proyectar el rigor de la teoría económica para poder apreciar el valor del capital natural que estamos destruyendo. Lástima que no están familiarizados con la teoría económica. Si lo estuvieran no habrían escogido este camino para tratar de imprimirle rigor científico al tema de la valuación de la destrucción ambiental.


De todas las metáforas derivadas de la teoría económica, la más desafortunada es la del capital natural. Entre el 1955 y el 1970 se llevó a cabo una de las controversias más importantes de teoría económica y fue precisamente sobre la teoría del capital. El resultado de este debate fue contundente: en una economía en la que los medios de producción son mercancías producidas, los precios dependen no solo de la tecnología de producción, sino también del Estado que guarda la distribución del ingreso entre trabajadores y capitalistas.


Este resultado fue terrible para la teoría económica que pretendía determinar la tasa de ganancia en la productividad marginal del capital. Para determinar la productividad marginal del capital es necesario medir el capital en términos de valor (o precios), pues los componentes del capital son entidades físicas heterogéneas (máquinas, camiones, tractores, edificios) que no pueden ser sumados.


Pero si los precios dependen también de la tasa de ganancia, tenemos una circularidad desastrosa: la tasa de ganancia depende de los precios y estos de la tasa de ganancia. La idea de que se puede medir el capital independientemente de las condiciones de la distribución tuvo que ser abandonada.


Los promotores de la metáfora del capital natural ignoran todo lo que esto implica y con sus técnicas de valuación de la naturaleza pretenden medir con precisión económica los componentes de la naturaleza. Desgraciadamente, muchos biólogos y ecólogos profesionales han sucumbido frente al engaño de un supuesto rigor en el pensamiento económico y han terminado por abrazar con gran fervor esta noción de capital natural. Ya podrían mostrar un poco más de precaución al aproximarse a una disciplina de la que no conocen ni la historia ni los conceptos fundamentales, ni los debates teóricos que han marcado su desarrollo.


La noción de capital natural es promovida hoy por poderosos organismos internacionales. El gobierno británico acaba de lanzar una iniciativa sobre la economía de la diversidad biológica. Se trata de un informe que estaría destinado a tener la misma resonancia que el Informe Stern, sobre economía del cambio climático, dado a conocer en el 2006. Esta vez el estudio será dirigido por Partha Dasgupta, economista de Cambridge que ha sido gran promotor de las ideas de capital natural y de la valuación de los componentes de la naturaleza.


El Informe Dasgupta, que desde ahora se está promoviendo como documento clave para frenar el deterioro ambiental, será dado a conocer en octubre del 2020, justo antes de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica.


La metáfora de capital natural no conduce a una mayor precisión en la medición del deterioro ambiental. Además, no permite analizar los verdaderos motores económicos de la destrucción ambiental. Los que proponen poner precio a todo lo que hay en la naturaleza son como el cínico que nos describe Oscar Wilde, uno que conoce el precio de todo, pero el valor de nada.


  • Economista mexicano, doctor en Economía por la Universidad de París X. Publica habitualmente en los periódicos La Jornada de México y la revista Sin Permiso

Tomado de LA HAINE/7 de noviembre del 2019


La nanotecnología; lo pequeño que se agiganta y su impacto en la sociedad, los negocios y la economía

Eduardo Camin*


Si siempre fue difícil estar informado, ahora es peor. Hoy la información forma parte del “fetichismo” del mercado, ya no opera sobre la inteligencia, sino sobre la psicología, no manipulan la consciencia sino sus deseos y temores inconscientes. Por eso estimamos necesario activar la capacidad crítica, no simplemente como mecanismo de denuncia, sino para enfatizar la manipulación externa.


Nos proponemos darle un enfoque contextual -y subrayar las dudas que genera- al tema de la nanotecnología, que abarca toda nuestra actividad diaria, pero se desliza como el agua entre las manos de los entendidos. Reflexionar sobre estos temas es ser conscientes de la distancia que nos separa, pensar en ellos es pensar en nuestras insuficiencias.


Sin duda, la nanotecnología es una disciplina convergente y su rápido desarrollo hace que sea difícil de entender, además de la poca presencia en los medios, salvo en aquellos especializados. Abarca muchas áreas de la ciencia, la investigación y la tecnología y se desarrolla en unas dimensiones minúsculas, exactamente mil millones de veces más pequeñas que un metro.


