Radio Comunitaria en Brasil
Radio Comunitaria en Brasil | |
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Una estación de radio comunitaria en Brasil. | |
| Tipo de programa | Emisora comunitaria |
| País | |
| Función | Comunicar asuntos propios y de interés de una localidad |
Radio comunitaria en Brasil. Las radios comunitarias no sólo llevan el mensaje a lugares distantes, sino que también producen y dan voz a una comunidad local, permitiéndole ser escuchada. Estas radios desempeñan un papel esencial en la circulación de la información local.
Está confirmado que esas emisoras tienen base social. Surgieron por la iniciativa de un grupo de personas y/o entidades vinculadas a movimientos populares. En general, consiguen un mayor nivel de participación y/o articulación y poseen espacios colectivos de decisión y divulgación de la informaciones.
En la Amazonía brasileña, emisoras locales de radio cubren cuestiones socioambientales y desafían poderosos intereses de transformación y apropiación contrarios a la preservación y conservación de sus territorios, flora, fauna y tradiciones locales. El periódico Folha de São Paulo ha publicado que en Brasil operan unas 4.200 licencias de radios comunitarias que cubren a casi dos tercios del país.
Descripción
Los procesos comunicativos acontecen en contextos culturales atravesados por conflictos. A partir de esta perspectiva, las radios comunitarias son lugares de mediación, por donde circulan significados y donde operan resistencias sociales. Esas radios tienen potencial para desarrollar un papel mediador en la construcción de nuevas formas de participación social.
En este sentido, las autoridades brasileñas presentaron el Plan Nacional de Concesiones de Radiodifusión Comunitaria en el año 2011, con el objetivo de universalizar el servicio y agilizar el proceso de entrega de licencias radiales.
El ministro de Comunicaciones de Brasil Paulo Bernardo, en ese año afirmó mediante una conferencia de prensa que el objetivo clave era lograr que todos los municipios del país contaran con el servicio de radio en el año 2012.
El proyecto de gobierno contempló la publicación de 11 avisos de licitación para 431 municipios entre abril y noviembre de 2011. Las autoridades también se comprometieron a dar asistencia técnica a las emisoras.
El ministro nunca detalló si se aumentaría la fiscalización del servicio con el fin de evitar el uso político, empresarial o religioso de estas radios comunitarias.
Las concesiones de radios comunitarias en Brasil son gratuitas. Sin embargo, los beneficiarios deben cumplir con una serie de exigencias técnicas y operacionales contempladas en la legislación vigente. Por ejemplo, estas emisoras no pueden difundir publicidad comercial y su alcance está limitado a un radio de un kilómetro.
Mapa Vivo de Medios de la Amazonía
Algunas de las iniciativas incluidas son el Mapa Vivo de Medios de la Amazonía, una iniciativa que identifica los medios de comunicación locales y regionales de la Amazonía brasileña, los cuales cubren variados temas socioambientales.
En asentamientos agroextractivistas como el situado en la confluencia de los ríos Amazonas y Río Arapiuns, en Brasil, una emisora de radio dirigida por jóvenes de la zona difunde noticias a los residentes locales a través de altavoces y transmisores de baja potencia.
Boa Vista
En Boa Vista, cerca de la frontera con Venezuela y Guyana, una radio católica dedica gran parte de su programación a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y del medio ambiente.
Sena Madureira
En el municipio de Sena Madureira, un periodista independiente se esfuerza por difundir informaciones contrarias a los poderosos intereses locales.
Radio Norte FM
Radio Norte FM es una emisora comunitaria ubicada en el municipio de Cascavel que tiene un alcance de alrededor de 180.000 oyentes. Esto posibilitó detallar las formas de gestión-administración, producción de contenidos e inclusión social de mujeres y afrodescendientes en la misma.
Radio Web Uxicará
Rádio Web Uxicará -cuyo nombre se deriva de dos frutas locales, uixi y cará-, la cual emite una hora de programación diaria de lunes a viernes y dos horas los sábados y domingos en la comunidad de Vila Brasil, parte del asentamiento agroextractivista de Gleba Grande, donde viven 6 mil 600 familias a orillas del río Arapiuns, en el pueblo de Santarém, estado de Pará.
