Regadíos del Alto Aragón

Regadíos del Alto Aragón
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Regadíos del Alto Aragón es un plan de riegos para regar las comarcas: el canal de Tamarite, que ha de fertilizar La Litera y parte de Cataluña; el canal de Sobrarbe, que ha de discurrir por el Somontano de Barbastro; y el pantano colosal del Gállego, en el desfiladero de la Gorgocha, que suministra agua para regar los Somontanos de Huesca y los Monegros».

Síntesis biográfica

Este grandioso plan de riegos ya lo intuyó, en su conjunto, Joaquín Costa y Martínez, cuando en un discurso en el Congreso dijo: «Tres proyectos de importancia existen para regar esas comarcas: el canal de Tamarite, que ha de fertilizar La Litera y parte de Cataluña; el canal de Sobrarbe, que ha de discurrir por el Somontano de Barbastro; y el pantano colosal del Gállego, en el desfiladero de la Gorgocha, que suministraría agua para regar los Somontanos de Huesca y los Monegros».

El canal del Sobrarbe, cuyo primer proyecto fue debido a Miguel Ravella en 1855, llegó a ser incluido en el plan general de canales de 1902: tomando aguas del Río Ara, cerca de Boltaña, extendía el riego hasta las orillas del río Alcanadre, con un total de 102.000 Ha. Su elevado coste por hectárea hizo que fuera desechado, pero sirvió de base para otras ideas, como las del ingeniero Mariano Lacambra y Marín, que proponía una presa en el río Cinca, en Torreciudad, y un canal que desde allí llegara primero hasta el Alcanadre y, en una segunda fase, cruzara este río para continuar en dirección a Huesca y regar los Monegros. El germen del actual canal del Cinca estaba allí.

Coordinando y depurando ideas, en agosto de 1909, por encargo del emprendedor Francisco de Paula Romañá Suari, barón de Romañá, se empieza a estudiar el «Proyecto de Riegos del Alto Aragón (Sobrarbe, Somontano y Monegros)» por los ingenieros Rafael Izquierdo y Félix de los Ríos; fallece el primero y es sustituido por José Nicolau quien con Félix de los Ríos termina y firma el proyecto en Huesca a 1-X-1911. Acogiéndose al art. 19 de la reciente Ley de Riegos de 7-VII-1911, es presentado en el Ministerio de Fomento y por acuerdo del consejo de ministros, en R.O. de 1-III-1913 es aprobado técnicamente.

Se trataba de poner en riego 300.000 ha. mediante las aguas de los ríos Cinca y río Gállego, en primer término, y del Sotón y río Guatizalema, en segundo término. La superficie suponía la cuarta parte del total de regadíos existentes en España y el plan era el de mayor envergadura de Europa. El Estado optó por hacerse cargo del proyecto abonando sus derechos al barón de Romañá, quien había puesto una gran ilusión en esta obra verdaderamente genial.

Por ley especial de 7-I-1915 se autoriza al gobierno para la ejecución de las obras de riegos del Alto Aragón, por realizar en un plazo máximo de veinticinco años. En decreto ley de 17-II-1925 se extiende la autorización a utilizar «todas las aguas públicas que sea posible y convenga derivar de cualesquiera cauce, dejando a salvo los derechos anteriormente adquiridos sobre las mismas».

Datos técnicos del Proyecto de 1913: Se incluyen las siguientes grandes obras hidráulicas: en el río Cinca, el pantano de Mediano, de 101,5 Hm.3 de capacidad; en el río Gállego, la presa de derivación del embalse de Ardisa y el pantano del embalse de La Sotonera, sobre el río Sotón, con 189 Hm.3 de capacidad. Por otra parte, un canal, el del Cinca, salía de Mediano con 21,5 m.3/segundo y, tras regar su propia zona, terminaba en Sotonera, adonde aportaba aguas, con un recorrido de 144 km. A su vez, de la presa de Ardisa partía el canal del Gállego, que conducía las aguas de este río a Sotonera. De este embalse salía el canal de Monegros II, con 55 m.3/segundo y 146 km., que regaba los Monegros al norte y sur de la sierra de Alcubierre, sierra que cruzaba mediante un túnel, llegando la zona regable hasta orillas del Ebro. Las superficies regables previstas eran las siguientes:

El volumen de agua disponible con garantía suficiente se cifraba en 974 Hm.3, lo que supone una dotación media de 3.247 m.3/Ha. La superficie se dividía en 230.000 Ha. de cereales y leguminosas de invierno y 70.000 Ha. de cultivos de primavera-verano.

Modificaciones al proyecto inicial: Las obras se iniciaron solemnemente el 29-III-1915, cerca de Almudévar, pero todavía siguen sin terminarse. Por otra parte, también es cierto que al disponer de datos más completos de aforos, técnicas de construcción más avanzadas y estudios de suelos en cuanto a su aptitud para el riego, se han ampliado los embalses previstos y la capacidad de los canales, es decir, las obras son mayores y más costosas. La superficie regable, en cambio, ha disminuido al asignarse dotaciones de agua mucho mayores y al conocerse mejor las calidades de los suelos.

El pantano del embalse de Mediano actual alcanza los 450 Hm.3 y además se construyó, inmediatamente aguas abajo del mismo, el pantano del embalse de El Grado, de 400 Hm.3, de los cuales 246 son útiles para el canal del Cinca; éste tiene su origen en este embalse, a cota inferior de la prevista en el proyecto primitivo, y lleva en origen 70 m.3/segundo: desagua directamente en el canal de Monegros, próximo a Tardienta. Por su parte, el canal de Monegros lleva 90 m.3/segundo y sale diez metros más alto que en el primer proyecto.