Hace sesenta años, en el 1959, el premio Nobel y físico teórico estadounidense Richard Feynman, planteó en una visionaria conferencia universitaria la posibilidad de manipular la materia a escala atómica y entre otras cosas, crear máquinas moleculares. Para muchos este fue el punto de partida de una de las tecnologías llamadas a marcar la evolución del siglo XXI, la nanotecnología.


Ya iniciado el siglo, aquellas predicciones son toda una realidad y esta tecnología que se desarrolla a escala nanométrica inunda ya de productos y aplicaciones todos los sectores industriales conocidos.


Sin dudas, nuestra civilización es testigo del cambio tecnológico más rápido y exhaustivo de la historia. La nanotecnología tiene las características necesarias para redefinir, remodelar y transformar las economías y las sociedades a escala mundial.


Bajo el concepto de nanotecnología subyacen diferentes aspectos sociales tales como la educación, las carreras profesionales y el empleo, la política, la salud, la energía y el medio ambiente. Los avances de las nuevas tecnologías han ido más allá de nuestra capacidad para pronosticar con precisión su impacto en la sociedad, los negocios y la economía.


La rápida evolución tecnológica constituye la base del crecimiento exponencial de la innovación, cuyas consecuencias están aún por verse. Nos encontramos con materiales que pueden cambiar de propiedades espontáneamente, materiales más ligeros, más fuertes, métodos que proporcionan curas contra el cáncer no invasivas e incluso la invisibilidad. Todo ello nos está llevando a la nueva revolución industrial del siglo, ya que este campo de conocimiento transformará nuestro futuro, en una multiplicidad de sectores.


Para los más optimistas estamos en medio de un cambio de paradigma en el cual las ciencias destinadas al conocimiento de la naturaleza se reemplazan por ciencias-tecnologías integradas, destinadas a trasformar la naturaleza para restituir pautas perdidas, dar respuestas a las necesidades socioeconómicas y hacer posible la vida en la Tierra.


El futuro será nano, pero ¿serán los productos más baratos?


Algunos científicos estiman que entre el 2025 y el 2050 se consolidará la era de la nanotecnología. Las máquinas moleculares, entre ellas los nanorrobots, permitirán construir cualquier sustancia o dispositivo que seamos capaces de concebir. Por primera vez, – según los expertos – la manipulación de la materia a nivel atómico forzará la reevaluación de los mercados globales, las economías y las industrias en una escala nunca antes experimentada por la humanidad.


La nanotecnología ya está afectando todos los aspectos de la vida a través de innovaciones que permiten, entre otras cosas, fabricar materiales más resistentes y livianos para desarrollar aplicaciones que abarcan desde potabilizar y desalinizar el agua para hacerla accesible a todo el mundo, fabricar computadores súper rápidos con una enorme capacidad de almacenamiento.


También diseñar envasados más seguros para los alimentos, hacer posible la regeneración de la piel, los huesos y las células nerviosas, o armar cemento transparente, o que seca más rápido y tiene sensores para detectar los fallos estructurales que con la corrosión del tiempo pueden aparecer en carreteras, puentes o edificios.


Como vemos, la nanotecnología puede brindar las herramientas para diseñar tanto la materia inorgánica como la orgánica a nivel atómico con el potencial de realinear la sociedad y cambiar la estructura de los negocios.


Si los desarrollos en nanotecnología son capaces de alcanzar una masa crítica en el suministro de avances radicalmente innovadores como, por ejemplo, en el autoensamblaje automatizado, la mayoría de las industrias del capitalismo vertical se verán influenciadas. Las cadenas de suministro industrial y posindustrial cambiarán.


Entonces cabría preguntarse; ¿Qué sucedería si en la fabricación de computadoras redujeran los costos a la mitad? ¿O si el desarrollo de medicamentos y los costos de fabricación se bajaran en un 60% u 80%? ¿Qué pasaría si la generación de energía no dependiera más de los combustibles fósiles? ¿Cuál sería el impacto de la nanotecnología en la reducción de los costos de bienes y servicios esenciales que afectan la calidad de vida, salud, hábitat y el transporte?