La radio se puso en marcha en 2010 de forma improvisada, con un amplificador en lo alto de una torre telefónica. La transmisión dentro de la propia comunidad continúa a través de dos altavoces, con el apoyo de la ONG Projeto Saúde e Alegria, la radio inauguró su estudio y sigue transmitiendo en línea.
Estado de Santa Catarina
El radialismo comunitario en el Estado de Santa Catarina comenzó con una proliferación de emisoras de baja potencia principalmente en el periodo entre 1997 y 2002. Las radios comunitarias fueron pioneras, con algunas experiencias en 1996, pero la diseminación aconteció especialmente en 1997 y 1998.
Las particulares, confesionales y muchas de las mixtas son, en general, posteriores a ese periodo y se beneficiaron de esa apertura del espacio conquistado por las comunitarias.
Historia
El surgimiento de radios comunitarias formó parte de un movimiento nacional que presionaba por el derecho a la comunicación y por la democratización de los medios de comunicación y que exigía del Estado el reconocimiento legal de las experiencias comunitarias en radio. Buscaban garantizar el acceso de los movimientos populares, organizaciones e instituciones de la sociedad civil local a un medio de comunicación relativamente barato, a través del cual pudiesen multiplicar el trabajo de concientización política, la lucha por los derechos, ciudadanía y la construcción de contra-hegemonía a partir del espacio local.
Este tipo de radio nació de la acción de militantes y/u organizaciones populares vinculados, predominantemente, a las pastorales de la Iglesia Católica y/o a partidos de centro-izquierda, en especial al PT (Partido de los Trabajadores), interesados en multiplicar información, realizar formación y concientización política, y en fortalecer organizaciones locales para disputar hegemonía en el municipio.
Por tanto, su génesis está vinculada a las luchas políticas y a la disputa del poder local, lo que las lleva a enfrentar obstáculos también políticos, materializados, sobre todo, en la forma de denuncias a los órganos de fiscalización, en el caso de las que todavía no poseen la autorización del Ministerio de las Comunicaciones para su funcionamiento: casi el 65% de las que estaban al aire en 2003.
El año de aprobación de la ley de radiodifusión comunitaria en Brasil fue en 1998. Este fue un año de intensa represión a las emisoras que habían entrado al aire. En general, la acción represiva demostró la eficacia en sus objetivos ya que varias emisoras fueron cerradas y con equipos incautados en aquel periodo.
Estas optaron por no volver a entrar al aire antes de conseguir la autorización del Ministerio de las Comunicaciones, lo que comenzó a acontecer solamente a partir de mediados de 2001. Ese factor y las dificultades de organización enfriaron y dispersaron el movimiento de radios, el cual ha tenido dificultades para reorganizarse en todo el país.
Consolidación de las radios comunitarias
Las radios comunitarias se consolidaron, en la mayoría de los casos, en municipios pequeños, con menos de 25 mil habitantes – donde no existe vehículo de comunicación y siquiera medios básicos como el teléfono. Pero son municipios donde hay por lo menos algunos movimientos sociales y políticos, sean pastorales, sindicatos de trabajadores y/o asociaciones vecinales activas. En general, poseen un proceso de gestión con espacios colectivos de decisión, en mayor o menor grado.
Parece haber una tendencia a una mayor movilización colectiva en torno de aquellas en las cuales los gestores conciben la participación como algo que necesita de permanente motivación, mientras que en otras predomina la idea de que la participación debería ocurrir espontáneamente – lo que aproxima estas últimas de las emisoras clasificadas como mixtas, que dicen estar abiertas a la participación, pero no la estimulan.