El estado actual de superficies de las zonas del canal del Cinca y de Monegros I (es decir, antes del túnel de Alcubierre) es el que indica el cuadro.

De ello resulta que la superficie neta regable es el 77,65 % de la superficie bruta de la zona. En un trabajo de elaboración propia, referido al conjunto Cinca-Monegros I, hemos llegado a la conclusión de que la diferencia real de superficie neta regable entre el proyecto primitivo y el actual, es de 7.080 Ha. netas a favor del primero. Pero esto va compensado sobradamente si se tiene en cuenta que gracias al embalse de El Grado (no previsto en un principio) se regaría la zona de Monegros II, al sur de la sierra de Alcubierre.

En este momento el canal de Monegros tiene construidos 68 km., falta construir el Cuarto Tramo, de 16 km., y está ya construido el túnel de Alcubierre, de 6,5 km. Más allá de este túnel no hay nada construido. El canal del Cinca está totalmente terminado hasta después del cruce del río Alcanadre, en airoso acueducto lo que supone 40 km. (Tramos II y I); el Tramo III, de 51 km., se encuentra en avanzado estado de construcción y se espera terminarlo en 1981. Las redes secundarias de acequias, caminos y desagües, están construidas en Monegros I, en 59.910 Ha.; y en la zona del canal del Cinca, en 36.578 Ha.

Monegros II: Comprende la zona monegrina al sur de la sierra de Alcubierre, y es aquí donde aparecen las mayores diferencias con el proyecto de 1913. Efectivamente, en 1951 se realizó la primera revisión técnica de la superficie regable de Monegros II, mediante el denominado «Informe Gómez-Alonso» titulado Delimitación de la superficie regable de los canales del Cinca y Monegros. Tiene en cuenta tanto las dotaciones de agua como la calidad de las tierras y reduce la primitiva superficie de 142.000 Ha. a solamente 65.812 Ha. Más tarde, en 1954, se produce el «Informe Fernández Durán», que busca sustituir las tierras no adecuadas por otras superficies no previstas, concretamente en dirección a Monegrillo y Farlete. Después viene el «Informe García Lozano» que reduce la superficie a 53.848 Ha. y, al igual que los anteriores, insiste en los problemas del saneamiento de la zona a causa de la escasa red de desagües naturales existente. Finalmente, en 1965 se redacta el Estudio de Viabilidad del Plan Monegros II, el cual establece una superficie potencial regable de 59.780 Ha. que, por razones de caudales disponibles, reduce a 52.410 Ha. Analizando todos los datos que hemos podido recoger, estudiando unas dotaciones adecuadas, aplicando para toda la zona exclusivamente el riego por aspersión, e incluso regando algunas superficies de buena tierra por elevación, hemos llegado a obtener como superficie apta para su transformación en regadío, la de 64.512 Ha.

No hay fechas concretas previstas para las obras de riego en esta zona.

La transformación en regadío: Las obras se han venido realizando por la Confederación Hidrográfica del Ebroen cuanto a grandes obras hidráulicas (embalses, canales, redes primarias de acequias, caminos y desagües), y por el Instituto Nacional de Colonización, hoy I.R.Y.D.A., en cuanto a las obras de tipo agrícola (redes secundarias, nivelación de tierras, repoblación forestal, construcción de nuevos pueblos y asentamiento de agricultores en los nuevos regadíos). Se construyeron dieciséis núcleos de población, dos de ellos en la provincia de Zaragoza (Ontinar de Salz y Puilato), y el resto en la de Huesca que, por orden alfabético, son Artasona del Llano, Cantalobos, Cartuja de Monegros, Curbe, Frula, Montesusín, Orillena, San Jorge, San Juan de Flumen, San Lorenzo de Flumen, Sodeto, El Temple, Valfonda de Santa Ana, y Valsalada.

Estos pueblos se construyeron en una época de economía de subsistencia, sin medios mecánicos de trabajo y transporte, en que resultaba necesaria la cercanía del cultivador a sus tierras. Hoy, con distintas circunstancias, ya no se construyen, pero en cambio se proyectan ampliaciones y mejoras en pueblos antiguos. En un principio los lotes de tierra de regadío eran de ocho hectáreas, que el agricultor trabajaba con un par de mulas o de vacas de labor. Hoy, con tractores y maquinaria, los nuevos lotes en la zona del Cinca son de veinte hectáreas de regadío. Hasta la fecha, 1.508 familias de agricultores se han instalado en estos nuevos regadíos del Alto Aragón, en las superficies que I.R.Y.D.A. lleva adquiridas por compra directa o por expropiación.

Comentario: La cifra de 300.000 Ha. ha calado hondo en la opinión popular y se ha convertido en una auténtica reivindicación. Esta cifra es válida como superficie bruta, no como superficie transformable en regadío. Sin embargo, puede alcanzarse una cierta aproximación aplicando la misma filosofía del proyecto de riegos del Alto Aragón de 1913, es decir, aprovechar los caudales de los ríos Cinca y Gállego, que hoy pueden ser complementados con aguas del río Aragón, y llevarlos adonde haya tierras susceptibles de regarse. Las ideas del Canal de Huesca, del Canal del Somontano de Guara, y del Canal de Leciñena no son más que la aplicación práctica de lo expuesto.

Fuentes