Seguramente habría un impacto dramático en el estilo de vida actual. La mayoría de las cadenas de valor, vínculos de apoyo, las alianzas y los canales de distribución serán estructuralmente modificados. Se reformarán las instituciones de aprendizaje, los servicios financieros y la industria manufacturera.


A medida que la economía mundial siga siendo transformada por las nuevas tecnologías, se incrementará una intensa competencia por el talento, la propiedad intelectual, el capital y la experiencia tecnológica.


¿Desaparecerá el capitalismo?


Mientras la nanotecnología se desplaza de lo teórico a lo práctico, el posible impacto en la sociedad, los negocios y la economía se hará cada vez más evidente impulsando las respuestas necesarias a las problemáticas actuales.


Por lo tanto, no es casualidad, ni un hecho aislado que haya surgido un informe científico encargado por un equipo de biofísicos finlandeses designados por Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, el cual expone que el capitalismo tal como lo conocemos se ha acabado como consecuencia de la explotación insostenible de los recursos medioambientales del planeta.


“Estamos ante una crisis global y común debido a una cada vez mayor desigualdad ante la ineptitud de los gobiernos. Empieza una nueva era, según el informe, y la mentalidad capitalista no es capaz de abordarla. Sin embargo, el sistema no quiere reconocer estos elevados costes porque no es capaz de asumir otro modelo económico distinto del capitalismo. (Marx y Engels ya lo evidenciaban en el 1848).


Es cierto que este informe hace énfasis en los desequilibrios actuales y el uso desproporcionado de la materia prima. Pero este hecho nos deja con algunas incógnitas acerca de las características (y los riesgos) de una economía posnanotecnología.


Dada la flexibilidad de producción de la fabricación de nanofábricas y las mejoras en la calidad de los productos, es probable que muchos tipos de productos no fabricados con nanotecnología ya no sean competitivos. Si la propiedad o el control de nanofábricas resultasen exclusivos, en manos de los capitalistas de turno ¿se crearía el monopolio más grande del mundo, y el riesgo de sufrir prácticas abusivas y anticompetitivas?


Uno de los riesgos de la fabricación molecular es el desequilibrio de la estructura económica actual, con una posible reducción masiva en el valor de muchos recursos materiales y humanos, incluyendo una gran parte de nuestra infraestructura actual.


Bucear en el nano-mundo …los mares esperan


Mientras tanto, el mercado de los nanomateriales se cotiza al alza, y alcanzó ganancias de 32 mil 500 millones de dólares en el 2016 y se estima que alcanzará los 77 mil 300 millones en el 2021.


Por otra parte, el mercado de nanodispositivos podría alcanzar los 196 millones de dólares en el 2021, en comparación con los 56,5 millones obtenidos en el 2016. Los nanomateriales, en particular las partículas y las películas delgadas en la nanoescala, dominan el mercado representando más del 80% de los productos vendidos en este sector.


Cabe remarcar que estas estadísticas, aunque son muy orientativas, son en parte discutibles ya que, al no existir prácticamente obligación alguna de etiquetaje de contenido nano, en la mayoría de los productos, salvo en algunas raras excepciones como la industria de la alimentación o el de la cosmética, genera la nebulosa propia del sistema.


Mientras que la tecnología mantiene su vertiginoso ascenso, hay un peso muerto que continúa sin ganar altura: los desechos. Estos, como el plástico ¿terminarán en el fondo de los océanos?


Estas son las dudas que muchos se plantean: ¿Cómo se van a gestionar los residuos que contengan nanopartículas y nanomateriales? ¿Van las nanopartículas manufacturadas a permanecer más tiempo en suspensión? ¿Qué interacción van a tener? ¿Cómo van a interactuar con los organismos acuáticos y cómo afectarán el funcionamiento de los sistemas acuáticos?


En realidad, navegamos a ciegas en un mar de dudas, en una dinámica sin retorno, en la ignorancia perpetua de lo oscuro. No obstante, todo hombre está comprometido con una visión del mundo, previa a la práctica de la ciencia, del arte o de cualquier actividad humana.


Cada quien contempla el contorno social y natural a través de los cristales de su personal subjetividad, la cual esta moldeada por la gravitación de la cultura dominante en la era de la información… desinformada.


  • Analista uruguayo, acreditado en la ONU-Ginebra, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


Tomado de CLAE/5 de septiembre del 2019