Emisoras mixtas, particulares y confesionales
En las radios clasificadas como mixtas, el nivel de compromiso de la comunidad es menor y generalmente la gestión es centralizada en una o pocas personas. Son aquellas que surgieron de un proyecto individual (de una persona o grupo restringido), pero poseen alguna apertura a la participación comunitaria, y aquellas que hicieron el movimiento contrario: surgieron con la pretensión de conseguir la participación de la comunidad y de sus entidades, pero alcanzaron ese compromiso solo en el inicio de la experiencia. En general, esa participación ocurre más a través del uso de algún espacio de la programación que en la gestión de la radio, normalmente centralizada en una o pocas personas. Esa es la diferencia principal entre la categoría mixtas e las comunitarias propiamente dichas, pues estas últimas poseen, en mayor o menor grado, gestión y rutina de decisión colectivas sobre la emisora.
Las radios particulares son aquellas que surgieron de una iniciativa individual, de un grupo restringido de personas o de una entidad sin base social. En general, aparecen motivadas por intereses comerciales o políticos, o sea, la radio es instrumento para abrir o ampliar negocios e influencias. Cuando son buscadas abren espacios para la comunidad o entidades, pero apenas divulgan sus noticias. La gestión y la definición de contenidos están centralizadas en una o pocas personas.
Ya las radios clasificadas como confesionales son aquellas cuya gestión es hecha directamente y apenas por una iglesia o cuyos contenidos son predominantemente religiosos. En general, son dirigidas o vinculadas a iglesias evangélicas. Algunas intentan incluir informaciones generales y hasta abren espacio o buscan una aproximación con la comunidad, pero el trabajo es predominantemente asistencial.
En las emisoras clasificadas como mixtas, particulares y confesionales práctica-mente no existe diversi¬dad de contenidos y fuentes, y predomina la música. En las comunitarias, la progra¬mación ha sido objeto de mayor atención, pero, aún así, la diversificación de contenidos es un gran desafío, incluso para muchas de aquellas que ya están al aire hace más de tres años. La mayoría todavía no han logrado avanzar más allá de una programación mayoritariamente musical. No han logrado hacer producción propia de noticias, en general divulgadas apenas bajo la forma de avisos de utilidad pública; las campañas educativas son eventuales y los debates sobre problemas del municipio y demandas de la ciudadanía son raros o inexistentes. Los gestores apuntan como principales límites para la diversificación de contenidos la falta de recursos, de tiempo y de formación de los programadores.
Las emisoras que consiguieron diversificar la programación tienen en común la conjugación de factores como la gestión colectiva en torno de la estación radial, principalmente el acompañamiento y debates regulares sobre la programación.
Limitaciones para su desarrollo
Obstáculos de orden económico, político, normativo y organizativo han impedido que las radios comunitarias contribuyan a la formación de ciudadanía vía programación. Todo indica que una minoría de las emisoras ha conseguido diversificar los contenidos y que el aprendizaje para el ejercicio de la ciudadanía acontece más por la acción colectiva en el proceso de gestión de la emisora.
La proliferación de estas emisoras en el Brasil, en el final de los años 90, en un contexto de intensificación del proceso de globalización económica y mundialización de la cultura, está relacionada con las luchas por la democratización de la comunicación y con las nuevas condiciones en las que se dan las luchas por los derechos y la ciudadanía, cada vez más mediadas por la comunicación de masas.
Además, distintas experiencias desarrolladas en este campo, en los últimos años, vienen a confirmar la cada vez más fuerte e importante interrelación entre comunicación y educación, a tal punto, que algunos investigadores en la actualidad la llegan a clasificar como el surgimiento de un nuevo campo de estudios, de prácticas y acciones políticas.
En este escenario, se torna fundamental estudiar, comprender y apropiarse creativamente de las nuevas posibilidades que la democratización de la técnica trae tanto para la comunicación como para la educación.
Ya la educación es entendida como una práctica social permanente de formación de los individuos cuyo potencial de emancipación puede estar presente en el espacio de la escuela o de las prácticas desarrolladas por los movimientos populares y otras organizaciones de la sociedad civil. Las radios comunitarias pueden, por tanto, desarrollar prácticas educativas, sea dentro o fuera de la institución educativa. De esta forma, no colocamos en disyuntiva las experiencias formativas de la radio, con su énfasis en la organización y la participación política - lo que constituye el foco de nuestro trabajo – y las experiencias de radio en las escuelas, con todo su potencial para desencadenar nuevas metodologías cognitivas.

